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“Febrero no es sinonimo de amor”
Febrero es llamado “el mes del amor”, pero siempre está esa pregunta que nos hacemos ¿qué es el amor?, ¿de qué trata el amor?, ¿es magia?, ¿está llena de fantasía?, ¿es realmente esa explosión que está repleta de oxitocina y que nos hace perder la cabeza?, ¿o quizá es solo es un químico que nos llena de apego y excitación dentro de una relación amorosa?
Muchos expertos dicen que su duración no sobrepasa de los dos o tres años. Pero ¿qué pasa con aquellos que más bien el efecto “oxitocina” nos hace amar de tal modo que sentimos que a quién amamos se convierte en una dulce, apetitosa y peligrosa droga?
¿Sorprendidos? Pues es verdad. La culpa de esta adicción al amor la tienen nada menos que las hormonas que se denominan oxitocina, dopamina y serotonina; las cuales se liberan cuando nos enamoramos y es gracias a ellas que nos sentimos en éxtasis, con una dicha plena y llenos de energía. Pues no cabe duda de que el amor es también una droga. Peligrosa y adictiva. Claro está que cuando en el ambiente donde te criaste no te supieron amar, no te dieron la atención necesaria, invalidaron tus sentimientos entre tantas cosas más, peor aun cuando no lograste sanar esas heridas. Muchas veces no somos adultos que no sabemos amar, somos adultos que no aprendimos a hacerlo. No quiero escribir el típico artículo donde encontrarás historias de amor, de esos que nos hacen creer que nos rescatan,
por Liliana Agurto Miss Curvy Beauty Worldwide Directora Reina de Reinas

que todo lo puede y todo lo perdona. No, somos un buen porcentaje de la población que hemos descubierto hace ya varios años que el amor, no es como lo pintan. Lo dice alguien que hace años terminó hospitalizada por “un amor que me llevó al límite”. Desde entonces decidí que no hay amor más grande que el mío, y si alguien llega y piensa y siente como yo, pues bienvenido, estoy cansada de complacer al resto para que me ame. No obtuve una buena relación con mi padre, traté de hacer todo para complacerlo y solo llevé mi vida al vacío. No funciona dejar de ser tú para que te amen, el amor no minimiza y menos te invalida. No creo haberme ena -morado aún, pero sé lo que no es amar. Acompañaré este artículo con algunas experiencias de las situaciones más duras que he pasado en el proceso de amar. En algunas me quedaba esperando el cambio, esperando un milagro, esperando que mi amor pudiera cambiarlo todo y ¿saben qué? la espera se hizo eterna. Pueden dejar de decirnos que el amor lo puede todo y que el amor cambia. Pues no, no somos psicólogos o terapeutas de nuestras parejas. El que quiere cambiar, va solo a terapia, hace un análisis de sí mismo y si él lo quiere, decide cambiar. Mientras tú, esperando ese cambio perderás las ganas, la vida y sobre todo lo más valioso que tenemos los seres humanos, el tiempo.
Los Lime Os
Al primero, lo conocí en la fiesta de un congreso cuando estudiaba en la universidad. Fue gusto a primera vista, por ahí algunos estudios dicen que uno se puede enamorar en 8.2 segundos. Sus ojos oscuros, sus cejas pobladas y frondosa cabellera me dejaron impactada. Bailamos la canción de moda de los años 2000 “Me enamora de ti”, del combo Loco. Pero él estaba de visita por el congreso. Así que solo nos vimos dos días y luego prometimos esperarnos hasta el siguiente verano. Durante algunos meses intercambiamos cartas, canciones y promesas de amor. Pero la distancia es dura y cuando tienes como base solo dos días, no se puede esperar mucho. Es lógico, terminamos. Pero aún él seguía llamando.
Luego estuve con un compañero de la universidad, casualmente limeño también. A ambos los quise, pero claro está de diferente manera. Al compañero universitario, papá lo detestaba, odiaba su apellido y su color de piel. No había día que no me dijera que me había enviado a una universidad privada, para encontrar a una persona de bien con apellido reconocido y que su piel sea tan o más blanca que la mía. Aunque eran inicios de los años 2000, aún había gente que creía que las personas valían por su tono de piel. Duramos cinco meses, era insoportable escuchar a mi padre día a día burlarse de su él, de su procedencia, pues él venía de una zona humilde de Lima. Cuando tienes 19 años, aún tu personalidad se está formando y tiendes a aceptar lo que tu familia te dice. Lo amé, creo que sí, con cada milímetro de mi piel. Luego pasé un suceso difícil en mi vida, fui abusada sexualmente y decidí que era una buena opción para dejarlo. Claro está, nunca supo esto, bueno hasta ahora si lo lee, aunque no creo, ya nuestras vidas son totalmente ajenas.
Pero regresemos al primer limeño, el del congreso, luego volvimos a tener conexión, nos escribíamos de nuevo y nos dimos otra oportunidad. ¿Para qué?, para que dejara de hablarme y un día me dijo: “Te hago lo que me hiciste, te dejo, no supiste amarme una vez, no lo harás nunca”. Pensé que, a la distancia, mientras sanaba el abuso pasado, podría poco a poco recuperarme. En esa época no se hablaba de ir al psicólogo, ni hablar de esas cosas. Quedé destrozada. Había perdido a dos personas. Trate de conversar con él, pero fue difícil.
Casi un año después, descubrí mediante un correo, que mi ex enamorado, el que estudiaba conmigo en la U, presumía con sus amigos que había tenido relaciones conmigo, cosa que nunca fue verdad. Me dolió tanto, pues estaba recuperándome de un proceso de abuso sexual, que me rompí, en pedazos.
El Piurano
A él lo conocí en una discoteca en Piura, tenía yo 22 años. Alto, moreno, ojos marrones y cejas pobladas. Ya les he contado que amo las pieles trigueñas y las cejas pobladas. Guapo, bajo mi gusto, ¡claro que sí! Salimos un par de veces, pero tenía algo raro. Conversaba poco y cuando lo hacía, decía tonteras. Cosas sin sentido. Tenía una fijación extrema por el sexo. No le importaba si es que yo no quería. No hablaba de otra cosa más que eso. Era sofocante. Terminé con él en varias oportunidades, pero insistía. La gota que rebasó el vaso fue una ocasión cuando salía de una clase particular y él me había esperado durante toda la hora de clase porque quería volver conmigo a la fuerza. Yo ya no quería regresar. Me persiguió, tuve que correr y un taxista vio mi desesperación y abrió la puerta de su carro y me salvó. Comprendí que algo en él no estaba bien. Por años siguió buscándome, escribiéndome. Es más, hace dos años recibí una carta de él, escribiéndome como si aún fuera el año 2006. Escribía de nuestra relación como si fuera presente aun cuando habían pasado 15 años. No solo uno recuerda los amores bonitos también aquellos que te perturban y te traen pesadillas. Pues sí, a veces sueño que me persigue y no puedo escapar, peor aún, el taxista nunca aparece.
El Mototaxista
Lo conocí en la época del colegio. Me parecía guapo, pero nada más. Una vez tuvimos un percance en una fiesta, pero solo fue un malentendido. En una navidad lo saludé y me devolvió el saludo y ahí empezó todo. Pasamos año nuevo y estuvimos. Para ese entonces, pensaba que necesitaba estar con alguien, no importa si lo amara o no. Solo necesitaba alguien a mi lado para no sentirme sola, necesitaba alguien que me cuidara y protegiera. Pensé que podría ser él. Pero estuve totalmente equivocada. Venía, como yo, de un ambiente destructivo, lleno de gritos y malos tratos. Tal vez eso fue lo único que nos unió. Traté de demostrarle amor, con detalles. Es más, recuerdo una cena romántica que le hice en un hotel, bueno, me dije, es lo que hay. Con él me quedo. Pero fue un desastre. Lo único que hacía era decirme que sus amigos le decían que por qué estaba conmigo si yo era muy gorda y no era tan bonita. Que sus antiguas enamoradas eran más bellas. Cuando hablábamos, refutaba lo que decía o solía callarme. Tener sexo con él era agotador. No compartíamos miradas ni tampoco hablábamos. Él estudiaba en la universidad, por ese entonces yo estaba culminando diseño de modas. Se quejaba que le quitaba el tiempo, se quejaba cada rato de mí. Era de esos amores agotadores, y sí, mientras más él me soltaba, yo más me apegaba, apego ansioso le dicen, pero no tiene nada que ver con el amor. Un día entre llantos, aferrada ahora no sé a qué, terminamos. Gracias a la vida, ya no regresamos. Pero gracias a esa relación aprendí lo que definitivamente no era amor.
El Ex Del Cole
Estuve con él en mi último año del colegio. En esa época era aún inmadura y no mentiré, no me enamoré de él. Exactamente 13 años después volvimos a encontrarnos. No tuvimos una relación formal. Solo éramos dos personas que se encontraban para pasarla bien y listo. Pero era un completo idiota. Me dejaba plantada sin avisar. Desaparecía por días, bueno no había nada formal. Pero me enteré de que tenía una relación con una chica de Tacalá. No saben lo mal que me sentí. Estoy totalmente en contra de las personas infieles. Y él estaba jugaba con una jovencita, que estoy segura, sí estaba enamorada de él. Luego supe, por unas amigas, que tenían una relación desde antes que empezará a salir conmigo. Creo firmemente en la sororidad. Ninguna mujer merece ser engañada. Un día lo cité y le dije que se acabó, nunca le di el motivo. Años después me escribió al Messenger del Facebook a preguntarme porque me había alejado de él, que seguro era porque yo me había enamorado y no había aprendido a separar las cosas. ¿Podría ser más canalla?
El Cajamarquino
Después de diez años de estar completamente sola, comprendí que necesitaba reconstruirme para aprender a elegir bien, a amarme lo suficiente para que cuando encuentre a alguien que no esté listo y maduro para amar, pueda dejarlo ir. Pasé diez años de mi vida pensando solo en mí, en mi crecimiento personal, en sanar mis heridas, en coser mis alas. De pronto, en un viaje a Cajamarca, conocí a un cajamarquino de tez blanca, ojos claros (bueno ya he escrito cual es mi tipo físicamente), pero el amor va más allá de las pieles. Después de una charla de más de 4 horas, se presentó ante mí, un varón que según sabía lo que quería. Yo no he tenido buenas experiencias con las relaciones a distancia, pero prometió llamarme todos los días, escribirme, mantenerme comunicada. -” Llámame por favor todos los días, escríbeme siempre” -Me dijo. Que le dé una oportunidad, que él iría en marzo a verme. Bueno, cuando tienes 39 años, y sientes que has sanado lo suficiente, dices y ¿Por qué no? Te preguntas a ti misma ¿Lo intentamos?, y así fue, regresé a casa, con la ilusión, como las que te traen a la memoria tus épocas de juventud. Pensando tal vez funcione.
Conozco muchos de casos y sé de parejas que se conocen de muchos años y terminan en meses y personas que se conocen en un día y el amor se fortalece y duran casi una vida.
Decidida a conocerlo, acepté. ¿Y saben qué? Fue un gran error. Una vez que regresé a mi ciudad, no quería hablar, respondía mis mensajes con monosílabos, no tenía tiempo para llamarme, aun cuando quedamos de hacerlo todos los días. Desaparecía por días y luego decía que estaba ocupado o que no tenía señal. Entonces le decía que no era lo que yo quería, que no estábamos en la misma sinfonía, y de repente aparecía en mi celular un mensaje de él, diciendo “Te quiero” y yo decía, bueno, tal vez ha tenido un mal día, lo seguimos intentando. Yo soy una persona muy dedicada y enfocada en lo que hago. Así que dije, lo volvemos a intentar, y ¿saben qué?, ¡Siguió igual! Cada día más molesto porque yo quería llamarle y escribirle a diario, qué fue una de las promesas que quedamos por cumplir, solo por eso fue por lo que acepté ¿Cómo mantienes un posible amor cuando solo lo viste una vez? Sus excusas, eran las de siempre, que estaba cansado, que estaba ocupado, excusas y más excusas de esas que hacen que te alejes para siempre. En la última conversación, me dijo que le hartaban mis llamadas, que ya tenía 39 años y parecía chiquilla escribiendo cosas de amor. Que en su tierra la gente se casa sin conocerse, que conviviéramos. Bueno, lamento decirte que ya no soy la jovencita de 29 años, La de hoy, la de 39, que prometí cuidar, amar, respetar, pero, sobre todo, DEFENDER a mi yo de hace 10 años, esos 10 años que me han servido para renacer, para coger mis pedazos y reconstruirme. No espero menos de lo que doy, sé lo que valgo, tal vez hasta ahora no he aprendido a amar a alguien más, pero si he aprendido amarme a mí. No me cierro al llamado amor, pero sé que quiero y merezco un buen amor, de ese que te da paz, el que sientes que te sana y te da seguridad. Y sí, a diario me pregunto si es que existe. Nunca vi amor entre mis padres, tal vez por eso solo he repetido lo que vi, pero yo, hace diez años decidí romper el círculo y buscar un buen amor. ¿Tardará?, ¿o tal vez no llegará? No lo sé, pero no voy a cambiar mi esencia, mi amor propio, mi ternura, mi sonrisa para complacer a alguien que no aprendió a amar. ¿Lograré construir un buen amor?
No lo sé, pero sí me construí y me encontré mí misma y por ahora, no necesito más.




Eventos Enero
La Cámara Hispana de Comercio del Condado de San Diego y Valle Imperial tuvo su toma de protesta el pasado 19 de Enero en el Univerity Club (ATOP Symphony Towers). Este evento reunió varios dignatarios regionales y empresarios enfocados en crear sinergias mutuas para el crecimio de las comunidades que apoyan. (Inf. J. Clarck.)
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Primer grupo informativo: conferencistas Patty Lopez ex asambleista del Distrito 39 y Celia Rivas. Patrocinadores: Blanka Nieto, IB Fiesta Hall, Fiesta Hall, Mujeres Alfa, Celia's Insurance, Latinas con poder Magazine, Sociales de San Diego Magazine, Izapel Cosmetics, Tony’s Catering, Javier Bautista y las Estrellas, Nanche Live, Juan Lemus y National LWBA San Diego.
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APOYANDO A NUESTRA COMUNIDAD LATINA ASÍ COMO A LOS PEQUEÑOS Y GRANDES EMPRESARIOS. DESCANSO, CA.
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El 28 de Enero @BalboaPark se llenó de música y color con la magia de la Guelaguetza, en el marco de la exposición “Rescoldos de Oaxaca” de Sergio Hernández en @MSDA. Gracias al grupo de danza Esplendor y la voz de Karen Ahumada por llevar al público asistente el arte luminoso de Oaxaca.
“Esplendores de la Guelaguetza” frente al @MSDA en @BalboaPark, a partir de las 2 pm. Entrada gratis al museo y actividades para toda la familia. En el marco de “Rescoldos de Oaxaca”, la gran exposición del artista Sergio Hernández
Información y fotos: Alberto Lozano








