Estuvimos en festivales internacionales con destacado éxito; fuimos a enseñar y a aprender, dimos y recibimos talleres, intercambiamos experiencias y bagajes teatrales. Creemos siempre en la libertad del teatro para contribuir a la libertad social.
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Los cuadernos de la Tierra, 2017.
moria del Teatro Ensayo en unas preciosas cerámicas. Todos aprendimos a desbordar el alma cuando las sequías de la realizad querían imponerse. Si una dictadura nos echaba de la CCE y de un viserazo abolía en la institución el presupuesto de teatro, enseguida continuábamos los ensayos al frente, en el parque El Ejido o en la casa del director, en salas prestadas. Vivimos por algún tiempo en el teatro de la Escuela Municipal Espejo, gracias a que Antonio fue alumno destacado de ella, en galpones de algunas facultades de la Universidad Central, y cuando la persecución política cundió por América Latina y los atentados criminales de las dictaduras contra sus pueblos obligaron al destierro, aquí nos juntamos con actores y actrices de Chile, Argentina, Colombia e iniciamos trabajos de gran calidad, solidarios, fraternos, americanos, combativos. Estuvimos en festivales internacionales con destacado éxito; fuimos a enseñar y a aprender, dimos y recibimos talleres, intercambiamos experiencias y bagajes teatrales. Creemos siempre en la libertad del teatro para contribuir a la libertad social. Grandes obras del repertorio universal, de América Latina y del Ecuador, fueron realizadas por el Teatro Ensayo, obras que nos movilizaron y nos pusieron a prueba: Shakespeare, Molière, García Lorca, Brecht, Beckett, Lope de Vega, Cervantes, Strindberg, Dürrematt, Ceuzzani, Ionesco, Díaz, Lizárraga, Roa, Martínez Queirolo, Adoum, Dávila Andrade, Icaza, Marco Ordóñez, Isabel Casanova. En los últimos tiempos, el Teatro Ensayo genera su propia dramaturgia textual, obras todas que han sido llevadas a escena con la misma dedicación que exige el laboratorio y la experimentación. Se ha incorporada la danza en busca