otros han adoptado nuevos procesos, debido a la globalización o a la influencia de otras culturas, a través del tiempo. En el recorrido por la Sala de Cosmovisión y Chamanismo, cuyo contenido considera la temática de origen de las diversas culturas, se muestra el abanico multiétnico y pluricultural del país y se explica la cosmovisión como eje del mundo indígena, de ahí parte la importancia de potenciar el Museo Etnográfico para mostrar el origen y la concepción global del universo desde la óptica indígena. En esta sala se explica que la cosmovisión es el modo en que una sociedad mira y comprende el mundo, pero también cómo actúa en él. Es decir, no solamente es una representación del pensamiento, sino la forma en la que los miembros se comportan. El término chamanismo, en cambio, hace referencia a una persona que traspasa de una realidad normal a otra diferente, conocida como no-ordinaria, en un estado alterado de conciencia, llamado también éxtasis chamánico. Esta práctica es considerada por muchos como la religión más antigua del mundo y está presente en todos los continentes habitados. Es la base de todos los ritos y prácticas que existen hasta hoy. Coexiste con la magia, la religión, el espíritu, la fe y otras formas de energía. La palabra chamán proviene del tungú-siberiano y significa el que sabe. El término chamanismo se universaliza debido a que los primeros estudios se realizan en esta latitud planetaria. En Ecuador varía de acuerdo al idioma. Tanto la cosmovisión, como el chamanismo difieren de acuerdo a la cultura y al lugar en el que ésta se asienta (ver recuadro). Sin embargo, para una mejor comprensión, en esta sala se ha planteado desde la perspectiva de los pueblos Kichwa, Tsáchila y Shuar, que responden
a las regiones continentales del Ecuador. En este espacio se profundiza las deidades, consumo de plantas enteógenas, percepciones del mundo y su origen, mesas de rituales de sanación, así como las temáticas de animismo y animatismo, presentes en cada uno de ellos.
Culturas y lenguas del Ecuador Andes: Kichwa: kichwa o runa shimi Litoral: Tsáchila: tsafiqui; Chachi: chapalaa; Awá: awapit; Épera: siapede. Amazonía: Shuar: shuar chicham; Achuar: achuar chicham; Siona: paicoca piona Secoya: paicoca secoya; Cofán: a›ingae; Wao: wao tededo; Zápara: záparo / Kayapi Shiwiar: siwiar chicham; Andoa: andoa ahimigae En todo el territorio: Mestizos y afrodescendientes: español
Sala de Modos de Producción Los modos de producción de los diversos pueblos ancestrales de nuestro territorio se muestran en esta sala en la que se aprecia que en todas las culturas primitivas, los
medios de subsistencia se basaban en la caza, la pesca y la recolección, posteriormente se incorpora la domesticación de plantas y animales, se aprenden las técnicas de cultivo y ganadería, no sólo para el consumo familiar sino para la comercialización entre pueblos y regiones. A esto se suma la textilería, alfarería y artesanía. En la actualidad, algunos pueblos mantienen su proceso de producción y otros prestan sus servicios a la empresa pública o privada.
Artesanía épera La mayoría de mujeres épera son hábiles tejedoras de canastas que trabajan en sus propias cabañas. Utilizan fibras y bejucos de la zona, que son tratados con hierbas especiales para darles las diversas tonalidades. Trabajan con chocolatillo, piquihua, yaré, rampira, tetera. Estas ramas son sometidas a un tratamiento de descortezado y partido en tiras longitudinales. Utilizan las canastas para guardar ropa y otros enseres de la casa; pero en la actualidad tienen otros usos y diseños, a fin de cubrir las exigencias del mercado.
Los obrajes Antes de la llegada de los españoles, la textilería era una práctica exclusiva para elaborar prendas de vestir de uso personal y familiar y para realizar intercambio. Sin embargo, en la época colonial llegan los obrajes, que eran talleres de manufactura artesanal de textiles, en los que por ley operaban indígenas, pero la infamia de los patrones españoles obligaba a que trabajaran niños, ancianos y mujeres. Los obrajes constituyeron vastas masas laborales, en las que se sometía a los indígenas a jornadas prolongadas, prácticamente todo el día y durante
81