8 Octubre 06 de 2010
Informe
Respetar es empezar a ganar la guerra.
Una megaobrita para Pance, por favor alcalde
El puente ya recibió p E
nfrentados a la terquedad de unos funcionarios insensibles, los habitantes tomaron la deter minación de reparar su propio puente, antes de que sobreviniera una tragedia. Los dirigentes comunales le hicieron ver al señor Gobierno que la estructura de hierro necesitaba unas tablas para comunicar a una rica zona agrícola, apetecida como veran e a d e r o. Después de sesudos estudios, y una visita, los acuciosos servidores públicos llegaron a la más sabia conclusión: no hay dinero
para realizar esa megaobrita en el corregimiento de Pance. -¿Cómo?, se preguntaron campesinos, estudiantes, señoras y niños. Entonces pensaron que era mejor tocar otras puertas. De todas maneras, la gente tenía la certidumbre de que esas cosas ocurren por dos factores: pereza para hacer gestión o falta de voluntad política. Entonces se nos apareció la Virgen, les dijo un líder a los reporteros de LA RAZÓN. La Cvc decomisó una madera de regular calidad, la misma que se puso en el puente de Pance, cerca al pueblo. De inmediato pensaron hacia el futuro: las tablas no van a durar mucho, de modo que muy pronto será necesario remplazarlas. Pero, ¿si no hay un gobierno providencial?, se preguntaron.
Palos y piedras
Acudieron al despacho de Roberto Ortiz, representante liberal a la Cámara por el Partido Liberal, quien se comprometió a dotar de tablones fuertes y de madera resistente a Pance. Claro, si el Gobierno insiste en decir que ya voy toño. En vista de que el sector oficial tuvo un criterio estrecho en este caso, tenemos que buscar espontáneos de buen corazón que remplacen al Estado tacaño, añadió el informante.
Los voceros del pueblo han dicho que se trata de unos trabajos necesarios, urgentes. Los labriegos deben transportar oportunamente sus productos al mercado y los niños quieren ir a la escuela. Hace algunos días dos pequeños cayeron al río. El paso por el cauce es una tarea titánica y peligrosa: cuando se crece el Pance, viene con la empalizada y se lo lleva todo en una avalancha de miedo. De hecho, antes de que llegue el turbión el río ruge resuelto en la lejanía. Luego se va ensanchando y llega hasta la carretera. Varios paseantes murieron una vez durante un diluvio de esos. Esa circunstancia se da porque el agua se encajona detrás de las montañas y, cuando se acerca al caserío,
El alcalde se gastó 300
millones de pesos en un viaje a la China y cuando le preguntaron por 4 millones para el puente de Pance dijo “Pailas no hay presupuesto”.