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Estación Bradbury, nuevo libro del Colegio Nacional
Fallecido el 5 de junio de 2012 en Los Ángeles, California, el escritor estadunidense Ray Bradbury es recordado en el volumen Estación Bradbury: un visionario en El Colegio Nacional (El Colegio Nacional, 2022), que se presentará el próximo miércoles 25 de enero, a las 6 de la tarde.
Para conmemorar al fecundo autor de Fahrenheit 451, Crónicas marcianas, El hombre ilustrado y The Halloween Tree, Vicente Quirarte, Luis Fernando Lara y Antonio Lazcano se reunirán en el Aula Mayor de El Colegio Nacional, ubicada en Donceles 104, Centro Histórico, CDMX, para presentar el libro Estación Bradbury: un visionario
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El libro es producto de una serie de charlas que coordinó el maestro Quirarte los días 20 y 21 de agosto de 2020, para recordar a Bradbury en el centenario de su nacimiento. El encuentro se llamó Ray Bradbury en El Colegio Nacional y reunió a varios colegiados e invitados especiales, quienes desde sus disciplinas se aproximaron a la vida y obra del escritor que reflejara en sus novelas su fascinación por México (como publicó la revista Proceso el 2 de noviembre de 2020).
Vicente Quirarte, escritor, poeta y miembro de El Colegio Nacional, consideró en aquellas charlas del Colegio Nacional a Ray Bradbury “un gran escritor que no requiere de complementos adnominales, ni de otras muletas que lo ayuden a caminar. Es un pensador y un poeta, creyente en la frase que envuelve y da en el blanco. Sus situaciones son siempre sorpresivas y nos enfrentan al fulgor provocado por el terror o lo sagrado”.
Las conclusiones de este encuentro están compiladas en el volumen Estación Bradbury: un visionario en El Colegio Nacional, y demuestran la viveza y el entusiasmo que provocan el descubrimiento o la relectura del considerado “padre de la ciencia ficción y de la fantasía”. La presentación editorial, coordinada por Vicente Quirarte, contará con la participación de los colegiados Luis Fernando Lara y Antonio Lazcano, quienes, junto con Quirarte, participaron en este volumen colaborativo; asimismo, al concluir el diálogo, se llevará a cabo la firma del libro en la librería de El Colegio Nacional.
Por más de medio siglo, varios de los cuentos de Ray Bradbury marcaron la pauta en la literatura mundial del género de misterio y horror universales, siendo sus historias de alienígenas traducidas a muchos idiomas y llevadas tanto a la pantalla cinematográfica, como a series televisivas de gran éxito en Estados Unidos.
El propio Bradbury produjo guiones bien adaptados para cintas hollywoodenses cuyo argumento tomaba por base grandes obras literarias como “Moby Dick, la ballena asesina”, del neoyorquino Herman Melville (1819-1891), filmada en Inglaterra y Gran Canaria en 1956 por John Houston y protagonizada por Gregory Peck como el capitán Ahab.
Legado impresionante Bradbury nació el 22 de agosto de 1920 en Waukegan, Illinois. Su madre era la emigrante sueca Esther Moberg y su padre Leonard Spaulding Bradbury, pariente de Douglas Spaulding, investigador del círculo de estudios American Shakespeare.
El mismo Ray Bradbury era descendiente de Mary Bradbury, bruja de Salem quien fuera colgada en Massachusetts durante la escandalosa cacería de hechiceras en Norteamérica hacia 1692. Devorador desde su temprana juventud de las Narraciones extraordinarias de Edgar Allan Poe, o los relatos imaginarios de viajes del francés Julio Verne (La vuelta al mundo en 80 días, 20 mil leguas de viaje submarino) y los atractivos libros de George Herbert Wells como El hombre invisible, el escritor preferido de Bradbury adolescente fue Edgar Rice Burroughs (1875-1960), célebre inventor nacido en Chicago de la saga Tarzán, el hombre mono, Los señores marcianos de la guerra y El paraíso perdido, un ambicioso cuento largo que marcó las increíbles temáticas posteriores sobre dinosaurios, al estilo de Parque Jurásico, de Steven Spielberg.
La presentación de Estación Bradbury será de entrada libre y se llevará a cabo el próximo miércoles 25 de enero, a las 6 de la tarde. https://bit.ly/3ZZjzvB
Octavio Rivero Serrano fue un universitario cabal, comprometido con la verdad, con la Universidad Nacional y con México, afirmó el rector Enrique Graue Wiechers al presidir el homenaje póstumo que esta casa de estudios rindió a su exrector.
“Se nos fue un gran ser humano, un ilustre médico, un mexicano honesto y honorable; un espléndido universitario y un magnífico rector, siempre preocupado por la educación, la salud y el bienestar de todas y todos los mexicanos. La Universidad lamenta su partida. Yo siempre lo extrañaré; pero se queda con nosotros su legado y su amor por la Universidad”, expresó Graue Wiechers.
Ante los hijos de Rivero Serrano -Paulina, Lilia, Marcela, Enrique, Octavio y Gustavo-, el rector recordó a quien entregó más de seis décadas de su vida a la docencia y al servicio de la Universidad; y destacó sus facetas como médico y neumólogo.
“Abrevó de una escuela y creó una nueva visión de la neumología y de la cirugía de tórax; consolidó la neumología mexicana desde el Hospital General de México, del cual llegó a ser subdirector; fue presidente de la Academia Nacional de Medicina, secretario del Consejo de Salubridad y director de la Facultad de Medicina de la UNAM, de 1977 a 1980”, dijo.
Como rector, añadió, fue un sólido baluarte de la educación superior. Amplió y fortaleció las actividades de extensión universitaria y, con una visión de futuro hacia la interdisciplinariedad, creó los primeros programas universitarios.
Además, instauró el Programa de Superación del Personal Académico; creó el campus Morelos de la Universidad con la instalación del Centro de Investigación sobre Fijación de Nitrógeno, —hoy Centro de Ciencias Genómicas— y estableció la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, en los terrenos de Ciudad Universitaria.
“Para mí, fue siempre un consejero cercano y generoso. Su buen juicio y amplia experiencia las compartía desinteresadamente y abordaba sus razonamientos sin circunloquios, y en forma clara, puntual y precisa. De ese frecuente contacto se fue tejiendo una gradual y sincera amistad”, puntualizó Graue.
Asimismo, gustaba de los deportes, en especial del fútbol soccer. “Hasta inicios de la