LA PALABRA
“Deep blue” (Azul
damas de carne, no de madera.
ordenador de la IBM que
estas batallas se contó también
profundo) es el nombre del venció hace algunos años a Gary Kasparov, el campeón
mundial de ajedrez, en un torneo de seis partidas
organizado para enfrentarlos. El resultado -como escribí por entonces- indignó a muchos,
por considerarlo humillante para el género humano; preocupó a otros, por aquello
de que cada vez la inteligencia
artificial iba demostrando su mayor eficacia comparativa con
respecto a la mente humana, y satisfizo a los fabricantes del
ordenador ajedrecista, quienes
por concepto de publicidad y cobertura del evento se
embolsillaron unos buenos millones.
En realidad, ya en el siglo
XIX ocurrió -aunque no sea un
capítulo demasiado conocidou n e p i s o d i o s i m i l a r. U n
remoto antepasado de “Azul profundo”, correspondiente
Entre los muchos perdedores de
el fabricante del autómata, que vio su efímera fama perderse entre tinieblas. Murió pobre y
olvidado, mientras su creación, el autómata ajedrecista, inútil
ya y destartalado, fue a parar
a algún desván y de allí a la basura.
Fue así que esas máquinas
con incipiente inteligencia
artificial (o artificiosa) que provocaron aspavientos de duquesa en los salones del siglo XIX, pasaron también
al olvido. Uno de ellos, el
penúltimo autómata, nos mira
todavía, más metalificado que petrificado, en una urna
del Conservatorio de Artes y
Oficios de París, entre otros inventos raros y curiosos
pergeñados por la insuperable,
y a veces caótica, imaginación humana.
¿Y si las máquinas nos
no ya a la primera generación
superan?
generación cero, derrotó en
pero ¿lo será realmente?
de ordenadores, sino a la Prusia, en el palacio real, a
cuantos ilustres ajedrecistas quisieron hacerle frente.
Historia de un autómata
La escena se repitió luego
en otras cortes. Trebejo a
trebejo, escaque a escaque, el tatarabuelo de “Deep blue”, un
autómata innominado al que
Insuperable, he escrito,
Cada vez más estudiosos de la tecnología -y así me lo
develó hace pocas semanas, en
Buenos Aires, Rodrigo Prieto,
amigo experto en estas lidesse inclinan a pensar en (o al
menos en preocuparse por) un posible acontecimiento futuro llamado “la Singularidad”.
Para abreviar, se denomina
bien podríamos nominar como
así al momento en que los
azul profundo), fue ganando
a superar la capacidad del
“Old deep blue” (Antiguo
terrreno hasta derrotar a los mejores estrategas europeos del tablero, provocando el
asombro o la indignación
en cuantos presenciaron o supieron del torneo.
Dice la historia que el
alboroto no duró mucho,
ya que pronto otras guerras mayores sacudieron a Europa, provocando la caída de reyes y
“La Singularidad”: una nueva teoría que podría darle la razón a “Matrix”
ordenadores llegarían
cerebro humano de almacenar y procesar información. Esta
teoría se sustenta sobre la Ley
de Moore, que dice que la capacidad de los microchips de
un circuito integrado se duplica
cada dos años, lo cual traería un crecimiento exponencial de
la potencia del hardware de las computadoras hasta alcanzar y luego superar al cerebro.
4 TRINIDAD, JUEVES 02 DE JUNIO DE 2011
A decir del científico
y escritor de ciencia
registra en el mundo aumenta
dado el contexto actual de
solamente a un ritmo de 30%
poder, éstas se convertirían
ficción Vernor Vinge, la
anual desde 1999.
a l c a n z a r p o r d i f e re n t e s
el artículo de la Wikipedia
un computador que alcance
s u rg e n a p a r t i r d e l a
Singularidad se puede caminos: “El desarrollo de el nivel de inteligencia
humana y posteriormente lo supere (superinteligencia artificial); el desarrollo de redes de computadoras
que se comporten como
superneuronas de un c e re b ro d i s t r i b u i d o q u e
‘despierte’ como ente inteligente (superinteligencia colectiva); el desarrollo de
elementos de interacción con
computadoras que permitan
a un humano comportarse como un ser superinteligente
(superinteligencia híbrida), y/o
manipulaciones biológicas que
“Las discrepancias -dice
sobre "la Singularidad"consideración que se tenga sobre el impacto tecnológico
en la sociedad. Si creemos
en un competidor demasiado peligroso para los humanos, por lo cual hay que hacer todo lo posible para que esto no suceda (teoría del bioconservadurismo); y los que ven a la tecnología como
que las tecnologías siempre
una aliada que nos pueda
controlada por los humanos
colectiva donde humanos y
crecimiento acelerado, su cada
futuro sostenible (teoría de la
creciente inteligencia (a lo cual
Desde luego, adagio o
serán una infraestructura
llevar a una superinteligencia
o aceptamos que dado su
tecnologías cooperen por un
vez mayor autonomía y su
Sostenibilidad tecnológica)”.
no se le ve límites), se pueda aceptar que se convertirán en
una superestructura capaz de
compartir las decisiones con los humanos”.
Cuatro enfoques y una
presto, el destino exitoso de los ordenadores parece
irrevocable, pero dudo que incluya el derrotarnos en todos
los campos. Por ejemplo, igual que los viejos autómatas
decimonónicos, todavía los
permitan mejorar en algunos
duda razonable
inteligencia (superinteligencia
enfoques: “los que creen que
si se llaman “Azul profundo”,
Según un gráfico elaborado
controlada por los humanos y
mundo contemplando,
uso que se le dé. Por lo que
azul de los espacios siderales.
seres el nivel humano de biológica)”.
por Hans Moravec, la paridad entre el hardware de las computadoras y el cerebro se alcanzaría ¡alrededor del 2020!, lo cual daría lugar a máquinas ultra inteligentes; proceso que podría demorarse un poco, pero no evitarse, puesto que según un estudio realizado por la Universidad de Berkeley en el año 2004, a instancias de varias corporaciones tecnológicas, la información que se genera y se
Por ello tenemos cuatro
ordenadores y robots, incluso
la tecnología siempre será
no pueden asombrarse del
el único peligro está en el mal
precisamente, el profundo
basta con limitar, prohibir o
controlar la utilización de las
mismas (teoría del desarrollo
tecnológico sostenible); los que creen que las tecnologías
igualarán y superarán a los humanos, surgiendo una
superinteligencia (teoría de
Cuando una máquina pueda
hacerlo, y tema a la muerte,
y sienta la grave presencia (o ausencia) de Dios, recién la inteligencia artificial nos
habrá hecho el jaque mate. Mientras tanto -y dudo que
la Singularidad tecnológica);
ocurra alguna vez- los oblicuos
tecnologías podrán ser una
imaginación humana seguirán
los que aceptan que las
y múltiples caminos de la
superestructura y creen que
siendo insuperables.