1. ¿Por qué decidiste combinar las neurociencias con el arte? Hace 4 años sufrí un terrible accidente de tráfico que me obligó a estar inmovilizado por más de dos años. Durante el proceso de recuperación física sufrí ansiedad y angustia. Desde ese momento comencé a buscar de dónde venía el malestar llegando inexorablemente al espacio físico donde ocurren las emociones y los pensamientos. Durante el proceso de diagnóstico fui sometido a todo tipo de observaciones incluidos estudios de neurología. Al mirar las imágenes de mi encéfalo entendí que todo pasaba por ahí y que para llegar al anhelado bienestar debía realizar algún tipo de práctica terapéutica. Por aquel entonces, mi amigo y artista Luis González Palma me obsequió unos libros de budismo en donde se mencionaba en las virtudes de poner la mente en claro para enfocar el lugar donde proviene el malestar y así mitigarlo. Decidí realizar la consciencia plena de mi encéfalo figurando mi propio cerebro. Para esto utilicé las imágenes obtenidas de una resonancia magnética. Acto seguido, tomé un lápiz que había encontrado en la calle, papeles suaves que tenía para envolver regalos y empecé a dibujar de forma ininterrumpida los diferentes cortes que componen mi cerebro. El dibujar fue una forma de meditación y mientras lo hacía sentía alivio y tranquilidad.
2. ¿Cómo fue ese recorrido entre la concepción de esta idea y el momento en el que pudiste conseguir una beca para expresar tu profesión artística? Finalizar el mapeo completo de mi encéfalo llevó más de dos años. Durante ese tiempo estuve abocado de forma exclusiva al proceso de producción. A finales de 2017 decidí compartir la obra inscribiéndome en muestras colectivas e individuales. En marzo de 2018 inicié una residencia artística en Zona Imaginaria ubicada en San Fernando, Buenos Aires, facilitando la búsqueda de convocatorias dentro de la capital. A mediados de año recibí una llamada telefónica de Telma Satz, unos de los miembros que conforman la Beca Aída Aisenstein, comentando que había quedado seleccionado para el premio. A los pocos días me visitaron los integrantes de la beca y pude mostrar una parte de la obra y el espacio de producción. Al finalizar de la visita confirmaron la selección y días después