la presidencia

RUBÉN AGUILAR VALENZUELA

Al presidente López Obrador en las comparecencias matutinas de todos los días, se le ve cada vez más desesperado, irritable e incluso desencajado.

Con frecuencia pierde la compostura y crece su nivel de intolerancia frente a quienes no piensan el mundo como él lo hace.

Como cualquier ser humano que ha tenido un cargo como el suyo sabe que el tiempo de su mandato se acaba y que ya nunca más volverá.

Es una realidad, que no queda más que aceptar. Unos lo hacen de manera elegante, con proyecto futuro, pero a otros les cuesta aceptar que es así.

Desde el inicio de su gestión los gobernantes de sociedades democráticas tienen tres temas que les preocupan: La sucesión, la permanencia de su proyecto y el legado para la historia.

A medida que se acerca el fin de su mandato estos temas adquieren mayor importancia. Para López Obrador, a 18 meses del fin de su gestión, estos son su gran preocupación.

La sucesión. El presidente de manera adelantada, para la tradición política en México, abrió las cartas de quienes eran sus candidatos a sucederlo. El controla el proceso y al final será quien decida. No hay más.

La permanencia de su proyecto. El presidente planteó un proyecto al que llamó la Cuarta Transformación. Se vió como un conjunto de buenas intenciones, pero nunca se dijo cómo habría de llevarse a cabo.

López Obrador sabe, que ese proyecto, por las razones que sean, no se ha podido llevar a cabo. En lo fundamental el país sigue siendo el mismo que recibió y en algunos casos es todavía peor.

A pesar de la realidad, están ahí los datos, él quiere garantizar que siga su proyecto aunque solo sea en el discurso. El candidato que elija, en caso de ganar, tendrá la responsabilidad de continuarlo. Aunque no hay garantía de que así será.

El legado para la historia. López Obrador sabe que los resultados de su proyecto de gobierno no dan para que pase como un presidente excepcional a los libros de historia. Será uno más.

Sabe también qué hay un sector importante de la sociedad, por ahora poco más de la mitad, que aprueba ampliamente su gestión, pero otro grupo también grande, poco menos de la mitad, que lo rechaza.

La desesperación creciente y muy visible del presidente tiene que ver con la certeza de que solo le quedan 18 meses en el cargo. Gobernar un país como México resultó más difícil de lo que pensó.

Para definir cómo será la relación con las agencias de seguridad de Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que va a esperar a que concluya el proceso judicial contra el exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, y el papel que jugaron estas instancias del extranjero.

“Estamos esperando que se termine por completo el juicio de García Luna. Ya en su momento definimos una relación de cómo vincularnos, ahora hace poco también vino la asesora de seguridad de la Casa Blanca, señora Elizabeth (Sherwood-Randall) y nosotros nombramos a la secretaria de seguridad, a Rosa Icela Rodríguez como su contraparte, su enlace”, dijo.

En su conferencia llevada a cabo desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, expuso que trabajan en una reunión que sostendrán comitivas de ambos países, en Washington, pero de entrada acordaron avanzar de manera conjunta y resolver cómo se tiene que sostener la relación con las agencias de Estados Unidos.

“No quiere decir que nos neguemos a la cooperación, lo que queremos es que haya orden, y lo de García luna nos importa mucho esperar lo que va a suceder, porque él tiene la oportunidad y ayudaría mucho que hablara sobre su relación con Fox, con Calderón, si les informaba o no y cuál era su relación también con la DEA y con otras agencias, porque fue hasta premiado por el gobierno de Estados Unidos”, indicó.

López Obrador cuestionó que hace falta una explicación sobre cómo es que la DEA, la CIA y

Amlo

el FBI “no supieron nada o por qué se tardaron tanto en saber que García Luna estaba vinculado con la delincuencia organizada”, por lo que se tiene que saber qué sucedió para que no se repitan estos casos.

“Lo grave es que el encargado de la seguridad esté al servicio de la delincuencia, gravísimo y esto tardó mucho tiempo, cuando menos el sexenio de Felipe Calderón. No es nada más el manejo de la relación, de la tolerancia, de hacer a un lado a adversarios de los mismos narcotraficantes, sino el manejo de los mismos aeropuertos”.

De nuevo el presidente López Obrador llamó a que el exfuncionario de Calderón declarado culpable por cargos relacionados con el narcotráfico declare de quién recibía órdenes o si actuaba por su propia cuenta.

Entre los temas que abordó con senadores de Estados Unidos en Palacio Nacional, este domingo, estuvo cómo atender el fondo del consumo de drogas que, insistió, se da principalmente en Estados Unidos. “Esta crisis del fentanilo está afectando a jóvenes de 18 a 25 años y por qué la adicción, tiene que ver mucho con la insatisfacción, infelicidad, abandono, tristeza, soledad, con la falta de amor, la falta de apapacho”, dijo.

Uno de los aspectos que tendrán que focalizar los gobiernos no es sólo detener el tráfico de fentanilo o de otras drogas, porque podrán producirse otro tipo de químicos que también afecten a la población de jóvenes o incluso de trabajadores, sino atender las razones por las que usan estas sustancias.

Cártel tiene acuerdos con pobladores de la Selva Lacandona para poner narcopistas: AMLO

El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció hoy que una región de la Selva Lacandona es controlada por un cártel del crimen organizado, donde por dádivas o amenazas obligan a pobladores de la zona a impedir los operativos del Ejército para que decomisen los cargamentos de drogas.

En su conferencia desde el Cuartel General de la VII Región Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), López Obrador habló hoy de la situación crítica en la Selva Lacandona, donde han proliferado las pistas clandestinas de aterrizaje y donde han aterrizado aeronaves procedentes de Centro y Sudamérica.

Ante el cuestionamiento del porqué en la Selva, donde más recursos se invertía de los programas del gobierno federal como Sembrando Vida y otros, la migración seguía en aumento y el crimen organizado había tomado ya control de esa zona, al grado de asesinar a quienes no prestan sus tierras para construir narcopistas, el presidente dijo saber que “es un caso nada más”. “En efecto, en la Lacandona, cerca de Bonampak. Ahí hay pistas clandestinas, están manejadas por uno de los cárteles, están aterrizando aviones con droga”, dijo el presidente.

“Y aprovecho para hacer un llamado a la gente de Corozal y de toda esa región. Porque se detectan las pistas, se les da seguimiento a las aeronaves, aterrizan, y tiene que llegar el Ejército pronto para el decomiso, porque los narcotraficantes tienen acuerdos con esas comunidades, con algunas gentes, no es todo el pueblo. Ya sea porque están entregando dádivas o dinero o porque están amenazando”, agregó.

López Obrador explicó que cuando llega la gente, enfrentan al Ejército, para que no se pueda llevar a cabo el decomiso. “Esto lo estamos padeciendo desde hace algún tiempo. Estamos actuando. En coordinación con el gobernador Rutilio Escandón y con la gente. El pueblo es el que nos ayuda. Este llamado, estoy seguro de que va a llegar hasta la Lacandona. Estoy seguro de que nos van a ayudar. Y va a haber más vigilancia. Y ya estamos reforzando toda esa área, para que ya no se den estos casos”, indicó. Según el presidente, “es lo único que tenemos en Chiapas”. “Hay otros casos de gente armada en San Cristóbal de Las Casas, asaltando. Un grupo que lleva un nombre que no voy a repetir ahora. Que sepan, como se dicen en el béisbol, los tenemos bien ‘fildeados’”, mencionó.

Por su parte, el general Luis Cresencio Sandoval, titular de la SEDENA, dijo que de diciembre de 2018 a marzo de 2023 se han detectado e interceptado 23 aeronaves, a las cuales les fueron decomisados cargamentos por un total de 4 mil 300 kilogramos de cocaína. Asimismo, fueron aseguradas tres pistas clandestinas de aterrizaje. Además, agregó, en esos operativos fueron detenidas 11 personas y se decomisaron diversas armas de fuego, combustibles, vehículos y dinero en efectivo.

Chiapas vive una agitada narcoviolencia desde julio de 2021, ya que grupos criminales se disputan el control de la frontera y del territorio chiapaneco para el trasiego de drogas, las cuales no sólo llegan vía aérea sino también terrestre y hasta marítima.

Es el mar donde se han detectado e interceptado de diciembre de 2018 a la fecha embarcaciones y cuatro semi sumergibles, con distintos cargamentos de cocaína.