trasmutazione metallica sogni tre, publicado en Brescia, extraño ser tricéfalo consistente en un híbrido de dragón, gallo, gallina y hombre. Pero de las imágenes trifaciales utilizadas para representar el hermetismo alquímico, sin duda, la más reconocible por sus antecedentes es aquella alegoría de la alquimia que remite directamente a la figura de Fanes, como la atribuida a Hieronymus Olgiatus (figura 12), siglo XVI, que cuenta con una inscripción sobre la que se ha apuntado: La inscripción: “Hoc monstrum generat, tum perficit ignis et Azoch” significa que el tiempo produce la materia prima mientras el fuego y el mercurio la perfeccionan (la acción unida del fuego y el azogue se creía que transformaban la materia prima en la “piedra filosofal”).3
Nuevamente aparece el tiempo y no es para menos, pues la figura del Aion o Fanes, de la que proviene la Alegoría de la Alquimia, simbolizó, desde Persia y el culto a Mitra, el principio divino de lo eterno, en el cual el tiempo se mantenía como fuente indispensable de las fuerzas creadoras del universo. El primer Aion, el Aion persa, es una figura masculina con cabeza de león, lleva una serpiente enroscada alrededor del cuerpo y sostiene una llave en la mano derecha; el Aion posterior, el equivalente clásico, es completamente humano y, comúnmente, aparece dentro del “círculo del tiempo”, formado por los doce signos del zodiaco. Las representaciones clásicas de Fanes enfatizan a una figura masculina y joven que surge entre las llamas de un huevo primigenio. Alado y con un rayo en la mano que sustituye a la llave persa, se presenta con el cuerpo enroscado por una serpiente. Los símbolos son obvios: de Cronos (tiempo) nacieron Éter (aire), Erebo (tinieblas) y Caos; Cronos convirtió a la primera de sus emanaciones, Éter, en un huevo, el cual se rompió en dos cuando de él emergió Fanes. Éste, el primer ser nacido de los dioses, tiene un nombre que procede del griego phaino, “yo brillo”, ya que está identificado con el Sol, es decir, con el portador de la luz.
3.
Panofsky, op. cit., p. 97, n. 7. Editorial Letralia
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Breve historia de las representaciones trifaciales y tricéfalas en Occidente