reemplazando fué sino la
1
lo que
cruz
se
llamara
entonces
expiación,
por lo que
no
del martirio!
¡Dios mío! Si la plegaria de un hombre profundamente creyente llega, como creo, á esa dulce mansión que se llama cielo, ydescansan á tu lado los hombres de honor y de patriotismo, ahí tendréis á nuestro inolvidable amigo, aspirando, si, aspirando por la unión sincera y benéfica de los que,
sacrificamos.
■j-T^r-4-
con
él y por la
Patria,
nos