Liderazgo y Experiencia Médica

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Dra. Alba Cabrera Ruiz Médico Neumólogo, Servicio de Neumología HGCMN La Raza, IMSS

Contaminación y trastornos respiratorios Las fuentes contaminantes del aire son clasificadas en fijas y móviles. Las primeras provienen de una instalación asentada en un solo lugar y que tenga como objetivo desarrollar operaciones y/o procesos industriales y comerciales.

O

tra forma de clasificarlos es: 1.- Contaminantes primarios: estos son los que se emiten directamente a la atmósfera como el dióxido de azufre SO2, que daña directamente la vegetación y es irritante para los pulmones. 2.- Los contaminantes secundarios son aquellos que se forman mediante procesos químicos atmosféricos que actúan sobre los contaminantes primarios o sobre especies no contaminantes en la atmósfera. Son importantes contaminantes secundarios el ácido sulfúrico, H2SO4, que se forma por la oxidación del SO2, el dióxido de nitrógeno NO2, que se forma al oxidarse el contaminante primario NO y el ozono, O3, que se forma a partir del oxígeno O2. Ambos contaminantes, primarios y secundarios pueden depositarse en la superficie de la tierra por precipitación, deposición seca o húmeda e impactar en determinados receptores, como las personas etc.

Las partículas finas se inhalan de manera fácil profundamente dentro de los pulmones. Los efectos que producen sobre la salud se ponen claramente de manifiesto, como se ha observado en Londres, Nueva York y Osaka entre otras ciudades, por el aumento de la mortalidad, sobre todo en las personas de edad avanzada o en los individuos más sensibles por cualquier razón. Más difíciles de discernir son los efectos que a largo plazo pueden producir las exposiciones episódicas a elevadas concentraciones medias y bajas de contaminantes.

Principales tipos de contaminantes 1) Contaminantes gaseosos: En ambientes exteriores e interiores los vapores y contaminantes gaseosos aparecen en diferentes concentraciones. Los contaminantes gaseosos más comunes son el dióxido de carbono, el monóxido de carbono, los hidrocarburos, los óxidos de nitrógeno, los óxidos de azufre y el ozono. El tipo más comúnmente reconocido de contaminación del aire es la niebla tóxica (smog), que generalmente se refiere a una condición producida por la acción de la luz solar sobre los gases de escape de automotores, fábricas, edificios, casas. 2) Los aerosoles: Son una mezcla heterogénea de partículas sólidas o líquidas suspendidas en un gas como el aire de la atmósfera. Algunas partículas son lo suficientemente grandes y oscuras para verse en forma de hollín o humo. Cuando se respira el polvo, éste puede irritar y dañar los pulmones, con lo cual se producen problemas respiratorios.

Efectos sobre la salud

desplazar oxígeno en el aire, resultando en concentraciones de oxígeno menores para la respiración. Por lo tanto, los efectos de la deficiencia de oxígeno pueden combinarse con efectos de toxicidad de CO2. Los voluntarios expuestos a 3.3% o 5.4 % de CO2 durante 15 minutos experimentaron profundidad aumentada de respiración. A 7.5%, una sensación de inhabilidad para respirar (disnea), ritmo aumentado del pulso, jaqueca, mareos, sudor, fatiga, desorientación y distorsión visual desarrollada. Veinte minutos de exposición a 6.5 o 7.5% disminuyeron el rendimiento mental. Se reportó irritabilidad y malestar con exposiciones a 6.5% por aproximadamente 70 minutos. Exposición a 6% por varios minutos, o 30% por 20-30 segundos, afectaron el corazón, según lo prueban los electrocardiogramas alterados.

Monóxido de carbono: Una vez en los pulmones, reacciona con la hemoglobina en lugar del oxígeno, para formar carboxihemoglobina. Este gas afecta a la salud interfiriendo en el transporte de oxígeno al corazón a otros músculos y también al cerebro. Es por esta razón que las personas que padecen enfermedades coronarias sufren un riesgo mayor frente a las exposiciones a este contaminante. Otros efectos: aumento de angina, disminución de las funciones neuroconductuales, menor peso en niños recién nacidos y retardo en el desarrollo postnatal.

Óxidos de nitrógeno: El dióxido de nitrógeno es muy dañino, pues al ser inhalado forma ácido nítrico con la humedad de los bronquios. En presencia de la luz solar e hidrocarburos, estos óxidos reaccionan con el oxígeno de la atmósfera para formar ozono o neblumo, que se forma en ciudades grandes y en la cercanía de industrias siderúrgicas, en condiciones especiales de humedad atmosférica y falta de circulación del aire. Por influencia de la luz se producen reacciones fotoquímicas y se originan el nitroperoxiacetilo y el nitroperoxibenzoilo, que irritan los ojos y la garganta y producen serios daños a la agricultura, decoloración de objetos y destrucción de edificaciones de piedra.

Dióxido de carbono: Concentraciones más altas pueden afectar la función respiratoria y provocar excitación seguida por depresión del sistema nervioso central. Altas concentraciones de CO2 pueden

Dióxido de azufre: Es un irritante de moderado a fuerte. La mayor inhalación de dióxido de azufre sólo penetra hasta la nariz y la garganta con cantidades mínimas que contactan los pulmones a

NEUMOLOGÍA, una especialidad de impacto epidemiológico

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