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Nadad felices, tortugas

Nos habíamos quedado conlas gaviotas. Enla PrimeraPlanadel número 30, el del anterior aniversario, os contamos que la hoja de ruta que teníamos programada para nuestra odisea CJRse había revelado comoun viaje de solo ida que no tardaría en plegar velas y arribar a las costas. Fueron las visiones de gaviotas en el cielo las que nos hicieron darnos cuenta de que todo lo que empezaba merecía tambiénacabar. Y hacerlo en nuestros términos y condiciones.

Ahora nadamos con las tortugas. El que ya veamos las costas (sean ono de África), no significa que el trayecto se esté acabando. No todavía, al menos. Viajamos con un rumbo fijo y undestino marcado, pero aún queda tiempo para otear otros horizontes y aventurarnos en otras bahías. Para este número 40, os presentamos nuestra primera portada enteramente digital, un NFT (non-fungible token) creado por nuestra ilustradora jefa Paula Fernández, que parece que se hubieseasomado a la borda del barco y los cantos de sirena le hubiesen hecho imaginar todo lo que ha plasmado en el papel virtual.

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Es el NFT además el que certifica, en un juego de siglas, que nos falta tiempo, y el que nos permite ahora en esta primera toma de contacto conel lector contemplar cómo nadan felices las tortugas.

La ola deconstruida que sirve a Paula para dar impulso a nuestro barco es la misma quenos lleva por los mares del sur, en un reportaje central que hace suyo todo el número hasta el punto de convertirlo en un especial homenaje a una chica que paseaba con libros y a un verano imposible. Lo que queda es una ensoñaciónque nos da alas para volar alto y tiempo para respirar.

Cuarenta números después, cuatro años y cinco cursos, sed una vez más bienvenidos a esta travesía.

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