EDITORIAL
Donde nacen las ideas
M
e disculparán los autores de esta genial frase, que tan bien condensa la singular trayectoria de liderazgo – financiero y social – de nuestra Caixanova, que me tome la licencia de hacer un modesto uso de ella, para darle, si es posible, todavía una pizca más de sentido, extendiéndola a un ámbito en el que, para los que formamos la gran familia de URECA, sigue manteniendo su total significado.
L ATEXO 50
Por Juan Díaz
Latexo / Marzo 05
Hace más de cincuenta años – concretamente, en mayo de 1953 – que un grupo de entusiastas visionarios, convencidos de la bondad de un instrumento que estrechara lazos entre los empleados de la Caja, proporcionándoles, a ellos y a sus familias, nuevas opciones de disfrute y bienestar, se adelantaron a su tiempo, y fundaron la URECA. Sinceramente, no estoy seguro de que su imaginación llegara a tanto para aventurar que, cinco décadas más tarde, la Unión Recreativa de Empleados que ellos idearon continuaría distinguiéndose, entre las asociaciones de empleados de las Cajas de Ahorros de España, como el modelo a imitar por todas ellas, por ser, sin duda alguna, la más pujante y dinámica. Probablemente, en esa favorable evolución haya tenido mucho que ver la determinación y clarividencia de otro grupo de directivos de URECA, continuadores de la labor de nuestros fundadores, que allá por el año 1975 cristalizó en la inauguración del complejo recreativo de Nigrán, instalación verdaderamente privilegiada y única en su género en el Sector de Cajas, cuyas dotaciones y actividades no han parado de crecer desde entonces, y al que se ha sumado la disponibilidad de otro centro deportivo y social en Ourense.
Pero, sin duda alguna, para hablar de un auténtico hito en la historia de URECA es necesario remontarse a 1966, año – solo uno después de que accediera al cargo de Director General de la Caja un hombre de leyenda (desde aquí felicidades, D. Julio, por su 40 aniversario al frente de la Caja, de parte de todos los integrantes de la familia de URECA) – en el que veía la luz el primer número de la revista Latexo (nada es azar en esta vida), producto de una idea casi única en su género, que muchas otras Asociaciones de empleados de Cajas han intentado imitar desde entonces, pero que, solo cuando uno se pone de verdad a la tarea, se da cuenta del esfuerzo necesario, y del derroche de ánimo y de imaginación que supone, sacarla adelante y mantenerla viva año tras año. Por eso, ahora que, con este ejemplar que tenéis en las manos, nuestro Latexo alcanza el mágico número 50º, queremos rendir desde estas páginas un merecido homenaje a los sucesivos equipos de dirección que, junto a una interminable lista de colaboradores, han sostenido la Revista en estos casi cuarenta años de vida, en los que, con diferentes estilos o formatos, Latexo ha sido, y por suerte sigue siendo, un excepcional instrumento de información, de fomento de la creatividad, de acercamiento y de unión para todos los urequistas. Dicho todo esto, creo que está fácil, también en este campo, encontrar la respuesta a nuestra prestada pregunta ¿Dónde nacen las ideas?
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