Local - Artístico - Independiente Diciembre 2020 - El Chaltén Santa Cruz - Número 58 EDITORIAL
L
a mano de Dios representa muchas cosas, en especial desde el 25 de noviembre pasado. En ese momento,el gol a los ingleses y sobre todo después, el segundo gol, significó para mucha gente una esperanza. El milagro de ese hecho radicó en una venganza muy argenta contra quienes habían ganado una guerra injusta en nuestro territorio nacional. Para muchos es difícil de entender, pero esa picardía nos devolvió algo de todo lo que se había llevado la dictadura: el saber que los argentinos podemos. Y el Diego lo hizo siendo ni más ni menos quien era. Tras su muerte, muchas opiniones se escucharon al respecto. Personalmente creo que debemos aprender a ver a las personas tanto en sus particularidades como en su totalidad. ¿Acaso no somos todos también parte de lo que hacemos, somos, queremos ser, decimos? Podemos juzgarnos a partir de algo puntual, pero a la vez aceptar nuestro todo y deberíamos hacer lo mismo con nuestros ídolos. Porque yo, al menos, no puedo dejar de admirar un cuadro de Picasso o un gol del más grande a pesar de ser consciente de sus errores en otros aspectos de la vida. El patriarcado y el machismo cortan transversalmente casi todo lo admirable. En mi opinión, tenemos que ser capaces de separar, de trazar una línea. Sin negar la realidad, obviamente. Pero también creo que los cambios sustanciales son más profundos y no ayuda quedarse en lo superficial. Y sobre todo estoy convencida de que si algo nos da el feminismo es la libertad de pensar como queramos. Por eso, ¡gracias Diego! Sos y serás el más grande…