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MIRANDA hizo una pausa y mir243 hacia atr225s, luego dio lentamente una vuelta completa. Esto fue un gran error porque el lento latido de p225nico que se hab237a estado formando en su est243mago durante la 250ltima hora se convirti243 en un miedo total cuando se vio obligada a contemplar su completo aislamiento. No ten237a ni idea de d243nde estaba. No ten237a ni idea de ad243nde iba. Hab237a perdido todo sentido de la orientaci243n al alejarse r225pidamente de la avalancha en esqu237s y adentrarse en una ventisca que ahora hac237a que el avance fuera laborioso e incierto. Y, para empeorar las cosas, el anochecer comenzaba a impregnar el gran anfiteatro blanco que siempre le hab237a parecido tan gloriosamente libre y ahora parec237a terriblemente hostil.Gimi243 y se dio cuenta de que ten237a que hacer un esfuerzo para recordar que era una esquiadora experta, que lo hab237a estado haciendo durante veintid243s de sus veinticinco a241os. Pod237a m225s que afrontar el reto de las pistas negras. Con la nieve azotando como perdigones las partes de su cara que estaban expuestas, y limitando cualquier visi243n clara que pudiera ayudarla a orientarse, tendr237a que moverse lentamente y cruzar los dedos para ir en la direcci243n correcta.La ira dio paso a la autocompasi243n y esqui243 lentamente hacia un peque241o grupo de abetos que ofrec237an el 250nico alivio visual del paisaje desnudo y blanco como la nieve, apenas visible ahora que la luz segu237a desvaneci233ndose.Estaba perdida, sola, aterrorizada y muy posiblemente en camino a una cita con la Parca, y todo porque Freddie, su supuesto novio, no pod237a mantener sus inmaduras y errantes manos quietas. No contento con tenerla all237 con 233l, simplemente hab237a tenido que explorar el voluptuoso encanto de la chica italiana de dieciocho a241os que hab237a sido asignada a su chalet. Y lo que es peor, lo hab237an pillado haci233ndolo.191C243mo se atrev237a?Miranda se apoy243 en el tronco de un 225rbol y cerr243 los ojos. Tuvo que respirar hondo varias veces para contener su rabia o habr237a gritado a pleno pulm243n y, con su suerte, probablemente habr237a provocado otra avalancha.Su gorro de lana estaba empapado por la nieve. Nunca debi243 pon233rselo. Debi243 haberse puesto su fiel gorro impermeable en lugar de un gorro endeble simplemente porque hac237a juego con el resto de su equipo de esqu237. Ahora pod237a sentir la humedad penetrar en su cabeza. En cuanto al resto, estaba bien protegida con todas las capas de ropa necesarias, incluidos unos guantes gruesos e impermeables. Pero, 191cu225nto tiempo podr237a permanecer inm243vil antes de que el fr237o comenzara a hundir sus dientes a trav233s de las capas en busca de carne? Entrecerr243 los ojos en la luz moribunda y distingui243 vagamente un grupo de 225rboles bastante espesos, un peque241o y denso paraje que le proporcionar237a m225s protecci243n en caso de que fuera necesario pasar