más profundo. Por otro lado, están los que ni acercarse prefieren por considerarla “difícil” o “aburrida”, y están aquéllos que se arriesgan, disfrutan y deciden adentrarse en ella para descubrir las nuevas miradas que el poeta propone, pero sobre todo se dejan sorprender por los hallazgos que destellan los poemas. Este es el caso de la antología poética infantil que nos ocupa aquí: Bolso de niebla, de la escritora asturiana María Rosa Serdio (1953). La autora reúne una colección de poemas de su creación, en su mayoría de arte menor, que recuerda a las rimas, a las redondillas y a la oralidad de los juegos infantiles. Propone el juego de que los poemas a su vez son coleccionistas de objetos y de imágenes sorpresivas, como si éstos pudieran adquirirse en el mercado o guardarse en los bolsillos, pero eso no quita que la poesía sea sencilla. Ya la polivalencia del título es un gran acierto. ¿Se trata de un bolso cuyo contenido es niebla? ¿O se trata de un bolso cuyo material, con el que está hecho, “es de” niebla? Sea cual fuere de los casos, lo que nos ofrece Serdio es un bolso de niebla y caminar a través de éste. Este caminar, menciona la autora, “precisa dejarse llevar por las voces del texto. A veces ni los títulos [de los poemas] te indican el camino. Y, más que seguro, cada lector hallará interrogantes y sorpresas” (“Entrevista”). Desde el inicio, en su dedicatoria, invita tanto a grandes chicos como a chicos grandes, o cualquiera que “escuche estos versos” (Serdio 5) a realizar un viaje en el tiempo, traspasar la puerta hacia una experiencia poética, y qué mejor puerta que un poema para sumergirse en la niebla, perderse en ella: Este libro es una puerta para que alguien la abra con los ojitos brillantes y las manos enguantadas. Este libro tobogán es un camino en el tiempo para que bajen los niños recitando sus deseos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . (“Dedicatoria en el tiempo” 1-8)
Desde mi perspectiva, muchos de los poemas de Serdio, contenidos en este libro, revelan una poética sobre el quehacer poético (valga la redundancia) y señalan la importancia del poeta de “ascender”, en un movimiento contrario al de Altazor, para poder crear. Poética donde las palabras son palabras aladas, en su conjunto, tejidas cuidadosamente para evocar, rememorar o simplemente relacionar lo 256