Las
asombrosas afirmaciones de la profecía bíblica MARK HITCHCOCK
La misión de Editorial Portavoz consiste en proporcionar productos de calidad —con integridad y excelencia—, desde una perspectiva bíblica y confiable, que animen a las personas a conocer y servir a Jesucristo.
Título del original: The Amazing Claims of Bible Prophecy © 2010 por Mark Hitchcock y publicado por Harvest House Publishers, Eugene, Oregon 97402. Traducido con permiso. Edición en castellano: Las asombrosas afirmaciones de la profecía bíblica © 2011 por Editorial Portavoz, filial de Kregel Publications, Grand Rapids, Michigan 49501. Todos los derechos reservados. Traducción: Daniel Menezo Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación de datos, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico, mecánico, fotocopia, grabación o cualquier otro, sin el permiso escrito previo de los editores, con la excepción de citas breves o reseñas. A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia. EDITORIAL PORTAVOZ P.O. Box 2607 Grand Rapids, Michigan 49501 USA Visítenos en: www.portavoz.com ISBN 978-0-8254-1293-6 1 2 3 4 5 / 15 14 13 12 11 Impreso en los Estados Unidos de América Printed in the United States of America
Para el Dr. Stanley Toussaint, cuya vida y enseñanza han influido mucho en las mías. Gracias por ser mi mentor, mi amigo y mi maestro bíblico favorito.
Contenido
¿Realmente es posible conocer el futuro? . . . . . . . . . . . . . 7 PARTE I: Diez asombrosas profecías cumplidas: Una mirada a la historia 1 La relevación del nombre de un hombre mucho antes de su nacimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 2 La caída de «la Roca» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 3 El auge y la caída del conquistador más poderoso de la historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 4 La mayor profecía jamás pronunciada. . . . . . . . . . . . . . . 43 5 Una profecía que muchas personas no creen. . . . . . . . . . 51 6 La profecía que Jonás quisiera haber transmitido . . . . . . 61 7 Las profecías de Belén. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 8 La sombra de la cruz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73 9 Jesús predice la caída de Jerusalén. . . . . . . . . . . . . . . . . . 85 10 El mayor milagro del siglo XX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
PARTE II: Diez asombrosas profecías futuras: Una mirada a los titulares 11 La reunificación del Imperio Romano . . . . . . . . . . . . . 103 12 Plagas y enfermedades que matan a miles de millones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 13 Cuando la verdad es más extraña que la ficción . . . . . . 125 14 ¿La marcha de 200 millones de hombres? . . . . . . . . . . 139 15 En directo desde Jerusalén . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149 16 La futura sociedad sin dinero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159 17 La predicción, hace 2500 años, de la paz en Oriente Medio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169 18 El advenimiento de la nueva Babilonia . . . . . . . . . . . . . 177 19 Rusia, Irán, Israel y la futura guerra de Oriente Medio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193 20 El día que conmocionará al mundo . . . . . . . . . . . . . . . 213 Notas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
¿Realmente es posible conocer el futuro?
stá casi en cualquier lugar donde vayamos hoy día. Es un miedo muy arraigado. Una inquietud desasosegante. El miedo al futuro, a las pandemias, a la economía, a la guerra, a las catástrofes naturales monstruosas, a las armas nucleares que caigan en malas manos, e incluso al medio ambiente. Y cada vez que se produce una crisis importante, la gente empieza a formular las grandes preguntas: ¿Ha llegado el fin? ¿Nos acercamos al Armagedón? ¿Hay alguna respuesta verdadera? ¿Hay alguna manera de saber con seguridad qué nos depara el futuro? ¿Hay algún mensaje fiable sobre el mañana? ¿Existe alguna posibilidad de esperanza, o estamos todos condenados? El hombre moderno formula más preguntas sobre el futuro de las que nunca se haya hecho antes. Son preguntas solemnes; buscan respuestas. Sin duda, la Biblia es el mejor lugar donde buscar respuestas. Esto lo sabemos gracias a las numerosas profecías bíblicas que ya se han cumplido con una precisión sorprendente, y a otras que se están cumpliendo justo delante de nuestros ojos; o, como mínimo, se está preparando el escenario para su cumplimiento.
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Incluso el más escéptico puede someter a prueba la Biblia si analiza el cumplimiento literal, preciso, de las profecías pasadas. Por este motivo, hoy la profecía bíblica se debate más que nunca. Es posible buscar indicios en estas profecías que nos ayuden a determinar en qué punto estamos del programa de Dios, y los sucesos que podemos esperar que tengan lugar en los tiempos venideros. Ahora las profecías que en otro tiempo se descartaban como increíbles son objeto de nuevo estudio.
¿Qué distingue a la Biblia? A diferencia de los profetas autoproclamados de ayer y de hoy, como Nostradamus, Edward Cayce o Jeanne Dixon, Jesús y los profetas bíblicos no formulaban predicciones tan difusas y generales que pudieran adaptarse a cualquier circunstancia. Las profecías registradas en la Biblia son muy precisas y tan específicas que, cuando se cumplen, es muy evidente que tienen algo único y especial. Muchas personas no son conscientes de que más de una cuarta parte de la Biblia era profecía en el momento en que se escribió. La Biblia es un libro profético. Contiene unas profecías, de las cuales unas ya se han cumplido hasta el más mínimo detalle. Con este historial demostrable ( profecías cumplidas con un % de precisión), podemos creer con confianza que las restantes se cumplirán también en el momento adecuado. Alguien ha dicho con razón: «No creemos en la profecía porque esté contenida en la Biblia; creemos en la Biblia porque contiene profecías». La profecía es la prueba más creíble de la unicidad y de la inspiración divina de la Biblia. Su importancia no puede exagerarse. Las profecías cumplidas validan la Biblia y todas las preciosas verdades que contiene. Piense en ello: si cientos de profecías bíblicas se han cumplido meticulosamente y con toda precisión, entonces es lógico pensar que lo que tiene que decir la Biblia sobre otras cosas (como la naturaleza y el carácter de Dios, la creación, la caída del hombre, la salvación y la existencia del cielo y del infierno) son
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también precisas al cien por cien. Las profecías cumplidas también demuestran que el contenido de la Biblia no está redactado por el hombre, sino que tiene su origen fuera de nuestro propio continuo espacio-tiempo.
Un historial perfecto El Dios de la Biblia está tan seguro de que solo Él puede predecir el futuro que desafía a cualquier presunto rival que aspire a su lugar de supremacía en el Universo. El fundamento del reto es que solo Él puede predecir el futuro con precisión. Leamos lo que dice Dios sobre su capacidad única de predecir el futuro: Isaías 41:21-24 «Alegad por vuestra causa, dice Jehová; presentad vuestras pruebas, dice el rey de Jacob. Traigan, anúnciennos lo que ha de venir; dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro corazón en ello; sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha de venir. Dadnos nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses; o a lo menos haced bien, o mal, para que tengamos qué contar, y juntamente nos maravillaremos. He aquí que vosotros sois nada, y vuestras obras vanidad; abominación es el que os escogió». Isaías 42:9 «He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias». Isaías 44:6-8 «Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera
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de mí no hay Dios. ¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno». Daniel 2:20-22 «Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. Él revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz».
El sencillo propósito de Las asombrosas afirmaciones de la profecía bíblica es demostrar la fiabilidad y la precisión absoluta de la Biblia para predecir acontecimientos impresionantes que ya se han cumplido. El historial demostrado de la Biblia nos da confianza en que los sucesos que aún están en el futuro se cumplirán también. Ésta es una fuente de esperanza para nosotros, inmersos en estos días azarosos en los que vivimos.
PARTE I
Diez asombrosas profecías cumplidas: Una mirada a la historia La profecía es la historia escrita con antelación. En la primera sección de este libro quiero que analicemos diez profecías que ahora podemos examinar con la ventaja de una visión de 20 sobre 20, para ver cómo es cierto que fueron hechos históricos escritos con antelación. He elegido estas profecías concretas porque creo que encajan en la definición de asombrosas. Esto no quiere decir que otras profecías hayan sido menos impactantes. Sencillamente, tuve que elegir. Le invito a embarcarse conmigo en un viaje por algunas de las profecías antiguas de la Biblia. Este viaje nos llevará desde el pasado remoto hasta los titulares modernos. De Génesis a Apocalipsis. Del año 2000 a.C. hasta el siglo XXI. De Abraham al anticristo. De las antiguas profecías cumplidas a una predicción que podemos ver cumplida hoy. Este viaje responderá a muchas de las preguntas exigentes que formula el mundo, y ruego a Dios que nos ofrezca consuelo y esperanza. Nuestra odisea profética empieza en el año 700 a.C., con el antiguo profeta Isaías.
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ntes de que nacieran nuestros hijos, mi esposa y yo, como la mayoría de padres que espera un bebé, pasamos mucho tiempo pensando en qué nombres ponerles. En realidad, fue ella la que dedicó mucho tiempo a pensar en los nombres, mientras que yo le ayudé, simplemente, como asesor. No conocíamos el sexo de nuestros hijos antes de que nacieran, de modo que en cada una de las ocasiones debíamos tener pensado un nombre de niño y otro de niña. Cuando llegó el día del nacimiento, tan esperado, estábamos muy emocionados por poder dar a cada bebé el nombre especial que habíamos elegido solo para él. Poner nombre a un niño durante los meses anteriores a su nacimiento no es nada espectacular. Pasa cada día, miles de veces por todo el mundo. Pero darle nombre a alguien un siglo antes (o, lo que es más impactante, años antes) de que sea concebido… bueno, eso es algo totalmente distinto. Cuando pensaba en qué profecía bíblica colocar al comienzo de este libro, en seguida me
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vinieron a la mente aquellas profecías en las que Dios nombró a personas mucho antes de su nacimiento, porque solo un Dios Omnisciente podía formular unas predicciones tan notables con una precisión absoluta.
Isaías ve el futuro Los capítulos y de Isaías, escritos en torno al año a.C., mencionan al rey Ciro por su nombre más de años antes de su nacimiento, y describen con detalle su reinado. «[Yo soy el] que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado. Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán» (Is. :—:).
Si aceptamos que fue Isaías quien escribió el libro que lleva su nombre, no hay manera de eludir el hecho de que este profeta anunció correctamente que sería el rey Ciro quien cumpliría esta profecía, y eso años antes de que naciese. Que sucediera algo así distingue a la Biblia de cualquier otro libro jamás escrito. Sin embargo, algunos sostienen que la Biblia no es única en su capacidad de llamar a las personas por su nombre mucho antes de su nacimiento. A menudo señalan a las «profecías» de Nostradamus para sustentar su afirmación. Pero investiguemos brevemente esta postura, a ver si tiene algún mérito. Nostradamus, ¿mencionó por nombre a alguien un siglo antes de que naciera?
Nostradamus: ¿Profeta o impostor? Muchos creen que Nostradamus anticipó el auge de tres grandes anticristos, y que Adolf Hitler era uno de ellos. A menudo el cuarteto - se relaciona con el surgimiento de Hitler:
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De las profundidades del Occidente de Europa, Nacerá un niño a unos padres pobres, Quien gracias a su lengua seducirá a una gran hueste; Su fama aumentará hacia el reino del Este. Se cree que el cuarteto - es una de las profecías más impresionantes de Nostradamus. Sus seguidores utilizan este cuarteto como uno de los textos que demuestran su precisión. Sostienen que «Hister» es una referencia codificada a Hitler: Bestias feroces por el hambre vadearán ríos: La mayor parte de la región luchará contra el Hister, Y el grande hará que la arrastren en una jaula de hierro, Cuando el hijo germano no observe nada. Pero, ¿qué hay de esta profecía sobre Hitler? Dicho en pocas palabras: como el resto de las profecías de Nostradamus, es difusa, y no constituye una referencia específica a Hitler. Ni siquiera escribe su nombre correctamente, si es que eso es lo que pretendía. El documento original se refiere a «Hister sera», no a Hitler. En el cuarteto -, Nostradamus habla de conflictos, cismas, luchas y guerras. También menciona la zona de Alemania y sus alrededores, la cual, por supuesto, ha sido escenario de incontables batallas y conflictos a lo largo de toda la Historia. Otro problema clave es que «Hister sera» se refiere, con casi total seguridad, a un lugar, no a una persona. Como dice Tom Harris: «En la época de Nostradamus, por ejemplo, “Hister” se refería a una región geográfica cerca del río Danubio. Lo más probable, sostienen los escépticos, es que Nostradamus se refiriese a esta zona, no a una persona. (De hecho, Hitler nació cerca del Danubio, de modo que muchos creyentes aceptan esta interpretación)». A quienes pretenden ver a Hitler en esta «profecía» estos hechos no les disuaden. Sin amilanarse, los seguidores de Nostradamus señalan el cuarteto - como una profecía sobre el anticristo, que supuestamente menciona a Saddam Hussein:
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Entonces Mabus morirá pronto, y llegará De hombres y animales una desbandada horrible: Entonces, de repente, uno verá venganza, Cientos, mano, sed, hambre cuando pase el cometa. Como Nostradamus veía sus profecías reflejadas en un tazón lleno de agua, se sostiene que Mabus es Saddam escrito al revés. Da lo mismo que en realidad se lea Subam. Tampoco es importante que Saddam no fuera el anticristo. Fue ahorcado vergonzosamente en Irak por aquellos que le llevaron ante la justicia. Éste es otro caso lamentable de una identidad errónea, del intento de retorcer los hechos para crear el espejismo de una profecía verificable. ¡Qué distinto es esto de las profecías bíblicas! En el caso de la Biblia, no hace falta retorcer nada ni tener una imaginación vívida.
La profecía de Ciro Como contraste radical a Nostradamus y a otros presuntos videntes, pensemos en la fiabilidad de las profecías bíblicas. El profeta hebreo Isaías escribió durante la edad de oro de los profetas hebreos. Escribió en torno al año a.C., y profetizó sobre el rey medopersa llamado Ciro, en torno a un siglo antes de que éste naciera y casi años antes de que llegase al poder. Ciro empezó sus conquistas en torno al a.C., y tuvo un éxito sin precedentes. Su carrera culminó cuando tomó la ciudad de Babilonia en octubre de a.C., como se registra en Daniel . A Ciro se lo menciona claramente en Isaías :-, , pero en Isaías : y : se lo menciona concretamente por su nombre. Isaías :- pasa luego a predecir las conquistas de Ciro y la restauración del pueblo hebreo a su tierra. Isaías : predice el regreso de los judíos a su tierra y su adoración en el templo: «[Yo soy el] que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado». El cumplimiento dramático de esta profecía lo vemos en Crónicas :-:
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«Mas al primer año de Ciro rey de los persas, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, Jehová despertó el espíritu de Ciro rey de los persas, el cual hizo pregonar de palabra y también por escrito, por todo su reino, diciendo: Así dice Ciro, rey de los persas: Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y él me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su Dios con él, y suba». (Véase también Esdras :-).
Los críticos que niegan la inspiración de la Biblia y la abordan desde un prejuicio que rechaza todo lo sobrenatural, niegan toda posibilidad de que Dios prediga el futuro. Afirman que Isaías no fue escrito en el siglo VIII a.C., antes de que Ciro llegase al poder, sino que lo redactó alguien después de que Ciro hubiese nacido y realizado sus conquistas. Alfred Martin, especialista en Antiguo Testamento, llega al meollo de la cuestión: En realidad, éste es el quid de la cuestión por lo que respecta a la actitud de los críticos sobre el libro de Isaías… Aquí vemos a Isaías, en el siglo VIII a.C., anunciando a Ciro como el restaurador del pueblo a Jerusalén, un Ciro que vivió en el siglo VI a.C. La idea central del pasaje es que Dios, el Dios Omnisciente, es quien anuncia de antemano los acontecimientos. Ésta es la prueba de su deidad. Los críticos destructivos que dicen que este pasaje debió de escribirlo en el siglo VI algún profeta desconocido en Babilonia («deutero-Isaías») cometen el mismo error estúpido que los idólatras de los tiempos de Isaías. Son como los saduceos de otro tiempo, a quienes el Señor Jesucristo dijo: «Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios» (Mt. :).
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Es increíble que los críticos que niegan la autenticidad de Isaías se equivoquen hasta tal punto. Las profecías sobre Ciro se encuentran en Isaías -, una porción de la Biblia que afirma que Dios es el único que puede predecir con exactitud el futuro. Dios presenta las profecías sobre Ciro como la «prueba A» de su capacidad para predecir sucesos antes de que ocurran. Démonos cuenta de la cantidad de veces que, en el contexto de Isaías, Dios deja clara la idea de que solo Él puede predecir el futuro con precisión. Isaías 41:21-24 «Alegad por vuestra causa, dice Jehová; presentad vuestras pruebas, dice el Rey de Jacob. Traigan, anúnciennos lo que ha de venir; dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro corazón en ello; sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha de venir. Dadnos nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses; o a lo menos haced bien, o mal, para que tengamos qué contar, y juntamente nos maravillaremos. He aquí que vosotros sois nada, y vuestras obras vanidad; abominación es el que os escogió». Isaías 42:9 «He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias». Isaías 45:21 «Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí».
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Isaías 46:9-10 «Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero».
Inmediatamente después de Isaías :-, donde Dios proclama que solo Él puede predecir el futuro, encontramos una profecía directa sobre Ciro el Grande. «Que llamo desde el Occidente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré» (Is. :). Dios compara a Ciro con un ave de presa a la que Él convocará desde el Oriente para que cumpla sus propósitos. Los críticos se esfuerzan por desechar la profecía clave en esta sección, que Dios ofrece para demostrar que Él es el único Dios verdadero, como afirma repetidas veces en Isaías —. Adoptar su punto de vista significaría que Dios no es distinto a los ídolos, que es precisamente la idea que Isaías refutó. Sin embargo, a pesar de la incredulidad de los críticos, la profecía sobre Ciro se mantiene firme como prueba última de la verdad de estas afirmaciones sorprendentes.
Su nombre será Josías La profecía sobre Ciro, que resulta inconcebible, no es el único caso en que Dios mencionó a una persona por su nombre mucho antes de que ésta naciera. En Reyes : Dios predijo que un hombre llamado Josías surgiría en la casa del rey David: «Aquél clamó contra el altar por palabra de Jehová y dijo: He aquí que a la casa de David nacerá un hijo llamado Josías, el cual sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso, y sobre ti quemarán huesos de hombres». En Reyes :- se
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nos dice que esta profecía se cumplió unos años después, exactamente como dijo el Señor: «Igualmente el altar que estaba en Bet-el, y el lugar alto que había hecho Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel; aquel altar y el lugar alto destruyó, y lo quemó, y lo hizo polvo, y puso fuego a la imagen de Asera. Y se volvió Josías, y viendo los sepulcros que estaban allí en el monte, envió y sacó los huesos de los sepulcros, y los quemó sobre el altar para contaminarlo, conforme a la palabra de Jehová que había profetizado el varón de Dios, el cual había anunciado esto. Después dijo: ¿Qué monumento es este que veo? Y los de la ciudad le respondieron: Este es el sepulcro del varón de Dios que vino de Judá, y profetizó estas cosas que tú has hecho sobre el altar de Bet-el. Y él dijo: Dejadlo; ninguno mueva sus huesos; y así fueron preservados sus huesos, y los huesos del profeta que había venido de Samaria. Y todas las casas de los lugares altos que estaban en las ciudades de Samaria, las cuales habían hecho los reyes de Israel para provocar a ira, las quitó también Josías, e hizo de ellas como había hecho en Bet-el. Mató además sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que allí estaban, y quemó sobre ellos huesos de hombres, y volvió a Jerusalén».
Hasta ahora, Dios ha acertado dos sobre dos a la hora de mencionar a personas por nombre, y también sus actividades mucho antes de su nacimiento.
Se llamará su nombre Emanuel Dios mencionó por su nombre tanto a Ciro ( años antes) como a Josías ( años antes), mucho antes de que naciesen, y hay otra persona, incluso más importante, que fue mencionada por su nombre antes de nacer. Esa persona es Jesús. Unos años
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antes de su nacimiento, Dios anunció por medio del profeta Isaías: «He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel» (:). Esta profecía se cumplió en Belén cuando nació Jesús: «Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros» (Mt. :-). Aunque «Emanuel», que significa «Dios con nosotros», no es un nombre, en el sentido de que el nombre del Mesías es Jesús, es un título o una descripción de quién es Él.
Él conoce su nombre Para hacer que todo esto sea personal para su vida y para la mía, permítame señalar que Dios no solo conocía a Ciro, Josías y Jesús antes de que nacieran, sino también a usted. Sabía todo acerca de usted y de mí antes de que fuésemos concebidos y luego formados en el vientre de nuestras madres. El Salmo :- lo expresa muy bien: «No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas». Dios no solamente sabía todo sobre usted mucho antes de que naciera; si usted ha puesto su confianza en Jesús como su Salvador de los pecados, la Biblia dice que Dios ha escrito su nombre en el libro de la vida del Cordero desde antes de la fundación del mundo (Ap. :). No hay una profecía más sorprendente o reconfortante que ésta.