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EDICIÓN Nº 7 - AÑO II
Aldea del Encuentro, concebida en pos de propiciar la vida comunitaria, alberga tres proyectos dignos de destacar: Las Huertas Urbanas de La Reina, La Eco Feria y El Paseo de Las Artes. Cámara y grabadora en mano fuimos a visitarla, adentrándonos por un sendero flanqueado por huertas, donde hombres y mujeres trabajan la tierra sin la urgencia ni el ajetreo característico de la era click. Por equipo La Reineta
Dos jóvenes mujeres, “tirando palas”, llamaron nuestra atención. Alejandra y Dominique, tecnólogas médicos que, en su tiempo libre, participan del Programa de Medianías, “donde el Programa pone el terreno y el agua para el riego, y los medieros, su trabajo”. Los productos se venden y sus ganancias se dividen en partes iguales. “El Programa reinvierte esos pesos en arreglar herramientas y mejorar las instalaciones. Es un proyecto sustentable de verdad”, nos dice Alejandra. “Además, la relación entre los medieros es de mutua colaboración. Nos ayudamos entre todos”, agrega Dominique. Cerca, una monitora explicaba a un grupo las ventajas del Programa. Aprovechamos una pausa para conversar con uno de los oyentes. Resultó ser Gastón Leiva, funcionario del SENCE de la Sexta Región, a cargo de un grupo de mujeres que venían a conocer “este ecosistema que trabaja con cultivos, 100% orgánicos, para aprender e
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agallas MAYO - JUNIO 2014
PLAZA EGAÑA: CRÓNICA DE UN DESASTRE ANUNCIADO
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implementarlo en la región. Ojala pudiera ser replicado en el resto del país”, propone. Enfilamos hacia la cordillera, recorrimos el Vivero Municipal para desembocar en una calle, que nos llevaría a las puertas de un gran galpón, a la usanza de las ferias del sur de Chile. Allí nos esperaban Ailén Camacho y Carmen Ruiz-Tagle, dirigentes de la Asociación Eco Feria de La Reina, única feria orgánica, conformada exclusivamente por productores, “que funciona miércoles y sábado, contra viento y marea”. En ella, es posible encontrar desde frutos, verduras o juguetes de madera; hasta cremas, shampoo y detergentes naturales, que cuentan con certificación orgánica o están en vías de ello. “Por eso, no necesitamos hacernos propaganda de si somos un proyecto sustentable, nuestro quehacer habla por sí solo”, declara Ailén. Salimos de la Eco Feria, rumbo al sur, encontrándonos con talleres y cálidas vitrinas, hermosamente adornadas, exhibiendo el trabajo en maderas, lanas, piedras, cueros y metales, de manos artesanas. No se equivoque: no era un mall, sino el Paseo de las Artes. Allí conversamos con Isabel Escobar, a quien sorprendimos trabajando en su taller de Mosaico artístico. ¿En que se diferencia el Paseo de las Artes a un mall? Se ríe y argumenta: “Como el mall da facilidades de comprar en cuotas, la gente se encalilla, entonces tu vas a una casa y ves las mismas cosas que en otras. Ves lo mismo, pero si compras algo hecho a mano, va a ser especial. Esa es la gran diferencia”, señala.
LECTURA
BOLSOS ECOLOGICOS
Mar supia
de TAROT
La apurada inauguración del Mall Plaza Egaña para la navidad de 2013, derivó en un proceso de deterioro sobre el vecindario, que se ha prolongado hasta hoy. A la tala y no reposición de los árboles de las calles circundantes, la muerte por accidentes de tres obreros y dos vecinos, se suma el daño al principal portal de La Reina, que recibe a sus vecinos ya no con árboles, sino con gigantografías con el mensaje “me fascina el Retail”. La Junta de Vecinos Nº 6 intentó mitigar los daños desde el primer día. Ya derrotados, para aprobar el expendio de alcoholes de las tiendas del mall, hicieron tres peticiones humildes: que hubiera trabajo para los adolescentes y jóvenes de la Escuela Especial de Desarrollo, que los camiones de abastecimiento ocuparan las horas pactadas y que el pago de los estacionamientos fuera subvencionado por las tiendas del mall. Nada de aquello fue aceptado. Es más, cuando la decisión de ratificar el permiso para el expendio de alcohol, se llevó al Concejo Municipal (conformado por el Alcalde y 8 concejales), sólo dos concejales rechazaron la moción. El epicentro del ataque inmobiliario afecta, por ahora, la manzana Larraín/Paula Jaraquemada/Blest Gana/Vespucio. Allí, el daño es producto de una bien planeada apropiación del territorio vecinal, donde las inmobiliarias y las constructoras aprovecharon un Plan Regulador que permite la densificación del área y la construcción en altura. Como un ataque de tiña, avanzaron demoliendo casas, presionando indebidamente a los vecinos para que vendieran sus propiedades. En el Nº 5858 de Blest Gana, un pasaje de 11 casas DFL2, la empresa inmobiliaria “Imagina”, ha comprado una de éstas para poder ingresar al pasaje, demoliéndola inmediatamente quebrando la unidad arquitectónica y social. Hoy la contaminación acústica es constante y el cono de sombra que se cernirá en cuanto estén construidos los edificios, es evidente.
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"Más nerviosa que monja con atraso"
Esta situación de acoso inmobiliario se replica sobre las 20 casas del pasaje de Vespucio 158. Y en la calle Ernesto Hevia, donde se encontraba la casa del Premio Nacional de Literatura, José Santos González Vera, la Constructora “Sigro” eleva el Edificio Eco Oriente, con 18 pisos, 144 departamentos y 3 pisos de estacionamiento. Al frente de éste, el edificio Ernesto Hevia 5880, de Moller y Pérez Cotapos, con 19 pisos. En esta otrora preciosa calle sin salida, subsisten 3 familias viviendo en sus ex-tranquilas casas, rodeadas de grúas, moles y escombros. Claramente necesitamos un nuevo Plan Regulador. Enfrentados a cómo hacer para que se escuche el proyecto vecinal con alguna posibilidad frente al proyecto de inversión, ha venido la otra contaminación del ambiente: los intentos de manipulación de la voluntad popular mediante consultas que no recogen la verdadera postura de TODOS los vecinos, ni sobre los temas que realmente los angustian, como edificación en altura, ensanchamiento de calles, pérdida del carácter de “ciudad jardín” que era propio de nuestro barrio.
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Manuel Gajardo: "La lucha de los trabajadores debe ser el cambio social, político, económico y cultural" En el marco de la conmemoración del 1 de mayo, conversamos con Manuel Guajardo, economista, asesor laboral y vecino de La Reina, quien nos aporta su visión sobre la realidad y desafíos de los trabajadores en el Chile actual. De un Estado de Bienestar a uno Subsidiario Hasta 1973 los trabajadores contaban con algunos derechos laborales, característicos de un Estado de Bienestar, que era la expresión de un pacto social entre las clases dominantes y las dominadas respecto de cómo se reparten las ganancias de una sociedad. Con el fin de tomar una tajada más amplia de la tasa de ganancia, las clases dominantes reorganizan dicho pacto, lo que no era posible sobre la base de la persuasión de los trabajadores, en un país y un continente con una masa laboral fuertemente organizada. La ecuación era si se imponían los empresarios por una tajada mayor o lo hacían los trabajadores, corriendo ese cerco y adquiriendo más derechos respecto de las riquezas que ellos mismos generaban. “En Chile esa contradicción se resuelve en 1973 a favor de las clases dominantes. La Dictadura tiene un rol estratégico en la refundación del Estado chileno, pasando de un Estado de Bienestar a un Estado subsidiario, mínimo y jibarizado, donde los beneficios sociales se reducen drásticamente para los trabajadores”, señala Manuel. Consecuencias “Este nuevo Estado buscará privilegiar al empresariado, mientras se focaliza subsidiando los sectores más pobres, en aspectos muy marginales. La refundación del Estado requerirá de una legislación laboral que garantice la atomización de los trabajadores. Entonces ocurre que una empresa
puede tener múltiples sindicatos y, por tanto, van a existir múltiples negociaciones, debilitando la fuerza y unidad de los trabajadores”, agrega. De esta manera, la Central Única de Trabajadores dará paso a una Central Unitaria de Trabajadores. En otras palabras, se reconoce y se empuja por Ley la atomización de la fuerza laboral. Esos son los cambios a los que asistimos cuando se pasa de un Estado de Bienestar con compromiso social a un Estado Subsidiario, donde es el propio trabajador quien debe financiar su pensión, su salud, su educación, etc. Herramienta de Cambio Social
Ésta es una sociedad de seres humanos, por tanto, debemos aportar a la construcción de una sociedad nueva, con hombres y mujeres nuevos, una sociedad de amor. Eso es eminentemente cultural, ése es el trasfondo, lo que subyace, lo más relevante de nuestra lucha”, agrega. Banderas de Ayer, Banderas de Hoy Para finalizar, Manuel reflexiona: “Uno de los elementos centrales de la lucha del 1 de mayo eran los tres ‘ochos’; 8 horas para trabajar, 8 horas para compartir con la familia y 8 horas para descansar. Esa era la lucha del 1800. Dos siglos después, los trabajadores trabajan mucho más de 8 horas: realizan horas extraordinarias para incrementar sus ingresos. A eso hay que sumar los viajes en un sistema de transporte poco amistoso. Finalmente, ese trabajador estará fuera de su hogar más de 12 horas, llegando extenuado a dormir, sin oportunidad de compartir con su familia. Entonces, las banderas de ayer aún están vigentes. Nuestro desafío es tomarlas y llevarlas más allá en pos de las mejorías para los trabajadores, mejor educación para nuestros hijos, mejor salud para nuestras familias y mejor calidad de vida en nuestros barrios, en nuestras ciudades, en nuestro país”.
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Extracto de entrevista realizada por Marco Maya en programa radial de La Reineta en Radio Sin Tierra
“El Sindicalismo tiene una expresión técnica, porque interviene en la categoría de trabajo con muchos componentes técnicos, elementos de productividad, repartición de la ganancia, orden jurídico, económico, etc. Pero también posee elementos culturales, porque es una de las fuerzas vivas más ricas de la sociedad que, en su proceso de lucha, va creando y recreando procesos sociales y culturales, que son también semillas de cambio”, establece. La propuesta más integral y más genuina de los trabajadores no sólo es reivindicativa o economicista; es y debe ser también una propuesta de cambio social, político, económico y cultural. “La creación de una sociedad nueva es un proceso eminentemente cultural, pero que requiere de transformaciones técnicas, económicas y políticas.
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"Mientras unos ordeñan la vaca, otros beben la leche"