Es que si algo no me gusta, paso y sigo hasta hallar algo que me guste. No tengo tiempo para responder a provocaciones ni para tratar de provocar. Aunque cada uno es libre de valorar lo que lee. En mi libro anterior, El Animal, hay un poema que se titula "Cuando te como el coño", y al retuitear fragmentos, el año pasado, hubo gente que se molestó. Ahora me lo piden en los recitales. Con #Follamantes pasa lo mismo. Son textos que hablan de amor, de amor con sexo, vale, pero en el fondo, de lo que todo el mundo quiere, de lo que yo quería para mí. Cada vez el estrés, la rutina, el carácter fulmina más matrimonios desolados por el aburrimiento ¿Es el follamante un alivio a la soledad o no es suficiente? Sin pretender fundar en torno a la palabra una teoría, ser follamantes es follar amándose. Así de simple y de difícil de conseguir. Es no conformarse con menos que todo, no buscar la pareja que te dicen que te conviene, sino encontrar la que le conviene a tu forma de sentir el mundo y la vida. Siempre digo que (salvando las distancias abismales), mis follamantes son como los Cronopios, pero con sexo, con carne. Carlos Salem, entre el ¿A cuál hace su
"negro" y ahora el verde. apuesta?
No suelo jugar a la ruleta, salvo la rusa de ser escritor y vivir en la España actual. Y si lo hiciera, si jugara a la ruleta del casino, jamás apostaría a un color, sino a un número, aunque lo perdiera todo. He escrito y seguiré escribiendo novelas que se encuadran en el género negro, como "Muerto el perro". Pero también he publicado cuatro libros de poemas y uno de prosa poética. Yo escribo narrativa y escribo poemas, pero parece que incluir el sexo en los sentimientos fuera algo pecaminoso. ¿Verde? No creo. ¿Porque hablo de sexo poéticamente soy verde? Yo creía que eso era ser ecologista...