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AMLO minimiza quema de piñata de Norma Piña En mitin por la Expropiación

Petrolera no hubo acarreados: AMLO

/ Dalila Escobar / Dalila Escobar

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“Hay formas de protestar sin llegar a extremos”, opinó el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la quema de la figura de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, durante la concentración a la que convocó el sábado 18 de marzo, por el 85 aniversario de la Expropiación Petrolera.

“Esto es reprobable. Simpatizantes de Morena quemaron una piñata con la figura de la ministra presidenta de la @SCJN, Norma Piña. Activistas, defensores de derechos humanos y algunos políticos tacharon estos actos de inadmisibles”. @soyluisgabriel1

“No debe llevarse a cabo este tipo de actos, no es lo mejor, creo que hay formas de protestar sin llegar a esos extremos, eso es lo que yo opino”, expuso cuando se le planteó la pregunta al respecto.

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¿Los condena? -insistieron ante el breve comentario.

“Sí, condeno esos actos, tenemos que vernos como adversarios, no como enemigos, además nosotros no somos iguales a los conservadores, ellos nos ven como enemigos a destruir, no como adversarios a vencer y nosotros no podemos actuar de la misma manera, hay que ser respetuosos y este es un movimiento que ha sido, es y seguirá siendo pacífico y no odiar”.

López Obrador expuso que se tiene que hacer valer el amor al prójimo, aunque en otras ocasiones ha descalificado la labor de la ministra Piña y ha afirmado que a su llegada se desató una ola de resoluciones a favor de presuntos delincuentes, además de afirmar que “es indudable que existe mucha corrupción en el Poder Judicial”.

Enseguida minimizó la expresión de violencia: “Claro que son expresiones muy minoritarias en nuestro movimiento, la mayoría de la gente está muy consciente de que se debe seguir luchando por la vía pacífica y que vamos muy bien y que además no hay que darles motivos a los conservadores porque ya ven cómo son, muy hipócritas”.

López Obrador dijo no estar seguro de que “en la marcha que hicieron los reaccionarios hace poco también quemaron unas figuras, ¿qué figuras eran? -preguntó a su vocero Jesús Ramírez quien le aseguró que quemaron una figura del mandatario- Ah, una mía también, no me di cuenta, no me di por enterado”.

Expuso que ese tipo de expresiones no se debe dar en ningún caso. “Pero cuando quemaron mi figura no salió en la prensa, ¿verdad? O sí salió, nadie se quejó, de todas maneras repruebo lo de la ministra Piña”, dijo sin que hasta ese momento mostraran una imagen de la quema de su figura en otra manifestación. “Yo no sabía eh que habían quemado una figura pero que es mucho muy de los conservadores eso, no pues si quemaban los libros, bueno, si había inquisición, pero eso no tiene nada que ver con el movimiento progresista. Cero de intolerancias”, indicó.

Bajo Presi N

EDILBERTO ALDÁN Llenar la plaza

Llenar el zócalo pasó de moda, lo de hoy es llenar la CDMX, el tuit de un fervoroso de la Cuarta Transformación, Damián Alcázar, que intenta alabar la capacidad de convocatoria del presidente, reduce la concentración para celebrar el 85 aniversario de la Expropiación Petrolera a su verdadera dimensión: una conglomeración de fieles para alabar la figura de Andrés Manuel López Obrador.

El poder de convocatoria de López Obrador para llenar en Zócalo está fuera de duda, la respuesta de la grey tetratransformista al llamado del presidente es incuestionable, no importa el motivo de la convocatoria; hasta hace poco, el ánimo de esas multitudes era festivo, se trataba de demostrar que la revolución de las conciencias le había ganado a las minorías conservadoras y el país ya era suyo, el pueblo bueno se reunía para cantar, bailar y, sobre todo sonreír, porque ya habían ganado.

De un tiempo a la fecha, López Obrador ya no organiza festejos, convoca a los suyos para que lo defiendan, a un año y medio de dejar la presidencia, obligado a cumplir con su promesa de no reelegirse y ante la incapacidad para realizar los cambios constitucionales que le permitan controlar la elección del 2024, al presidente todo le duele, se queja de cualquier oposición a su volun-

De la concentración del sábado 18 de marzo en el zócalo de la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó que no hubo acarreados y que habrá más manifestaciones de este tipo “cada que se necesite”. “No es un grupo de acarreados, que no sabe a qué va o a qué los llevan”, aseguró durante su conferencia en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

“Los mítines que hacen los que acarrean, sobre todo los del bloque conservador, se le pregunta a la gente ‘¿a qué veniste?, Porque el INE no se toca’ ¿Y eso qué? Y otros casos donde la gente está y ‘¿qué haces aquí?, pues es que llegaron unos camiones y me trajeron’. Nos dijeron que viniéramos, hay un mitin y todo el mundo ahí está platicando o comiendo paleta, sin conciencia o sencillamente se va porque le cae mal el presidente, no le gusta cómo habla el presidente que se come las eses, que las dice de más, que no habla de corrido, que es de Tepetitán, Macuspana, Tabasco, a mucho orgullo”, agregó.

López Obrador afirmó que quienes asisten a sus convocatorias están informados y van por su propia decisión, “acá es distinto” y agradeció a los asistentes quienes llegaron desde distintos estados del país en autobuses que esperaron en ave- nidas como Paseo de la Reforma, Tlalpan, y calles a ledañas a la zona centro de la Ciudad de México. tad, sin importar el origen o la representación de quienes considera sus enemigos, López Obrador urge a la manifestación porque sabe que el estruendo en la calle desvía la atención del análisis de la efectividad de sus políticas públicas y acciones de gobierno. Nadie cuestiona el sentido de una consigna, lo que importa es que rime.

“No se puede llevar a cabo una transformación, como lo expresé, si no se cuenta con el apoyo del pueblo. Una transformación significa hacer a un lado los privilegios de las minorías, desterrar la corrupción y esto genera una oposición, una reacción, por eso se habla de reaccionarios, los que quieren mantener el estatus quo, de ahí viene la palabra también conservadurismo. ¿Cómo se les enfrenta? Sólo con el respaldo y apoyo del pueblo y eso afortunadamente se tiene”, dijo.

López Obrador dijo que de lo contrario México tendría que someterse a los intereses y presiones del extranjero, porque, afirmó, hay quienes apuestan a que se trate a México como si fuera una colonia del extranjero y no un país soberano. Mostró el video que hizo una de sus colaboradoras, dijo, para que se observe la reacción de la gente, “el pueblo muy consciente, muy despierto, muy avivado, no manipulado”.

En torno a si habrá más convocatorias masivas, respondió: “Sí, cada vez que se necesite, porque es con el pueblo con el que se puede avanzar. No debe haber divorcio entre el gobierno y el pueblo cuando se busca transformar. Eso es la democracia”.

López Obrador es víctima del reduccionismo de llenar la plaza en su defensa, presumir que se llena la Ciudad de México, es la victoria pírrica de una concentración masiva incapaz de competir con las manifestaciones en más de cien ciudades y millones de asistentes que piensan que hay que defender al Instituto Nacional Electoral; para llenar el Zócalo, la Cuarta Transformación tiene que movilizar a fieles de toda la República, pues ninguno de los dirigentes de Morena tiene la capacidad de organizar fiestas para López Obrador si no se cuenta con su presencia, siguen viviendo a su sombra.

López Obrador tuvo que prometer a su grey que la transformación continuará aún sin él, está asegurada la continuidad, con cambio, nada de zigzaguear, dijo el presidente, para acuerpar su promesa vana, nada asegura que sus corcholatas continuarán con lo que piensa es su legado, nadie puede garantizar que ejercerá el mismo estilo personalísimo de gobernar, por eso al día siguiente aseguró que convocará a cuantas manifestaciones sean necesarias porque es “con el pueblo que se puede avanzar”, una amenaza para quienes quieren sucederle, un recordatorio de que es a él a quien aman y piensa ser el poder tras el trono.

Víctima del discurso reduccionista del presidente, la concentración del 18 de marzo quedó reducida a la quema de un monigote con la figura de Norma Piña, magistrada presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de la misma forma en que se reduce la marcha en defensa del INE a un grupo de acarreados que no sabe a qué salen, o cuando se intenta deslegitimar las protestas de las mujeres organizadas por los actos vandálicos de un grupo, la violencia e ignorancia de un pequeño grupo manchó la veneración a López Obrador, por mucho menos se condena a los adversarios del presidente, por menos los fieles de la Cuarta Transformación descalifican a quienes no coinciden con los caprichos del habitante de Palacio Nacional; al rebajar la conversación pública al grito de consignas, hace mucho que los lopezobradoristas abandonaron la posibilidad del diálogo y ahora se concentran en la maroma que justifique la respuesta ciega de quienes atienden el discurso de odio que todos los días se lanza desde la conferencia matutina.

Triste destino el de los lopezobradoristas, pasaron de ser una multitud festiva a una jauría iracunda que debe lanzarse sobre cualquier presa que señale su amo, un dueño ciego y sordo al exterior, concentrado en su ego y empeñado en que la historia lo recuerde como el mejor presidente que ha tenido México, incapaz de empatía alguna este rey chiquito.

Coda. De Cuatro cuartetos de T.S. Eliot, en la traducción de José Emilio Pacheco: No me hablen de la sabiduría de los ancianos Sino más bien de su locura, Su miedo al miedo y al delirio, Su miedo a la posesión, a pertenecer a otro, A otros o a Dios.

La única sabiduría que podemos esperar adquirir Es la sabiduría de la humildad: La humildad es infinita.

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