L'escalier Issue #2 - Especial de Música

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¡Gracias! :)


Especial de

MĂşsica


f. Francisco Almeida


Especial de música Los últimos tiempos han sido interesantes para la música ecuatoriana. Hemos sufrido la separación de varias bandas míticas, pero también hemos aplaudido a grupos emergentes que están condimentando el panorama nacional. Conversamos con seis de ellas. Acá el resultado:


Macho Muchacho

Nos permitimos unas horas de recreo para tomarnos un cafecito con Aldo (guitarra), Juan Manuel (guitarra), Pablo (bajo) y Alberto (batería) integrantes de Macho Muchacho, banda de rock instrumental guayaquileña, durante su paso por Cuenca. Cuéntenos un poco de la banda, ¿qué es Macho Muchacho? Alberto: Macho Muchacho es una banda que empezó hace dos años en dos etapas; Aldo y Pablo con una idea y, por otro lado, Juan, quien me contactó proponiéndome un proyecto. Acepté. Luego me preguntó si conocía a un bajista, pensé en Pablo, que estaba trabajando con Aldo, entonces decidimos hacer algo juntos. Aldo: ¡Y queríamos tocar con vocalista! Un neurótico total, pero no funcionó. Pensé que ya no volveríamos tocar. Nunca más hablamos con él porque era un raro de mierda, como tú Juan (risas). A la final quedamos Pablo, Alberto, Juan y yo. ¿Cómo definen su estilo? Aldo: Rock instrumental en balada o Bruce Lee Rock (risas), Pablo encontró ese término y lo puso en la biografía de la banda, ¡es la mejor 6 // L'escalier

definición que hemos escuchado! Pablo: Estaba leyendo sobre Bruce Lee en Wikipedia y encontré algo sobre un comic, Lee Rock, un tributo a Bruce Lee… lo puse por joder. ¿Cómo es su proceso creativo al momento de componer canciones? Aldo: Cada uno llega con una idea, toca su parte y poco a poco vamos poniendo cosas encima. Por ejemplo, si Juan llega con una idea, él tiene el derecho creativo sobre la canción, si algo no le gusta, no va. ¿Cada uno tiene canciones? Aldo: Sí, todos tenemos. ¿Siempre es así? Aldo: Todavía no hemos ideado otra forma. Juan: Improvisando no se puede. Aldo: Improvisamos, pero las ideas no parten de la improvisación. ¿Todos tienen gustos parecidos? Aldo: Al principio yo creía que teníamos gustos parecidos. Juan: Más o menos, yo no entiendo los gustos de Aldo.


Aldo: A mi me gusta de todo, ¡too-doo!, me gusta escuchar Katy Perry, Nelly Furtado, Metal, Black Metal, Death Metal, Música Clásica, Reggaetón. Pablo: No te gusta escuchar Reggaetón, no seas mentiroso, por dios. Aldo: No me gusta ponerle mala cara a algún tipo de música, siempre que escucho algo me gusta encontrarle algo bueno. Pablo: Eso es cierto, eres un pelado optimista. Al momento de componer canciones, ¿siempre esperan un estilo definido de cada uno? Aldo: Al principio teníamos una idea más clara de cómo queríamos sonar, pero cada vez que sacamos canciones nuevas cambiamos, agregamos elementos nuevos a nuestro sonido. ¿A quiénes admiran? ¿Influyen ellos en su música? Aldo y Juan: Thomas Erak, el guitarrista de fall of Troy. Aldo: The Mars Volta también. Juan: Tool, que bandasa. Pablo: Primus. Aldo: Igual, buscamos constantemente música nueva, cosas de las cuales aprender. Pablo: Nos gusta escuchar música nueva, la compartimos y la escuchamos juntos. Aldo me hizo escuchar Tortoise, una banda noventera, es una increíble. Aldo: Es una de mis influencias más grandes. Es extraño pensar que estaban tocando hace años y recién los descubrí. ¿Y las tuyas Alberto? Alberto: Yo siempre escuchaba música de los noventas, después me interesó la música nueva y comencé a buscar influencias. Lo único que me desagrada de los géneros nuevos es que son muy gringos, pero me encanta Lite, son increíbles. ¿Prefieren ser una banda de estudio o ser una banda en vivo? M.M: Las dos son cosas increíbles. Aldo: Pero son dos experiencias totalmente diferentes. Tocar en vivo te produce euforia. Yo me emociono y la paso saltando por todos lados. Por otro lado, en el estudio tienes libertad para hacer lo que te dé la gana, entonces te pones

minucioso. Juan: Es la canción desde otra perspectiva. Pablo: La pre-producción también es bacán. Tenemos una idea el lunes, la trabajamos hasta el miércoles, el sábado grabamos una maqueta, la escuchamos el fin de semana, vamos definiendo qué rumbo queremos que tome y cada uno hace arreglos. Es parte de lo que significa ser una banda de estudio. Los músicos de estudio son los mejores en el plano técnico. Alberto: Claro, para grabar tienes que ser más metódico, en vivo es más flexible. Pablo: Cuando escuchamos las canciones del EP que grabamos el año pasado pensamos en maneras de mejorarlas y ahora las tocamos diferente. Es una de las oportunidades que te da ser una banda en vivo, en estudio haces una cosa y en vivo puedes hacer otra. Así la gente no dice “¿para qué los voy a ver si suenan igual que en el CD?” Para algunas personas puede estar bien, otras buscan cosas diferentes. ¿Qué tan a menudo hacen eso cuando tocan en vivo? Juan: Siempre es así, cuando algo no nos convence lo cambiamos. Pablo: No somos una banda de pop que tiene que hacer todo igual siempre. ¿Cuál es la parte que les gusta más de tocar en vivo? Aldo: ¡TODO! Alberto: Cada vez que vamos a un lugar me gusta ver la reacción de la gente. Juan: Si no te conocen, tienes que darles un primer empujón, nos ha pasado que la gente nos escucha y les gusta, pero están quietos. Aldo: Lo hemos denominado “El efecto Bahía”, porque allá todos estaban quietos y en medio de las canciones se escuchaba un “¿ya terminaron?” y unos aplausos por ahí. Juan: A veces tienes que darles el primer empujón, así la gente se deja llevar y nosotros también. ¿El efecto bahía es algo negativo? Pablo: No sabemos (risas). Juan: No creo, por lo menos los hacemos pensar. Pablo: Siempre es así al principio, pero después L'escalier // 7


la gente empieza a disfrutar, es como cuando escuchas una banda por primera vez, a veces tienes que darle varias escuchadas a un CD. ¿Han tenido malas experiencias? M.M: Claro. Juan: Hemos tenido experiencias muy feas, porque nosotros dependemos mucho de los pedales y Aldo tenía uno dañado. Si uno está dañado se te desbarata todo. Aldo: La electricidad es nuestro Dios. Cada vez que tocamos en vivo, las cosas pueden salir extremadamente bien o extremadamente mal. Cuando van a tocar en vivo, ¿tienen algún ritual antes de salir al escenario? ¿Algún amuleto? (Calzoncillo, rosario de la abuela, pata de conejo, etc.) Aldo: Yo tomo mucho. Además tengo mis zapatos de la suerte, que me abrigan el pie para golpear pedales, con ellos mido cómo funcionan los pedales, no sé, confío en estos zapatos. Pablo: Yo siempre toco descalzo, cuando me pongo zapatos en vivo, no me siento bien. Alberto: Desarrolló una técnica para girar las perillas con el dedo del pie. Pablo: Es más fácil que agacharse, que pereza, eso es muy de los 90’s (risas). En este año hubo varias separaciones de grupos ecuatorianos. ¿Cuál creen fue la causa principal? Aldo: Se rinden, llevan años tocando y no pasa nada. Juan: Lo que pasa es que la gente siempre escucha bandas extranjeras. Pablo: Yo creo que el problema es que tienes años tocando, no pasa nada y bandas de afuera que tienen el mismo tiempo de carrera, están tocando en festivales tipo Coachella, frente de 25.000 o 30.000 personas. Aquí tienes que sacarte el aire para que vayan 300 personas. Sería increíble que aparte del QuitoFest, se pueda hacer algo con otra banda y fueran 2000 personas. Hablo de cifras que pueden ser reales, si hubiese la difusión correcta. Aldo: El problema es que nadie sabe lo que se hace en Ecuador. Pablo: No hay difusión, ni medios que se interesen. 8 // L'escalier

Aldo: Además la gente es impredecible, nadie sabe cómo la gente se motiva para ir a conciertos, a veces la asistencia es increíble y no se sabe cómo pasó. Pablo: La gente tampoco se acostumbra a pagar más por los conciertos. Por ejemplo, para hacer un concierto tenemos que pagar un millón cosas y no ganamos ni un centavo. Pero no se trata de ganar, se trata de que ojalá les guste y paguen por eso. Ser músico en Ecuador no es un negocio, si se quiere ser músico se debe tener dinero u otra profesión ¿Qué opinan, es positivo o negativo? Aldo: Cuando empiezas, no piensas en recibir nada. Pero saber la magnitud de cosas que vives por hacer música, la cantidad de momentos terribles, a la final si te mereces algo, por armar eventos grandes y hacer música de calidad. Si te mereces algo, que te apoye el gobierno por lo menos. Pablo: Sí, por ejemplo las giras que hace CNT con los mismos de hace 20 años. Alberto: A Guayaquil siempre traen a los mismos salseros, ¿qué aprende el pueblo guayaquileño, si solo le refuerzan lo mismo? Aldo: ¡Claro!, el ecuatoriano promedio crece escuchando AU-D. Pablo: Si las bandas ecuatorianas independientes estuvieran en otro nivel, hubiera más apoyo de los medios. Los únicos que nos apoyan son medios independientes, pero los medios masivos solo se interesan en los de siempre. ¿Ya tienen un proyecto? Aldo: Queremos encerramos a componer. Esa música tiene que quedar documentada, entonces podemos hacer un CD o un EP nuevo. ¿Cómo es eso de que no les gusta Salinas? M.M: Risas. Aldo: Porque la plena, nunca me gustó Salinas, A MÍ, no a los demás. Yo hice esa canción y le puse ese nombre porque me dio ganas. Juan: Y de la nada la gente empezó a odiar Salinas (risas). Pablo: Algunos dijeron “sí, loco, a mí nunca me gustó” (risas), otros “¡oye! yo soy de salinas, pero igual si me gustó la canción” y otros dijeron


"En Salinas de seguro nos tienen vetados. Pero si vamos, cambiaremos el nombre por "Nunca me gustó Playas"" “¿qué se creen estos hijueputas?” (risas). Aldo: En Salinas de seguro nos tienen vetados. Pero si vamos, cambiaremos el nombre por "Nunca me gustó Playas" (risas). ¿Tienen alguna anécdota que quieran compartir? Aldo: Sí, Pablo una vez me arrolló con su auto. Estaba molesto y empezó a perseguirme. Pablo: No pasó nada, además creo que se refiere a anécdotas de conciertos. Aldo: Aaaaah (risas). Pablo: Aldo siempre al final de Fugados, se pone a saltar con la gente y a empujarlos. Aldo: Eso lo hice en Quito cuando nos recibieron con escepticismo. Juan: En Quito nos fue muy bien, cuando acabamos nos pedían otra, y no teníamos (risas). Pablo: En Cuenca también nos hemos pasado bien, una vez una señora nos ofreció un canelazo. La gente de Cuenca es bella. ¿Algo que no les hayamos preguntado y quieran compartir con nosotros? Pablo: Yo solo quiero esperar a que se termine el concierto de hoy y salga todo bien, esa es mi parte favorita de los conciertos (risas).

Algo que nos quieran recomendar. Pablo: Tomen Miller (risas). ¿Cuánto te van a pagar por eso? Pablo: Diez dólares, no, una chela (risas). Aldo: Queremos agregar que escuchen lo que se está haciendo ahora en Ecuador, hay muchas bandas que están haciendo cosas increíbles. ¿Alguna banda que nos quieran recomendar? Pablo: A mí me gusta Semilla de Guayaquil, Munn de Quito y Ututo de Cuenca. Si tuvieran oportunidad de elegir un disco que ya se haya creado, ¿cuál quisieran que hubiera sido compuesto por ustedes? Aldo: Queens of the Stone Age, Songs for the Dead; ¡a ver, mejórenlo! (risas) Juan: Minus the Bear, Planet of Ice. Pablo: Goo de Sonic Youth. Alberto: Estoy entre Mercury y Lite.

fotografías en La Jalería L'escalier // 9


f. Roberto Ortiz

Los Supersónicos

En una divertida visita, nos juntamos con Gerónimo Molina (acordeón), Santiago Landivar (bajo) y Tito Dominguez (guitarra), integrantes de Los Supersónicos.

para niños. La idea fue llegar a una sublimidad naif. El tercer disco es el más serio que tenemos, para este se nos unió Tito Domínguez, uno de los mejores guitarristas de la ciudad.

¿Podrían presentarse brevemente? Gero: Nos llamamos Los Supersónicos porque tratamos de hacer una obra de arte que contenga varios conceptos en sí misma, que se centre en la música, pero que no se limite solo a eso, sino que se expanda y que sea supermúsica. Entonces, básicamente yo me ocupo de lo Súper y Santiago de lo Sónico (risas). En otras palabras, Santiago hace que la música quede bien, y yo me ocupo de la parte conceptual. Generalmente nos reunimos, fumamos un tabaco, conversamos por horas de lo que vamos a hacer y sacamos algo. Luego yo voy a conversar con la Dora, él (Santiago) se va a pajear y tocar el bajo (risas). Después venimos y tocamos. Ese es el Modus Operandi. Tenemos tres discos semihechos, el primero es la historia de los Supersónicos, un disco futurista mezclado con un cómic que cuenta nuestra historia. No lo hemos estrenado porque aún no tenemos la parte gráfica. El segundo disco se llama "Música para niños", es un material amateur, lo-fi, de cero producción, hecho solo

¿Cómo definirían su estilo? Gero: Somos una banda futurista. No creemos en las influencias, solo en robar directamente del pasado. Partir de elementos pequeños para crear algo nuevo desde el presente, para el futuro. En nuestro último disco nos enfocamos mucho en la actualidad latinoamericana, pero sin recurrir al cover. No tenemos ídolos, nos influenciamos por corrientes artísticas, pero no por algún género en particular. Como banda, siempre tratamos de ser vanguardistas. Tener presente el tiempo en el que vivimos y crear para el futuro. Romper con los ídolos.

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¿Hace cuánto comenzaron? Santiago: Hace unos dos o tres años comenzó el proyecto con Gero en solitario. Gero: La historia es esta: Hubo una vez, en el año 5317, una androide anarquista que fue capturada en un mundo postapocalíptico, en lugar de matarla, la enviaron al pasado transformada en bits. Llegó a un portal que yo creé hace unos


cuatro años. El problema es que yo estaba en dos proyectos mayores: el primero era crear este portal [NOTA: en ese momento Gero nos explicó cómo se crea, teóricamente, un portal hacia el futuro. Nosotros no entendimos así que obviaremos esta parte], también hacía unos experimentos junto con un virus para hacer que las computadoras simulen los efectos del LSD en los humanos. Justo cuando estaba corriendo este virus, la androide cayó a la computadora y ¡Bang! Así es como nació todo y esa es la única realidad que admito (risas). Básicamente toda la música la hace Dora, la androide, ella es la líder. Yo antes tocaba la guitarra, luego me pasé al acordeón y también toco el luciferónomo. Hasta ese momento, simplemente hacíamos música para nosotros. Luego de estar bastante tiempo en el anonimato, llegó Santiago y nos sacó a la luz. ¿Cuáles son sus influyencias musicales personales? Gero: A mí me influencian los ritmos autóctonos de diferentes países. Me gusta el tango, el bossanova, la samba, me encantan los boleros, la música gitana y el folclore de Bulgaria, es lo máximo. Santiago: Personalmente me influencian todos mis amigos músicos, Gerónimo, Tito, Yow, Tarquino e Ismael. Ellos me influencian más que lo que escucho. ¿Cómo es su proceso creativo al momento de componer canciones? Gero: El proceso creativo de cada canción parte de una idea. Por ejemplo, para "Música para niños", el concepto fue hacer en siete días, siete canciones. En una semana ya teníamos un disco. La producción no es buena, pero es uno de los discos que más me gusta. Santiago: Como dijimos antes, Dora es la líder, entonces son pistas. Recién empecé a tocar con un iPad, por lo que ahora también sale de ahí, del novio de Dora (risas). ¿No tiene nombre todavía? Gero: Se llama Dorito (risas). Después de todo esto llamamos a Tito para que nos acompañe en el nuevo disco, sobretodo para tocar en vivo.

Y bueno, para ir más allá con el concepto de supermúsica, buscamos gustarle a la gente por nuestro concepto, no solo por la música que hacemos. Dora tiene vida en facebook y redes sociales, cuando hacemos negocios por mail, ella es la única que habla. Toda la interacción que tratamos de hacer con el cómic, el performance y con Dora en el escenario, es una obra de arte permanente. Creo que una de las mayores obras de arte ha sido el Super Nintendo (SNES) porque tiene música, gráficos y aparte interacción a partir de los controles. Entonces tiene dos elementos ortodoxos, pero los controles resultan un elemento exterior con el que puedes convivir. Hace un rato hablaste del Luciferónomo, ¿Qué es? Gero: Es un instrumento musical que inventé. Funciona a base de la luz; mientras más expuesto a la luz, más sonido. Cuando van a tocar en vivo, ¿tienen algún ritual antes de salir al escenario? Gero: Antes de cada concierto, ensayamos (risas). Santiago simpre me presiona en este tema, pero me aburre tocar siempre el mismo repertorio. No me gusta la idea de ensayar, me gusta que las canciones salgan ese rato. Pero ahora que ya tenemos un público y un buen backline, necesitamos preparación. Santiago: Somos una banda para conocer en vivo. ¿Y algún amuleto? (Calzoncillo, rosario de la abuela, pata de conejo, etc.) Gero: No tenemos un amuleto, pero siempre llevamos cosas para darle un toque de ficción a la banda. Hacemos lo posible para que el público se sienta en una obra de ciencia ficción. ¿Cómo es la vida de un músico en Ecuador? ¿Es fácil? Tito: Creo que la vida del músico es tranquila, si tienes claro que el único propósito es el crecimiento propio o conocer a otros que hacen lo mismo para intercambiar ideas. Ser músico no funciona como profesión en Ecuador. Lo hacemos por amor. Gero: Justo en una de estas conversaciones, con L'escalier // 11


f. Bruno Hidalgo Santiago decidimos hacer lo posible por nunca cobrar como banda. Porque creemos que cobrar, en cualquier aspecto de la vida es prostituirse, cuando cobras estás ofreciendo un servicio y tienes que estar acorde con los requerimientos del mercado. Por ejemplo, yo adoro hacer inventos, es mi pasión, y aunque detesto el dinero, yo sé que es necesario, entonces en el día me prostituyo, puede venir un cliente y pedirme que haga cualquier trabajo electrónico y yo solo le envió una cotización. No me importa lo que voy a hacer, igual le voy a cobrar, así que no tengo problema. Por otro lado, si quieres vivir de la música tienes que tener claro que no vas a tener libertad de hacer lo que quieras. De hecho, muchos músicos se prostituyen porque aman tanto la música que están dispuestos a tocar salsa y son en un bar todos los fines de semana con tal de aprender más y hacer lo que aman. ¿Crees que esto se aplica al contexto internacional? Gero: Creo que es igual en todas partes, ninguna banda ha surgido haciendo lo que quiere. Puedes ser el mejor músico del mundo, pero aún así tienes que firmar con una disquera. Entonces la disquera te exige una canción que sea un éxito en 12 // L'escalier

la radio y después puedes hacer lo que quieras. Creo que Kurt Cobain se mató por eso. Money de Pink Floyd o Taxman de The Beatles son canciones en contra de las disqueras. Si ellos no hubieran tenido disqueras, tal vez hubieran sido capaces de hacer lo que querían, pero claro, no les hubiéramos escuchado nunca. Tito: Y hablando de disqueras, en Ecuador ni siquiera existe una industria musical. Acá ni siquiera tienes esa opción. En este año algunas bandas ecuatorianas se separaron. ¿Cuál creen que es la causa principal? Santiago: Aunque suene mal, creo que fue mejor que se separen esas bandas para que vengan nuevas. Al menos quiero verlo así. Tito: No entiendo por qué no se da más apertura a nuevas bandas, por ejemplo, cuando vino Café Tacvba abrió Sobrepeso. Santiago: Algunos usan eso de la separación como una táctica. Por ejemplo Niñosaurios, creo que su separación no es definitiva. [Y le atinó] En todo caso, siempre se trata de una lucha de egos. Todo es una mafia, haya o no industria. Por ejemplo, los organizadores de los pocos festivales grandes del país se hacen famosos entre ellos, hay muchas bandas que tienen buen


f. Cristhian González

futuro, pero no son amigos de los organizadores. Gero: Las bandas tienen un tiempo límite en Ecuador, porque siempre es un hobby, entonces solo sobreviven hasta cuando se tiene una vida, una familia, porque después ya no queda tiempo para dedicarse a la música. El problema de la nueva ola es que piensan como yo, dicen: "no quiero plata", estas bandas no van a ir a pedir que pasen su música en la radio. La música amateur no hace nada para salir a la industria, en Estados Unidos se dieron cuenta de eso y buscaron mecanismos para que la onda independiente surja, ahora es un cliché. Acá no es así, incluso con las leyes que obligan a las radios a poner música nacional. Hay miles de bandas en el país, pero ninguna se preocupa por hacer algo de calidad y a la final, a las radios les falta música. Pasa igual en internet, que es un buen medio de difusión. Muchos dicen"el internet es todo", pero suben una canción mal grabada a Youtube; hasta para eso hay que tener un cierto profesionalismo, eso es lo que hace falta acá. Si pudieran elegir un álbum que ya existe, ¿Cuál les hubiera gustado que fuera suyo? Gero: Por más que suene cliché, el Dark Side of the Moon (risas), es como jugar futbol y elegir Brasil (risas). También algun discos de Gorillaz. Santiago: La banda sonora de La Naranja Mecánica también es medio cliché, pero es Beethoven y me gusta mucho. Me encanta esa interpretación electrónica de Beethoven. Tito: Bitches Brew de Miles Davis, es increíble. Tiene 2 baterías, un bajo y un contrabajo, tiene todo. Es un orgasmo musical. Uno de mis favoritos. ¿Hay alguna anécdota que quieran compartir con nuestros lectores? Santiago: Gero siempre se enoja con el Tito (risas). ¿Alguna cosa que no hayamos preguntado y que quieran compartir? Gero: Tito siempre me hace enojar (risas). Tito: Pensaba que Gero era tranquilo hasta que le conocí (risas).

"Básicamente toda la música la hace Dora, la androide, ella es la líder." L'escalier // 13


f. Dayana Valdivieso Una llamada en skype bastó para contactarnos con Pablo (guitarra), Mariela (voz) y Álvaro (bajo), tres de los integrantes de Munn, el sexteto quiteño de rock experimental. ¿Cuántos son en la banda? Pablo: Somos 6 en la banda. Además de nosotros Titi en teclados, Pedro en batería y Rick en teclados y tornamesa. ¿Qué tipo de musica tocan? Pablo: Polyphonic Black Metal (risas). Mariela: Nació con la idea de hacer Trip Hop. Rick y Álvaro empezaron haciendo bases electrónicas, pero hemos evolucionado. Ahora ya no es del todo electrónico, hay varios instrumentos acústicos, batería en vivo y otras dinámicas que nos liberan de los límites de un solo género. Pablo: La idea es justamente no enmarcarnos en un solo género porque todos escuchamos música muy distinta. Yo creo que la música es solo música y los géneros una excusa. Nunca pensamos: "queremos ser la banda de Trip Hop del Ecuador", solo empezamos por ahí.

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Munn

Ya que hablamos de géneros, ¿qué opinan de las bandas de pop de Ecuador? Mariela: Creo que hay que partir de la idea de que no existe una verdadera industria musical en el país. Les va bien, sean bandas pop o no, a quienes tienen dinero e invercionistas. Este mundo no se mueve por la calidad de la música, sino porque se trata de un producto que se puede vender y hay gente que invierte para que eso suceda. No hay una industria musical que trabaje con la música nueva que se esta haciendo. Hay muchos grupos under o alternativos que podrían ser mainstream, pero nadie está dispuesto a invertir porque con otros grupos están seguros, no quieren arriesgarse con lo nuevo. Es por eso que la música independiente en el país seguirá siendo autogestionada y muy artesanal. Aunque gracias a la tecnología podemos sonar mejor de lo que sonaban bandas independientes de los 90. Ahora tenemos equipos y podemos grabar en casa. Con un poco de criterio se puede tener buena calidad. Pero eso no te hace parte de la industria. Pablo: Yo siempre cuento esta historia, porque creo que es clave. Yo trabajaba con una banda muy popular del país, era su técnico. Siempre


me preguntaba, ¿Cómo chuchas tocan todos los días con el mismo setlist de hace 4 años? Ellos me decían "Loco, este, es nuestro trabajo. Tenemos bandas y proyectos alternos, pero esta banda es nuestro trabajo." Muchos no tienen propuesta artística sino hacen proyectos para sacar dinero, es su trabajo. Nosotros no hacemos eso. Todo depende de dónde partas. Para nosotros no se trata de hacer dinero, esa no es nuestra motivación. Si la música no resulta una profesión ¿cómo hacen para sobrevivir? Mariela: Álvaro es diseñador gráfico y trabaja en una agencia. Pablo es técnico en sonido y trabaja en la Radio Pública. Yo trabajo en una productora de video. Pablo: Rick también es diseñador, Pedrito es comunicador. Pablo: Titi tiene el mejor trabajo de todos, trabaja en un hospital haciendo de Clown con los niños y los doctores. Si eres músico tienes que tener otra profesión para poder sustentarte. ¿Qué opinan al respecto? Mariela: A veces creo que no me gustaría que la música se volviera mi trabajo porque se puede poner algo tedioso. Está bueno que todos trabajemos en cosas distintas, de esta manera la música es esa isla que no abarca toda tu vida, es el momento en el que hacer lo que te gusta. Aunque lo ideal sería que podamos vivir de la banda. Suena un poco soñador, pero la idea es crear una industria en la que nos ayudemos entre bandas para armar una gira o que sé yo, y de a poco crear esa industria que en algún momento también genere dinero. Por lo menos para comer y movilizarte. Pablo: Y es posible, han habido cambios. Álvaro y yo veníamos de una escuela más metalera, en la que tuvimos que trabajar seis años para tocar en varios shows y lograr un mínimo reconocimiento. Con Munn ese proceso ha sido mucho más rapido. Tenemos la suerte de estar en un género musical que resulta más amigable, gracias a eso las puertas se han abierto con más facilidad, hemos vivido un montón de experiencias positivas en menos tiempo. Yo creo que si es posible generar

el circuito, pero no va a crecer solo, hay que trabajar para que suceda y está largo el camino todavía. Una vez conversamos al respecto con Fabara y nos dijo: "Es una mierda que no haya nada, pero al mismo tiempo, es bueno porque podemos crearlo". En este año hubo varias separaciones de grupos ecuatorianos. ¿Cuál creen que fue la causa principal? Pablo: Es muy claro el paisaje. Depende del momento en el que estés en tu vida. Por ejemplo, tengo un amigo que tiene 30 años y dice: "Ya no quiero estar cargando mi amplificador, mi guitarra y todos los cables a todos los conciertos, a todos los ensayos para que no me paguen. Ya tengo que pensar en otra cosa". Hay gente que tiene hijos, otras responsabilidades. Es compleja la situación. Mariela: No todos tienen la paciencia necesaria para esperar hasta que algo suceda. Mientras tanto ya se tiene familia, se debe generar dinero. Nosotros estamos en ese momento en el que tenemos la energía necesaria, ninguno planea una familia, entonces podemos vivir con poco dinero, tenemos tiempo y ganas, ojalá pase algo a tiempo, antes de que esto cambie. ¿Cómo comenzaron con la banda? Álvaro: Ricardo y yo éramos compañeros en la universidad, siempre tuvimos la idea de tener una banda de este estilo, porque nos hicimos amigos gracias a la música que nos gustaba. Yo ya tocaba con Pablo en otra banda, él nos presentó a Mariela y nos encantó su voz. La idea inicial era tener featurings y Mariela solo estaba de vacaciones, entonces buscamos a otras personas que quisieran colaborar. Finalmente todo se dispersó, Mariela volvió, preparamos más temas y la banda tenía ya cuatro miembros permanentes. El siguiente año se unió Titi y preparamos más temas. Mariela: Yo viví afuera cuatro años. Cada vez que venía armábamos temas y tocábamos. Cuando estaba lejos recibía bases y grababa voces. Finalmente en el 2010 vine sin saber bien si me quedaba o no. Pablo: Pero le convencimos (risas). Mariela: Yo lo que quería era tocar, entonces les dije: "Me quedo, pero si me quedo, hagámoslo L'escalier // 15


en serio". Ahí fue cuando terminamos de grabar el disco. Pablo: En una de las primeras tocadas, Mariela cantaba, yo tocaba la guitarra y Álvaro y Rick estaban sentados poniendole play a un iPod. (risas). Álvaro: No, era una computadora. Pablo: Y hacían piedra, papel o tijera para saber quien le ponía play (risas). Mariela: Al principio ninguno sabía muy bien cómo montar los elementos electrónicos. Hemos aprendido en el camino. Siempre hacemos canciones sin tener idea de cómo las vamos a tocar. Las hacemos en la computadora y después pensamos: "¿y ahora?" (risas). Pero siempre convencidos de que va a haber una manera de hacerlo. Desde que se unió Pedro en la batería el proceso ha sido distinto, tanto de composición como en lo que se refiere a los ensayos. Tocar con un baterista es otra cosa. ¿Cómo es su proceso creativo al momento de componer canciones? Mariela: La verdad hemos probado varios sistemas. Pero el más recurrente es cuando Álvaro y Rick hacen las bases y después cada uno va poniendo su parte. En algunas sesiones estamos loopeando frente a la computadora y en el proceso se nos ocurren cosas. Todos damos ideas para todos, jugamos al papel de productores. Trabajamos una idea y después la montamos. El proceso es colectivo. Durante el proceso, ¿tienen diferencias con estilos y gustos personales? Pablo: Sí, Titi estudió jazz, Mariela también toca el clarinete, a mi me gusta el Punk, el Rock y el Metal, a Álvaro le gusta la electrónica y Rick es más rapero. Cada quien tiene su personalidad musical, somos muy distintos. ¿A quiénes admiran? ¿Influyen ellos en su música? Pablo: Gisella Bayona (risas). A ver... ¿Quién será? Álvaro: Damon Albarn, pienso en él y pienso en producción. Mariela: Durante un periodo largo de mi vida escuché Björk y fue muy importante, pensé en 16 // L'escalier

ella porque cuando entré a la banda ella era mi referente. También admiro a Portishead y Massive Attack. Pablo: A mi en música, arreglos, letras y demás, me influencian un montón las cosas que se viven. Mariela: Claro, por ahí no se pueden personificar a todas las influencias porque además de artistas, escritores o cineastas, también lo que vive cada uno resulta una influencia. En mi caso los viajes que hice fueron determinantes en todo y obviamente en la música también. Los amores y desamores, los amigos, las borracheras, las drogas, no mentira (risas). Pablo: Yo creo que la vida es la influencia más bacan de todas (remedo exagerado de llanto seguido de risas). ¿Cómo es tocar en vivo? ¿Han tenido problemas con los elementos electrónicos? ¿Si se descompone la computadora, se termina todo? Pablo: Recién tuvimos problemas. Alguien entró mal entonces estuvimos lejos de la secuencia más de media canción. La pista estaba, el baterista estaba con el click en sus orejas y seguía, por suerte. Llegó un punto en el coro en el que Mariela y Pedro eran los únicos que estaban bien. Porque la secuencia es este ente al que no le puedes decir, "¡oye aguanta!", te toca montarte como sea. Mariela: En todo caso hemos trabajado para hacer más eficiente el proceso. Antes teníamos dos computadoras en vivo, eso era más dificil e inestable. Ahora ya no hay computadoras, todos son sintetizadores, la pista cada vez tiene menos elementos. En porcentaje la secuencia es un 10%. Yo creo que estamos en un proceso. Me gustaría que llegue a ser, dentro de lo electrónico, lo más orgánico posible. Eso te da más chance de jugar con el loop. Cuando van a tocar en vivo, ¿Tienen algún ritual antes de salir al escenario? ¿Algún amuleto? (Calzoncillo, rosario de la abuela, pata de conejo, etc.) Pablo: Por lo general, antes de tocar nos abrazamos y nos decimos que nos queremos. Álvaro: Y nos besamos en la boca (risas).


f. Dayana Valdivieso

"La música independiente en el país seguirá siendo autogestionada y muy artesanal." ¿Hay algo que no hayamos preguntado y y que quieran compartir? Álvaro: El disco está en línea, para descarga gratuita. Mariela: Esta el disco con 2 remixes, uno de Nicola Cruz y otro de Miguel Espinosa, nuestro sonidista y mi hermano. Pablo: Que es el séptimo Munn, sin Miguel la banda no existe. Mariela: Él masterizó el disco. Además nos ha ayudado en otras cosas, por ejemplo, tuvo mucho que ver en la composición del cover de Mama Vudú. Pablo: Miguel es Munn. De hecho tenemos que mencionarlo. Él es el rey y es guapo (risas). Si pudieran elegir un álbum que ya existe, ¿Cuál les hubiera gustado que fuera suyo? Mariela: “Vespertine” de Bjork, me cambió la vida, mucho más cuando lo vi interpretado en el Royal Opera House, con orquesta sinfónica. Matmos en la electrónica, una chica que toca el arpa, acompañada de un coro, que creo que es de Mongolia. Cuando los escuché pensé: "el día en el que yo pueda montar algo así me puedo morir tranquila", cada vez que veo ese concierto, lloro (risas). Álvaro: Yo diría que el Bedlam in Goliath de

The Mars Volta. Por la producción, Omar le mete mano a todo. Todo está tan producido que no sé si en vivo se pueda lograr eso. También me gusta ese lado inalcanzable. Pablo: Yo voy a pecar de punkero (risas). Supporting Caste de Propagandhi, una banda de Canada de Punk Rock. Es un disco no necesariamente político, pero la temática de las letras son muy fuertes. Además, la composición es muy buena. Son activistas homosexuales, son gay-friendly (risas). Las letras tratan de amor universal extremo y en punk progresivo. Es un disco que me dijo que para trascender no importa el género. El sentimiento le pertenece al universo, no mentira. Ya estoy llorando (risas).

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Cactus Gamarra

Nos reunimos durante un perfecto día soleado, para charlar con David Lopez (bajo), Frank Rissone (batería), Thomas Cansing (guitarra), James Thompson (teclados) y Andrés Cajas (guitarra), integrantes de Cactus Gamarra, banda de rock guayaquileña, durante su paso por Cuenca. ¿Cómo definen a su música? ¿Cuáles son sus influencias? David: Rock desértico sería ¿no? Thomas: Si, está influenciado por el Rock desértico de California y el Brit Rock.

las canciones. Thomas: Puede ser melancólico o muy intenso. Puede ser el soundtrack de alguna cosa de terror. James: Te puede generar cualquier sentimiento. Cuando lo escuchas, algo pasa por tu cabeza y puede generar cualquier visión. Eso es lo divertido, cualquiera puede visualizar lo que quiera.

¿Tuvo algo que ver esto del Rock desértico con el nombre, Cactus Gamarra? Thomas: El concepto se fue puliendo cuando la banda ya estaba ensamblada. El nombre surgió de un juego de palabras, es una identidad inventada que necesitaba la banda y nos gustó cómo sonaba, la fonética también es importante (risas).

¿Cómo comenzaron a hacer música? James: Conocí a Thomas hace tiempo. Compartíamos música y escuchábamos discos, siempre fuimos fanáticos de la música, hasta que un día dijimos "ya pues, ahora tenemos que tocar". Empezamos haciendo música electrónica con un proyecto de house hace siete años, era divertido. Grabábamos en un pequeño estudio con muchas máquinas, después decidimos integrar una batería. Finalmente se fue armando un rompecabezas hasta que nos convertimos en una banda de rock electrónico. Este es el último line-up.

¿Podrían definir lo que significa rock desértico? James: El rock desértico se caracteriza por guitarras muy áridas, baterías fluidas, líneas de bajo bastante fuertes. Tiene diferentes etapas en

¿Cómo es el proceso creativo de Cactus? Thomas: Tratamos de llevar ideas al estudio porque solo nos vemos ahí, pues pasamos trabajando. A veces no llevamos nada y por

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casualidad empezamos a tocar algo sin querer y sale. James: Fluímos bastante en el mood en que nos encontremos. Cada uno tiene un sentimiento diferente y genera algo. Se va mezclando todo y lo vamos armando. David: Puede empezar por un riff o dos personas tocando al mismo tiempo. Frank: De ahí lo estructuramos. El riff de una guitarra me inspira a armar una línea de batería, por ejemplo. Por ahora las canciones las hemos hecho en conjunto. David: Eso es una gran ventaja. Para la mayoría de bandas es difícil generar algo en conjunto. Nuestro estilo es tan marcado, que sabemos por dónde queremos ir. ¿Existen problemas si tienen diferentes gustos musicales? Frank: A mí siempre me gustó el rock, Led Zeppelin, Pink Floyd, así que me gustó cuando me invitaron a la banda porque mantenía mis raíces musicales. Es por eso que nunca tenemos problemas. James: Nuestras bases son los clásicos de los 60's en inglés, Pink Floyd, Beatles... David: Nuestro estilo es bien definido porque aunque la banda ha tenido distintos miembros, todos venimos de un lugar común. Frank: Nuestras bases son las mismas. Háblennos de sus influencias personales. Frank: Como baterista me marcó John Bonham de Led Zeppelin. David: Me encanta el trabajo de The Velvet Underground, de Lou Reed. Thomas: En mi caso, más que personas, me influencian sonidos. Me gusta como suenan las guitarras vintage, surfing guitars, sucias. Ahora estoy escuchando un disco de una banda amateur de California, suena increíble, me inspira. Pero mañana me puedo levantar con otra cosa. James: No me dejo llevar por un solo estilo. También me llaman la atención los sonidos; con Thomas nos gusta experimentar, le hago escuchar algo y le digo: "vamos a hacer que tu guitarra suene un poquito así". Frank: Eso es lo que nos ayuda a enriquecer nuestro sonido, partimos todos con las mismas

bases, pero cada uno tiene sus influencias. Andrés: Siempre me ha gustado el Brit Rock, sus guitarras, amplificadores, distorsiones y overdrives. Otras influencias son el surf rock, el metal clásico, Black Sabbath. No es nada similar a Cactus, pero me gusta saber que es mi aporte para Cactus. Frank: Sí, cambiamos cuando entró Andrés. Antes la segunda guitarra era acústica, cuando llegó nos pusimos a rockear más. James: Eso es lo genial de la banda, la evolución. ¿Qué les gusta más? ¿Ser una banda de estudio o una banda que toca en vivo? Frank: Yo creo que un 60% en vivo, un 40% de estudio, porque puedes estar orgulloso de hacer un trabajo de estudio, ahí se pueden hacer maravillas, pero realmente se ve lo bueno que eres en vivo. James: En vivo es en donde das todo, donde tienes que hacer que las personas sientan lo que tú sientes. La retroalimentación con el público. Eso es buenísimo. Andrés: En vivo las canciones tienen un sentimiento diferente, puedo tocar lo mismo aquí o en Quito, pero siempre tiene un feeling diferente. David: Cuando tocas en vivo cada canción se siente como si fuera nueva. No solamente influye el público, sino de la acústica del lugar. Es por eso que a veces ves una banda en un lugar y no te gusta, luego la ves en otro y te encanta. En este año hubo varias separaciones de grupos ecuatorianos. ¿Cuál creen que fue la causa principal? Frank: Por un lado, es una forma de tentar al medio. Realizar una acción para causar una reacción, pero viene de mano de la desesperación. Yo llevo quince años intentando hacer música aquí y sí me he preguntado, "bueno, ¿hasta cuándo voy a seguir así?" Creo que eso fue lo que les sucedió. David: Va a sonar mal, pero estar en una banda es una de las peores decisiones que vas a tomar en tu vida (risas). En realidad es muy tonto estar en una banda (risas) porque no haces casi nada de dinero e inviertes mucho tiempo y aún así es la única actividad contraproducente que vas L'escalier // 19


a disfrutar en tu vida. Estos problemas son un filtro para las bandas que no van a sobrevivir hasta la oportunidad de salir del país. Que salgan solo las bandas que sobrevivieron a todas estas circunstancias y van a sobrevivir a los problemas de afuera, que son peores que los que tenemos aquí. Afuera la competencia es dura, no somos ni la punta del iceberg. El esfuerzo tiene que ser el triple. Frank: Es una traba, por ejemplo, si uno es arquitecto tiene que dedicarse a estudiar y ejercer todo el día. Pero no podemos dedicarle el mismo tiempo a la música por cuestiones de financiamiento. Lastimosamente el 80% del tiempo es producir para que el 20% sirva para hacer música, es un esfuerzo muy grande. David: Creo que es una cuestión de estar al día con las herramientas que tienes como músico. En mi opinión un disco antes facilitaba el acceso a la música, ahora lo dificulta. Hay muchas bandas que en 2012 pasaron por todo lo que implica grabar un disco, algunas de las bandas que se separaron lo hicieron porque invirtieron demasiadas energías en eso, más que en el show en vivo que es lo importante. Frank: Invirtieron demasiado en un mercado que no existe. Aquí no pasa nada, pasará después. 20 // L'escalier

Entonces el objetivo debe ser externo. Aquí creces, formas una base de fans y finalmente se tiene que salir. Ahora todo es redes sociales, los likes y los retweets. ¿Qué opinan al respecto, es algo positivo o negativo? David: Yo creo que es positivo desde una perspectiva artística, porque es algo más purista. Por ejemplo, imagínense si ser abogado no fuera un negocio... Si quieres hacer dinero, créate un grupo de cumbia. Es chévere saber que la gente que está metida en esto, está metida por las razones correctas. ¿Quieren compartir alguna anécdota con nosotros? Frank: Voy a contarles algo que ni ellos saben, cuando a mí me llamaron para tocar, nunca estuve seguro de entrar a la banda. David: Bueno, yo tampoco (risas). Frank: Lo pensé bastante. Pero creo que en verdad no fue una mala decisión. James: Cuando llamamos a Frankie, unas tres semanas antes de un show, le dimos como once canciones para que las saque veloz. (risas) ¿Hay algo que no les hayamos preguntado?


David: Nuestro nuevo disco es como una foto vieja de la banda. James: Nos tomó casi dos años grabarlo, entonces la referencia que vas a tener del álbum es diferente de cuando tocamos en vivo, porque hay una madurez que no teníamos cuando hacíamos ese registro. David: Y probablemente en unos meses tocaremos diferente (risas). ¿Alguna recomendación para nuestros lectores? Frank: Sean críticos y no se dejan imponer las cosas. No hay que creer que lo que dice la radio o la TV es bueno, investiguen y determinen lo que les gusta. Tener internet como herramienta lo hace más fácil... Thomas: Como dijo Jodorowsky: "¡Mira las espinas!"; los detalles están ahí, simplemente hay que filtrar todo. James: Claro, hay veces en las que fluyes tan rápido que no te detienes a admirar. Hay mucha distracción que no te permite percatarte de los detalles increíbles que están al lado tuyo. Justo esos son los momentos perfectos. Si tuvieran la posibilidad de elegir un disco que ya exista, ¿cuál hubieran querido componer? Thomas: Me gusta mucho el álbum en vivo de The Beatles en la BBC, que son más de 30 canciones que grabaron de una. Eso es natural al 100%. Frank: El BBC Sessions de Led Zeppelin. Me marcó porque me permitió descubrir más cosas. James: La primera canción que escuché en verdad, cuando tenía como 13 o 12 años, Black Dog de Led Zeppelin. Me la pasaron en un cassette, pensé "¡que fuerza!". David: Hay un disco de Dylan que se llama New Morning, lo escuchas y sabes que se está burlando, las baterías paran en media canción porque no saben que están haciendo y luego siguen tocando. Es probablemente el mejor disco de Dylan. Se escucha tan divertido que me hubiera encantado aunque sea tocar el triángulo (risas). Thomas: Los discos de ELO también son grabaciones malditas.

"Va a sonar mal, pero estar en una banda es una de las peores decisiones que vas a tomar en tu vida..." L'escalier // 21


f. Cristina Merchán

Jodamassa

Nos juntamos con Tarquino Orellana (voz y guitarra) y Santiago Landivar (bajo y coros), dos de los integrantes del trío Jodamassa, banda de rock experimental cuencana, en su cuarto de ensayos. ¿Podrían presentarse brevemente? ¿Qué es Jodamassa para ustedes? Tarquino: Si yo te digo qué es Jodamassa para mí va a sonar muy cursi, prefiero no decirlo (risas). Para el nuevo disco que estamos produciendo intentamos hacer algo propio, ser nosotros mismos sin dejar de lado las buenas influencias que hay en Latinoamérica y Ecuador. Creo que encajamos dentro del Rock Libre Ecuatoriano. ¿Cómo es su proceso creativo al momento de componer canciones? Tarquino: Creo que tener un proceso creativo muy definido sería ponernos una cárcel, somos tres fuerzas creativas aportando con lo nuestro. Algunas veces puedo ser yo quien lleve una canción, otras veces surge algo del jamming. Personalmente creo que las mejores son las que salen en cualquier momento, no necesariamente en un ensayo. Generalmente prefiero trabajar en una canción 22 // L'escalier

solo o con Santiago porque resulta más pura y clara, finalmente los arreglos los hacemos todos. En los ensayos nunca nos presionamos demasiado, si lo que queremos tocar no surge a los tres primeros intentos, ya no va. Creemos en la vida de la canción; si es que no fluye, no va. Santiago: Nos damos cuenta que son buenas canciones cuando obtenemos algo que elegiríamos escuchar. ¿Cómo comenzó Jodamassa? Tarquino: Santiago y yo fuimos compañeros en el colegio y teníamos la influencia de gente cercana haciendo música. Mi hermano, por ejemplo, era baterista de Los Zuchos del Vado, un grupo reconocido en Cuenca. Cuando viajó a Argentina para estudiar, el cuarto de ensayos y su batería pasó a ser nuestro. Después de eso hemos tenido a varios colaboradores, pero nosotros somos la alineación final, Santiago en el bajo, Juan Marcos en la batería y yo en la voz y guitarra. ¿Qué les gusta más, ser una banda de estudio o ser una banda en vivo? Tarquino: Personalmente me gusta más ser un grupo de estudio porque se tiene más control


en lo que se quiere lograr, depende de menos factores. En vivo uno depende de las condiciones en las que se da el concierto, tienes un sonido establecido para todo. Por otro lado en el estudio la tenemos claro. Santiago: Hay veces en las que los organizadores no priorizan aspectos técnicos, y tocamos con un sonido pésimo. Tarquino: Lo bueno es que preparamos nuestras canciones para que suenen bien en acústica, entonces no necesitamos de nada demasiado estilizado en el sonido. No somos una banda de punk, pero funcionamos parecido en ese sentido, somos capaces de tocar sin los mejores recursos. Santiago: Ahora nadie nos va a poner buen sonido (risas). ¿Publicamos esa parte? Santiago: No, sino nos van a dar huevadas (risas). Van a decir: "Va a tocar Jodamassa, trae nomás cualquier cosa" Tarquino: ¡De ley! (risas). Es molesto tocar cuando no hay buen sonido, pero debemos sonar bien en cualquier condición. De eso se trata ser una buena banda. Siempre se tiene algún inconveniente, pero si la onda está bien y los ánimos fluyen, no nos hacemos lío.

"Me van a odiar por decir esto, pero aquí el rock alternativo está lleno de gente con dinero"

¿Cómo es la vida de un músico en el país? Tarquino: Siempre he pensado que todas “las estrellas” de otros países como John Lennon, Bob Dylan, etc. pertenecían a clases sociales obreras, casi media-baja. Entonces, el arte surge para el "populacho", digamos. Es creado desde allí, se convierte en cultura nacional y después es tomado por la élite. Acá en cambio los que hacemos música con una propuesta estética, necesitamos tener posibilidades económicas. Me van a odiar por decir esto, pero aquí el rock alternativo está lleno de gente con dinero, desgraciadamente tiene que ser así porque en Ecuador nadie vive de la música. Lo hacemos porque creemos en nuestro proyecto pero no vivimos de los conciertos. Eso es imposible acá, incluso a bandas tan populares como Sudakaya les pasa lo mismo.

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En este año hubo varias separaciones de grupos ecuatorianos. ¿Cuál creen que fue la causa principal? Tarquino: Porque hay que tener dinero para sostener tu sueño, es un error del sistema, hacer música resulta insostenible. No hacemos arte por dinero pero evidentemente lo necesitamos. Si después no se vende lo que haces, llegará un punto en el que pienses “ya nada”. Creo que eso les sucedió a las bandas que se separaron. Esas personas de seguro no dejarán de hacer música, tal vez ahora están buscando otros proyectos. Se tiene que implantar una cultura de apoyo a lo nacional porque hay cosas excelentes. Quienes trabajamos en el medio no entendemos por qué Can Can no suena en las radios, cuando podría ser contenido de cualquier radio pop; o incluso Sudakaya, la banda más popular del país, o los míticos Sal y Mileto, rara vez suenan en la radio. Es una injusticia completa, es obvio que tienen que haber leyes que cambien esto. No es cuestión de ponerse nacionalista, son derechos evidentes. ¿A quiénes admiran? ¿Ellos influyen en su música? Tarquino: Mi héroe es el Buckles, mi perro, es tan pacífico como una vaca sagrada (risas). Tengo muchos héroes musicales, en primer lugar mi hermano, porque es la bala, en segundo lugar Kurt Cobain, porque me hizo querer ser músico, ¡me encanta Nirvana! y finalmente mi favorito, Charly García. Santiago: Si tengo que mencionar mis influencias para Jodamassa, elegiría a Spinetta por su virtuosismo, su música es la más bella que he escuchado, además, Sonic Youth porque cambió mi forma de escuchar música y finalmente Los Tres. Aún así, prefiero no quedarme mucho tiempo en algo, sino variar mis influencias y escuchar bandas nuevas. La música es tan extensa, que solo escuchas una parte mínima de toda la música que habrá. Si pudieran elegir un álbum que ya existe, ¿Cuál hubieran querido componer? Tarquino: Si lo he pensado pero no sé… Hace poco escuché la canción “Art of Dying” de George Harrison, me hubiera encantado componerla. Si 24 // L'escalier

se trata de un disco, el que voy a hacer cuando tenga 40 años (risas). Santiago: No me gusta eso de nombrar solo uno (risas), pero sería un disco que me pasó Efraín Granizo de los Durga, se llama "Blasfemy" de Ann Albatross. Salió en el 2006 y es de lo más potente que he oído. ¿Quieren contarnos alguna anécdota o algo más de la banda? Tarquino: En febrero vamos sacar nuestro nuevo material, que está sonando bastante bien. Todavía nos falta pulirle para que suene como queremos, pero estoy ilusionado. Creo que va a ser un disco importante para la música en Ecuador. Tiene cosas nuevas. Creo que somos una banda especial (risas). Me gusta como sonamos, yo oiría Jodamassa. ¿Alguna recomendación final o algo que quieran decir a nuestros lectores? Tarquino: Quiero decir a Juan, nuestro baterista, quien no esta presente y además perdió el tornillo de mi batería, que lo del tornillo es un grave problema (risas). Además estamos trabajando con Leo Espinoza en un video que se estrenará junto con el lanzamiento del disco. Leo hace muy buenos videos, ya trabajamos juntos en “Trabalenguas”.


f. Francisco Almeida

Marley Muerto

Dicen que es bueno reposar después de almorzar, así que nos robamos un poco del tiempo de Daniel Pasquel, la mente detrás de Marley Muerto, para una interesante sobremesa durante su paso por Cuenca. Cuéntanos del proyecto ¿cómo nació? ¿es un proyecto con fecha de expiración? M.M: No sé muy bien qué es (risas). El nombre surgió porque yo nací el día que murió Bob Marley, eso me pareció interesante. Era un pseudónimo que usaba en la red, nada que ver con lo musical. Nunca pensé en armar una banda, era un proyecto mío. Empecé a moverme con el pseudónimo, de repente pasaron cosas que no esperaba, se enteraron en blogs de México, habían cosas gratis (risas). Presenté el proyecto para crear un disco de colaboración musical con diferentes músicos, arreglistas y productores a los Fondos Concursables del Ministerio y por ahí empezó. Ahora está en la batería Andrés Benavides y Titi Herrera en teclados, somos este trío con invitados. ¿Desde hace cuanto estás en esto? M. M: Son casi dos años desde que empecé a

sacar tracks bajo el nombre de Marley Muerto. Más que una banda es un proyecto en el que yo estoy moviendo las fichas.

¿Cómo es tu proceso creativo al momento de componer canciones? M.M: Cuando estoy componiendo, me encuentro en cualquier situación, el objetivo no es componer, en general son cosas del día a día, la guitarra siempre está a mano y puedes jugar un poco. No es un proceso, sino la voluntad de hacer lo que uno hace siempre. El producto inicial es una maqueta basé a la que hay que vincular un montón de gente, por ejemplo, las cuerdas se grabaron en Brasil e Italia, era puro skype y envio de archivos para finalmente recibir un demo, absolutamente diferente. Es volver cuando ya tiene pies, cabeza, coro, beats… Después continuamos desde ahí, con retoques. Dejar que otros lleven tus temas por ciertos lugares es muy interesante. ¿No tienes problemas con que terminen totalmente diferentes? M.M: No, el atractivo es ese, la incertidumbre de qué va a pasar, claro que en instantes es un poquito extraño. L'escalier // 25


¿Cómo fue el proceso para ganar los fondos concursales? M.M: Anualmente el Ministerio de Cultura, presenta una convocatoria con ciertas bases para proyectos de investigación, creación, publicación… Había intentado en años anteriores y no lo logré, entonces pensé que esto si podía tener sentido. Me senté a hacer el proyecto como en el colegio, en excel, desvelándome, con cafecito, todo aplicado (risas) y por suerte se dio. Estoy muy orgulloso de cómo quedó, porque habla del momento musical del país y de qué se puede hacer. También me parece muy interesante que el aporte del estado se traduzca en eso. Me dices que habías participado otras veces, ¿qué tan difícil es conseguir este apoyo? M.M: Es difícil, siempre hay gente talentosa trabajando, gente con más de experiencia. Cuéntame ¿cómo es la vida de un músico en el país, es complicada? M. M: Sí es una carrera complicada, no solo en el país, es una constante global. Pero, hay ciertas cosas que mejorar aquí, puntualmente en medios y cultural general, por ejemplo, no existen radios que transmitan música local. Anoche pensaba en esto, hace falta comunicación, un medio central con el que se creé identidad nacional. En lugar de eso hay una radio chiquita, en 'x' ciudad, que transmite música nacional en tal espacio, a tal hora. Siempre son nichos, nunca una voluntad general. Creo que es necesario crear una identidad de país, a través de leyes, cultura o lo que sea… Otras de las bandas con las que hemos hablando nos han dicho que ser músico no es un negocio en absoluto, es algo parecido a una segunda profesión ¿Qué opinas al respecto? M.M: Es una constante clara en el medio. En caso de dedicarse solo a la música, tienes un lado netamente creativo tocar en 'x' bar, hacer covers o tributos, lo que no te da dinero. Por otro lado tienes un flujo constante de dinero haciendo actividades menos creativas, como tocar matrimonios, eventos, o lo que sea. En mi caso, mi trabajo no es ajeno a la música, pero 26 // L'escalier

no me pagan por mi música. Yo soy productor musical e ingeniero en sonido. Como músico se invierte en el proceso de producción, si bien tengo el auspicio del Ministerio, al final del día los ingresos que representan un show o la venta de discos son menores a los egresos que involucran mover gente o un buen show, es una pérdida. No se puede ganar. Pero a la larga es lo que uno quiere hacer, no te van a convencer, es algo que te gusta y lo vas a hacer. ¿Crees que esto es algo bueno o malo? M.M: Sería bueno que los músicos pudieran ser más estables, eso ayudaría a elevar el nivel de la industria, pero a la par, es interesante saber que puedes hacer un par de cosas en la vida, tener otra especialidad, estudiar algo más... Aunque es un poco desalentador no poder dedicarte al 100% a lo que en realidad quieres hacer... Al tener esta dificultad ¿es una decisión difícil ser músico, se requiere mucha pasión? M.M: Sí, hay casos en los que resulta más difícil. Se de amigos que tienen hijos, familia, responsabilidades que son prioridad, antes que tocar un fin de semana. Es triste que de repente por circunstancias así cierta gente tenga que alegarse, pero no queda más que seguir adelante. Podemos enfatizar los problemas del oficio, pero mejor es divertirse. En este año hubo varias separaciones de grupos ecuatorianos. ¿Cuál creen que es la causa principal? M.M: Yo creo que es algo que pasa siempre, la gente se cansa y no se habla mucho de esto, sino, se priorizan otros aspectos; como "es difícil hacer música acá", parece que es solo eso y que somos unos pobrecitos víctimas. A mi ese discurso no me gusta, hay otras causas, la gente tiene problemas o quiere hacer otras cosas y es difícil continuar un proyecto si ya te esta sale caro y no hay buena vibra. Esto ha estado pasado siempre y no es necesariamente culpa del medio… Es cierto que está peor que antes, pero siempre ha sido parecido, pensar que la culpa la tiene solo la industria, me parece un poco ingenuo.


f. Francisco Almeida

"Me senté a hacer el proyecto como en el colegio, en excel, desvelándome, con cafecito, todo aplicado." ¿Cómo fue el proceso para prepararse para tocar en vivo? M.M: Fue bien extraño, porque el formato requiere que los intérpretes estén en segundo plano y lo primordial sea lo que está pasando en la computadora. Entonces el reto principal era que todo funcione bien y no simplemente hacer un playback raro. En lugar del clásico ensayo, nos reunimos a sacar tracks, sincronizar máquinas de ritmos. El proceso de ver qué cosa funciona. Ahora es una banda interactiva, más que solo estar ahí en el Milli Vanilli. Cuando eso estuvo claro para el octavo ensayo, era como “ahora sí, por primera vez, toquemos algo”. Fue divertido, era como la forma incorrecta de hacer las cosas, porque generalmente te la pasas ensayando para ir al estudio y grabar un disco, esta vez reinventamos todo para tocar en vivo. Antes de salir al escenario tienes miedo de que algo falle, ¿le pasan antes el antivirus a la computadora antes de salir? (risas) M.M: Sí, hay un montón de cables y cosas. Además trabajamos con una laptop que se dañó y solo funciona sin la batería (risas), no puede estar desconectada, ni apagada. Funciona perfecta a pesar de que está envuelta en cinta, pero hay que tener cuidado.

Cuéntanos sobre alguien que admires y que haya influenciado tu música. M.M: Más que intérprete o músico, siempre me ha gustado más el lado de la producción y usar el estudio para crear. Danger Mouse, me gusta mucho, está tocando en Broken Bells, produciendo Gorillaz, haciendo soundtracks y más. Admiro a este tipo de gente, George Martin, el productor de los Beatles, figuras que me parecen esenciales para estos procesos. ¿Hay alguna anécdota que quieran compartir con nuestros lectores? M.M: No he parado, desde que se acabó el disco y montamos el show. Ha sido viajar y viajar. Es ese sentimiento non stop. Hay algo que no te hemos preguntado y quieras compartir con nosotros. M.M: El disco va a estar disponible para su descarga libre desde diciembre en marleymuerto. com. Pague lo quiera, sino quiere pagar nada, no pague nada (risas). Si pudieran elegir un álbum que ya existe, ¿Cuál les hubiera gustado que fuera suyo? M.M: Sgt. Peper’s Lonely Hearts Club Band, Darck Side of The Moon o Mellon Collie and the Infinite Sadness, no se cuál primero. L'escalier // 27


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