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Appolo, un cachito de la aviación en casa
from Emisión LVA-13
“Appolo, UN CACHITO DE AVIACIÓN EN CASA”
Por: Dante Finotello
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En algún momento, como amantes de la aviación, hemos deseado poseer un artículo obtenido directamente de una aeronave, desde algo sencillo como el tarjetón de seguridad, hasta cosas más complejas como los asientos, componentes de los motores o incluso partes del fuselaje.
Estos artículos pueden adquirirse para formar parte de una colección, como uso decorativo o incluso para darle un uso práctico en el hogar u oficina.
Si bien uno pensaría que conseguir estos productos son muy complicados y costosos de conseguir, esto está a punto de cambiar.
En esta ocasión, el equipo de La Voz Aviación tuvo la oportunidad de realizar una entrevista a Miguel Ángel Sánchez Gámez, director general de Appolo Aircraft. Acompáñanos a conocer su historia y las experiencias que Appolo tiene para ofrecer.
Emisión - ¿Cómo nace tu entusiasmo por la aviación?
Miguel Ángel - Es una pregunta muy emotiva. Llevo casi 10 años en esto, pero desde niño siempre tenía esa fascinación por los aviones. De hecho, al día de hoy tengo la fortuna de que todavía me toca ver la aproximación de las aeronaves al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y siempre que escucho un motor de avión, volteo al cielo y trato de identificar qué aeronave es y la aerolínea. Esto nace porque me ha parecido muy interesante la forma en la que vuelan los aviones, cómo algo tan grande e inmenso puede sobrevolar por todo el mundo y nos permite trasladarnos a cualquier parte; eso hace mi entusiasmo mucho más fuerte. Cuando tenía 15 años, decidí estudiar Técnico en Mantenimiento Aeronáutico en el Instituto Politécnico Nacional y, posteriormente, seguir en la carrera de Ingeniería en Aeronáutica, me especialicé en el extranjero en la industria aeroespacial, pero la aviación siempre ha sido mi mayor pasión en el mundo.
E - ¿Por qué “Appolo”? ¿Cómo surge la idea?
M.A. - Appolo surge debido a que sabemos que el Dios Apolo es el dios de la sabiduría y de los aires en la mitología griega. Además, Apollo ha sido una palabra muy utilizada tanto en la aviación como en la ámbito espacial. Sin embargo, nosotros Appolo lo escribimos diferente, con doble ‘p’ y una ‘l’. “App” porque hace referencia a las aplicaciones diversas en las que puedes hacer uso del mobiliario y de las piezas de arte que elaboramos.
Además de que buscamos una simplicidad en nuestro logotipo, los patrones solamente son líneas y círculos, tratamos que fuera un estilo muy minimalista y elegante al momento de verlo, por eso el color dorado. Y entre las ‘p’ se forma el símbolo de infinito, porque no llega el periodo final de vida de las piezas que nosotros trabajamos, sino que buscamos darle un flujo constante y hacemos estas creaciones. En nuestra imagen, la palabra “aircraft” la dividimos en dos: “Air” por la parte de aire y “Craft” porque lo que hacemos propiamente es “craft”. Ese es el origen del nombre de nuestra empresa.

E - ¿Fue difícil iniciar este proyecto?
M.A. - Bastante. Pero sobre todo también esto muestra cómo podemos afrontar ante las adversidades los retos que tenemos en la vida. Nosotros empezamos este proyecto en uno de los momentos de mayor crisis en, por lo menos, los últimos 100 años ya que nos encontramos en un evento que cambió nuestra forma de vida, cambió la forma en la que nos movemos, en que vivimos nuestro día a día, pero también en México se dio un salto total a nuevas industrias o en algunos proyectos que jamás se habían dado. Fue difícil ya que al día de hoy seguimos en pandemia, sabemos que la aviación fue uno de los sectores más golpeados a nivel económico y social a nivel mundial. Desafortunadamente, vimos que muchas aeronaves dejaron de volar durante mucho tiempo y vimos caer aerolíneas, así que mi socio (Alejandro Reyes Matías) y yo, quienes fundamos este proyecto, nos dimos a la tarea de buscar un nicho de esperanza ante toda esta situación.
Él es arquitecto y es muy apasionado al diseño. Nosotros nos conocimos en el bachillerato y nos hicimos la promesa de que un día íbamos a hacer un proyecto de emprendimiento juntos, y usamos la pandemia como una forma de motivación.
Nos motivaron tres cosas. La primera es dar esperanza a un sector tan golpeado en una situación global por de un tema de salud. El segundo es darle también una razón y motivos a la sociedad mexicana que, a veces, las mejores ideas surgen cuando hay crisis, pero, sobre todo, darse cuenta de las oportunidades de negocio y una oportunidad económica para el país, porque somos una empresa 100% mexicana y nos encargamos de hacerlo todo en México. Y tercero, brindamos también un discurso social ya que todo lo que manejamos muy seguramente pudo haber quedado abandonado en alguna parte del mundo y son productos que para mucha gente parece que son desechos, pero algunos productos, sobre todo en la parte de los motores, llegan a contener químicos que pueden ser dañinos para el ambiente; muchos de los productos que tenemos son sometidos a tratamientos térmicos o a procesos industriales para que tengan mayor durabilidad, donde tardarán, por lo menos, de 600 a 1000 años en degradarse. Entonces, si podemos darle una esperanza y una segunda oportunidad a productos que han sobrevolado miles de millas por el aire, que también es parte de nuestro lema, que éste llegue a los hogares, oficinas o negocios para que puedan tener un segundo uso.
E - ¿Cuál es el procedimiento que llevas a cabo para obtener los componentes que tienes aquí?
M.A. - No es que podamos ir a un basurero y encontrarlos. Realmente, muchos de estos productos, gracias al expertiz y ciertos contactos que tengo al día de hoy en el medio aeronáutico, tenemos directamente contratos y convenios con aerolíneas, prestadoras de servicios de mantenimiento, algunos propietarios de FBOs, que en este caso son las aerolíneas ejecutivas. Esto nos permite acceder directamente a todos estos productos que para ellos son “scrap”, quiere decir, que para ellos son desechos. Son productos que ya no son aeronavegables, algunos de los motivos más comunes son el tiempo de uso o cuando simplemente son reemplazados por una nueva generación o remodelación a un producto más nuevo y simplemente estos pasan a un almacén. Nosotros rescatamos estas piezas, algunas con tan solo 5 años de uso, hasta algunos asientos que ya llevan más de 20 años.
Algunas otras veces nos llaman a los famosos cementerios de aviones. Sabemos que en México quizá no haya tantos o tan grandes como en otras partes del mundo, pero si ustedes han visto por la ventanilla del avión en los aeropuertos de la Ciudad de México, Toluca, Querétaro o Guadalajara, se pueden dar cuenta que al final de la pista vamos a encontrar aviones abandonados, ya sea porque fueron involucrados en un proceso legal o la aerolínea quebró.

E - ¿Cuál es la parte más difícil del proceso?
M.A. - La parte más compleja del proceso es la restauración y el proceso de adaptación porque, para restaurarlos, los tenemos que analizar a profundidad. Aunque muchas piezas tengan similitud, como en el caso de las cajas del galley, podemos decir que tienen una estandarización en sus medidas, pero cada una va a tener una condición diferente y también mecanismos diferentes, no todas son iguales ni tienen las mismas condiciones. Tenemos que evaluar las piezas, saber qué tan dañadas están y qué les falla. Hay piezas que a veces tenemos que cambiar sus componentes, los resortes, ajustar tornillos, cambiar algunos pernos, porque esto a veces impide un funcionamiento correcto. En algunas otras tenemos que hacer una restauración más completa debido a que los daños ocasionados a las estructuras impiden su movimiento.
Hace apenas 2 meses teníamos un carrito de servicio que estaba en una condición deplorable, entonces tuvimos que hacer un reforzamiento de toda la estructura del carrito y hacer una readaptación de las paredes que estaban en un estado casi crítico. Es un reto cuando los clientes llegan con alguna solicitud específica, pues tenemos que juntar los materiales para llevar a cabo su idea.
E - ¿Entonces es más complicado el proceso de producción que el obtener las partes y el papeleo que implica?
M.A. - Sí, de hecho el papeleo es lo de menos porque estas piezas ya están dadas de baja, y de esto se encarga la aerolínea, el MRO o FBO. Nosotros no podemos interceder en las instalaciones de algún hangar o centro de mantenimiento y simplemente tomar las piezas. Requerimos de un documento, que al final de cuentas es una factura de compra del lote o la compra del volumen. La gran mayoría de los casos se maneja por lote. Con ciertas piezas sí tenemos la facilidad de escogerlo por unidades. Siempre que nos acercamos a un MRO o aerolínea, algunas veces se sacan de onda. No sé si se haya dado el caso en México, pero nos dicen: “Oye, pero no se lo vayas a montar o poner a otro avión”, y no, simplemente se van a utilizar para un producto artesanal, la creación de un diseño.

E - ¿Sus productos son hechos de stock o esperan la solicitud de un cliente?
M.A. - Tenemos tres targets en nuestro negocio. Uno de los principales targets es contar con stock para poder fabricar ciertas cosas. Hay clientes que sí son muy precisos (que ese es nuestro segundo target), que dicen: “Yo quiero un carrito de servicio de Lufthansa, y te lo compro sin importar lo que cueste”. Ahí tenemos que darnos a la tarea de contactar a nuestros proveedores y preguntar si tienen la pieza o que trate de conseguirla lo más pronto posible para satisfacer la necesidad del cliente. Nuestro tercer target son nuestras creaciones personales, es decir, las que son creadas y diseñadas por nosotros, sin que nadie nos dijera que fuera de esta forma. Nosotros quisimos experimentar con esta mezcla de colores, verde olivo con detalles en ocre. Nosotros hacemos creaciones a nuestras ideas.
E - ¿Cuáles son los productos que tiene en general Appolo?
M.A. - Nosotros, a pesar de que tenemos muy poco tiempo de haber iniciado, lo primero que todos los clientes o posibles clientes nos preguntaban era: “¿Cuál es su catálogo?” Nosotros hicimos una estrategia de modelo en la que mejor seccionamos por unidad estándar, bajo nuestro concepto en 5 secciones, que son la “AppoloBox”, la “AppoloTab”, hicimos el “AppoloMini”, hicimos el “AppoloBord” que es el carrito de servicio, y el “AppoloSeat” que son los asientos. Es complicado estandarizar los asientos porque hay muchos modelos y combinaciones, por lo que designamos un nombre al asiento, les enviamos las variables que tenemos disponibles en el momento y, en base al presupuesto, al espacio disponible, el uso que le quieran dar y el gusto del cliente, le damos la opción más correcta. Esto nos permite dar una atención más personalizada a los clientes.
E - ¿Cuáles son los proyectos que tiene Appolo?
M.A. - Nosotros ya tenemos en una lista las cosas que queremos hacer en los próximos meses, como hacer una mesa de centro a través de lo un compresor-turbina. Vamos a hacer que tenga todos los álabes del compresor-turbina del motor. Eso les fascina a los clientes. También lo haremos con el rin y los neumáticos del avión.
Vamos a empezar también una mesa con el alerón de un ATR, más o menos de unos 3 metros y medio, y hacer cortes para que se vean los largueros y las costillas de la aeronave. También queremos empezar a utilizar los cowling de los motores para hacer escritorios, pues ya hay interesados en esa idea en el norte del país.
Nosotros podemos conseguir y hacer casi cualquier diseño, aunque la limitación que tenemos en este momento es por el tema de inversión, debido a que vamos empezando. Para nosotros es complicado acceder a las ideas más grandes y que llevan un coste de producción y restauración más elevado. La visión de Appolo a largo plazo es que de cualquier parte del avión podamos diseñar mobiliario hecho a la medida.

E - Para finalizar, ¿qué les diría a nuestros lectores de la revista Emisión que están interesados en adquirir el componente de una aeronave?
M.A. - Lo principal es que nosotros, más que ofrecer un producto, ofrecemos una experiencia. La experiencia que ofrecemos a nuestros usuarios, interesados, y sobre todo a los apasionados del mundo de la aviación es esa experiencia de miles de millas por el aire, algo que tiene una trayectoria, una historia. A veces llega a crear una emoción con la persona, y nos ha pasado. Nos dicen: “Es que yo volé en ‘tal’ aerolínea o ‘tal’ avión cuando fue mi luna de miel” o “mi primer viaje internacional” y queda muy guardada en la mente de las personas y nosotros ofrecerles esa experiencia de recordar y tener una parte de esa vivencia que tuvieron y ahora la lleven a sus hogares o a sus oficinas, eso les hace un sentimiento más apegado hacia nuestros productos.
- Afortunadamente, poco a poco hacer nuestro sueño realidad de poseer el componente de una aeronave se vuelve cada vez más fácil materializarlo. El trabajo y esfuerzo de Miguel en Appolo y su equipo nos permite acercar el mundo de la aviación a través de elementos que estarán presentes en nuestra vida diaria. Te invitamos a conocer y adquirir sus productos, que además son orgullosamente hechos por manos mexicanas.