182
EL TEMPERAMENTO Y TUS EMOCIONES
Dos años más tarde estaba celebrando unas reuniones en Phoenix, y aquel hombre y su esposa asistieron. Después acudi6 para darme un "informe de sus adelantos". Dijo: "Soy un hombre transformado. Si no se lo cree, pregúnteselo aquí a mi esposa". ¡Esta es la prueba de fuego! Porque lo que somos en casa es lo que somos. La sonrisa en su cara y su gesto de asentimiento lo confirmaron con toda claridad. Dios, el Espíritu Santo, le había dado un nuevo marido. Nunca se es demasiado viejo ni demasiado hundido en el hábito para poder cambiar. Dios es para ti, y te dará toda la ayuda que necesites. Es tu decisi6n.