Evaluación online: estrategias y herramientas para diseño, seguimiento y calificación de estudiantes

Evaluación online: estrategias y herramientas para diseño, seguimiento y calificación de estudiantes en red María Sánchez González www.cibermarikiya.com e-book | guías prácticas #evaluación #educación #elearning #virtualización #innovación #competenciasdigitales #diseño #online #actividades #seguimiento #calificación #estrategias #metodología #claves #herramientas #campusvirtual #webconferencia #cuestionarios #tareas #proctoring #docencia #universidad

María Sánchez González

Técnico de Innovación de la Universidad Internacional de Andalucía desde 2007, y profesora asociada doctora e investigadora en Periodismo en la Universidad de Málaga desde 2010.

Coordinadora del #MOOCecompetentes (Premio Tordesillas 2018) e impulsora de los #webinarsUNIA (Premio Club Marketing Málaga RSC 2017), entre otros proyectos, con amplia experiencia en la impartición de cursos y en la creación de recursos en red sobre e-learning, innovación educativa y competencias digitales para profesorado universitario y otros destinatarios.

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Sánchez González, María (2020). Evaluación online.

Estrategias y herramientas para el diseño del sistema, seguimiento y calificación de estudiantes en red. Guías prácticas. www.cibermarikiya.com

Sánchez González, María (2020). Evaluación online. Estrategias y herramientas para el diseño del sistema, seguimiento y calificación de estudiantes en red. Guías prácticas. www.cibermarikiya.com

1. Cómo diseñar nuestro sistema de evaluación online Una de las principales funciones del docente en actividades formativas virtuales (o virtualizadas de forma táctica), tiene que ver con la evaluación de los aprendizajes, mediante diversas actividades online, y la calificación de estudiantes en red.

Dicha función implica una serie de tareas antes, durante y después de los cursos, desde diseñar el sistema de evaluación e informar del mismo al alumnado hasta la configuración de actividades, la realización de la propia evaluación a partir de los indicadores fijados y la comunicación de sus resultados a cada estudiante.

A continuación, se proporcionan una serie de pautas de actuación en este sentido que los docentes de actividades formativas en red deben considerar.

No hay recetas universales, sino que como apuntan los expertos, la definición del sistema de evaluación de los aprendizajes del alumno (aspectos, criterios, momentos…) en un determinado curso depende de una serie de factores como la tipología de éste y la naturaleza de la materia, las competencias generales y específicas que se persigan, etc.

1.1. Pautas generales: la importancia de la evaluación continua No obstante, se proporcionan algunas pautas generales que deben tenerse en cuenta, relativas a la propia modalidad de los cursos y a su impartición a través de entornos de enseñanza-aprendizaje virtuales, que deben contemplarse en todo sistema de evaluación.

Así: ● Debe procurarse que la evaluación del alumno sea un proceso permanente y continuado a lo largo del curso y no se limite a una evaluación final a partir de los resultados de una determinada prueba o proyecto (que puede también, en caso necesario, implementarse, de forma presencial u online).

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● En dicho proceso de evaluación deben contemplarse, por tanto, distintos instrumentos o herramientas disponibles a través del campus virtual en cuestión o diseñados por el tutor cuyos resultados le aporten, en definitiva, datos o indicadores de diversa naturaleza que le permitan orientar al alumno durante su proceso de aprendizaje y contribuir a la consecución de los objetivos finales.

Pensemos, además, en problemas como el plagio o la suplantación de identidad derivado de ausencia de contacto presencial entre docente y estudiantes.

Es cierto que la tecnología ha evolucionado, con herramientas antiplagio incorporadas a las propias plataformas de enseñanza-aprendizaje online o el posible uso complementario de sistemas de proctoring, webconferencias y otras herramientas que luego veremos, y que pueden servirnos para evitarlo.

Pero la mejor receta es, como en docencia presencial, conocer a nuestros estudiantes y para ello se recomienda, siempre que sea posible y como venimos haciendo ya en muchas asignaturas y programas presenciales, un plan de actividades secuenciales y un seguimiento de los resultados obtenidos en estas.

Si el sistema de evaluación se ciñe a la realización de una serie de ejercicios o tareas finales, éstas pueden ser, llegado el momento, realizadas por otra persona que no sea el estudiante; pero si procuramos hacer un seguimiento y una evaluación continuada de éste a través de actividades que permitan medir sus progresos, conocer su perfil, fortalezas y debilidades de conocimiento, etc., solicitándole, por ejemplo, su participación en foros de debate, tendremos mayor convicción de que estamos siendo “justos” al ponerle la nota.

Este tipo de evaluación continua no es ni muchos menos una innovación propia del e-learning, y seguro que ya tienes experiencia en este sentido como docente “presencial” y, en ese caso, tienes mucho ganado.

Sí puede que lo sea, para ti, el entorno y las herramientas, pero como se explica más adelante, verás que lo importante reside, como en otros aspectos de la formación en red, en la planificación y en la comunicación con los alumnos de lo planificado.

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1.2. Aspectos evaluables: conocimientos y actitudes Para formación online conviene, según lo anterior, realizar un sistema de evaluación que incluya: ● Ítems de conocimiento: calidad de los mensajes y comentarios enviados a los foros, resultados de ejercicios y actividades requeridas a lo largo del curso y de exámenes o proyectos finales, etc.

Hay que tener en cuenta escoger y diseñar uno u otro tipo de actividades online (p.ej. respuesta a cuestionario con preguntas de opción múltiple, resolución de un problema o caso práctico, realización de un proyecto final, etc.) según la naturaleza de los contenidos a los que hagan referencias éstas y, sobre todo, según la finalidad de tales actividades y lo que se pretenda evaluar (qué objetivos, qué competencias...). ● Ítems de actitudes: acceso regular al curso en el campus virtual (lo que equivaldría a la asistencia en metodologías presenciales), participación regular en los foros y en otras actividades grupales, desarrollo de actividades voluntarias en red, etc.

Si se trata, además, de un curso semipresencial, parte de estos ítems pueden proceder de actividades realizadas en las sesiones presenciales, e incorporarlos luego a tu sistema de calificación online de la forma en que se indica más adelante.

Y si estamos ante un programa modular, como un posgrado compuesto por varios módulos formativos, independientemente de su modalidad también ayudará al estudiante que el sistema de evaluación sea similar en todos los módulos, al menos, en lo que respecta a cuestiones fundamentales (por ejemplo, repetición de una serie de actividades calificables a nivel modular, pesos similares en todas las actividades del mismo tipo en los distintos módulos…).

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1.3. Innovación en la evaluación: algunas ideas 1.3.1.De escalas a evaluación por competencias Si bien lo habitual es que el sistema de evaluación se realice sobre una escala numérica tradicional, de 0 a 10 o de 0 a 100, también existe la posibilidad de realizar esta evaluación por competencias (la mayoría de las plataformas de enseñanza-aprendizaje permiten insertar escalas de este tipo para valorar, así, los resultados de las actividades online).

1.3.2. Reconocimiento mediante insignias digitales Además, el docente (o incluso otros estudiantes), pueden conceder, como instrumento motivacional, insignias digitales por la realización de determinados hitos a lo largo del curso. Muchas plataformas de enseñanzaaprendizaje online de universidades y centros educativos pueden tener habilitada la opción de crearlas.

1.3.3. Evaluación por pares o coevaluación y rúbricas Y más allá de la evaluación que realice el docente correspondiente, siempre pueden proponerse sistemas de evaluación basados en evaluación por pares o coevaluación, en los que la nota asignada por otros puede tener un peso sobre la nota de esa actividad (si luego la supervisa el tutor y la evalúa también) o, al menos, poner en marcha un mecanismo de coevaluación como parte del proceso de desarrollo de proyectos (por ejemplo, sobre versiones beta), puntuando únicamente como requisito que cada evaluador haya hecho la evaluación sobre los trabajos de otros asignados conforme a los requisitos y plazos, y de forma que esta evaluación sirva a los compañeros para avanzar y mejorar el resultado final.

Si empleamos rúbricas con criterios de evaluación similares a los que luego el docente vaya a emplear para corregir, además de hacer más transparente el proceso de evaluación docente, el intercambio de rol de los estudiantes, de autores de proyectos a evaluadores, fomentará también el desarrollo de competencias transversales (ej. análisis crítico, toma de decisiones…) y dará seguro ideas, al visualizar buenas prácticas o soluciones implementadas por los demás, para la mejora de sus propios proyectos.

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Así lo vengo haciendo, en mi caso, con proyectos de reportajes infográficos en la asignatura Tipografía y Grafismo Digital de Grado de Periodismo de la Universidad de Málaga, donde los estudiantes evalúan por pares y sobre una rúbrica de evaluación que incluye espacio para observaciones cualitativas y sugerencias de mejora, lo que llamo “versiones beta”, prototipos de estos reportajes, que una vez reciben la evaluación de los compañeros, mejoran y me entregan para que califique. Es una asignatura presencial, pero el proceso de coevaluación se desarrolla a través del campus virtual (basado en Moodle), a través de foros por equipos donde cuelgan primero trabajos y luego rúbricas según el rol, y las entregas, tanto de las “beta” como de las versiones finales, se realizan también online, devolviéndoles yo luego de forma individual y a través de una tarea, una evaluación detallada, con notas y comentarios.

Extracto de espacio de la asignatura en el campus virtual, con la ficha-rúbrica para la coevaluación de versiones beta de reportajes, foro para compartir resultados de ésta y tarea para entrega final.

Esta metodología tiene muy buena acogida atendiendo a las respuestas de los estudiantes en la encuesta de valoración final de la asignatura, y evita además que acudan a revisiones, porque todos saben el porqué de su nota en este proyecto y de la calificación global en la asignatura, puesto que el resto de calificaciones de las actividades evaluables (obligatorias y opcionales), recogidas en la guía docente de la asignatura, también las voy reportando, de forma comentada, sobre cada una de las tareas online, y luego todo queda, ponderado conforme a los pesos predefinidos, disponible para su comprobación personal desde el libro de calificaciones.

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El citado ejemplo muestra como las TICs y el campus virtual puede ser también una excelente herramienta al servicio de la evaluación personalizada de estudiantes en procesos de enseñanza-aprendizaje presencial.

Y si ello es así, en programas semipresenciales o totalmente virtuales, en los que no siempre existe en contacto físico con el alumno para tutorías y revisiones, hay que insistir en esta idea: las plataformas de enseñanza aprendizaje online deben ser nuestro “cuadro de mando” en el seguimiento y evaluación de estudiantes en red.

A continuación, vemos cómo trasladar el sistema de evaluación definido a este entorno, empleando, cuando lo requiramos, herramientas complementarias.

1.4. Transparencia, comunicación a los estudiantes y coherencia

Una vez definido nuestro sistema de evaluación, deberá recogerse en la correspondiente guía didáctica de la asignatura/programa, que funciona, en este sentido, como carta de compromiso con nuestros estudiantes, de ahí la importancia de reflexionar y planificar, con tiempo, sobre nuestro sistema de actividades y evaluación.

Prácticamente cualquier actividad “convencional” puede, como veremos ahora, trasladarse a espacios virtuales. Lo importante, al hacer la guía, es “ponerse en el lugar” de los estudiantes, de forma que como también veremos exista una correcta secuenciación y temporalización de las actividades, sin llegar a saturarlos, calculando el tiempo de dedicación que va a llevarles cada una (¡en docencia online, 1 ECTS= 25/30 horas de trabajo del estudiante!), y siendo transparentes en cuanto a su papel y pesos en el sistema de evaluación (obligatorias/optativas; % de nota final…).

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1.5. Algunas ideas para “digitalizar” actividades En la siguiente tabla, de elaboración propia, recojo algunas ideas de actividades evaluables en red (izquierda) y las posibles herramientas online necesarias para su desarrollo y evaluación (derecha).

La inmensa mayoría están disponibles desde los espacios de las asignaturas en el campus virtual (muchos integran ya herramientas de webconferencia), o pueden realizarse, “expandiendo esta aula virtual” y dando acceso a las mismas desde estos espacios, con herramientas gratuitas online de manejo sencillo (sistemas externos de webconferencia, redes sociales…).

TIPO DE ACTIVIDAD

HERRAMIENTA ONLINE

Entregas de actividades de desarrollo, como resolución de problemas y casos prácticos, comentarios de texto, parte de proyectos, etc.

Tareas (opción de adjuntar uno o varios archivos online), previa subida de documentos con indicaciones, plantillas y material necesario online, y habilitando cuando corresponda opción antiplagio.

Aportaciones sobre temas relacionados con la asignatura: actualidad, debates...

Foro online, redes sociales o webconferencia en directo, dependiendo del tipo de debate.

Exposiciones de estudiantes

Webconferencia en directo (con cámara y micro para estudiantes), vídeos entregados online vía foros, o tareas, etc.

Laboratorios de prácticas

Webconferencia, con prácticas guiadas (compartiendo aplicaciones en pantalla) y, en su caso, videotutoriales u otro material + espacios para entregar online (tareas).

Test de autoevaluación, pruebas parciales/finales de carácter objetivo y exámenes de desarrollo…

Cuestionarios online. Recomendados para preguntas de opción múltiple, verdadero/falso y otras de calificación automática (*las preguntas de desarrollo requieren calificación manual, así que mejor emplear tareas u otras vías). Según el

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objetivo se configurarán de una u otra forma. Por ejemplo, no es lo mismo que sean test para que el alumno valore su nivel de conocimientos o se prepare de cara a una prueba final (ahí podremos dejar mayor número de intentos y abrirlos sin límite de tiempo), que un examen parcial tipo test evaluable (en este caso conviene limitar el tiempo para su resolución y el número de intentos, incluir una gran base de preguntas para que luego sean aleatorias…, etc. además de limitar el peso que este tendría en la evaluación).

Proctoring. También se pueden usar sistemas de este tipo que, mediante reconocimiento facial, bloqueo de los equipos más allá de la pantalla de realización de la prueba y toma de instantáneas, evitan malas prácticas.

Soluciones creativas- híbridas: webconferencia + campus virtual/ documentos en la nube. Como alternativa a lo anterior, puede que podamos también hacer exámenes o pruebas parciales orales por webconferencia, si nuestro número de alumnos es limitado, uno a uno. O emplear el sistema de webconferencia como “vigilancia”, de forma que el estudiante comparta cámara y pantalla de su equipo mientras realiza exámenes o pruebas realizadas a través de herramientas del campus virtual (ej. Cuestionarios para pruebas objetivas) o incluso, a través de la nube (¿qué tal exámenes de desarrollo a cumplimentar sobre un documento compartido vía Drive, de manera que podamos controlar cómo el estudiante va respondiéndolo a tiempo real?)

A veces se requerirá de la combinación de varias herramientas de las citadas para las distintas fases de un mismo tipo de actividad evaluable, ya sea para evaluación continua, ya sea para evaluación final, donde pueden aplicarse alguna de las soluciones comentadas arriba.

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Es lo que me ha sucedido con otra de las asignaturas que vengo impartiendo en el Grado de Periodismo de la Universidad de Málaga (Estrategias de comunicación y análisis prospectivo).

Mi sistema de evaluación continua se basa, además de una parte de aprendizaje por proyectos, en el método del caso. Una vez abordado determinado contenido en clase, a través del campus virtual les dejaba las indicaciones para resolver un caso práctico relacionado con ello, de forma individual o grupal según los casos, respondiendo a una serie de preguntas y entregándolas online (a través de una tarea), antes de una sesión presencial en grupos reducidos donde poníamos en común y debatíamos las respuestas.

La evaluación de cada caso práctico se realizaba de forma que un primer tramo de la nota se obtenía por la mera entrega del caso, uno segundo por la calidad de las aportaciones, y un tercero (calificación máxima), si sus intervenciones en el debate del aula eran de las más destacadas, pidiendo para ello a los estudiantes, tras cada sesión, que hicieran una autocandidatura por escrito argumentando si eran merecedores o no de ese máximo. Es un sistema que aprendí en una formación de profesorado universitaria, adopté a mis necesidades y me está funcionando muy bien: además de contribuir a una mejor comprensión de la teoría, desarrollan competencias básicas imprescindibles (análisis, resolución de problemas, toma de decisiones, aprendizaje colaborativo, habilidades comunicacionales…) y muy ligadas al propio temario de la asignatura, sobre gestión estratégica, innovación y prospectiva.

Con la expansión del Coronavirus en marzo de 2020 en España y la forzada virtualización de las clases, me encontré con que buena parte del trabajo, al venir usando ya el campus virtual, estaba realizado. Tenía, eso sí, que adaptar las sesiones de debate, y para ello opté, manteniendo los mismos sistemas y plazos de entrega para respetar al 100% la guía docente, por organizar sesiones por webconferencia para, bajo mi moderación, como en el aula, poner en común y debatir sobre los casos. Incluí luego una nueva tarea en el campus virtual para recoger las postulaciones, y el sistema de evaluación global, comentarios incluidos, continúa realizándose de forma personalizada online, como antes de esta virtualización.

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Distintos momentos de la grabación de la sesión de puesta en común del caso referenciado arriba, celebrada vía Google Hangout Meet en abril de 2020: trabajo colaborativo y síncrono de estudiantes, usando Drive, sobre una de las preguntas e intervención en el debate de un alumno, con cámara y micro, respectivamente, mientras otros iban comentando en el chat.

Extracto del campus virtual donde se muestran todos los recursos asociados a uno de los casos prácticos (enunciado, tarea para la entrega, grabación de sesión de debate…)

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Buena parte de las herramientas anteriormente citadas en la tabla pueden servir como decíamos también para la evaluación final online.

Siguiendo con la misma asignatura de Estrategias, la mayoría de los estudiantes matriculados han optado por seguir el sistema de evaluación continua. Pero tengo también “estudiantes no presenciales”, algo que puede ocurrir también en programas de posgrado o similares en los que se ofrezca “doble modalidad”. En mi caso, según lo recogido en la guía docente antes del COVID-19, la evaluación de estos estudiantes se realizaría mediante un examen teórico-práctico (preguntas cortas y resolución de un caso práctico), que podría “virtualizarse”.

Al ser pocos, habrá que valorar si se requiere de un sistema de proctoring (con todo lo que ello implica, al margen de tener la herramienta disponible, de adaptación para los estudiantes y para mí), o podría hacer el examen mediante soluciones más creativas, como webconferencia en directo, previa comprobación de la identidad del estudiante y con un plano abierto que me permitiera vigilar su entorno en directo, empleando incluso su teléfono móvil, por ejemplo, también, como segunda cámara de vigilancia, de la forma que exponíamos en la tabla anterior. Y si optara por modificar la guía docente y encargarles, si fuera posible y conveniente -lo comento como supuesto- un proyecto como sustituto del examen completo o de la parte práctica de éste, por ejemplo, podría usar el campus virtual para suministrarles una guía/ instrucciones y habilitarles luego una tarea para las entregas, con la opción antiplagio activada.

Al tomar este tipo de decisiones, además de la vertiente tecnológica y didáctico-metodológica, así lo sugerían en estas semanas del COVID expertos y técnicos de distintas universidades españolas a través de la iniciativa #LaUniversidadencasa puesta en marcha por la CRUE en marzo de 2020, con motivo de la necesidad de virtualización de la docencia universitaria, es esencial considerar también el perfil del alumnado, puesto que, más aún en situaciones sobrevenidas, algunos pueden carecer de equipamiento necesario, residir en entornos de baja conectividad o tener necesidades educativas especiales.

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El portal, desarrollado por la CRUE en colaboración con varias universidades españolas, está accesible desde esta dirección: https://www.uned.es/universidad/inicio/uned_uoc_solidaria.html

Respecto a este último aspecto, cuidar, como con los materiales de aprendizaje, la forma de plantear las actividades y el sistema de evaluación, haciéndolos inclusivos y accesibles a distintos perfiles y circunstancias de los estudiantes, es también esencial.

1.6. Funcionalidades para calificar en el campus virtual (Moodle) En cualquier caso, y volviendo a los ítems o aspectos de evaluación anteriormente citados, estos pueden recabarse, dependiendo de su tipología, a través de varios instrumentos o herramientas en el caso de plataformas de enseñanza-aprendizaje online construidas sobre, por ejemplo, Moodle, como sucede en buena parte de las universidades y centros educativos.

Entre ellos: ● Moodle incorpora una serie de herramientas que proporcionan datos objetivos e informes sobre la asistencia del alumno al curso, su acceso/visualización de los distintos recursos y su participación en las distintas actividades grupales. ● También Moodle recoge y ofrece al tutor los resultados y calificaciones de aquellas actividades para las que, durante su creación y configuración en el campus éste estableció un tipo de calificación y/o unas ponderaciones determinadas, según las cuales se muestran los resultados al alumno, una vez las haya realizado, de forma automática (esto es, actividades interactivas autoevaluables como cuestionarios, SCORM...).

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● Para otras actividades que requieren una calificación manual de sus resultados por parte del docente (tareas, cuestionarios de preguntas de desarrollo, etc.), el campus virtual integra, dentro de tales actividades, espacio que permite a los tutores visualizar y corregir lo entregado por los alumnos y agregar la nota que consideren.

Es fundamental que el docente proporcione al alumno de forma clara, a través de las propias actividades o, como se comentó, de la guía didáctica correspondiente, cómo van a ser evaluadas éstas, qué va a tenerse en cuenta, etc.

Con ello se promueve que los propios estudiantes desarrollen capacidad crítica para autoevaluar sus resultados antes de hacer llegar dichas actividades al tutor y, en síntesis, se consigue que la evaluación esté al servicio del aprendizaje.

2. Propuesta de acciones para la evaluación inicial o diagnóstica, continua y final o global de los alumnos en e-learning 2.1 Acciones para la evaluación inicial o diagnóstica Resulta vital que el tutor se informe, al empezar el curso, del nivel de conocimientos y/o las motivaciones y expectativas de los alumnos para realizarlo. Dicha información puede obtenerse haciendo uso de distintas herramientas y recursos del campus a través de una serie de actuaciones como las siguientes: ● Contacto informal con los alumnos al principio del curso, mediante un foro o similar, solicitándoles a través de una serie de preguntas que expresen las razones por las que hacen el curso, qué esperan del mismo, etc.

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Por ejemplo: "¿qué esperas del curso? ", "¿cuáles son los contenidos que más te interesan?", “¿has trabajado sobre esta materia, tienes experiencia en… o es nueva para ti? ", "¿qué posibilidades ves para tu desarrollo profesional?”, etc.

Hay que tener en cuenta que este mensaje no puede lanzarse, si estamos en Moodle, a través del foro de novedades ya que este no permite a los alumnos responder.

Lo óptimo es crear un foro de uso general (“Foro de Presentación”) y suscripción obligatoria donde los alumnos sí puedan publicar respuestas, ya que así además esta información estará compartida y servirá de presentación individual para el resto del grupo. ● Cuestionario de diagnóstico inicial. Si deseas obtener una información más concreta y sistematizada, puede plantear la realización de un cuestionario con preguntas dirigidas a recabar sus expectativas y motivaciones.

También si lo que se requieres es evaluar el nivel de conocimientos de los alumnos antes del inicio del curso, para comprobar si alcanzan los requisitos de competencias oportunos y orientar su impartición o proveer de recursos complementarios en función de ello puede realizarse un Test de Nivel Inicial, planteado bien como un cuestionario independiente, bien como actividad incluida en el apartado de Requisitos de Acceso de la Guía Didáctica del Curso.

Habrá que indicarles claramente, al darles la bienvenida a través del foro de novedades, que realicen, en cualquier caso, dichos cuestionarios, y proporcionarle indicaciones acerca de cómo hacerlo y de la finalidad de los mismos.

A partir de los resultados generados de dicha evaluación inicial el docente proporcionar a cada alumno una orientación sobre el modo en que debe enfocar su trabajo, facilitarle recursos complementarios que le interesen especialmente (motivaciones o expectativas) o sobre los que necesite afianzar conocimientos (nivel de competencias), etc.

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2.2. Acciones para la evaluación continua del proceso de aprendizaje Desde la perspectiva del docente, la evaluación continua es el seguimiento del proceso de aprendizaje de sus alumnos a través de la valoración de los resultados del estudiante en los ejercicios y tareas obligatorios, así como de su participación en aquellas otras actividades de carácter complementario que se propongan a lo largo del curso.

En función de los casos: a) los resultados de estas actividades las proporcionará y registrará el propio campus virtual de forma automática (por ejemplo: cuestionarios interactivos de opción múltiple, etc.). b) mientras que en otros será el tutor el que deberá evaluarlas y calificarlas de forma manual, en base a los indicadores/aspectos correspondientes previamente definidos y comunicados al alumno.

De uno u otro modo, conviene realizar una serie de actuaciones relacionadas con esta evaluación continua: ❏ Combinar actividades objetivas de autoevaluación como test al final de los principales bloques del curso con otras de desarrollo que requieran de la guía del tutor para realizarlas y de sus comentarios y orientación al evaluarlas (resolución de problemas o casos prácticos, proyectos, etc.). ❏ Proponer tareas complementarias, además de las incluidas en la programación inicial del curso para el conjunto del grupo, según las necesidades individuales de cada alumno, que nos permitan además valorar sus actitudes (motivación, interés, etc.). ❏ En el caso de foros de debate u otras actividades grupales, recoger y valorar las aportaciones de los estudiantes en estas actividades. ❏ Orientar a los alumnos sobre el orden y tiempo que deben dedicar a cada actividad y sobre aquellos aspectos relevantes para su realización (ello puede hacerse tanto en los apartados de Actividades y Temporalización de la guía didáctica del módulo como proporcionando ayuda integrada en estas propias actividades, a través por ejemplo de una descripción en el campo de “Introducción”).

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❏ Felicitar, en general, a los alumnos por sus aciertos (refuerzo positivo) y animarlos a seguir cuando hay errores (motivación).

Igualmente importante es realizar un seguimiento del progreso de la actividad de los estudiantes online para comprobar si han accedido, visualizado los materiales o entregado las actividades, reforzando cuando sea necesario, con una comunicación personalizada a través del sistema de mensajería privada o de los foros del curso, su avance en el curso.

Plataformas de enseñanza-aprendizaje como Moodle integran opciones que facilitan ese seguimiento. Así, desde el listado de participantes puede comprobarse la fecha de último acceso, desde las propias actividades se ve el estado de su realización/entrega, y desde Informes puede verse la actividad global de los estudiantes, o de una persona en concreto, sobre el curso o sobre determinado recurso/actividad del mismo.

Yendo más allá existe también la posibilidad de crear itinerarios prefijados y activar “condiciones”, de forma que, por ejemplo, hasta que los estudiantes no visualicen determinado recurso o entreguen/ realicen determinada actividad, que consideremos deben hacer antes, no se muestre lo siguiente.

2.3. Acciones para la evaluación global y final Una vez concluido el proceso de formación del alumno (a la finalización del curso, o antes, si éste ya ha finalizado todas las tareas pertinentes y el tutor ya tiene tales resultados y, en su caso, los de otros indicadores actitudinales), éste debe proceder a la ponderación de las calificaciones y a la emisión de la nota global del curso.

Como vimos, resulta relevante comunicar de forma individual a cada alumno sus resultados, sin que éstos se limiten a la calificación numérica final, proporcionándole una evaluación cualitativa, indicándole el porqué de dicha nota, sus puntos fuertes y aquellos que debe mejorar.

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En el caso de Moodle, el propio campus virtual incorpora una especie de Libro de Calificaciones (normalmente en columna izquierda del curso), donde aparecen, por alumno, los resultados obtenidos en las distintas actividades calificadas online (tanto las de calificación automática como las puntuadas manualmente por el docente). Cada alumno sólo verá sus notas.

Este Libro de Calificaciones funciona como una hoja de cálculo, de forma que podemos insertar fórmulas para la obtención de la nota final según nuestro sistema de calificación (otorgando pesos a cada actividad), agregar ítems de calificación manual para incluir, en el cálculo, aspectos que no tienen que ver con el resultado de actividades concretas del campus sino con cuestiones tales como la participación del alumno durante el curso o la asistencia, en su caso, a sesiones presenciales.

Extracto de libro de calificaciones de mi asignatura Tipografía y Grafismo Digital, con las tareas sobre las que evalúo cada actividad organizadas por categorías, y ponderadas de forma que el alumno vería, a la derecha, las notas parciales de cada actividad y categoría y la nota final ya ponderadas.

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También dicho Libro de Calificaciones puede exportarse en Excel, para una manipulación manual del mismo e, incluso, volcar esos resultados directamente, según la universidad, a la aplicación oficial de notas de Ordenación Académica.

2.3.1. Más consejos sobre las Calificaciones en el campus virtual Al utilizar el libro de Calificaciones de tu campus virtual conviene tener en cuenta, por tanto: •

Comprobar que todas las actividades que queramos evaluar estén configuradas con la escala de calificación y las ponderaciones oportunas (si usamos la misma escala para todas las actividades será más fácil luego obtener los cálculos correctos en el boletín de calificaciones, por ejemplo, sobre 10 o sobre 100). Igualmente es muy importante que, cuando creemos una nueva actividad después de haber configurado el libro de calificaciones nos aseguremos de incluirla en la categoría correspondiente, y lo mismo a la inversa, esto es, habrá que repasar y actualizar la configuración, señalando la categoría oportuna, de actividades creadas con anterioridad a la configuración de este libro de calificaciones.

•

Aunque el libro de calificaciones permite ocultar a los alumnos hasta determinada fecha las notas de actividades o de las categorías que te interese (imagina por ejemplo que hasta que no cierres un tema no quieres que vean sus resultados en el mismo ponderados), en el caso de las tareas, una vez el profesor califique las mismas los alumnos, salvo que las pongamos invisibles, podrán ver dichas calificaciones pulsando desde la columna central sobre la actividad en sí, y en el de los cuestionarios dependiendo de cómo los hayas configurado, también podrán hacerlo. Es necesario por tanto que ambas configuraciones sean coherentes. Si un cuestionario en particular está configurado para que los alumnos vean las calificaciones sólo cuando se cierre el cuestionario, eso ocultará automáticamente el elemento de calificación correspondiente. Lo mismo pasará con las fechas límite de entrega de las tareas.

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•

Se trata por tanto de que como profesor vayas mostrando las calificaciones conforme te interese (en general es preferible controlar la visibilidad o invisibilidad de forma manual –abriendo y cerrando el icono del ojito-, una vez repasado que todo aparece correctamente, configurado las ponderaciones oportunas, etc. (poner un rango de fechas es demasiado exacto…). Así consigues, en síntesis, que los alumnos vayan teniendo, en función de cómo te convenga, sus calificaciones correctamente ponderadas accesibles desde Calificaciones durante el curso o al final.

•

Por último, el docente puede valerse de las herramientas de comunicación del Campus Virtual para ir informando a los alumnos de las novedades con respecto a sus notas. Así, conforme vaya actualizando el libro de calificaciones (por ejemplo, las del primer tema) puede ir informándoles desde el foro de novedades de ello, indicándoles el modo de consultarlo y animándolos a continuar progresando.

En las páginas oficiales de Moodle.org hay documentos de ayuda, como este tutorial sobre el Libro de Calificaciones de Moodle (versión 2x): https://docs.moodle.org/all/es/28/Libro_de_calificaciones

3. A modo de resumen: Claves para la evaluación de cursos online Si queremos contemplar la evaluación como elemento motivador del aprendizaje debemos procurar que ésta, según se recoge por ejemplo desde hace tiempo en el modelo de enseñanza-aprendizaje virtual de la Universidad Internacional de Andalucía, en cuya Área de Innovación desarrollo también mi labor, reúna características como las siguientes (Sánchez González, 2008):

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Sánchez González, María (2020). Evaluación online. Estrategias y herramientas para el diseño del sistema, seguimiento y calificación de estudiantes en red. Guías prácticas. www.cibermarikiya.com

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Proceso permanente. A través de una serie de acciones concretas al inicio (p.ej. test de nivel inicial), a lo largo del curso (tareas periódicas) y una vez finalizado éste (pruebas o proyectos finales).

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Multidimensional. Contemplando distintos ítems de habilidades y conocimiento en función de las competencias (calidad de los mensajes y comentarios enviados a foros, resultados de ejercicios y tareas a lo largo del curso y de exámenes o proyectos finales, etc.,), y considerando, más allá, ítems actitudinales como el acceso regular al curso a través del Campus (equivalente a la asistencia en modalidad presencial), la participación regular actividades grupales como foros o el desarrollo de tareas individuales voluntarias. No limitándonos a valorar determinados resultados finales se promueve el aprendizaje continuado del alumno y se incentiva su participación activa en el curso, el intercambio de ideas y, en última instancia, el aprendizaje colaborativo. Pero además, se posibilita, con ello, que los tutores conozcan su perfil, puntos fuertes, etc. y se evitan fraudes como la suplantación de identidad propia, en ocasiones, de entornos virtuales de aprendizaje.

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Registro automático. La inclusión de determinadas actividades interactivas en el curso permite a los alumnos comprobar su nivel de progresos y sus resultados de forma inmediata y automática, sin esperar la corrección del tutor, al tiempo que, tanto estos resultados como los de aquellas actividades de calificación manual activas quedan almacenados y accesibles, en todo momento desde el Campus.

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Personalizada. Junto a los resultados numéricos, los tutores incluyen una serie de valoraciones cualitativas, tanto en las correcciones de las distintas actividades planteadas a lo largo del curso como al comunicar los resultados finales mediante el envío de un boletín personal de calificaciones en el que se refuerzan los logros del alumno y se le proporciona, como vimos al referirnos al seguimiento, orientación acerca de los aspectos sobre los que mejorar o profundizar.

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Sánchez González, María (2020). Evaluación online. Estrategias y herramientas para el diseño del sistema, seguimiento y calificación de estudiantes en red. Guías prácticas. www.cibermarikiya.com

Referencias Documentación sobre la herramienta Calificaciones de Moodle. En Moodle.org. <http://docs.moodle.org/es/Calificaciones> FAQs de Calificaciones. En Moodle.org <http://docs.moodle.org/es/FAQ_de_calificaciones> Sánchez González, M. (2008). “La apuesta por el uso de las TIC y el e-learning como herramientas para el aprendizaje del alumno en el marco del EEES. El caso de la Universidad Internacional de Andalucía”. XI Congreso Internacional EDUTEC 2008: Las TIC puente entre culturas: Iberoamérica y Europa. Santiago de Compostela, 3 al 5 de septiembre. Presentación en: http://www.slideshare.net/innovaciondocenteunia/la-apuesta-por-el-uso-delas-tic-y-el-elearning-como-herramientas-para-el-aprendizaje-del-alumno-en-elmarco-del-eees-el-caso-de-la-universidad-internacional-de-andaluca Sánchez González, M. (2009). Módulo de Seguimiento, tutorización y evaluación de alumnos a través del Campus Virtual de la UNIA. En Aula Virtual de Profesores, Ed. III <https://eva.unia.es/course/view.php?id=663>

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