Dr. Juan Verdejo Paris
Alternativa contra hipertensión arterial y protección cardiovascular Destacado cardiólogo, Presidente del Consejo Mexicano de Cardiología, A. C., Subdirector de Especialidades Médico Quirúrgicas del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez” y miembro de la Sociedad Mexicana de Cardiología, el Dr. Juan Verdejo Paris comenta desde su punto de vista experto en torno al llamado “asesino silencioso”, la hipertensión arterial, enfermedad crónicodegenerativa que afecta a nuestra población y, lo que agrava la situación es que una gran parte de las personas que la padecen desconocen tener la enfermedad: “En los últimos años se ha reconocido a la hipertensión arterial como un problema de salud pública. Y se le ha reconocido así porque en la medida en que hemos ido recopilando información nos hemos dado cuenta de que más del 30 por ciento de la población adulta –de más de 20 años– en el país, la tiene; estamos cerca del 31 por ciento. Esto en cifras representa que aproximadamente 16 millones de habitantes del país”, menciona.
El asesino silencioso “¿Por qué representa tanto riesgo y por qué le damos tanta importancia a la hipertensión arterial? Porque es una enfermedad que en sus primeras etapas prácticamente no presenta síntomas definidos, no nos causa graves problemas ni molestias evidentes y, en consecuencia, puede estar actuando por muchos años sin que se detecte y se le aplique tratamiento. "Normalmente, cuando se hace evidente es porque ya existe alguna complicación, daño por exceso de presión que puede verse reflejado en los vasos sanguíneos o en los órganos que denominamos ‘blanco’, como puede ser el cerebro, los riñones o el corazón. En el caso del cerebro puede romperse una arteria y causarnos una hemorragia cerebral; en el caso de los 48
riñones condiciona el desarrollo de la insuficiencia renal, cuyo tratamiento es extraordinariamente caro; en el caso del corazón, éste ‘se cansa’, por decirlo así, de bombear a alta presión durante muchos años, se dilata, se relaja y cae en insuficiencia cardiaca. “Pero además de eso, la hipertensión arterial contribuye a la generación de un problema mucho más serio que es la aterosclerosis, que es el depósito de colesterol en las arterias, cuyo crecimiento y complicaciones se desarrollan mucho más pronto en presencia de hipertensión arterial, que es ésta la presión ejercida por la sangre contra las arterias por efecto del bombeo del corazón y hace que los lípidos que están adheridos a la pared arterial se incrusten de una manera más profunda dentro del vaso sanguíneo. "Entonces, su eliminación, su metabolismo, es mucho más difícil: los lípidos se deterioran ahí y comienzan a producir reacciones de inflamación que nos llevan al desarrollo de aterosclerosis, cuyo mayor problema es que tapa los vasos sanguíneos, las arterias que pueden llegar al riñón, al corazón o al cerebro y causan infartos cerebrales, renales o del miocardio. “También son arterias las que llevan sangre hacia los miembros inferiores y puede provocar alteraciones en la circulación de estos, causando la insuficiencia arterial; es cuando falta sangre para el movimiento de las piernas y el paciente empieza a verse limitado en su movilidad. Cuando la hipertensión arterial se conjuga en el
mismo paciente con diabetes, que es una asociación que ocurre frecuentemente, una de las cosas que ocurre es que la suma de estos efectos hace que se presente en etapas de vida mucho más tempranas la aterosclerosis y las complicaciones propias de la presión alta”.
ARA II: Nuevas armas para enfrentar la enfermedad Señala el Dr. Verdejo Paris que lo que los cardiólogos buscan en este contexto es una detección temprana de la hipertensión arterial para tratarla antes de que comience a presentar alguna de sus complicaciones. “Se han desarrollado muchos estudios que nos permiten ir reconociendo cuáles son los mejores esquemas de tratamiento que tenemos para la hipertensión arterial y hacerlo en forma mucho más precoz. “Los medicamentos que han permitido su estudio y su uso incluso en forma preventiva va a ser un grupo de fármacos que se denominan Antagonistas del Receptor de la Angiotensina II (ARA II). "Este grupo de medicamentos incide en lo que se llama Sistema Renina-AngiotensinaAldosterona, que prácticamente es lo que nos permite vivir en la superficie de la Tierra, que regula nuestro metabolismo del agua, nuestras cifras de presión arterial y el desarrollo incluso de los vasos sanguíneos. "Durante muchos años era muy poco lo que podíamos actuar: sabíamos de su existencia pero no podíamos influir en el eje Renina-AngiotensinaAldosterona porque no teníamos los elementos farmacológicos para poderlo hacer. “Lo primero que se desarrolló fueron los Inhibidores de la Enzima Conversiva de Angiotensina (ECA’s): este fue el primer paso que dimos para el bloqueo de este sistema, pero el organismo, cuando bloqueábamos esta vía enzimática para formar angiotensina, ésta seguía formándose a nivel periférico en los tejidos. "Entonces nos funcionaba bien durante una temporada hasta que el paciente volvía por sí mismo a formar angiotensina y volvían a subir las cifras de presión arterial. A este mecanismo, que se le denomina Escape de la Angiotensina, lo pudimos bloquear ASOCIACIÓN NACIONAL DE CARDIÓLOGOS DE MÉXICO