
6 minute read
Qué es una familia tipográfica?
¿Qué es una familia tipográfica?
Una familia tipográfica es un conjunto de caracteres, alfabéticos o no, que cuentan con unas características comunes en su estructura y en su estilo. Esto nos permite identificarlas como una misma familia.
Advertisement
Los miembros que integran una misma familia tipográfica se parecen entre sí, pero cuentan con algunos rasgos propios como variaciones de peso, inclinación y proporción. Esto lo voy a aclarar con más detalle en el siguiente punto.
Existen multitud de familias tipográficas. Originalmente surgieron con la creación de la imprenta, pero otras han ido apareciendo como resultado de la digitalización de todo el proceso de diseño de tipografías.
Por ejemplo, las familias Gotham, Futura o Swift son algunas de mis familias tipográficas favoritas. Las uso con bastante frecuencia.
Las variables tipográficas son las opciones que podemos encontrar dentro de una misma familia tipográfica. Son modificaciones de la morfología de la tipografía, es decir de su forma. Actúan sobre el grosor (tono) del trazo, el ancho o proporción del carácter y la inclinación del eje vertical de los caracteres de una misma familia tipográfica.
Gracias a estas variables tipográficas vamos a poder establecer una jerarquía visual en nuestras composiciones. También nos ayudan a satisfacer las necesidades que nos pueden surgir a la hora de comunicar visualmente con tipografías.
El peso como variable tipográfica
La variable de peso, denominada también como variable de grosor o tono, afecta directamente al trazo de los caracteres. Se modifica la relación entre el ancho del trazo y los espacios vacíos dentro de cada signo tipográfico.
La tipografía bold o negrita presenta un grosor de trazo mayor, mientras que la tipografía light presenta un grosor del trazo menor.
La proporción como variable tipográfica
La variable de ancho o proporción afecta directamente a la estructura de los caracteres. Hace referencia a la modificación del ancho de la letra. En principio el trazo no varía.
Las tipografías condensadas y expandidas son tipografías que han sido diseñadas desde cero, al igual que las regulares. Por eso tampoco debemos deformar la escala de nuestras tipografías si necesitamos condensadas o expandidas.
Ten en cuenta que la variación de tamaño en sentido vertical no se considera como variable tipográfica, ya que se corresponde con una simple modificación del cuerpo tipográfico.
Tipografías versalitas

La tipografía, una especialidad hasta hace unas décadas restringida al ámbito profesional, ha terminado por alcanzar la esfera de lo cotidiano. A pocos se les escapa que hablar en términos coloquiales de una futura o de una helvética es estar hablando de un tipo de letra o del nombre de una fuente digital. La omnipresencia de la letra en nuestro mundo cotidiano toma apariencias diversas, según la fuente seleccionada para cada caso. Es así como leemos. Y gracias a las formas tipográficas –el diseño de los tipos de letra– podemos comprender mejor aquello que leemos, bien sea por su aspecto funcional o por su valor emocional, que nos ayuda a interpretar mejor la intencionalidad de un texto. Los tipos de letra para la impresión, en nuestra tradición occidental, inician su recorrido con los tipos góticos utilizados por Gutenberg. Fue él quien puso en práctica un sistema de composición que convirtió la letra en un elemento modular combinable. De esta manera, las letras, resultado del gesto del copista, se transformaron en modelos para la fabricación de tipos de imprenta.
Desde entonces, la evolución de las formas tipográficas ha seguido sus propios derroteros, evolucionando de manera independiente del trazo caligráfico que un día le sirviera de modelo, hasta convertirse en un pequeño software que permitirá almacenar su diseño y facilitará su visualización en la pantalla de nuestros dispositivos digitales. El recorrido es largo y llevaría mucho tiempo hablar de esta evolución. Pero, al margen del aspecto que toman las letras a lo largo de este recorrido por la historia, la tipografía cumple una misión fundamental, la de comunicar a través de sus formas y permitir trasmitir contenidos a través del texto.
El diseño de tipografía ha sido –y todavía es– una actividad especializada dentro del ámbito del diseño. La creación de nuevas tipografías, para fines corporativos o institucionales, contribuye a la variedad de formas con las que podemos ver y leer, desde el nombre de una determinada marca o producto comercial a la rotulación de nuestras calles, las noticias de los periódicos un manual de instrucciones.
Fuentes Tipográficas

La tipografía constituye la voz del texto. Las distintas fuentes tipográficas, con su variedad de formas y diseños, nos permiten definir una determinada entonación del escrito. De esta manera, cuando escribimos con la ayuda del teclado y seleccionamos una determinada fuente para visualizar el texto en pantalla, estamos seleccionando su particular tono de voz.
No todas las tipografías comunican de la misma manera. Ni tan solo una misma fuente nos valdría para cubrir todas las necesidades: un tipo de letra que nos resulte apropiado para la composición de texto en un periódico, no necesariamente nos será útil para señalizar un hospital o adecuado para leer en la pantalla de un e-book.
Seleccionar una fuente puede parecer un acto banal, un detalle sin importancia; sin embargo, y desde el siglo XV, no han sido pocos los diseñadores de tipografía que han aportado originalidad y creatividad a la hora de crear nuevos tipos de letra para la composición de texto. Las razones para ello son diversas y van desde diseñar para la solución de problemas de lectura a la creación de programas de identidad, y, porque no, por puras motivaciones personales. Pues las formas que toman los signos que dan visibilidad a nuestra lengua no son más que el resultado del deseo de expresar las ideas y los valores que son propios de cada época. Sin duda, cada tipo aporta valores distintos en cada caso. Cada tipografía demanda su contexto adecuado, como el buen vino que ha de acompañar una comida.

Herramienta para la comunicación
La tipografía es una herramienta fundamental para la comunicación escrita. Y ahora más que nunca, una herramienta que, gracias a la tecnología está al alcance de todos. Nunca había sido tan fácil seleccionar y escoger tipografía; ni tan alto el control en el proceso de creación de una fuente digital. Por ello estas han crecido en cantidad y en diversidad, ofreciendo mayores posibilidades para su uso.
Algunas preguntas han surgido en la medida en que el público va tomando una mayor consciencia: ¿Cuál es el papel de la tipografía en nuestra sociedad global? ¿Cuáles son los retos que deben plantearse desde el diseño de nuevos tipos de letra? La tecnología digital ha acercado esta especialidad al gran público, potenciando así su valor humano y social. La omnipresencia de la tipografía en nuestra sociedad no es un capricho, sino una necesidad, pues como expresión gráfica de la lengua escrita, la tipografía constituye una herramienta básica para facilitar las relaciones humanas y contribuir a la cohesión social.
Vivimos en la sociedad de la información, los avances tecnológicos han potenciado y facilitado la comunicación entre las personas. Disponemos de los medios, los dispositivos que nos permiten estar conectados a la red. Los soportes por donde circula la información, más allá del papel, han tomado formas diversas.
Estamos inmersos en un cambio continuo en el que la tipografía debe adaptarse con rapidez a las posibilidades de cada medio.