Dios conoce a Sus Hijos, y yo te aseguro que
sólo se pueden percibir, no conocer. El
los conoce, ¿cómo iba a ponerles en una
conocimiento no puede engañar, pero la
situación en la que su propia destrucción
percepción sí. Puedes percibirte como tu
fuese posible? Comer de la fruta del Árbol del
propio creador, pero lo que a lo sumo puedes
Conocimiento es una expresión que simboliza
hacer es creerlo. No puedes hacer que sea
la usurpación de la capacidad de auto-
verdad. La mente puede hacer que la creencia
crearse. Solamente en este sentido no son
en la separación sea muy real y aterradora, y
Dios y sus creaciones co-creadores. La
esta creencia es lo que es el “Diablo”. Es una
creencia de que lo son está implícita en el
idea poderosa, dinámica y destructiva, que
“auto-concepto”, o sea, la tendencia del ser a
está en clara oposición a Dios debido a que
forjar una imagen de sí mismo. Las imágenes
literalmente niega Su Paternidad.››
. Visión psicoanalítica de Jung de organizar la vida psíquica interna, y que producen, en su existencia como elementos dinámicos
en la vida
simbólica de las
sociedades, diversos patrones de formación de símbolos; los cuales, al tener su causa en una
realidad
transhistórica
psíquica
y
(independiente
por de
tanto las
condiciones históricas), se repiten en diversas épocas y culturas, tendiendo a originar mitos e imágenes
simbólicas
con
marcadas
similitudes. En este marco, los demonios y sobre todo el Demonio (Ahrimán entre los persas, Satanás entre los cristianos, Mara entre los budistas, etcétera), aparecen como Carl Gustav
Jung
inconsciente
afirmó colectivo
que
existía
además
de
un un
inconsciente personal. En efecto, observando que a lo largo de los siglos había imágenes mitológicas que se repetían con ligeras variaciones en distintas culturas, Jung planteó que aquel fenómeno respondía a la presencia de arquetipos en el inconsciente colectivo, entendiéndose
dichos
arquetipos
como
complejos psíquicos que expresan tendencias innatas, maneras de responder a la realidad y
imágenes
arquetípicas
que
expresan,
simbolizan y canalizan la dimensión oscura de la
psique
colectiva,
ya
que
son
manifestaciones del arquetipo de la Sombra, que en el plano de la vida social remite a nuestros
miedos
más
primitivos
(miedo
arcaico a la oscuridad, por ejemplo) y a todo lo que, por ser percibido como amenazante para la armonía y el orden inherentes al carácter civilizado que las sociedades buscan preservar y fomentar a fin de subsistir, es tachado de malo, de incorrecto, de tabú: