0 Con ocasión de que en el presente año, hemos celebrado el sesquicentenario del Combate del “2 de mayo” debemos tener presente que en nuestra historia, relacionada con la independencia, hay tres hechos históricos trascendentales: Primero nuestra independencia, que permitió la desaparición del virreinato del Perú por la convergencia de diversas fuerzas libertadoras y la acción de sus propios hijos, la misma que culminó el 28 de Julio de 1821. El segundo, la Batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, en que el virrey La Serna firmó la capitulación; sin embargo la generosidad peruana hizo que se incluyera en uno de sus estipulados el pago a España de una fuerte suma de dinero, lo que a la postre representaría para el Perú “la deuda de la independencia”, deuda que nuestro país, posteriormente, se negó a pagar y que sirvió de pretexto para España para no reconocer al Perú como nación soberana. Ello motivo el rompimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, motivo por el cual años más tarde específicamente el 10 de agosto de 1862 zarpa de Cádiz hacia América del Sur la “Escuadra Española”, con el fin aparente de llevar a cabo estudios científicos, sin embargo el propósito era enviar una suerte de expedición de “cobranza coactiva” por deudas no pagadas por el Perú a España. Y el tercer hecho, que permitió que los españoles se retiraran definitivamente de América del Sur, luego de pretender recuperar su dominio mediante el combate del 2 de Mayo de 1866, también llamado el “Combate de los cañones”, porque fue un intercambio de fuegos de cañones, pues no hubo ningún enfrentamiento terrestre, por ello las baterías de Artillería emplazadas a lo largo de la playa chalaca jugaron un rol vital, evitando que los fuegos del enemigo se concentraran en otros objetivos del puerto. En este contexto fue vital la previsión del presidente don Ramón Castilla, quien en 1859, envió a Europa al Crl Francisco Bolognesi para que se perfeccionara en el arma de Artillería y a la vez le encargó la compra de cañones y fusiles con ánima rayada para el uso del Ejército Peruano.
EDICIÓN :
JCLAY B.
El Crl Bolognesi regresó al Perú en febrero de 1862, trayendo en total (54) cañones, entre ellos los BLAKELY Y LOS ARMSTRONG, en ese momento los cañones más poderosos del mundo. El Combate del 2 de Mayo de 1866 evidenció que la victoria fue el resultado de dos factores: primero, el patriotismo, valor y sacrificio del pueblo que unido a sus Fuerzas Armadas, combatieron y vencieron al enemigo; y el segundo, la capacidad de las armas disponibles. Uno de los factores no es suficiente para vencer.
Julio Benjamín Arévalo Moscoso Legionario Presidente LEARPE