SIMPOSIO: CARDIOPATÍA ISQUÉMICA. Participantes: Dr. Sergio González Romero, Cardiólogo Durango, Dgo.; Dr. Carlos Martínez Sánchez, Jefe del Departamento de Urgencias y Unidad Coronaria, Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez; Dr. Jesús Martínez Reding, Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez y Dr. Guillermo Llamas Esperón, Director de la Clínica Cardiológica, Aguascalientes, Ags. El Dr. Jesús Martínez Reding, en su tema “Aspirina y diabetes” mencionó: “Sabemos que uno de los problemas que más afecta al diabético en cuanto a mortalidad es el infarto ya sea al miocardio o al infarto cerebral. El empleo de aspirina para prevención primaria de la enfermedad cardiovascular en individuos con diabetes es ciertamente uno de los temas más relevantes y al mismo tiempo controvertido. Las recomendaciones como la de la Asociación Americana de Diabetes dicen que a partir de los 40 años los pacientes diabéticos deben de recibir aspirina para la prevención primaria de enfermedad cardiovascular, es interesante que las guías europeas no mencionan la aspirina para prevención primaria de infarto, en tanto sí la recomiendan para prevención secundaria en enfermedad vascular cerebral, (Guías Europeas de Cardiología) y se basaron en los mismos estudios". Mecanismo: Acción de la Aspirina: “El ácido acetilsalicílico inhibe la agregación plaquetaria al bloquear la síntesis de tromboxano A2 en plaquetas. Interfiere la síntesis de protrombina, inhibe la agregación plaquetaria a dosis bajas, tiene efecto antiagregante por inhibición de la síntesis del tromboxano A2 plaquetario, inhibe irreversiblemente a las enzimas involucradas en la síntesis de la prostaglandinas. Bloquea la producción periférica de prostaglandinas, especialmente las E1, F2 alfa, responsables del dolor y los tromboxanos Tx, al inhibir la enzima ciclooxigenasa (prostaglandinsintectasa PGSH). La aspirina a bajas dosis se comporta como inhibidor selectivo de COX1 y a elevadas dosis como inhibidor no selectivo de la COX. Inhibe las endopiroxidasas, enzimas encargadas de continuar la cascada de ácido araquidónico, fuente de distintas prostaglandinas como los tromboxanos y las postaciclinas. Facilita la actividad de las postaciclinas PI que son antiagregantes plaquetarios. Reanuda la permeabilidad capilar modificada por la histamina y la serotonina, bloque el efecto agregante plaquetario de los tromboxanos A2 y estimula la vasolidatación por la liberación de oxido nítrico. En la literatura médica mundial aparecen estudios en los cuales se cuestiona fuertemente el papel protector de la aspirina para el desarrollo de enfermedad cardiovascular en pacientes diabéticos. Una teoría es el desarrollo inmunológico de anticuerpos y otra es el grado de hiperglucemia que generalmente tienen estos pacientes. La conclusión a que llegan estos estudios es: a mayor grado de descontrol en la glucemia, menor efecto protector de la aspirina. Las
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recomendaciones actuales del American College of Cardiology son: la diabetes debe considerarse un riesgo cardiovascular equivalente, tal como la hipertensión arterial o la enfermedad coronaria establecida. El simple hecho de ser diabético significa un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular. El beneficio de la aspirina en pacientes diabéticos se ha documentado consistentemente en muchos estudios. En México, un estudio con fuerte apoyo estadístico y epidemiológico como la Encuesta Nacional Salud en pacientes hipertensos, (ENSA 2000), mostró la prevalencia de pacientes diabéticos con hipertensión arterial: 23%. Cuatro años después la prevalencia aumentó: 60%, (RENAHTA)". Conclusiones: “A pesar de los estudios que en la actualidad cuestionan el empleo de aspirina como medicamento para prevención primaria de enfermedad cardiovascular en pacientes diabéticos, el juicio clínico del médico cardiólogo debe prevalecer. Deben recibir aspirina: 1.- Diabéticos con antecedentes familiares de infarto del miocardio o cerebral; 2.- Diabéticos con antecedentes familiares de infarto del miocardio < de 40 años; 3.- Diabéticos con infarto agudo del miocardio; 4.- Diabéticos con angina estable o inestable; 5.Diabéticos con proteína C reactiva de alta sensibilidad elevada. Propiciar: Control de la glucemia en forma estricta”. El Dr. Carlos Martínez Sánchez, en “Diagnóstico de la isquemia miocárdica en el paciente con diabetes: ¿Es suficiente con la clínica?”, comentó: “El síndrome coronario agudo es el conjunto de varias complicaciones en donde intervienen angina de pecho, infarto agudo del miocardio siendo su fisiopatología por trombosis, aterosclerosis, obstrucción arterial, vasoespasmo, demanda de O2 e inflamación, lo que en ocasiones se traduce en muerte cardiaca súbita. Los factores de riesgo son: HTAS, diabetes mellitus, hipertensión, tabaquismo, dislipidemias, estrés oxidativo, cardiopatía isquémica, homocisteína, lo que lleva a una disfunción endotelial provocando disminución de óxido nítrico (NO), incremento ACE, elevación de angiotensina II e incremento de mediadores inflamatorios. Las personas mayores de edad, las que tienen antecedentes familiares de cardiopatía isquémica, colesterol LDL elevado, disminución de colesterol HDL, tabaquismo, hipertensión, diabetes
mellitus, obesidad y sedentarismo, tienen más prevalencia de sufrir un evento cardiovascular. Los diabéticos son pacientes de muy alto riesgo de presentar complicaciones cardiovasculares y cerebrovasculares, por lo que es importantísimo tener un adecuado control de los factores de riesgo para evitar estas complicaciones”. El Dr. Guillermo Llamas Esperón en “Cardiopatía isquémica y diabetes” señaló: “La cardiopatía isquémica puede ser de dos tipos desde el punto de vista clínico: el paciente con cardiopatía crónica conocido, con enfermedad coronaria que probamente puede tener angina de pecho estable, inducida por el esfuerzo o sencillamente puede ser asintomático. Y por otro lado podemos ver el espectro del paciente con un síndrome coronario agudo y que acude a la unidad de urgencias o al hospital para ser atendido por un cuadro de dolor de reciente instalación caracterizado por dolor secuencial. El paciente diabético por el simple hecho de serlo debe considerarse de muy alto riesgo para un problema vascular coronario cerebral y estudios. El riesgo que tiene un individuo no diabético que no tiene enfermedad coronaria conocida de tener en el seguimiento de 7 años un evento cardiovascular es del 2%; en un individuo diabético tiene un 15.9% de probabilidades a desarrolla un evento cardiovascular. Un paciente no diabético que sabe que tiene una placa de colesterol en sus arterias, tiene el mismo riesgo de evento coronario que el paciente diabético que no lo sabe. El simple hecho de ser diabético lo coloca con el mismo riesgo que el paciente que ya sabe que tiene enfermedad coronaria y no se diga cuando el paciente diabético sabe que tiene enfermedad coronaria, el paciente diabético que ya sabe que tiene una placa aterosclerosa tiene elevadísimos riesgos de más del doble que el paciente que tiene no diabetes y que tiene una placa. Eso quiere decir que indudablemente la cardiopatía isquémica en el paciente diabético tiene un comportamiento sumamente grave y algo similar sucede en el paciente que ya se ha sometido a una angioplastía coronaria para tratar una placa aterosclerosa. El hecho de ser diabético y no tener un control glucémico adecuado, coloca al paciente en un estatus negativo a tener mucho mayor complicación de sufrir un evento coronario; esto quiere decir que el paciente que tiene normoglucemia y tiene un evento coronario, su riesgo de muerte es mucho menor que el mismo paciente que ha tenido un evento coronario pero que tiene una diabetes disfuncional diagnosticada o no diagnosticada”. SIMPOSIO: RETINOPATÍA DIABÉTICA. Participantes: Dr. Jesús Rodríguez. Especialista en Oftalmología, Zacatecas, Zac.; Dra. María López Vitolass, Dra. Adriana Pérez Reguera, Dr. Armando Meza Regil. Dr. René Cano Hidalgo y Dr. Jesús Rodríguez Pinedo. Federación Mexicana de Diabetes, A.C.