ARTE
Espontaneidad y surrealismo. “Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. Del mismo modo ha creado, inconscientemente, el surrealismo... Después de todo, el escenario no se parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna.” Apollinaire Actualmente vivimos en una sociedad donde nos sentimos “libres” de expresar pensamientos y emociones y hasta orgullosos de ello; sin emabrgo, difícilmente somos capaces de tener pensamientos propios, pues el costumbrismo de la educación tradicional nos rebasa al grado de limitarnos y hasta eliminar nuestraa espontaneidad, convirtiendo nuestros actos originales en emociones, pensamientos y deseos mecanizados, impuestos para cumplir con la “normalidad”. Esa espontaneidad a la que me refiero es aquella que da gracia a la danza de un bailarín, a la libertad de los trazos de un pintor o a la fluidez de un pianista; es decir, aquella que aparece cuando la actitud deliberada cae, pues si bien existen movimientos autorregulados en nuestro organismo, la mayoría de las personas tendemos por inconciencia o comodidad, a ceder ese control. Si se le deja “hacer”, el cuerpo sabe ser grácil, esto se facilita con el contacto con el entorno, pues la sensación de tener una vida real permite experimentar el sentimiento de autenticidad, lo que propicia dar respuestas creativas y hasta sorprendentes. Es común darnos cuenta del miedo al rechazo, a sobresalir con una idea alocada o una propuesta ambiciosa en la que creemos fervientemente pero “por seguridad y tranquilidad abandonamos nuestra espontaneidad y nuestro impulso a ser quienes realmente somos”, como mencionaba Erich Fromm, y nos damos cuenta porque nos pasa a nosotros mismos a diario. Pero es gracias a la espontaneidad que el planeta se mueve, que existen aportaciones científicas con nuevos descubrimientos, la generación de nuevas aplicaciones tecnológicas; vanguardismo en el diseño y las artes, nuevos modos y modelos de pensamiento, en fin, todo lo anterior gracias a la propuesta, atrevimiento y aportaciones de quienes creyeron en sí mismos, sus pensamientos y
sus emociones, su espontaneidad… “Un mecanismo hacia un mundo mental de posibilidades infinitas […]”, justamente como Breton califica al movimiento surrealista, “[…] un momento en la mente donde la vida y la muerte, lo real y lo imaginable, el pasado y el futuro, lo comunicable y lo incomunicable lo alto y lo bajo, se dejan de percibir como contradicciones”. La verdadera libertad yace en la espontaneidad. Y es que, el surrealismo es considerado como una de las vanguardias artísticas más importantes que han existido, pues las obras dan un mensaje y expresan algo, ya sea un sueño o una idea del artista en donde lo que quiere decir la obra es más importante que la obra misma y donde para poder apreciar la obra, hay que conocer al artista. Si bien la espontaneidad del artista se crea a partir de la experimentación y contacto vívido y profundo con su medio- conocer, observar, analizar, interpretar, abstraer y representar-, también debe ser consiente de sí mismo y 17