PENSAMIENTO RELIGIOSO: DINAMISMO Y RESISTENCIA EN EL PROCESO DE MODERNIZACION EL SALVADOR 1870-1930. Bosquejo para un proceso de investigación Luis Roberto Huezo Mixco.
Modernidad es un término de uso ambiguo, con diferentes matices de significado. “Algunas veces se utilizan los términos “modernidad” y “modernización” indistintamente como procesos en los que se establece, no sin resistencias, los paradigmas civilizatorios occidentales de los siglos XVIII y XIX: nuevos sistemas de producción, construcción de los estados-nacionales, secularización de la enseñanza, narrativas en torno al individuo, la tolerancia religiosa, los derechos políticos, el progreso” 1. Es en este sentido que a lo largo de este documento me referiré al proceso de modernización en El Salvador en el último cuarto del siglo XVIII y el primero del siglo XIX. Desde una perspectiva de larga duración, que pretenda examinar críticamente el proceso de modernización en El Salvador y Centroamérica deberíamos iniciar nuestra investigación desde el período colonial y los procesos independentistas, pasando por las reformas Borbónicas de mediados del siglo XVIII, avanzando hasta la etapa de la consolidación del proyecto de modernización entre los años 1870 hasta 1930. Los estudios elaborados al presente tienen como punto de partida el análisis económico de la modernidad, dentro de la tradición de la teoría de la dependencia, mediante el uso de tipologias de los países dependientes latinoamericanos, en base al proyecto de modernización en ellos implantado. Pero nuestra meta será observar el tiempo desde la perspectiva de aquellos factores del pensamiento religioso que pudieron incidir en la implantación de la modernidad liberal. El proceso de independencia en centroamerica no se llevó a cabo por la vía de la violencia. En El Salvador existía una fuerte oligarquía terrateniente, con muchas ideas orientadas al centroamericanismo. El sector económico predominante, en la época colonial, era el de los comerciantes de añil, que prácticamente monopolizaban la política. El proceso independentista, al igual que en el resto de centroamerica, abrió las puertas a la modernización, la cual se buscaba a través del lanzamiento de una serie de reformas. Pero estas reformas modernizadoras impulsadas por los gobiernos tendientes a la construcción de los estados-nacionales, se dieron de maneras variadas conforme a la capacidad de los gobiernos para mantenerse en el poder. Una de las maneras preferidas para poder consolidar el poder de los gobiernos de turno fue minar el poder de la Iglesia. Se fortaleció el Estado y haciendo uso de su poder coercitivo fue capaz de suministrar mano de obra abundante a las propiedades cafetaleras que habían llegado a sustituir el añil como principal producto de exportación, surgiendo élites económicas independientes respecto al Estado. Un aspecto de vital importancia en un examen de los procesos modernizadores de El Salvador, tendientes a interpretarlo, es el descubrir las formas de adopción, adaptación o contextualización de modelos, incluyendo sus propias novedades, avances, retrocesos o modificaciones. Descubrir si dichos procesos respondieron a la influencia externa o si fueron producto de procesos de 1
Herrera, Sajad, La modernidad: recepciones, contradicciones y resistencias. El Salvador en el siglo XIX. Introducción http://afehc-historia-centroamericana.org/index.php?action=fi_aff&id=1991#fn19425070214ac5792303b7a