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Señores Legionarios En esta oportunidad deseo dirigirme a los nuevos legionarios, integrantes de la Promoción CXXII Escuela Militar de Chorrillos “Coronel Francisco Bolognesi”, Capitán de Caballería Edwin Rudy Cáceres Silva, a manera de darles la bienvenida a la Legión de Artillería. Estimados alféreces, tienen la ventura de iniciar su carrera como oficiales del arma de Artillería en un año muy especial para los todos los integrantes de nuestro querido Ejército. Este año celebraremos el bicentenario del nacimiento de nuestro patrono del Ejército, el ínclito coronel don Francisco Bolognesi, quien nació en Lima el 04 de noviembre de 1816, siendo aún un niño fue conducido por sus padres de Lima a Arequipa, donde cursó su instrucción secundaria. A raíz de la muerte de su padre, dejó los estudios y se dedicó a trabajar, demostrando gran dedicación logrando escalar puestos rápidamente. A los 19 años ya era contador. El 22 de julio de 1844, le tocó presenciar la batalla de Carmen Alto, librada en una localidad vecina a Arequipa, acción en que las fuerzas del general Castilla derrotaron a las del gobierno de facto del general Manuel Ignacio de Vivanco. ocasión en la que casi paga con la vida su tremendo arrojo, de cruzar montado a caballo, la distancia que separaba a ambos contendientes, al ser derribado de su cabalgadura por una descarga cerrada.
EDICIÓN :
JCLAY B.
En 1853 se alista en el ejército nacional, con el grado de Teniente Coronel, confiándosele el mando de un regimiento de caballería. En 1856, manteniéndose fiel al gobierno del general Castilla, comando a la artillería durante la guerra civil. Participó en el sitio y asalto a la ciudad de Arequipa del 5 de marzo de 1858 y resultó herido de dos balazos en el muslo derecho, en el combate librado en el fuerte Santa Rosa. El 27 de marzo de 1858 fue ascendido al grado de coronel. En 1859, asistió a la campaña del Ecuador. Luego el gobierno del general Castilla, que le profesaba singular afecto, lo envía a Europa para que se perfeccionara en artillería y a la vez le encargó la compra de cañones y fusiles con ánima rayada para el uso del ejército peruano. Regresó al Perú en febrero de 1862, trayendo en total 54 cañones, En 1865 viajó nuevamente a Europa, con la misión de adquirir los poderosos cañones Blakely, los mismos que envió al Perú, mientras que continuaba negociando la adquisición de fusiles Comblain. Aquellos cañones Blakely serían usados durante el combate del 2 de mayo de 1866, el coronel Bolognesi no alcanzó a pelear en dicho combate, por hallarse en ese momento en Guayaquil, en pleno viaje de retorno.