gruesos y niveles en el interior, que condicionaba compresión del quiasma óptico y de la glándula hipófisis contra el muro posterior de la silla turca, el tallo hipofisario se encontró rechazado posteriormente. Después de la administración de contraste endovenoso presentó realce tardío de las paredes y los septos. El parénquima hipofisario mostró realce normal. El paciente fue sometido a cirugía transesfenoidal encontrándose salida de líquido amarillo oscuro espeso abundante al fracturar el piso de la silla turca en su porción media; se aspiraron 13 ml de dicho material y se enviaron para análisis histopatológico así como cultivo. Se realizó aseo de cavidad sin evidenciar presencia de tejido tumoral posterior a lo cual se observó descenso del diafragma selar, por lo cual se decide dar por concluido el procedimiento. Se reportó crecimiento de Staphylococcus aureus y se inició manejo con Vancomicina + Clindamicina; el paciente evolucionó de manera satisfactoria con mejoría parcial del campo visual izquierdo persistiendo con disminución de agudeza visual del ojo derecho. Se cita a control por consulta externa de neurocirugía.
Discusión Lesión ocupativa de la silla turca que por sus características titulares presenta presencia de material proteináceo y nivel líquido con material que condiciona ausencia de señal, éste último en relación con productos hemáticos en diversas fases de degradación (hemosiderina), con paredes delgadas y realce tardío con el material de contraste5,7. La posibilidad de quiste hemorrágico/infectado de la bolsa de Rathke debe tenerse en cuenta, sin poder descartar dentro de los diagnósticos diferenciales absceso hipofisario, quiste aracnoideo, adenoma hipofisario y más remotamente craniofaringioma3,10. Aunque la mayoría de los quistes de Rathke muestran una intensidad de señal homogénea, más del 40% contienen nódulos grasos intraquísticos compuestos de proteínas y detritus celulares que típicamente no muestran realce a la administración del contraste4,8. Una pequeña proporción de pacientes con quiste de Rathke muestran un comportamiento más agresivo, y estos generalmente se presentan con evidencia de panhipopituitarismo, diabetes insípida, pérdida visual progresiva o síntomas similares a meningitis o hipofisitis16. En este grupo de presentaciones más agresivas se ha demostrado presentaciones imagenológicas que incluyen engrosamiento de la pared del quiste, edema o inflamación circundante; osificación o inclusive presentaciones hemorrágicas13. Se ha sugerido que los quistes pueden llegar a fugar parte de su contenido, resultando en un ciclo progresivo de inflamación crónica y reactividad de la pared quística, lo cual genera una sintomatología más pronunciada15.
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Si los quistes de la bolsa de Rathke son asintomáticos, la función endocrina es normal y las estructuras extraselares no están comprimidas, estas