Dr. José Alberto Díaz Quiñónez
LABORATORIO CENTRAL DE REFERENCIA
Jefe del Laboratorio Central de Referencia de la División de Laboratorios de Vigilancia e Investigación Epidemiológica, el Dr. José Alberto Díaz Quiñónez refiere que durante la emergencia epidemiológica de 2009 se reafirmó la necesidad de desarrollar en el IMSS, institución que da servicios a más del 50% de la población, sistemas de vigilancia epidemiológica y alerta temprana basados en laboratorio. “La epidemia por el virus AH1N1 en 2009 evidenció la necesidad de fortalecer la vigilancia epidemiológica de manera sistemática y con la confirmación por pruebas de laboratorios de salud pública, para proporcionar los servicios de salud a los derechohabientes y trabajadores del instituto con la mayor oportunidad. "En este sentido, aunque siempre ha habido un tratamiento adecuado de los brotes y las epidemias en México, la magnitud y los alcances de eventos de esta naturaleza vuelven vulnerable a cualquier país, y obligan a establecer modelos de vigilancia activa que incluyan sistemas de alerta temprana basados en laboratorio para este tipo de emergencias. “Es por ello es que surge la propuesta para consolidar una red de laboratorios para la vigilancia epidemiológica en el IMSS, que cuenta con alrededor de 300 laboratorios ubicados en Unidades de Medicina Familiar, hospitales de primero y segundo niveles, Unidades Médicas de Alta Especialidad y Unidades de Investigación. Aunque se iniciará sólo con algunos, a largo plazo se busca poner a todos estos laboratorios en un sistema de comunicación y de trabajo ordenado, sujeto a cierta normatividad operativa, pero sin injerencia en su aspecto administrativo. "Estos laboratorios ya hacen los diagnósticos con los recursos que tienen, por lo que se pretende normar su operación para validar metodologías, unificar criterios, generar consensos, establecer definiciones de casos y algoritmos de trabajo. El trabajo en redes no es un asunto sencillo, requiere de
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que confirmarían una serie de casos presuntivos y contarían con tecnología de punta para realizar estudios especializados. "En un tercer nivel estamos considerando a las Unidades de Investigación que tiene el instituto, con las que requerimos un vínculo fuerte, porque son centros que han desarrollado tecnologías, infraestructura y recursos académicos. Necesitamos esa estrecha vinculación para que este tipo de muestras ya bien caracterizadas vayan a un centro de investigación y puedan realizar la investigación que requiere el Instituto. "El caso de la emergencia de influenza en 2009 es un buen ejemplo: al inicio había confusión en relación a la gravedad de la epidemia. Sabíamos que había influenza pero no era posible caracterizarla. A partir del año pasado contamos con la tecnología, los recursos y la experiencia de los investigadores y de toda la infraestructura para hacerlo. La interacción con nuestros investigadores permitirá desarrollar investigación orientada a temas prioritarios para el IMSS”.
supervisión y asesoría permanente y de controles universales específicos. "Tenemos un plan para aprobación de las autoridades; desde el punto de vista normativo se ha aprobado establecer distintos niveles de jerarquía, formular guías, procedimientos y estándares normativos. "La base de esta pirámide serían los laboratorios centinela que están en las Unidades de Medicina Familiar u Hospitales Generales, que toman muestras y ya realizan un diagnóstico básico; seguirían los laboratorios de hospitales de segundo nivel, laboratorios de alta especialidad
Apuesta al factor humano “Queremos aprovechar la fortaleza de nuestros laboratorios y de los profesionales que trabajan en ellos. Aunque en el ambiente del laboratorio existe un riesgo particular, nuestros trabajadores tienen capacidades y perfiles específicos, se actualizan y crecen bajo una cultura de servicio permanente. En el caso de este