2 minute read

Por qué caminar por el campo ‘doma’ nuestro cerebro

“Me voy el fin de semana al campo a desconectar.”

Escapadas para apaciguar la amígdala

Advertisement

Hay un mecanismo en el cerebro que permite que la naturaleza cambie nuestra percepción de las cosas. Se llama amígdala .

Así lo sugiere un estudio de hace unos años . En situaciones de estrés, la amígdala se activa más en los habitantes de las ciudades que en las personas que viven en zonas rurales.

La amígdala es la región del sistema nervioso responsable del control de las emociones y los sentimientos. Esto es lógico porque se encuentra en una posición privilegiada que le permite establecerconexionesconmuchaspartes diferentes del cerebro. Una de estas regiones es el lóbulo frontal, lo que explica por qué la amígdala participa en la inhibición del comportamiento y la toma de decisiones .

La amígdala también participa en otras actividades como controlar nuestra alimentación (es responsable de la sensación de saciedad), gestionar el miedo y el estrés, estructurar los recuerdos, regular el comportamiento sexual y controlar la agresión.

La esencia del miedo es la supervivencia, y esta parte del cerebro nos ayuda a sobrevivir evitando situaciones peligrosas, ya que revisa continuamente la información que le proporcionan nuestros sentidos,detectando alinstante qué puede afectar nuestra supervivencia (sea real o no).

Una vez que la amenaza es identificada, desarrolla una respuesta que nos aleja del riesgo y nuestra probabilidad de supervivencia aumenta.

Las ventajas de sumergirse en un relajante ‘baño’ de bosque

Podemos intervenir la amígdala para ayudarla a evitar la ansiedad y el estrés.

Es posible hacerlo con medicación, aunque la ciencia también nos ofrece otra opción más barata y sencilla: el contacto con la naturaleza.

Un estudio reciente ha demostrado que la exposición repetida a entornos naturales tiene un efecto positivo en la actividad de la amígdala. Las personas en contacto frecuente con la naturaleza presentan menos actividad en su amígdala durante situaciones de estrés.

Interactuar con el entorno es, por tanto, una forma de mejorar la salud mental . Los japoneses tienen una palabra para ello: shinrin-yoku o “baño de bosque”.

Muchos otros estudios han llegado a la misma conclusión . Muestran que el contacto con la naturaleza aumenta nuestra sensación de felicidad y disminuye la angustia mental, ya que este contacto reduce las emociones negativas y elestrés .También nos otorga una mayor capacidad para gestionar las tareas diarias, mejorando la capacidad de la llamada “ memoria de trabajo ”, que nos permite almacenar información temporalmente en el cerebro. A ello hay que sumar una mejora en la función cognitiva -atención, memoria, orientación- tanto en adultos como en niños, con beneficios en términos de imaginación, creatividad y rendimiento escolar.

Otra de las ventajas de salir al campo es que es una actividad que se puede hacer solo. Las personas que caminan solas en la naturaleza son menos propensas a la depresión y el estrés.

Como todo buen tratamiento, el contacto con la naturaleza también requiere la dosis adecuada. Necesitamos pasar al menos media hora en la naturaleza por semana para sentir los beneficios para la salud mental.

En conclusión, la exposición a la naturaleza disminuye la actividad de la amígdala y tiene efectos beneficiosos en las regiones cerebrales relacionadas con el estrés.

Esto sugiere que caminar por el campo amortigua los efectos perjudiciales de la vida en la ciudad. Y, a su vez, actúa potencialmente como medida preventiva frente al desarrollo de algunos trastornos mentales.

This article is from: