24 OPINIÓN
LA OPINIÓN DE…
Semana del 28 de marzo al 3 de abril de 2014
LA OPI-
Julio Magdalena Calvo
S
La informática de cristal
upongo que ustedes estarán enterados de la agitación que se ha producido en la Audiencia Nacional al conocerse que @cespiralidoso, seudónimo que utilizaba un twittero para criticar a sus excelsos miembros, era Carlos Bautista, un fiscal que no se cortaba un pelo en los comentarios a sus colegas, llegando a escribir algunos tan sabrosos como los que dedica al juez Fernando Andreu, a quien acusa de ser vago, dormilón, “ir de vinos” y que solo vale “para chinos y etarras”. El asunto es grave, la verdad. Es grave porque aprovechar el anonimato que proporciona las redes sociales es siempre un acto de cobardía, independientemente del contenido de los comentarios. Es grave, también, porque un fiscal que se precie de ser (O al menos parecer) un tío serio y utiliza una rúbrica de usuario tomada de la película de Disney ‘Mary Poppins’ no parece lo más apropiado para alguien que viste toga. Pero lo que es grave, lo que se dice grave de toda gravedad es cómo se ha descubierto la autoría si, según lo denunciado por el propio afectado ante la policía, se han interceptado sus comunicaciones sin orden judicial. Es decir, que le han espiado. Soy consciente que desde las revelaciones de Snowden sobre los usos y costumbres de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, esto del espionaje es algo tan cotidiano que yo todas las mañanas lo primero que hago al encender el ordenador o descolgar mi teléfono es saludar educadamente a todos mis posibles lectores y oyentes, porque a mí en buenas maneras no me gana nadie ¡faltaría más! Pero a pesar de tales prácticas, no me desaparece LA OPI-
la sensación de que mi intimidad puede ser tan pública como un espectáculo televisado en abierto. Otras veces, la entrada a la información que contienen los ordenadores no es subrepticia, sino que es avisada de antemano, lo que no garantiza sin más la legitimidad del hecho, pudiendo ser objeto de recurso por parte de los afectados. Les pongo como ejemplo que el Ministerio de Hacienda ha anunciado que realizará exámenes de los ordenadores en pequeñas y medianas empresas (pymes), especialmente en los sectores de hostelería y construcción, para tratar de detectar “potencial software de doble uso”, en cristiano “contabilidad en B” que, seguramente, les suena más. No obstante, parece obvio que, teniendo en cuenta los múltiples aciertos anteriores del señor Montoro, se puede suponer que se haya tomado la decisión comentada con todas las precauciones y cautelas jurídicas habidas y por haber, y que cuando la inspección tributaria actúe lo hará sabiendo muy bien lo que hace, cómo lo hace y a quién se lo hace, por lo que sería absurdo por ineficaz la ocultación o destrucción del material informático requerido por la citada en el uso de sus funciones, porque les van a descubrir seguro, además de que dicha actitud puede ser constitutiva de delito, lo que agravaría aún más la situación de la empresa en cuestión. Ya sé que algunos de ustedes, al leer lo anterior, podrían recordarme el borrado del disco duro de los ordenadores de Bárcenas, requeridos al Partido Popular por el juez Ruz, a lo que yo sin la menor dilación les respondería: “Esa es otra historia”, que diría Kipling.
Cartas al director
Declaraciones de Rogelio Pardo En relación a las declaraciones del delegado de la Junta en Cuenca, Rogelio Pardo, desde este, su Parque Móvil, el colectivo de conductores desearía hacer una serie de aclaraciones y matizaciones. En primer lugar, aclarar que si bien es cierto que en la actualidad no existe la figura de delegado provincial, mientras por parte de la administración autonómica se suprimían dichos puestos se creó paralelamente el coordinador provincial, figura con idénticas competencias que su antecesor, y que sin contar con un conductor asignado sigue haciendo uso a diario de los servicios del Parque Móvil en las mismas condiciones. También dejar claro que a dichos coordinadores se les recoge y se les lleva a la puerta de su casa de forma habitual, algo que no es propio de una administración moderna y funcional. Efectivamente y por desgracia, muchos funcionarios y personal laboral interino han sido despedidos, lo cual no significa que en la administración se tenga menos carga de trabajo, al contrario, implica que menos personal realiza más labor. ¿O acaso usted declararía que si en un hospital suprimimos la mitad de médicos tendríamos la mitad de enfermos? No, señor delegado, deje de poner excusas injustificadas. Hacer notar que se han subastado muchos vehículos. Se le olvida comentar los graves problemas de habernos quedado con un parque obsoleto, así como la problemática en algunos servicios como la Guardería Forestal, que poco menos que en ocasiones se ven literalmente parados debido a que se subastaron los coches que utilizaban para trabajar por lo que en determinadas épocas han de acudir a nuestros coches, lo que nos deja a nosotros inhabilitados temporalmente. También deja en el tintero que en estos momentos ya se han adquirido coches de gama media a un precio de casi 18.000 euros y que son utilizados exclusivamente para llevar a esos “no delegados” conocidos como coordinadores. Se le vuelve a olvidar comentarnos, y ya va siendo
una mala costumbre de medias verdades, que a diario el señor delegado usa el vehículo oficial (conducido por él mismo) para ir y volver a su casa, que según tenemos entendido dista unos 100 Km. de su oficina en Cuenca. Por lo que haciendo una serie de matemáticas básicas podríamos resumir en que 200 Km. al día son 1000 Km. a la semana, unos 4000 Km. al mes, unos 44000 Km. al año (si, el señor delegado tiene vacaciones), y que con un consumo medio de 7 litros de combustible a los 100 Km. y teniendo en cuenta el precio actual, a lo que habría que sumar el mantenimiento y reparaciones, estaríamos en más de 4000 euros anuales. Y todo esto no sale de su sueldo. Esto sale de nuestras arcas. No estaría de más que el señor utilizara su vehículo propio para ir a trabajar, como el resto de funcionarios, algo también propio de una administración moderna y funcional, que dar ejemplo no está de más. ¿Seguimos? Señor delegado: no sobran conductores. No hay menos trabajo. Lo que ustedes pretenden es privatizar los servicios que hasta ahora venimos realizando como son correos, muestras o paquetería. Así como utilizar taxis para otro tipo de movimientos de personal. ¿Acaso cree que eso es gratis? (...) Se nos olvidaba (todo se pega…). Tienen ustedes contratados conductores “a dedo”, que si no entiende el significado se lo aclararé poniéndole el antónimo: conductor con contrato por oposición. Siendo justos antes de suprimir plazas de esos que se rompieron la cabeza para conseguir su puesto, quizá habría que eliminar a aquellos que entraron por la puerta de atrás, o por la de delante con carnet del partido. Nos encontramos en Hacienda. Pasa usted por delante con su coche, no, corrijo, nuestro coche todos los días, por lo que si le viene bien entre a vernos una mañana y nos tranquiliza con unas palabras bonitas. Conductores del Parque Móvil de Cuenca
LA OPINIÓN DE…
C. Mota Efímero Tiene narices pero también sus ventajas. Por ejemplo, en esas galas navideñas de la 1 en las que precisamente por acompañarnos y amenizarnos esas fechas tan entrañables todo ha de salir perfecto, el diferido es lo más socorrido. No podemos olvidar que esas grandes figuras consagradas ya van teniendo sus años y que conviene no arriesgar y grabar todo con antelación de forma que quede todo niquelado para disfrute del personal que, religiosamente, empalma el mensaje real de todos los años con una ingesta masiva de todo tipo de productos, aderezados con esa basura televisiva. Como en las malas películas, llegaron adaptaciones a la vida política en general y al latrocinio en particular. Por mucho tiempo que lleve en vigor la reforma laboral, a día de hoy nadie se explica qué es un despido en diferido, y mucho menos la persona que tuvo a bien alumbrar tal engendro. El diferido 2.0 ha llegado en medio del clima de agitación social que vivimos, para lo que algunos medios fascistoides no dudan en disponer la plataforma para criminalizar a la mayoría por la actitud inaceptable y violenta de unos pocos. Ya habíamos visto crónicas de manifestaciones con carácter retroactivo –antes de siquiera celebrarse–; pero lo que es de verdadera traca es que un sindicato policial presente como pruebas elementos incautados en otros eventos para denunciar la actitud de un reducido e indeseable grupo de gente en las multitudinarias Marchas de la Dignidad. Aquí siempre hemos sido un poco reacios a acostumbrarnos a lo nuevo y aún nos seguimos agarrando a los pelotazos de goma y a algún ojo reventado o testículo amputado. Pero, al final, a fuerza de machacar en la TDT, ya verán cómo cuela… Eso sí que ha sido un invento güeno, güeno. DÉJENME QUE LES DIGA
José Ángel García
R
Marejada
emovidillas y encrespadas han andado días atrás las aguas digitales conquenses a propósito de cierta columna aparecida en la red sobre tema tan dado a que entre nosotros lo miremos siempre más con la lupa de lo emotivo que con la calma del raciocinio cual es el semanasantero; agitada marejada de decires –digo, yo, dices tú, dice él– sin duda en gran medida propiciada por la mucha mayor difusión que a tal texto dio su utilización como instrumento para el cotidiano pim pam pum al que tan acostumbrados nos tienen los partidos políticos, siempre a la que salta para largarle el puyazo al adversario, utilización que vino así a sacarlo del, si somos realistas, bastante menor alcance que probablemente hubiera tenido dada la poca costumbre que la mayor parte de nosotros tenemos aún de echarnos digitales a los ojos, al otorgarle mucho mayor eco con el reflejo que en los medios tradicionales de comunicación tuvo ese rifirrafe entre las agrupaciones políticas, desatando con ello –tras el voy, el vengo– muchos más comentarios internéticos de los que nunca hubiera probablemente provocado. Pues bien, déjenme que, dando de lado el parecer de cada cual sobre el contenido de esa columna, y arrimando el ascua a su sardina –quien esté libre de gremialismo, qué quieren ustedes, que tire la primera piedra– el columnista, este columnista, el que estas líneas firma, aproveche la ocasión para, por un lado, reafirmar tanto el carácter de toma de postura personal que, de la mano de la libertad de expresión y opinión, tienen siempre este tipo de textos periodísticos como su lógica tendencia a aliar a su deseable enjundia temática un decir lo más llamativo posible para más captar la atención, a favor o a la contra, de quien los lea; y por otro, para lamentar la desaforadamente airada reacción de quienes –no desde luego todos, pero bastantes más, por desgracia, de los que fueran de desear– al expresar su desacuerdo con esa opinión personal de su autor y con alguno de los epítetos, más o menos acerbos o mordaces, por él literariamente empleados, no se limitaron a dejar expreso, cual tenían derecho, ese su desacuerdo sino que, paradójicamente, emplearon en su réplica un lenguaje mil veces más agresivo que el que criticaban e incluso llegaron, en algún caso, al insulto más grosero, al ataque personal o hasta a la amenaza. Y de verdad, qué demonios, eso no. Eso sí que no.