Local - Artístico - Independiente Mayo 2018 - El Chaltén Santa Cruz - Número 30 EDITORIAL
E
Lee Krasner
l principio de Pascal o de Arquímedes, según Wikipedia, se resume en: la presión ejercida sobre un fluido poco compresible y en equilibrio dentro de un recipiente de paredes indeformables se transmite con igual intensidad en todas las direcciones y en todos los puntos del fluido. El fluido que nos compone como sociedad, el que nos une, muchas veces se comporta como poco compresible y hasta a veces, poco comprensible. La compresión es un fenómeno físico en el cual un elemento soporta una fuerza, como por ejemplo, la fuerza de gravedad, que se dirige directamente al centro de la tierra, perpendicular a la corteza terrestre. Todos los elementos sometidos a una compresión reaccionan a esta fuerza y esa reacción se presenta en dos períodos. El primero, llamado período elástico, es en el cual el elemento soporta esa fuerza, la compresión, de manera tal que su masa y sus condiciones no se ven afectadas. Su mismo nombre lo indica. Lo elástico se modifica y vuelve “a su lugar”. El segundo período se denomina período plástico. Una vez llegado a tal, las características del elemento se ven afectadas: se deforma o se rompe. Todos los elementos que vemos y conocemos, inevitablemente pasan por estos períodos al someterlos a esa fuerza que los comprime. Pero algunos poseen períodos elásticos más cortos que otros. Es decir, que algunos elementos se rompen más rápido. Los líquidos, como bien nos dice Pascal, tienden a querer escapar del recipiente que los contiene con igual intensidad en todas las direcciones. Este fluido social que nos rodea, ¿se comportará de la misma manera? Si vemos a la sociedad como una masa entera, vemos que ciertos comportamientos se repiten y hasta pueden medirse de la misma manera a través de la historia en distintos puntos cardinales del planeta. Cuanto más lejos estamos de ese “hecho”, más fácil es poder realizar ese análisis de manera científica y objetiva. Pero si llevamos lo social a lo más cercano, puedo ver cómo ese fluido social le da la espalda a Pascal y no reacciona siempre igual ni de la misma manera. No todos respondemos de forma similar a la compresión. Algunos tenemos períodos elásticos muy extensos y soportamos la fuerza que nos señala sin mostrar deformaciones. Otros, por el contrario, nos rompemos en seguida. Esa dinámica tan distinta es lo que hace interesante este fluido social, a veces espeso y otras transparente, turbio o cristalino. El resultado de su comportamiento no es la sumatoria de pequeños comportamientos aislados, sino que es el entero con toda su complejidad. Aunque viendo el resultado puedo pensar que ese fluido no me representa en lo personal, sí lo hace en el colectivo social que somos. Página 1