Dimensión performativa del activismo ciudadano.

Dimensión performativa del activismo ciudadano: La defensa del Santuario de la Naturaleza Humedal del río Cruces y Chorocamayo, como una forma de creación del paisaje de los humedales en Valdivia.

MARÍA PAULINA IBIETA ILLANES Trabajo de graduación para optar el grado de Magíster en Diseño de Entornos Sostenibles Facultad de Arquitectura y Artes Universidad Austral de Chile VALDIVIA – CHILE 2021

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CONTENIDOS Resumen i. Introducción ii. Formulación del problema iii. Preguntas, hipótesis y objetivos iv. Estructura y Metodología v. Desarrollo

Capítulo 1_ Marco teórico:

Aproximaciones teóricas a los conceptos de perfomance y paisaje.

Capítulo 2_ Presentación del caso y levantamiento de información:

Reconstrucción temporal espacial del conflicto socioambiental Capítulo 3_Aplicación de la metodología propuesta:

Visualización gráfica de la dimensión performativa del activismo ciudadano.

Capítulo 4_ Discusión de resultados y conclusiones

Performatividad del paisaje. vi. Comentarios finales vii. Referencias bibliográficas

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Resumen El activismo ciudadano en defensa del Santuario de la Naturaleza Humedal del río Cruces y Chorocamayo, ocurridas en la ciudad de Valdivia entre los años 2004 y 2006, se ha definido como un paradigmático movimiento social y medioambiental, que tuvo la capacidad de reconfigurar el paisaje e imaginario colectivo que existía hasta entonces de la ciudad y su entorno (Sepúlveda, Lara, et al, 2018). Sin embargo, este movimiento ciudadano no ha sido estudiado desde su dimensión performativa, donde los actos, marchas, protestas y manifestaciones se entienden como el objeto de estudio en sí mismos. De esta forma, bajo la óptica que proponen los estudios de performance, se buscó representar el activismo ciudadano para entender cuál fue el rol y la incidencia que tuvo en la resignificación del paisaje de los humedales para la ciudad de Valdivia.

Para esto se desarrolló un sistema de análisis e interpretación basado en métodos de visualización gráfica de la información. Primero, se llevó a cabo una reconstrucción espacio/temporal del conflicto socioambiental, y luego una visualización performativa del movimiento a partir del cruce entre los registros existentes de las manifestaciones y la memoria subjetiva de los manifestantes.

Así, los resultados obtenidos en la aplicación de este método permitieron vincular la dimensión performativa del activismo ciudadano con las formas en que se entrelazó, articuló, ideó y confeccionó el paisaje de los humedales (Hecht, 2020) durante las movilizaciones ciudadanas en defensa del Santuario de la Naturaleza Humedal del río Cruces y Chorocamayo.

Palabras claves: performance, paisaje, activismo, representación.

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i. Introducción Esta investigación corresponde al trabajo de graduación desarrollado para obtener el grado de Magíster en Diseño de Entornos Sostenibles (MADE) de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Austral de Chile.1 El estudio se enmarca dentro del Núcleo Milenio Arte Performatividad y Activismo (NMAPA) que tiene como objetivo el estudio de la dimensión performativa de las prácticas de activismo que, con su fuerza transformadora, están reconfigurando la sociedad chilena. En este contexto se aborda como caso de estudio el activismo ciudadano ocurrido en la ciudad de Valdivia entre el año 2004 y 2006, por la defensa del Santuario de la Naturaleza Humedal del río Cruces y Chorocamayo 2.

Desde el retorno a la democracia en Chile en 1990, los movimientos ciudadanos fueron recobrando fuerza de a poco. Uno de los primeros movimientos masivos fueron las movilizaciones ocurridas entre 2004 y 2006 en Valdivia. Este caso de activismo ciudadano surge desde la ciudadanía, en rechazo al funcionamiento de la planta de celulosa Celco, de la empresa Arauco, que con la descarga de Residuos Industriales Líquidos (RILes) en el Santuario de la Naturaleza, estaba ocasionando su contaminación y la muerte del característico cisne de Cuello Negro (Cygnus melancoryphus) entre otras especies. Esto desencadenó el desastre socioambiental del humedal del río Cruces3 y la movilización de miles de personas que se sintieron afectadas por esta situación.

Así, el movimiento ciudadano coordinado por la agrupación social “Acción por los Cisnes”4, marcó un precedente para el activismo en Chile, ya que definió una nueva forma de de involucramiento ciudadano post-dictadura.

Este movimiento social logró transformar la legislación medioambiental de nuestro país exigiendo el derecho ciudadano de vivir en un medioambiente libre de contaminación, sancionar a la empresa responsable y proteger así el Santuario de la Naturaleza. Sin embargo, otro aspecto relevante fue el impacto que tuvo en la construcción colectiva de una nueva identidad Valdiviana, siendo una acción transformadora y creadora del paisaje -y de la realidad- que evocaba.

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El trabajo de graduación se desarrolla en el área de estudio “Diseño y planificación participativa” del programa. Dicha área aborda la comprensión de los procesos de participación, en el contexto del mundo actual en que las personas demandan un involucramiento cada vez más incidente.

2 Santuario de la Naturaleza Carlos Andwanter: humedal de 4.877 ha. emplazado en el cauce del río Cruces, protegido como Santuario de la Naturaleza por el Estado de Chile y la Comisión Ramsar desde 1981.

3 La agrupación Acción por los Cisnes denominó el conflicto de carácter “socioambiental”, refiriéndose a que la contaminación del humedal, se tradujo en una serie de impactos negativos para los habitantes de la ciudad de Valdivia, San José de la Mariquina y alrededores. Esto se traduce en una serie de conflictos sociales derivados de la confrontación de visiones respecto de los diferentes modelos de desarrollo en cuestión. (Escaida et al, 2014)….

4 Acción por los Cisnes es una agrupación ciudadana que surge en Valdivia ante la alarma provocada por la muerte de los cisnes de cuello negro y el desastre ecológico que afectó al Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, en el Río Cruces, durante los años 2004 y 2006.

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De acuerdo a lo planteado por una de las dirigentes del movimiento social e investigadora Claudia Sepúlveda y otras investigadoras, gracias al activismo ciudadano, los humedales adquirieron un “carácter polémico, capaz de movilizar imaginarios urbanos alternativos como efecto del desastre del río Cruces…” (Sepúlveda et al., 2018, p.5). Así mismo, la bióloga Montserrat Lara, también ha planteado que producto del desastre ambiental que afectó en 2004 al Santuario de la Naturaleza del Río Cruces, los humedales “pasaron a ocupar parte de una reconfigurada identidad valdiviana” (Lara-Sutulov, 2017, p.3).

De esta forma, el presente trabajo de graduación, busca contribuir al conocimiento respecto de la performatividad y el activismo, como forma de expresión social, analizando e interpretando la dimensión performativa del activismo ciudadano ocurrido en la ciudad de Valdivia, para entender cuál fue el rol y la incidencia que tuvo en la resignificación del paisaje de los humedales. De esta manera, se busca avanzar sobre el concepto tradicional de paisaje entendido como una forma de comprensión del entorno con el que interactuamos, una unidad de visión o, como lo describe el científico Andrés Muñoz Pedreros (2005, p 139), “…la expresión espacial y visual del medio”, hacia un concepto de paisaje no representacional, considerando que éste puede ser conformado, comprendido y experimentado fuera de sí mismo, mediante la construcción simbólica de su significado (Waterton, 2013).

Desde este punto de vista, el énfasis del trabajo está puesto en la exploración metodológica que ofrecen las herramientas de representación gráfica de la arquitectura, el urbanismo y el diseño del paisaje, para analizar e interpretar la dimensión performativa del activismo ciudadano, todo esto mediante una reconstrucción temporo-espacial de los hechos acaecidos durante el conflicto, una visualización gráfica de las acciones performativas y una vinculación de estos eventos con la resignificación del paisaje de los humedales que se creó gracias a este movimiento.

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ii. Formulación del problema Actualmente y durante los últimos dos años en nuestro país, hemos visto con fuerza como la ciudadanía se reúne en las calles de las ciudades para expresar su rechazo al sistema político imperante, y su descontento en general, en un movimiento que se ha autodenominado “Estallido social”. Estas movilizaciones, sin duda, han generado importantes transformaciones para nuestra democracia y han impulsado una agenda de cambios políticos, pero también están impulsando una transformación en la percepción de nuestra construcción social, por lo que no representan solamente la demanda a un tercero -a la clase política en este caso-, si no que también implican una transformación de los imaginarios colectivos5 en la medida en que se experimenta una narrativa en el acto performativo de la protesta con los movimientos del cuerpo en el espacio.

Sin embargo, las relevantes transformaciones culturales, intrínsecas a cualquier evento de activismo ciudadano, no están sujetas solamente a los efectos o consecuencias que éstas puedan generar en un otro externo, sino que más bien son el resultado de lo que se aprende o lo que hacen propio los cuerpos que participan de éstas. Si bien, la efectividad del activismo ciudadano como una forma de participación vinculante podría ser medida en relación a la incorporación de sus demandas por parte de un tercero, es la resignificación de la realidad que se construye gracias a su dimensión performativa, lo que constituye su rol más fundamental (Hatuka, 2018). En este sentido, la dimensión performativa del activismo ciudadano, desde la óptica de los estudios de performance, vendría a ser el aspecto más trascendental para sus participantes. Esto significa el reconocimiento del cuerpo y sus movimientos en el espacio como un dispositivo o mecanismo de registro, capaz de hacer propio a través de la experiencia, el conjunto de narrativas y discursos presentes en las manifestaciones.

Si bien el activismo ciudadano ha logrado instalarse entre los y las ciudadanas como una forma de participación social, y cada vez surgen con mayor fuerza movimientos de expresión colectiva a lo largo de todo el mundo, son pocas las investigaciones que las analizan desde un enfoque performativo. Específicamente en el caso del conflicto socioambiental ocurrido en Valdivia, el impacto que tuvo la dimensión performativa del activismo ciudadano en defensa del humedal del río Cruces, no ha sido abordada desde una mirada experiencial, donde los actos, marchas, protestas y manifestaciones se entiendan como el objeto de estudio en sí mismos.

De acuerdo a Alejandro Guzmán-Ramírez “a partir de los imaginarios constituidos por imágenes, informaciones, experiencias, simbolismos y fantasías se reconstruyen visiones del mundo con efectos y propósitos de la acción cotidiana expresados en el hábitat.” Visto en: “Los imaginarios urbanos y su utilización como herramienta de análisis de los elementos del paisaje”, Revista Legado de Arquitectura y Diseño, núm. 20, 2016.

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Las investigaciones sobre este caso se enfocan en el estudio del conflicto desde su dimensión política, socio-cultural y medioambiental, y aun cuando existen registros notables -como el documental “Ciudad de Papel”- de los eventos ocurridos durante el movimiento ciudadano, no existen trabajos que analicen desde una dimensión performativa el evento como un objeto de estudio en sí mismo. Ejemplo de esto son las investigaciones que exploran la dimensión política y legislativa del movimiento ciudadano (Rodríguez, 2005), otras que indagan los efectos sociológicos y etnográficos del movimiento, abordando las transformaciones políticas y sociales en torno a los humedales y la legislación ambiental que tuvieron estas movilizaciones. Por otro lado, C. Sepúlveda y B. Bettati (2005), miembros de APC, entregan un relato técnico del conflicto y describen el conflicto como “un hecho emblemático que marcará un punto de inflexión en la historia de la institucionalidad ambiental de Chile” (Sepúlveda, 2005, p.62). Otra línea de investigación la proponen las investigadoras antes mencionadas, C. Sepúlveda y M. Lara (2018), entre otras, quienes plantean que gracias a las movilizaciones ciudadanas en Valdivia, los humedales “adquirieron un carácter polémico, capaz de movilizar imaginarios urbanos alternativos”. En esta publicación, las autoras plantean que el desastre del Río Cruces provocó que “estos humedales fueran ‘descubiertos’ por los valdivianos, quienes comenzaron a movilizarse en su defensa” (p. 5).

Otra perspectiva la propone la investigadora Bárbara Oñate (2009) quien, en un acercamiento etnográfico, da cuenta de los argumentos de promoción, defensa y conservación del medioambiente que utilizó el movimiento ciudadano “Acción por los Cisnes” para hacer frente a lo que ellos catalogaron como la destrucción del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter (Oñate, 2009).

En este contexto investigativo es que surgen las preguntas e hipótesis que guían el trabajo de graduación; en un interés por analizar el caso de activismo ciudadano en defensa del humedal del del río Cruces, desde el enfoque que proponen los estudios de performance, como una forma de abordar el concepto de paisaje desde su comprensión más contemporánea, conceptualizado como el significado que una cultura le asigna a un territorio, y no como algo que observa o se encuentra, si no que como algo que se crea y se confecciona (Hecht, 2020).

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iii. Preguntas, hipótesis y objetivos 1. Preguntas de investigación: -

¿Cuál fue el rol y la incidencia que tuvo la dimensión performativa del activismo ciudadano por la defensa del río Cruces, en la resignificación del paisaje de los humedales para la ciudad de Valdivia?

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¿De qué manera se puede analizar el activismo ciudadano para interpretar su dimensión performativa?

2. Hipótesis La dimensión performativa del activismo ciudadano por la defensa del río Cruces ocurrido entre los años 2004 y 2006, logró resignificar la comprensión colectiva del paisaje de Valdivia y sus humedales.

3. Objetivos 3.1 Objetivo principal: Representar el activismo ciudadano en el contexto del conflicto socioambiental del Santuario de la Naturaleza Humedal del río Cruces y Chorocamayo, interpretando su dimensión performativa como un mecanismo de resignificación colectiva del paisaje de los humedales en Valdivia.

3.2 Objetivos específicos: 1. Relacionar los hechos acaecidos durante el conflicto socioambiental, considerando lo que sucedió con el ecosistema del humedal, el activismo ciudadano y las acciones del Estado y el sector privado.

2. Registrar y visualizar las principales acciones del movimiento ciudadano entre 2004 y 2005, desde un análisis que considere el espacio, los cuerpos en movimiento y sus narrativas.

3. Interpretar las formas en que el activismo ciudadano performó el paisaje de los humedales.

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iv. Estructura y Metodología La búsqueda de un método exploratorio para la investigación fue parte del desarrollo del trabajo, así como también uno de sus principales alcances y aportes a la discusión actual sobre estudios de performance y de paisaje. Para esto se trabajó con distintos métodos de visualización gráfica de la información, provenientes de las disciplinas de la arquitectura, el urbanismo y el diseño del paisaje, para relevar la dimensión performativa del activismo ciudadano. La metodología propuesta se trabajó conceptualmente bajo el alero de las teorías no representacionales, de tal forma que se alejó de todo intento por representar o volver a presentar este evento como algo que ocurrió en el pasado, si no que se encuentra en estrecho diálogo con el escenario actual que se construyó a partir de ese momento (Vannini, 2015, p. 12).

Capítulo 1_ Marco teórico: Aproximaciones teóricas a los conceptos de perfomance, paisaje y representación.

En este capítulo se definen las aproximaciones teóricas en que se enmarca el trabajo de graduación a través del estudio de varios autores. Esta discusión comienza con la elaboración de un Glosario, en donde se definen los principales conceptos que se utilizaron para una mejor comprensión del contenido y luego se abordan tres discusiones bibliográficas que en su conjunto componen el marco conceptual del trabajo de graduación: (1) Activismo y performance, (2) Representación y visualización de la información y (3) Performatividad del paisaje.

Capítulo 2_ Presentación del caso y levantamiento de información: Reconstrucción temporal espacial del conflicto socioambiental Se presenta una aproximación al conflicto socio ambiental del río Cruces, mediante un levantamiento de la información existente del caso. Para esto, se comenzó por identificar y ordenar los hitos ocurridos por fechas, en orden cronológico; luego se clasificaron según el origen del hito o evento como: (1) Estado ecológico del humedal, (2) Activismo ciudadano, y (3) Arauco y los poderes del Estado. A continuación se describen los métodos de levantamiento de información utilizados para cada categoría.

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(1) La contaminación del humedal del río Cruces: Se revisaron los antecedentes técnicos que explican el daño ecológico ocurrido en el humedal y los hitos ambientales que fueron marcando el desarrollo del conflicto, comenzando a registrar los principales hitos en torno a la definición del humedal del río Cruces como Santuario de la Naturaleza y primer Sitio Ramsar en Chile; posteriormente el deterioro que sufre el ecosistema con el inicio de las actividades de la celulosa y finalmente, su estado actual luego de que la empresa fuera sancionada y tomara medidas de mitigación y control de la contaminación del humedal. Para esto se revisaron los informes realizados por la Universidad Austral de Chile a cargo del profesor Eduardo Jaramillo, así como también el libro “Crisis Socioambiental: El Humedal del Río Cruces y el Cisne de Cuello Negro” de J. Escaida, E. Jaramillo, C. Amtmann y N. Lagos (2014), que retrata el conflicto desde una perspectiva sociológica y de las ciencias naturales. Esta información se complementó con una entrevista semi-estructurada, realizada al Ecólogo y académico de la UACh, Dr. Eduardo Jaramillo.

(2) Activismo ciudadano Se revisaron los registros existentes de las movilizaciones y acciones ciudadanas. Se trabajó principalmente con el documental “Ciudad de Papel” (2007), de la productora Jirafa, dirigido por Claudia Sepúlveda y producido por Bruno Bettati y Fernando Lataste. El documental es un registro audiovisual del movimiento ciudadano por el humedal del río Cruces y retrata los episodios más significativos del conflicto con imágenes grabadas en tiempo real de las manifestaciones, así como también entrevistas y testimonios de los principales actores involucrados. De este registro se obtuvieron imágenes con la herramienta de “captura de pantalla” que sirvieron como insumo gráfico para la posterior realización de visualizaciones. Junto con esto se realizó una revisión de la prensa local y nacional y dos entrevistas semi-estructuradas, realizadas al dirigente del movimiento ciudadano Acción por los Cisnes, José Araya.

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(3) Celco - Arauco y los poderes del Estado: Por último, se revisó la prensa local y nacional de la época, en conjunto con la documentación existente del caso y el documental “Ciudad de Papel”, para obtener la información sobre la secuencia de procedimientos legales y normativos, que en conjunto con el actuar de las autoridades, definieron las medidas tomadas por la empresa Celco-Arauco mientras se desarrollaba el conflicto. Los principales poderes del estado involucrados en el conflicto fueron la CONAMA y sus representantes regionales -Región de los Lagos en ese momento- y las distintas instancias del poder Judicial. Esta información fue complementada con el artículo del académico Andrés Muñoz Pedreros, “Desarrollo cronológico del conflicto socioambiental en los humedales del río Cruces, primer sitio RAMSAR de Chile”, publicado en 2005 por el Centro de estudios agrarios y ambientales CEA, y otros artículos académicos que tratan sobre el caso.

Posteriormente se relacionaron los hechos, espacial y temporalmente, en una visualización gráfica tomando como base una línea de tiempo entre los años 1981 a 2013, y un plano del espacio geográfico donde ocurrieron los hechos. Con toda la información recabada, se seleccionaron los hitos más relevantes para establecer los intervalos de tiempo adecuados y determinar la escala de visualización utilizada. Luego, se organizaron los eventos en dos formas: una de diagrama lineal o línea de tiempo, para entender cómo estas tres dimensiones se relacionan temporalmente; cuáles suceden al mismo tiempo, cuánto tiempo duran, en qué momento se produjeron (E. Vásquez, et at., s.f.), y otra forma de diagrama espacial o cartografía, que ubica los hechos en el espacio, en dónde sucedieron, para una comprensión del alcance territorial que tuvo el conflicto.

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Capítulo 3_Aplicación de la metodología propuesta: Visualización gráfica de la dimensión performativa del activismo ciudadano.

Para esta parte de la investigación, se analizaron los eventos ocurridos durante el activismo ciudadano, mediante una visualización gráfica de su dimensión performativa. Para esto, el estudio se estructuró en tres ámbitos, que componen en su conjunto esta dimensión: (1) Espacio, (2) Cuerpo y (3) Narrativas. Como metodología para la visualización de estos ámbitos, se utilizó el concepto de visualizaciones performativas, que buscan representar gráficamente no solo un espacio físico objetivo, sino que también los movimientos, relaciones, experiencias y sensaciones que allí se dan. Por lo tanto, se reconoce la subjetividad e intencionalidad de la autora y la idoneidad que presentan para el análisis del caso de estudio, desde una perspectiva performativa.

Se trabajó con dos tipos de fuentes de información, un tipo considerada como de registro y otra de memoria. La primera consiste en la información publicada u oficial que existe de los registros que se hicieron del conflicto, mientras que la segunda considera los testimonios memorísticos del conflicto que tienen hoy en día las personas. Las fuentes de registros fueron el material audiovisual y relato del conflicto que contiene el documental “Ciudad de Papel”, en conjunto con las noticias publicadas en la prensa local de la época. Mientras que la fuente de información de la memoria, corresponde a los testimonios de quienes participaron de las movilizaciones, obtenidas mediante la aplicación de encuestas de tipo analítica, en conjunto con entrevistas semi-estructuradas a actores claves que fueron parte del desarrollo del conflicto.

Capítulo 4_ Discusión de resultados y conclusiones Performatividad del paisaje.

Finalmente, en esta parte del trabajo se presentan los principales resultados obtenidos de la reconstrucción temporo/espacial y de la visualización performativa del activismo ciudadano, en relación a las formas de evocación y experimentación del paisaje de los humedales en las manifestaciones. Para esto se revisaron los resultados obtenidos en la aplicación de las metodologías trabajadas y se sintetizaron las principales conclusiones a las que el estudió llegó en un diagrama que relaciona los tipos de performatividad del paisaje que tuvo el activismo ciudadano por los humedales.

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v. Desarrollo Capítulo 1_ Marco teórico:

Aproximaciones teóricas a los conceptos de perfomance y paisaje.

Glosario: Para una mejor comprensión de los conceptos utilizados se elaboró a modo de síntesis un glosario que define las principales temáticas, de la cual se desprenden las 3 discusiones bibliográficas presentadas a continuación.

Actos performativos: En la vida cotidiana, el acto de “performar” es hacer alarde, irse a los extremos y poner énfasis en una acción para quienes observan (Schechner, 2002).

Performatividad: El filósofo del lenguaje J.L. Austin propuso el concepto de performatividad, que establecía una conexión indisoluble entre lenguaje y acción. Para Austin, la performatividad se da cuando en un acto expresivo no solo se usa la palabra, sino que esta va acompañada por una acción.

Dimensión performativa: Se refiere al estudio de las formas en que las personas se comportan: los actores sociales, los políticos, los espectadores; e incluso, la manera en cómo los mismos participantes se convierten en espectadores, con el fin de entender la transformación de los discursos e imaginarios colectivos que se establecen desde aquí (Taylor, 2019). En esta investigación, la dimensión performativa del activismo ciudadana abordará tres de sus aspectos constituyentes, espacio, cuerpos y narrativas.

Cuerpo: El cuerpo tiene la capacidad de hacerse parte del paisaje mediante su “actuación” o performance en este. Así, cuerpo y paisaje se entrelazan, ambos constituidos y constituyentes. Así como el paisaje está presente en nuestro movimiento a través de él, éste continúa moldeando nuestras expresiones, experiencias y opiniones fuera de él.

Coreografía espacial: Una coreografía, de acuerdo a su definición clásica, es el arte de crear estructuras en las que suceden movimientos. De esta manera, la coreografía espacial del activismo ciudadano, se utilizó como concepto en este trabajo, para revelar como el espacio y las personas interactúan durante las manifestaciones, intentando exponer las prácticas y formas en que las distancias y costumbres sociales acordadas son cuestionadas, para reinterpretar la realidad. De acuerdo a Tali Hatuka, este concepto se define como las dinámicas entre el cuerpo y el espacio físico, entre las dinámicas sociales y los componentes ritualísticos de las manifestaciones. “It refers to the intricate juxtaposition of people—and their appropriation of spaces—and spaces themselves.

(2015, p.)

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Representación: Representar es interpretar, hacer ver y dimensionar los eventos territoriales que escapan a nuestras visiones cotidianas. Representar es transformar datos de diversa índole y de distinto origen en imágenes intencionadas y expresivas. Representar es apropiarse de un evento, digerirlo para aprehenderlo y con ello, hacerlo propio. (D. Bruneau, 2020) Visualización performativa: Se refiere a una interpretación gráfica de las movilizaciones que releve los aspectos emocionales que allí se dieron. No solo la representación del espacio físico, las rutas y la cantidad de personas que asistieron, sino que también la representación gráfica de movimientos, relaciones, experiencias y sensaciones presentes en el activismo ciudadano. De acuerdo a Vannini (2015), las metodologías de exploración no representacionales, tienen que ver con una visualización de los “datos” que permita evocar, en el momento presente, una futura impresión para el lector, espectador o auditor. Así mismo, Hacigüzeller (2017), propone que la importancia de repensar la cartografía -o la visualización gráfica- desde su dimensión performativa, tiene que ver con el proceso de creación a través del cual éstos cobran existencia Paisaje: El paisaje es el significado que una cultura le asigna a un territorio. “Paisaje no es algo que está ahí ni es algo que se encuentra. Por el contrario, es algo que se urde, trama y entrelaza; se articula, se idea y por sobre todo, se confecciona.” (Hecht, 2020, p.28) Paisaje performado: Cuando hablamos de que el paisaje es performado, estamos hablando de la relación y la experiencia que se da entre un cuerpo y su entorno. Este es el objeto de estudio de las teorías no representacionales: la forma en que los cuerpos participan del mundo que los rodea.

(Waterton, 2013). El recorrer, percibir, recordar, sentir, experimentar, son formas que tenemos de registrar el paisaje, para poder comprenderlo e interpretarlo, dándole un significado. .

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1.1 Performance y activismo La performance como medio de expresión colectivo e individual.

En la vida cotidiana, el acto de “performar” es hacer alarde, irse a los extremos y poner énfasis en una acción para quienes observan (Schechner, 2002). Cuando nos salimos de los comportamientos habituales o el uso cotidiano de los espacios, se logra capturar la atención de uno o varios espectadores. Estos eventos son los que se denominan como actos performativos y a través de estos, la perfomance se transforma en una herramienta de activismo mediante la cual se pueden construir los discursos colectivos del mundo contemporáneo. Hoy en día, las personas reclaman una nueva forma de comprensión de la realidad pues en el siglo XXI, la gente vive, como nunca antes, a través de la performance. Para Diana Taylor “la gente se está dando cuenta que el mundo no es un libro para leerse sino más bien una performance en la cual participar” (2011, p[CSLda1].) Si bien los actos performativos siempre han estado presentes en el comportamiento humano, y la vida en sí puede ser entendida como una performance, en el contexto actual de un mundo globalizado, la performance se ha transformado en una manera de expresión colectiva, donde las personas ya no quieren ser espectadoras de la realidad, sino que, por el contrario, buscan ser partícipes y protagonistas de esta. De esta manera, los movimientos ciudadanos, hoy en día se posicionan con fuerza como una forma de expresión y un espacio de participación y protagonismo para las personas.

De acuerdo a Richard Schechner (2015), autor de Performance Studies: An Introduction, los estudios de performance se pueden organizar en dos categorías: artísticas y culturales; la primera entendida como una forma artística, mientras que la segunda describe eventos ocurridos en la vida cotidiana, en la que los valores de una cultura logran ser perpetuados. Para efectos de esta investigación, se estudió el activismo ciudadano ocurrido en Valdivia, bajo la categoría de performance cultural; como una acción ciudadana que logra evocar el paisaje del humedal a través del colectivo de cuerpos movilizados en las calles, para crear y perpetuar su valor e imaginario desde la individualidad y experiencia personal que los y las participantes tuvieron.

De acuerdo a Tali Hatuka (2018), estos elementos dan forma a la coreografía espacial de las manifestaciones, vale decir, a las formas en que el espacio y las personas interactúan en estas.

Por lo tanto, la comprensión de su estructura, mediante su visualización gráfica, cumple una doble función: exponer las distancias sociopolíticas preestablecidas que se transforman en una protesta, e interpretar la realidad social que subyace en estas.

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El valor metodológico de los estudios de performance.

“La gente se está dando cuenta que el mundo no es un libro para leerse tanto como una performance en la cual participar. Los estudios de performance son una disciplina académica concebida para responder a la necesidad de enfrentar circunstancias cambiantes de lo ‘glocal’ poderosa combinación de lo local y lo global-. Los estudios de performance son más interactivos, hipertextuales, virtuales y fluidos que la mayoría de las disciplinas académicas.” (Taylor, 2011) Durante las últimas décadas el concepto de performance ha adquirido un valor metodológico desde las disciplinas vinculadas a las ciencias sociales y las artes. Para Diana Taylor, los estudios de performance son entendidos como un lente de análisis fundamental, epistémico, una manera de conocer el mundo. Así, la performance puede servir para entender los diferentes fenómenos que suceden en la vida cotidiana, y en este contexto, las manifestaciones ciudadanas en tanto evento, pueden ser comprendidas desde su dimensión performativa, a través del estudio de las formas en que las personas se comportan: los actores sociales, los políticos, los espectadores; e incluso, la manera en cómo los mismos participantes se convierten en espectadores, con el fin de entender la transformación de los discursos e imaginarios colectivos que se establecen desde aquí (2019).

De esta manera, aparece la posibilidad de estudiar la evocación del paisaje del humedal del río Cruces a través del valor metodológico que ofrecen los estudios de performance. De acuerdo a lo planteado por Taylor, esto permitiría una nueva mirada hacia estos eventos, trasladándose desde las interpretaciones tradicionales que intentan definir el “significado” de las cosas, hacia una reflexión y desarrollo sobre lo que las cosas “crean” (Taylor, 2006; Dewsbury, 2009). La investigación no consiste entonces en cuantificar a través de datos empíricos las movilizaciones (fechas, cantidad de gente, duración, etc.), ni de constatar los hechos que se desencadenaron a partir de estas, si no más bien de visualizar los discursos, emociones y afectos que dieron forma a este nuevo paisaje.

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Espacio, cuerpo y narrativas, los componentes de la dimensión performativa Para el autor del libro Design of Protest (2018) Tali Hatuka, las distintas formas de activismo ciudadano que existen, son performances con una coreografía y diseño táctico, en un contexto en particular, esto es lo que crea la especificidad del evento y lo que abre nuevas posibilidades. En este sentido la manifestación y el espacio se consideran interrelacionados y no pueden ser entendidos de forma aislada el uno del otro. “Los encuentros públicos masivos habilitan y actúan la performatividad de una agencia encarnada, en la que podemos ser dueños de nuestros cuerpos y luchamos por el derecho de serlo”. Cuerpo y espacio son performativos, por lo tanto, en vez de pensar el activismo ciudadano como una performance corporal en un espacio preexistentes, se necesita examinarlos como constitutivos o reproductores de distancias, lugares y eventos. El cuerpo no puede ser separado del evento, y tiene el poder crucial de ajustar o modificar el uso o la distribución de un lugar, creando en conjunto la coreografía espacial del evento. (Hatuka, 2018) El autor plantea que nuestros cuerpos son constructos históricos que han sido disciplinados, regulados y controlados en una circulación infinita de poder y conocimiento. Sin embargo, necesariamente toda manifestación empieza por el cuerpo. Este se utiliza para múltiples propósitos, roles y estrategias en distintos lugares y muchas veces se da por sentado, como algo que no necesitase mayor explicación, sin embargo, es el ancla de cualquier manifestación física. Es por esto que se hace necesario relevar los cuerpos en movimiento que dieron forma al activismo ciudadano por los humedales, ya que sin esto, el movimiento ciudadano no podría existir. Hatuka plantea que en las manifestaciones, los cuerpos se adaptan a otras reglas, distintas a las socialmente acordadas. Aceptar estas nuevas reglas crea una sincronía temporal de voluntades y movimientos, donde todos se convierten en uno y el individuo se convierte en el colectivo. El cuerpo pasa a ser parte de algo más grande que sí mismo, y esta es sin duda, una experiencia única (2018).

De esta forma el estado de los cuerpos en las manifestaciones ciudadanas está fuertemente definido por el concepto de “distancia”. Así lo describe Hatuka (2015), retomando el trabajo de Elias Canetti, donde plantea que los individuos en las protestas se encuentran en un estado de exposición entre ellos. Esta condición permite la creación del colectivo y el enlace de las diferencias sociales, al menos temporalmente. Así, propone que durante las protestas, los individuos sienten que están trascendiendo los límites de su propio cuerpo. Las formas particulares en que los manifestantes escogen desafiar las distancias políticas, sociales y espaciales en las protestas, influencian la forma en que se comunican sus ideas y cómo se materializan en el espacio, transformándose así la relación distante y abstracta que existe entre las personas en una realidad 18

física y concreta. El cuerpo tiene la misión de desafiar las prácticas de distanciamiento acordadas generando confianza entre extraños y reincorporación de las diferencias. Así el autor plantea que el activismo ciudadano mediante la exposición del descontento colectivo, puede afectar o involucrar la cultura de un lugar y sus políticas, especialmente cuando ocurren en el espacio público de las ciudades, ya que éste se define como algo que es propio de las personas.

Las posturas del cuerpo también pueden interpretarse y significarse de tal forma que se transforman también en discursos. Las personas pueden estar de pie, sentarse, acostarse, arrodillarse, ponerse en cuclillas, etc. y cada una de esas posiciones e incluso el traspaso de una posición a otra tiene un significado especial. El estar de pie connota cierta independencia y refleja autonomía. Las personas normalmente se ponen de pie antes de comenzar a caminar o correr y debido a que el pararse es por ende lo que antecede al movimiento, una persona de pie crea una impresión de energía que aún no existe. Pararse es la posición de origen, desde la cual se alcanzan el resto de las posturas corporales. (Hatuka, 2015) “As such, many acts of disent are standing events, as we ascribe a relatively high degree of tensión to this posture. A standing man may do anything, but a sitting man is expected to remain in his seat. This seated position confirms authority, and the longer people remain seated, the more secure they appear. “Sitting” during protests is associated with tactics such as camping, which last a longer period of time. However, sitting is different from sitting on the ground, as the latter implies an acceptance of anything that may happen. Sitting on the ground connotes a lack of needs, and the body is rounded as if it expects nothing from the world. Though rare, some demonstrators lie on the ground during protests. This posture is associated with death or a disarmament, weakness, and fragility, and when used, it is often part of the message or story that is told to an audience.

Importantly, not all protest participants exhibit the same posture or body language. Leaders or key figures may differ, and these variations may represent the dynamics and hierarchies among demonstrators” (Canetti, 1984)

Por otro lado, la investigadora Paola Berstein (2008) plantea que la ciudad es leída por el cuerpo como un conjunto de condiciones interactivas y el cuerpo expresa la síntesis de esta interacción descrito en su corporeidad. Este concepto lo define como corpografía urbana, y refiere a la memoria de la experiencia urbana en el cuerpo: “Una corpografía urbana es un tipo de cartografía realizada por y en el cuerpo, o sea la memoria urbana inscrita en el cuerpo, el registro de la experiencia de la ciudad”.6 Visto en: Courard, O. (2012) “Ciudad, Fiesta y Mercado La Representación del Carnaval de Oruro como Sistema Urbano Temporal y su potencia en cuanto Directrices de Planificación Alternativas”. Tesis de grado Magíster en Proyecto Urbano Universidad Católica, Chile.

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En su trabajo final de magíster “Análisis de cartelería feminista en el movimiento 15M”, la investigadora Miriam Martín (2015), plantea que la confección de carteles constituye una relevante fuente de comunicación e interacción, entre los y las manifestantes. Ella plantea que éstos tienen una gran utilidad como vía de acción directa, de gran impacto por el contenido que recogen y la forma en que este se expresa, contenido que llega a todos los que lo leen, consiguiendo así difundir mensajes compactados en pocas palabras. Así, la cartelería en su conjunto puede ser entendida como una declaración de intenciones, lanzando el mensaje, en el caso del activismo ciudadano ocurrido en Valdivia, de que la planta de celulosa debe cerrar y que el Santuario de la Naturaleza se debe rescatar.

1.2 Performatividad del paisaje El vínculo que se propone en esta investigación entre el activismo ciudadano y el paisaje de los humedales en Valdivia, se basa en la teoría de la performatividad propuesta por Judith Butler a principios de los noventa, en la que se evidencia la importancia que tiene la performatividad en relación al género y al cuerpo. Para ello, Butler recurre a Derrida, quien a finales de los años setenta definió que los actos performativos no son ejercicios libres y únicos, expresión de la voluntad individual de una persona, sino que más bien son acciones repetidas y reconocidas por la tradición o por convención social. En este sentido se intentará extrapolar esta teoría a la discusión sobre las definiciones de paisaje, entendiendo que estos son construidos social y culturalmente, y no un entorno natural o escena que se observa.

Esta interpretación del paisaje, se puede abordar desde las teorías no representacionales, o como las denomina el geógrafo Hayden Lorimer, más que representacionales. Éstas proponen que el paisaje se hace real, aparece, se despliega o se transforma una vez que ha sido performado o activado, mediante su representación a través de movimientos, tareas, gestos y encuentros (Rose, 2002). Los trabajos más relevantes en estas materias han sido desarrollados por Michael Carolan, Tim Ingold, Mitch Rose, Gordon Waitt y John Wylie, intentando avanzar sobre la construcción e interpretación del paisaje, que propusieron autores como Cosgrove y Daniels (1988): el paisaje como algo que puede ser capturado y entendido, como una cosa que es visualizada y contemplada.

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Este concepto tradicional de paisaje ha sido ampliamente descrito por autores desde la disciplina de la geografía humana (Sauer, 1925; Cosgrove, 1984; Duncan Duncan, 1988; Olwig, 1996; Mitchell, 1996), y así se ha consolidado la definición de paisaje como la percepción que un observador tiene de su entorno (Cosgrove, 1984). Esta visión propone el paisaje como un entorno que es percibido por un observador, y que se consolida en los años dos mil en instancias como el Convenio Europeo del Paisaje: “Por paisaje se entenderá cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos” (2000).

Sin embargo, hoy en día esa discusión ha evolucionado en un esfuerzo por comprender cómo se construyen colectivamente nuestros entornos; desde los cuerpos individuales que los performan, en el estudio de las formas en que estos participan del mundo, con el fin de captar la realidad con sus matices, desde la sensibilidad y heterogeneidad (MacPherson 2010, Thrift). Así, el concepto de paisaje ha evolucionado hacia una comprensión más compleja del entorno, en la que deja de ser objeto o materia y se transforma en relación. La definición que entrega John Wylie (2007) “paisaje es tensión” logra capturar esa esencia mutable y perceptual del paisaje, y la relación vinculante que establece con su observador.

De esta manera, aparece una oportunidad en el vínculo que se puede explorar desde la base propuesta por las teorías no representacionales (Thrift, Dewsbury, McCormack) entre performance y paisaje. Las investigaciones alineadas con las teorías no representacionales tienen como objeto el estudio de la forma en que los cuerpos participan del mundo que los rodea, en un intento por vincular lo cognitivo con el impulso, y la intuición o lo precognitivo, con los hábitos (MacPherson, 2010, p. 4). Esta forma de pensamiento dependerá de cómo nuestros propios cuerpos participan y/o se utilizan para crear el espacio, en otras palabras, de cómo lo performan.

De acuerdo a lo que plantea el historiador David Crouch (2013), un análisis performativo del paisaje se vincula necesariamente con el nivel individual y humano de la acción, acercándose a la percepción o experiencia sensorial que produce, más que a una definición representativa cerrada.

En este sentido, la performatividad del paisaje puede ser entendida desde las teorías no representacionales, para comprender cómo se construyen colectivamente nuestros entornos desde los cuerpos individuales que los performan. De esta manera emerge una oportunidad investigativa que tiene que ver con la idea de que un paisaje se hace o se crea, en la medida que es performado y es aquí donde se produce la convergencia entre performance y paisaje, desde las teorías no representacionales, como una manera de poder estudiarlos.

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Esta nueva mirada propone el paisaje como un reflejo. De acuerdo a Rose (2006), estos existen en la medida que una cultura los hace existir, simbolizando y expresando su propia esencia oculta. En estas representaciones los paisajes no son tanto entidades en sí mismas, capaces de afectar, provocar, estimular, sino que se entienden como una especie de trasfondo subyacente, insinuación o mensaje subliminal y su objetivo tiene que ver con acceder, entender y comunicar las formas en que las personas performan y dan forma a los paisajes que los rodean. De acuerdo a David Crouch “Sentir el paisaje es una manera que tenemos de imaginar el lugar que ocupamos en el mundo. Un individuo puede sentirse tan conectado a un espacio, que de momento se pierde la noción de ser humano, podemos convertirnos en el evento, convertirnos en el paisaje” (2010, p.

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Con esta premisa, toda posibilidad de interacción con nuestro entorno no puede evitar ser altamente performativa, surgiendo y desarrollándose siempre en movimiento y en un proceso de conformación o conversión, en que el paisaje se transforma según Thrift y Dewsbury (2000), en una extensión del cuerpo y de la mente y viceversa. Desde aquí, el paisaje deja de ser solo un entorno físico que se observa y se percibe, sino que evoluciona hacia su expresión no representacional, que va más allá y está fuera del paisaje mismo.

De esta manera, podemos decir que el cuerpo de las personas que marchaban por la defensa de los humedales, le dio existencia a este paisaje. Cuerpo y paisaje entonces se entrelazan, ambos constituidos y constituyentes. Así como el paisaje está presente en nuestro movimiento a través de él, estos continúan moldeando nuestras expresiones, experiencias y opiniones fuera de él; “Por ejemplo el recuerdo del paisaje camino a la casa de mi abuela, activa inmediatamente memorias afectivas, de esta manera, el paisaje es puesto en movimiento y una serie de emociones comienzan a circular por mi cuerpo. Yo conozco este paisaje no sólo con mis ojos o en mi memoria, si no que como cuerpo también, en cuanto me concede un sentido de pertenencia e identidad” (Waterton, 2018, p10).

Desde esta perspectiva, se entenderá la performance como una metodología no representacional o más que representacional, para el análisis de acciones o fenómenos de la vida cotidiana, y el paisaje ya no simplemente como un entorno o espacio físico tangible, sino como la matriz de relaciones que se dan a través de este.

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1.3 Representación gráfica y visualización de la información.

De acuerdo a Phillip Vannini en su libro Non-Representational Methodologies: ReEnvisioning Research, la clave en los estudios no representacionales está en dar una nueva orientación a los “datos”, así los métodos utilizados deberán explorar nuevas formas de entender la temporalidad del conocimiento: “non-representationalists are much less interested in representing an empirical reality that has taken place before the act of representation than they are in enacting multiple and diverse potentials of what knowledge can become afterwards...You cease to be so preoccupied with how the past unfolded and with your responsibility for capturing it. You become instead interested in evoking, in the present moment, a future impression in your reader, viewer, or listener. It is the present that suddenly interests you, and how the present can unfold in the future” (Phillip Vannini, 2015, p.15)

De esta forma, Vannini plantea las metodologías de investigación no-representacional debieran estar interesadas en interpretar los múltiples y diversos potenciales que tiene un acto o evento, más que reproducirlos como una realidad empírica que tuvo lugar en el pasado. Así, Vannini insiste, deberíamos estar más interesamos en evocar, en el momento presente, una futura impresión para el lector, espectador o auditor.

Para esto, un método propuesto por Piraye Hacigüzeller en su texto Archaeological (Digital) Maps as Performances: Towards Alternative Mappings (2017), son las que ella denomina como “performances cartográficas alternativas”, por la capacidad que tienen de ser reconfortantemente reflexivas, experimentales, pluralistas y/o emancipatorias del conocimiento prestablecido. La autora retoma las ideas de Butler, en las que se plantea que la realidad es comprendida en la medida en que se construye a través de la performance, argumentando sobre esta base que mediante representaciones cartográficas performativas, puede existir la posibilidad de constituir realidades alternativas a las ya creadas. En este sentido, las representaciones gráficas desarrolladas para esta investigación se enmarcan bajo la idea de construcción de realidades, de tal forma que permitan una comprensión del activismo ciudadano como un mecanismo para la creación del paisaje y como una parte constitutiva de este.

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Capítulo 2_ Presentación del caso y levantamiento de información:

Reconstrucción temporo-espacial del conflicto socioambiental 2.1 Caso de estudio: Activismo ciudadano en defensa del Santuario de la Naturaleza Humedal del río Cruces y Chorocamayo.

La ciudad de Valdivia ha sido escenario de movilizaciones consideradas entre las más emblemáticas de la historia ambiental de Chile. Las marchas, manifestaciones, protestas, cabildos, entre otras acciones ciudadanas, convocadas por la agrupación social Acción por los Cisnes, fueron la forma que tuvo la ciudadanía de expresar su descontento y rechazo a la planta de Celulosa Celco-Arauco, ubicada río arriba a 60 km de Valdivia, por la descarga de desechos tóxicos (RILES) en el río Cruces, que estaba ocasionando su contaminación y la muerte del característico cisne de Cuello Negro.

Durante el 2004, a los pocos meses del funcionamiento de la planta de Celulosa Arauco, ya se podían evidenciar señales de la contaminación que afectaría al Santuario. En este momento comienza a tomar forma el movimiento ciudadano que lo defendería y haría visible el desastre socioambiental del río Cruces. La acción detonante de las movilizaciones fue una navegación al humedal organizada por científicos, veterinarios locales y dirigentes sociales, con el fin de denunciar públicamente lo que estaba sucediendo en el Santuario. Así se constató la existencia de cisnes muertos, su disminución poblacional, manchas en el río y malos olores, y se difundieron masivamente imágenes de los cisnes muertos. Cuando la situación llegó a oídos de los valdivianos, comenzó a delinearse un movimiento ciudadano potente bajo el nombre de Acción por los Cisnes, comenzando así una secuencia de marchas y acciones ciudadanas entre fines de 2004 y comienzos de 2006, que reclamaban el humedal del río Cruces, como un espacio de identidad ciudadana.

Primero se movilizaron los niños desde sus colegios y gracias al apoyo de los apoderados.

Posteriormente, distintos dirigentes poblacionales convocaron a la primera marcha ciudadana, a realizarse desde la plaza de la república, por la Costanera Av. Arturo Prat, hasta el terminal de Buses. A partir de allí el activismo ciudadano comenzó a tomar fuerza, como un movimiento que congregaba a las personas en las calles de la ciudad junto con el despliegue de un equipo de profesionales que respaldó el movimiento desde una perspectiva social, ecológica, legislativa y artística.

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Imagen 5 y 6: manifestaciones ciudadanas por el humedal del río Cruces, 2004, Valdivia.

Fuente: documental “Ciudad de Papel”, Jirafa, 2007

Imagen 1 y 2: manifestaciones ciudadanas por el humedal del río Cruces, 2004, Valdivia.

Fuente: documental “Ciudad de Papel”, Jirafa, 2007

El Santuario de la Naturaleza Humedal del río Cruces y Chorocamayo, se ubica en las comunas de Valdivia y San José de la Mariquina, región de los Ríos, sur de Chile (39°48’30”S, 73°14’30”O, 166 mil habitantes), e incluye los humedales de los ríos Cruces y Chorocomayo. Posee una extensión de 25 kilómetros y un ancho promedio de 2 kilómetros, con una superficie total de 4.887há. Este ecosistema se originó debido al hundimiento de las tierras agrícolas ubicadas en las riberas del río Cruces y toda su red hidrográfica luego del terremoto de 1960 que afectó a la ciudad de Valdivia y sus alrededores. Este lugar comenzó a ser colonizado por diversas especies vegetales acuáticas y palustres, la mayoría de ellas de origen nativo con cerca de 80 especies de avifauna.

Debido a la gran biodiversidad que se desarrolló en este lugar, en 1981 el humedal del río Cruces fue declarado por el Ministerio de Educación como Santuario de la Naturaleza Carlos Andwanter, pasando a ser parte del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado.

El mismo año, pasó a ser el primer sitio en el país reconocido por la Convención Ramsar sobre los Humedales de Importancia Internacional, mediante un tratado intergubernamental, que tiene como objetivo la conservación y el uso racional de los humedales. Hoy en día el humedal se encuentra bajo la administración de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y cuenta con el grado de protección de Monumento Nacional.

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Mapa ubicación humedal río Cruces y sus alrededores Fuente: elaboración propia

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2.2 Reconstrucción temporo-espacial del conflicto socioambiental.

La reconstrucción temporo-espacial del conflicto socio ambiental del humedal del río Cruces, consiste en la visualización gráfica de los eventos ocurridos desde que este es reconocido como Santuario de la Naturaleza por el Estado de Chile y Sitio Ramsar en 1981, hasta el año 2013, con el fallo del Juzgado Civil de Valdivia condenando a la empresa Celco-Arauco por su contaminación. Para esto se identificaron las tres variables que interactúan una vez que se inicia un proceso de activismo ciudadano y se clasificaron de la siguiente manera: (1) Motivo: esta dimensión corresponde a la temática específica que aborda el activismo y está representada por los hechos o hitos que desencadenan las movilizaciones en el tiempo y el espacio.

Es la temática evocada por las manifestaciones.

(2) Activismo ciudadano: Esta dimensión corresponde a las acciones llevadas a cabo por todos los cuerpos movilizados en el espacio, que se movilizan por un motivo o temática específica.

(3) Las agencias de poder: corresponde a los actores que toman las decisiones en cada caso particular. Son los poderes económicos y políticos involucrados en el conflicto, del mundo público y privado, a quienes está dirigido el mensaje que buscan entregar los manifestantes. Está representado por las decisiones, regulaciones, normativas, y en general todo tipo de acciones tomadas por las autoridades involucradas en el conflicto.

(1) motivo

(2) activismo

(3) poder

En el caso del activismo ciudadano por el humedal del río Cruces, estas variables corresponden a: (1) La contaminación de los humedales del río Cruces.

(2) Activismo ciudadano por la defensa del Santuario.

(3) Celulosa Celco de la empresa Arauco y los poderes del Estado involucrados (el poder judicial, las autoridades regionales y la CONAMA).

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2.2.1 La contaminación del humedal del río Cruces:

Año 1981 1998 1988 - 1989 1999 2004 2004 2005 2005 2005 2005 2005 2006 2010 2011 2013 2020

Mes

junio nov - dic enero febrero marzo marzo junio octubre

julio

Hito Sitio Ramsar y Santuario de la Naturaleza Primer Censo de Aves Aumento de guardafaunas Plan de Manejo del Humedal del río Cruces CONAF Evidencia disminución luchecillo y cisne de cuello negro Caen cisnes muertos sobre la ciudad Aparición de manchas en el río Censo CONAF (942 Cisnes) Tres cisnes muertos por día Visita Comisión Ramsar Informe Comisión Ramsar Ingreso como sitio amenazado al Registro de Montreux Cisnes se recuperan y alcanzan los 10.000 ejemplares Primer inventario de humedales de Chile 6 Medidas para la recuperación del Santuario Cisnes superan los 20.000 ejemplares

Tabla 1. Cronología de hitos humedal Río Cruces 1981 – 2020

Luego de que en 1981, el humedal del río Cruces fue declarado Santuario de la Naturaleza, pasando y fuera reconocido como el primer sitio Ramsar de nuestro país, comenzaron una serie de acciones para la conservación y monitoreo de este ecosistema. Antes de que esto ocurriera, el ecosistema careció de protección por parte de las instituciones medioambientales de nuestro país y durante varios años y solo contó con la presencia voluntaria de miembros de la Sociedad de Vida Silvestre de Chile entre los años 1976 a 1990. Ellos fueron quienes realizaron los primeros censos de aves, uno publicado en 1976 y el segundo en 19857 (Muñoz Pedreros, 2003).

El censo de 1985, realizado por Morales y Varela, catastró 60 especies de aves. Para esta fecha, se contabilizaron 3.506 individuos de una de las especies más emblemáticas del Santuario; el cisne de cuello negro (Cygnus melanocoryphus). A esto se sumaron los esfuerzos de aumentar la presencia de guardafaunas en los humedales y posteriormente en 1999 el desarrollo de un Plan de Manejo del humedal del río Cruces desarrollado por la Corporación Nacional Forestal, que sirvió para entregar las directrices del manejo del Santuario para el período 1999-2008. Entre 1999 y 2004, la población de aves acuáticas fluctuaba entre 5.780 y 25.985 individuos, y a comienzos de 2004, según censos llevados a cabo por CONAF, se contabilizaban alrededor de 6.000 individuos de cisnes de cuello negro.

7 Los primeros censos de aves realizados en el Santuario de la Naturaleza, se publicaron en el Boletín de Vida Silvestre: C. Kennedy, “Guía de las aves comunes de los pantanos de Valdivia” (Boletín de Vida Silvestre N°1 1976) y J. Morales e I. Varela, “Fluctuación anual de la avifauna del río Cruces” (Boletín de Vida Silvestre N°1 1985).

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Con la entrada en funcionamiento de la planta de Celulosa Celco-Arauco, en febrero de 2004, se inició un proceso de deterioro ambiental que se hizo evidente tanto en el Santuario de la Naturaleza, así como también en sus alrededores. El mismo mes que comenzó a funcionar la planta de Celulosa, se percibieron olores molestos por los habitantes de San José de la Mariquina, lo que alertó a los ciudadanos y a los pocos meses comenzaron a evidenciarse perturbaciones ecológicas en el Santuario de la Naturaleza. Las primeras alertas fueron claras en mayo de este año, cuando comenzó un proceso migratorio masivo de la población de cisnes. La contaminación del ecosistema, estaba ocasionando su muerte y la de otras especies de aves, debido a la desaparición del luchecillo, una planta acuática que constituye su principal alimento, que en sólo un año desapareció por completo del humedal. Sumado a esto, durante el mes de agosto en la ciudad de Valdivia comenzaban a percibirse también los malos olores provenientes de la planta de Celulosa, ubicada a más de 50 kms. de distancia, y ya a fines de 2004, la situación es más crítica aún, cuando comienzan a aparecer cisnes muertos en las calles de la ciudad y en los patios de las personas.

A fines de 2004, de acuerdo a un monitoreo realizado por especialistas de la Universidad Católica de Temuco y el Comité Chileno de la Unión Mundial por la Naturaleza por la UICN, registraron 500 individuos de cisnes adultos, no se registraron juveniles ni polluelos, confirmando que éstos no se habían reproducido en la temporada pasada.

A comienzos de 2005, la situación se había agravado, y el Santuario hacía aún más evidente la situación de deterioro ambiental en la que se encontraba, cuando una mancha café avanzaba desde el río Cruces, por el Caucau, hasta el río Callecalle, alertando aún más a las personas que vivían en Valdivia. En febrero del mismo año, un censo de aves realizado por la Corporación Nacional Forestal confirma que sólo se habían catastrado 942 cisnes, y en mayo de 2005 estimó que la población habitual de cisnes, de unas seis mil aves, se había reducido en más del 90%, llegando a la alarmante y emblemática cifra de “tres cisnes muertos por día”.

Por esta razón es que se solicita la visita de una comisión de especialistas enviada por la Convención RAMSAR, para constatar en terreno los hechos que estaban acaeciendo en el Santuario de la Naturaleza. Dicha Comisión emite un Informe en el mes de junio, que confirmaba el deterioro ambiental del sitio, sin embargo no ratificaba el funcionamiento de la celulosa, como la responsable de su contaminación. Nuevamente, en octubre de 2005 comienzan a aparecer manchas en el río y a percibirse olores molestos en la ciudad de Valdivia.

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El 6 de octubre de 2006, el santuario ingresó al Registro de Montreux, una lista de sitios Ramsar amenazados por el deterioro ambiental, pero no será hasta el año 2010, que la población de cisnes se recupera y alcanzan los 10.000 ejemplares. Finalmente, en el año 2013, se tomaron acciones reparatorias, luego de que la empresa de Celulosa Celco-Arauco, fuera declarada culpable de la contaminación del Santuario, exigiéndole seis medidas para su reparación y conservación: 1. Elaboración de un diagnóstico del estado actual del humedal 2. Creación de un humedal centinela 3. Monitoreo constante 4. Creación de un centro de investigación de humedales 5. Implementación de un programa de desarrollo comunitario 6. Indemnización al Estado.

Hoy en día, la población de cisnes de cuello negro existentes en el los humedales del río Cruces, supera los 20.000 ejemplares.

2.2.2 Activismo ciudadano: Año 1996 - 1998 2004 2004 2004 2004 2004 2004 2004 2004 2005 2005 2005 2005 2005 2005 2005 2005 2005 2005 2005

Mes julio octubre noviembre noviembre noviembre diciembre diciembre diciembre marzo marzo mayo mayo mayo junio junio junio noviembre noviembre diciembre

Hito Manifestaciones en Mehuín en contra del ducto de Celco Manifestación ciudadana en San José de la Mariquina Marcha de los niños y las niñas por los cisnes Primera marcha ciudadana Primera caravana fluvial Primer cabildo ciudadano Segunda marcha ciudadana Caravana y marcha ciudadana a Celco Velatón por los cisnes Tercera marcha ciudadana Manifestaciones en CONAF Santiago Segundo cabildo ciudadano Manifestación trabajadores de Celco Cuarta marcha ciudadana Marcha nacional por los cisnes Marcha de los paraguas Protestas académicos UACh Conveción ciudadana Caravana fluvial por Santuario Segunda velatón por los cisnes

Tabla 2. Cronología de hitos Activismo Ciudadano 1996 – 2005

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Las primeras manifestaciones sociales que dan cuenta del conflicto socioambiental desencadenado por la presencia de la empresa de Celulosa en el entorno del Santuario de la Naturaleza del río Cruces y Chorocamayo, datan de los años 1996 a 1998, cuando los habitantes y pescadores del sector costero de Mehuín, realizan protestas en contra del proyecto de Celco, que proponía un ducto para el desecho de sus residuos industriales en la Bahía de Maiquillahue.

La comunidad impidió que la empresa realizara los estudios de impacto ambiental necesarios para instalar el ducto, y así, sin oposición de la ciudadanía, este terminó por ubicarse en el Santuario de la Naturaleza (Guerra, et al. 2004).

No fue hasta el año 2004 que comenzó el activismo ciudadano en defensa del Santuario de la Naturaleza del río Cruces, al poco tiempo que comenzara a funcionar la planta de Celulosa.

Primero se manifestaron las personas en San José de la Mariquina en el mes de julio. "Con carteles alusivos a la protección del ambiente como también a los malos olores, cerca de cien personas de Rucaco y San José de la Mariquina protestaron al mediodía de ayer contra la planta de celulosa instalada en dicha comuna.” (Muñoz Pedreros, 2005, p.10) La primera acción ciudadana que ocurrió en Valdivia, fue la marcha de los niños y niñas por los cisnes, en octubre de 2004. Organizada por los colegios de la comuna, profesores y estudiantes salieron a marchar por las calles de la ciudad con carteles y lienzos, en defensa del cisne de cuello negro. Los niños y niñas de los colegios recorrieron la avenida Picarte, para reunirse en la plaza de la República, donde cantaban todos juntos a las aves del Santuario “Cisne, amigo, Valdivia está contigo”.

Luego, en noviembre del mismo año se lleva a cabo la asamblea fundacional de la agrupación ciudadana “Acción por los Cisnes” (APR). En esta primera asamblea pública se dieron a conocer los antecedentes del desastre ambiental y organizaron las primeras acciones del movimiento ciudadano. La primera marcha ciudadana organizada por APR se llevó a cabo en el mismo mes de noviembre, con una convocatoria de alrededor de 2.000 personas. El recorrido de la protesta se desarrolló por la Costanera de la ciudad, y uno de los lienzos más representativos llevaba el mensaje “Paren la celulosa”, siendo ésta la principal demanda del movimiento en este momento. Los manifestantes exigían el cierre de la planta Celulosa Arauco por cuanto la consideraban la principal responsable de la muerte de los cisnes de cuello negro. “Unas 2000 personas se congregaron en el centro de la ciudad con lienzos y pancartas para iniciar una multitudinaria marcha por las calles de la ciudad, para repudiar la muerte de los cisnes y sensibilizar al resto de la población acerca de la tragedia ecológica en los humedales del río Cruces. Jóvenes, adultos, mujeres, y niños manifestaron su molestia y preocupación por el escaso avance que 31

registran las investigaciones para conocer las verdaderas causas que ocasionan este desastre ecológico.” (Diario Austral de Valdivia, 2004). Esta primera marcha, fue acompañada a su vez por una caravana fluvial de embarcaciones enlutadas que navegaron por los ríos Valdivia y Callecalle, para visibilizar el rechazo a la celulosa y la preocupación y tristeza que generaba en las personas la muerte de los cisnes. “Hoy estudiantes, artesanos, empresarios turísticos, científicos y vecinos en general se reunirán para participar en una caravana fluvial, con la finalidad de expresar su preocupación frente a la paulatina desaparición de estas hermosas aves sureñas. Pero eso no es todo. La protesta también busca manifestar la inquietud y descontento que existe en la población por la lentitud observada en dar a conocer los resultados de estudios preliminares e investigaciones que llevan a cabo la Comisión Nacional del Medioambiente (Conama), el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y la Universidad Austral de Chile.” (Diario Austral de Valdivia, 2004). A los pocos días se realizó el primer cabildo ciudadano, que consistió en un conversatorio abierto a la comunidad para informar sobre la situación que estaba afectando al Santuario de la Naturaleza.

“Una amplia acogida tuvo la convocatoria a un cabildo abierto por parte del colectivo Acción por los Cisnes, cuyo objetivo apuntaba a la entrega de respuestas por parte de las autoridades respecto a la muerte y disminución de los cisnes, junto con establecer acciones hacia quienes resultasen responsables de esta situación.” (Diario Austral de Valdivia, 2004).

El 12 de diciembre de 2004, se llevó a cabo la segunda marcha ciudadana en Valdivia.

Nuevamente se reunieron miles de personas para expresar su preocupación por la constante muerte de cisnes en el Santuario de la Naturaleza del Río Cruces y además, hacer un fuerte llamado de atención a las autoridades comunales, provinciales y regionales sobre la gravedad de esta situación. Uno de los objetivos de la marcha fue insistir en que la planta Celulosa paralice sus funciones. “Con panfletos, pancartas, cánticos y gritos se desarrolló la multitudinaria marcha ciudadana convocada por el grupo Acción por los Cisnes, con la finalidad de exigir respuestas y acciones concretas para salvar la vida de estas aves acuáticas.” (Diario Austral de Valdivia, 2004).

Al día siguiente un centenar de personas se movilizaron hasta las instalaciones de la planta de Celulosa en San José de la Mariquina, en la emblemática caravana ciudadana que llevó el mensaje de las protestas hasta la celulosa. Luego, el 25 de diciembre de 2004 se realizó la primera velatón por los cisnes en el Puente Pedro de Valdivia y la Costanera Arturo Prat, junto a la ribera del río Callecalle. En esta acción cientos personas prendieron sus velas en homenaje a los cisnes que habían muerto por causa de la contaminación de su hábitat. Este evento tuvo una carga simbólica y performativa muy trascendental en la memoria de los manifestantes, y tuvo la función de poner término a las acciones ciudadanas realizadas el año 2004.

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“Cerca de 400 personas se reunieron el viernes por la noche para sumarse a la velatón por los cisnes del santuario, convocada por el movimiento valdiviano Acción por los Cisnes. La manifestación popular, se inició a las 21.30 horas en el puente Calle Calle, no obstante la alta concurrencia obligó a los organizadores a trasladarse hacia la costanera, donde se dio lectura a una "carta con pedidos para el Viejito Pascuero".

En marzo de 2005, el activismo ciudadano retomó su presencia en las calles de la ciudad, en la tercera marcha ciudadana. Ésta fue el evento más masivo de las acciones registradas en este movimiento social, cerca de 3.000 personas marcharon por la ciudad exigiendo la restauración del Santuario y un nuevo Estudio de Impacto Ambiental a la planta de celulosa Celco. Al mismo tiempo se produjeron también manifestaciones en la ciudad de Santiago, en las afueras del edificio de CONAF, donde se instaló simbólicamente un cementerio de cisnes. Posteriormente, en mayo de 2005 se llevó a cabo un segundo cabildo ciudadano en Valdivia.

El activismo ciudadano tuvo su expresión también desde la vereda contraria. El día 7 de mayo de 2005 se llevó a cabo una manifestación por parte de los trabajadores de Celco, quienes argumentaban que su fuente de trabajo estaba en peligro, si

el cierre de la planta de celulosa

se hacía efectivo. Estas manifestaciones se diferenciaron del movimiento social que defendía al Santuario, ya que, desde un punto de vista performativo, utilizaron una coreografía espacial de carácter agresivo y amenazante. Miles de trabajadores motorizados y con motosierras, llegaron a la plaza de la República a manifestarse en contra del cierre de la celulosa.

En contraste, al día siguiente se llevó a cabo la cuarta marcha ciudadana, que nuevamente tuvo como demanda ciudadana, el cierre de la celulosa, ahora con el respaldo del informe que entregó la Universidad Austral de Chile, en el que se responsabilizaba a Celco por la contaminación del Santuario de la Naturaleza.

Durante los meses de invierno, se realizaron distintas marchas y protestas en defensa del Santuario, como la emblemática “marcha de los paraguas” y las protestas de académicos de la Universidad Austral de Chile, quienes llevaron a cabo manifestaciones pacificas en contra de las acciones que había tenido el gobierno y las instituciones medioambientales en el caso. Otra protesta que ocurrió en este período, fueron las manifestaciones de un grupo de estudiantes que irrumpieron en la visita del presidente Lagos en Valdivia. En este evento se increpó a la autoridad y fue uno de los únicos eventos vinculados a este movimiento ciudadano, que terminó con una represión por parte de carabineros y la detención de los manifestantes.

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En noviembre de 2005 se realizó la Convención Ciudadana "Valdivia inventa a Valdivia", con el fin de celebrar el primer año de existencia de la agrupación APC. Esta consistió en una intervención urbana que se tomó la calle entre dos edificios como un espacio de encuentro ciudadano, en el que participaron cientos de personas. Uno de sus organizadores, Bruno Bettati resaltó la gran participación ciudadana y el trabajo del equipo de 47 voluntarios que hicieron posible la convención. "Esto fue un regalo para la ciudad, una especie de festival de eventos de todas las artes. Hubo danza, audiovisual, poesía, literatura, música y escénica. Como parte de un futuro plan turístico de Valdivia, la idea es que llegase a tener por lo menos una vez un gran evento al mes, como la Lluvia de Teatro y el festival de Cine de Valdivia y esta convención podría ser uno más de estos eventos. Le daría a la ciudad un perfil especial" (Diario El Mercurio, 2005). Este evento ciudadano tuvo su cierre con una Caravana Fluvial que navegó por las aguas del Santuario de la Naturaleza, en la que participaron más de 800 personas a bordo de 14 embarcaciones. En esta navegación, solo se lograron avistar dos cisnes.

En diciembre de 2005 se realizó la segunda velatón por los cisnes. Esta vez se reunieron cerca de 200 personas en la Plaza de la República, que marcharon por el paseo Libertad hasta la Costanera. En esta ocasión, una de las voceras del movimiento anunció que el Tribunal Latinoamericano del Agua había aceptado la demanda interpuesta por el movimiento ciudadano Acción por los Cisnes y otras importantes entidades valdivianas, en contra de la Planta de celulosa Celco, por haber contaminado el humedal del Santuario del Río Cruces.

Con este evento se puso término al período de mayor efervescencia del activismo ciudadano que se desarrolló durante el conflicto socioambiental del río Cruces, sin embargo, a partir de este movimiento se siguieron articulando agrupaciones, que hasta hoy en día defienden, mediante acciones de activismo ciudadano, los humedales, el agua, los bosques y el paisaje natural en el cual se encuentra inserto la ciudad de Valdivia.

Por otra parte, el activismo de las organizaciones y comunidades agrupadas en el Comité de Defensa del Mar de Mehuín, continúan hasta el día de hoy con su lucha por la protección de las costas en la bahía de Maiquillahue, para evitar que se instale aquí el ducto de residuos industriales de la celulosa Celco, que hasta el día de hoy, no ha logrado concretarse.

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2.2.3 Celco - Arauco y los poderes del Estado:

Año

Mes

1995

Hito Estudio de Impacto Ambiental Celco-Arauco

1999 2004

enero

2004 2004

feb - ago ago

2004

noviembre

CONAMA solicita nuevo EIA + 200UTM a Celco

2004 2004

noviembre diciembre

CONAMA solicita estudio a UACh Primera parte informe UACh

2005 2005 2005

enero febrero marzo

Cierre indefinido Celco + sanción Reapertura planta Segunda parte informe UACh

2005

marzo

2005 2005

abril abril

2005

mayo

Compromiso CONAMA "Plan de rescate cisnes cuello negro del humedal del río Cruces" Tercera parte Informe UACh Inicia juicio CDE contra Celco-Arauco CONAMA autoriza funcionamiento planta y COREMA solicita nuevo ducto y EIA a Celco

2005 2005 2007

junio junio

2013

Primera piedra Planta de Celulosa Inicio de actividades Emisión de olores molestos en SJ de la Mariquina Auditoría CONAMA denuncia irregularidades en Celco

Pdte Lagos anuncia nuevo ducto al mar Cierre voluntario y temporal de Celco Nueva región de los Ríos Fallo Primera Instancia Juszgado Civil de Valdivia condena a Arauco: 6 medidas para preservar el Santuario

Tabla 3. Cronología de hitos Celco-Arauco y los poderes del Estado 1995 – 2013

En octubre de 1995 se ingresa voluntariamente al sistema de Evaluación de Impacto Ambiental el proyecto de la Planta de Celulosa Arauco Constitución. En este estudio, sólo se contempla un tratamiento secundario de sus residuos líquidos, lo cual genera el rechazo del proyecto desde diversas organizaciones y especialistas. En enero de 1996 el Comité Técnico Regional (COREMA) de la Corporación Nacional de Medioambiente (CONAMA), emite un informe en el que rechazaba el proyecto, por no cumplir con las condiciones que aprobaran su viabilidad ambiental, y solicitó a la empresa siete condiciones para su aprobación, entre estas, el tratamiento terciario para la descarga de residuos líquidos en el río Cruces. De esta forma, la empresa optó por descargar sus residuos al mar, en la Bahía de Maiquillahue, en Mehuín y la COREMA aprobó la instalación de la planta de celulosa Celco Araucoen mayo de 1996. (Muñoz-Pedreros, 2005). Por su parte, los integrantes de la comunidad costera de Mehuín, impidieron que se realizarán en el sector las mediciones necesarias para la realización del Estudio de Impacto Ambiental del ducto al mar y se restaron de la participación ciudadana que contemplaba este proceso para su aprobación.

(Muñoz Pedreros, 2005)

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Finalmente en 1998, la COREMA autorizó el funcionamiento de la Planta, descargando residuos líquidos en el río Cruces previo un tratamiento terciario de éstos, afirmando que “el efluente no generará efecto perceptible alguno sobre el Santuario de la Naturaleza” (Resolución Exenta N279/98, Comisión Regional de Medio Ambiente de la Región de Los Lagos, 30 de octubre de 1998, Puerto Montt). Luego de resulta la aprobación del proyecto, en febrero de 1999, la empresa solicitó una serie de modificaciones a las condiciones que se establecían en esta resolución, entre las cuales, la COREMA accedió a dejar sin efecto la exigencia de monitorear los componentes de calidad y características del Santuario en el período previo a la construcción del proyecto, y finalmente en 1999, el Presidente Eduardo Frei pone la primera piedra para dar inicio a las obras de la planta de Celulosa Celco-Arauco, localizada en la comuna de San José de la Mariquina, a 6 km al sureste del centro de esta ciudad y a 500mts de la ribera sur del río Cruces y 15km aguas arriba del Santuario de la Naturaleza. (Muñoz Pedreros, 2005) Cinco años más tarde, en enero de 2004, comienza a operar la planta de celulosa, y desde el inicio presenta externalidades negativas e irregularidades en su funcionamiento. Un mes luego de iniciados los trabajos se comienzan a percibir fuertes olores provenientes de la planta en San José de la Mariquina, en Valdivia, en el sector costero de Niebla, Lanco y Loncoche.

Posteriormente, en marzo de 2004, la Municipalidad de San José de la Mariquina cursó una infracción a la Planta por no contar con permiso municipal para su operación, por lo que se suspendieron temporalmente sus operaciones, sólo a dos meses de su entrada en funcionamiento.

Luego, en abril del mismo año un grupo de manifestantes presentó un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Valdivia contra la celulosa, debido a las emanaciones pestilentes que se estaban percibiendo. El mismo mes, el Servicio de Salud de Valdivia multó a la empresa, ya no se estaba cumpliendo con la norma chilena en materia de emisión de gases contaminantes.

Posteriormente, en mayo de 2004, la empresa es sancionada nuevamente, esta vez por la COREMA, debido al incumplimiento de las condiciones establecidas en la Resolución Ambiental 279. (Muñoz Pedreros, 2005) De esta forma, en mayo de 2004 el Comité Chileno de la Unión Mundial por la Naturaleza (UICN), decide involucrarse en el conflicto ambiental que estaba ocasionando la planta de celulosa y la amenaza que presentaba para el Santuario de la Naturaleza, por lo que se acuerda establecer contactos directos con la Convención Ramsar que protegía el humedal, a realizar muestreos de agua y activar una agrupación social de activismo ciudadano, que posteriormente se convertiría en Acción por los Cisnes. (Muñoz Pedreros, 2005)

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En julio de 2004, el Servicio de Salud de Valdivia inicia un Sumario Sanitario en contra de la celulosa, por incumplimiento en el sistema de monitoreo de los gases emanados, que provocó síntomas de mal estar en 24 personas de Marquina. (Diario Austral Valdivia, 2004). En el mes de Agosto la CONAMA recibe el informe de la Consultora MA&C, contratada para apoyar el monitoreo de la Planta, en el que se detectan irregularidades tanto en su construcción como en su operación.

Uno de los aspectos más relevantes que revela este informe, es que la planta genera anualmente 850 mil toneladas de RILES, cuando tenía autorizada la descarga de solo 550 mil toneladas. De esta forma, en septiembre y noviembre de 2004 la CONAMA solicita a Celco que aquellas nuevas descargas y otras irregularidades detectadas por el informe, se sometieran al Servicio Evaluación de Impacto Ambiental. En octubre de 2004, la celulosa paralizó su funcionamiento voluntariamente.

A fines de 2004, las manifestaciones ciudadanas y las declaraciones públicas de organismos medioambientales hacían evidente la preocupación que existía por el daño ambiental que estaba afectando a los humedales del río Cruces.

Sin embargo en diciembre de 2004, el intendente de la región de los Lagos, Patricio Vallespín, cuestionó los resultados del informe de la Consultora MA&C encargado por la CONAMA, ya que desde la empresa habían enviado antecedentes que contradecían el informe. De esta forma, y con el fin de determinar las causas del deterioro, la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) delegó a la Universidad Austral de Chile la conducción de un estudio denominado “Estudio sobre el origen de mortalidades y disminución poblacional de aves acuáticas en el Santuario de la Naturaleza Carlos Andwandter”, que en una primera parte determinó que la muerte del cisne de cuello negro habría sido ocasionado por la presencia de metales pesados en el agua. A los pocos días, la CONAMA declaró Reserva Nacional al humedal del río Cruces y la Comisión de Medioambiente de la Cámara de Diputados visitó Valdivia para constatar en terreno la situación que estaba afectando al Santuario. Así mismo, la Municipalidad de Valdivia se sumó a las acciones que se interpusieran en contra de los responsables del daño ambiental, según un acuerdo del Consejo Municipal. De la misma forma el Servicio de Salud de Valdivia emitió una nueva infracción a la planta de celulosa, y el abogado Vladimir Riesco, apoyado por APC, presentó la primera querella interpuesta en contra de las personas que resulten responsables. (Diario Austral Valdivia, 2004).

A comienzos de 2005, la COREMA decretó el cierre indefinido y provisorio de la planta de celulosa, por lo incumplimientos por parte de la empresa de los acuerdos decretados en la Resolución de Calificación Ambiental 279. Esta acción coincide con la entrega de la segunda parte del informe de la Universidad Austral de Chile, en el que se expone que los sucesos ocurridos durante 2004, provocaron la pérdida del luchecillo (Egeria densa), principal alimento del cisne de 37

cuello negro y otras aves que habitan este ecosistema. Sin embargo al poco tiempo la COREMA autoriza que la planta de celulosa vuelva a entrar en funcionamiento, argumentando que se había dado cumplimiento a las medidas que se le habían solicitado a la empresa. (Muñoz Pedreros, 2005).

Posteriormente, altos ejecutivos de Arauco sostuvieron una reunión privada con investigadores de la Universidad Austral a cargo del Informe encargado por la CONAMA, lo que levantó una serie de críticas en la opinión pública.

Finalmente en marzo de 2005, CONAMA se compromete a elaborar e implementar un “Plan rescate cisne de cuello negro”. La empresa Celco por su parte, reconoce errores y desprolijidades en la operación de la celulosa. En este momento, se publica la última parte del informe de la UACh, que concluye que el desastre ecológico se debió a la contaminación por metales pesados, y determinó que la planta de celulosa Valdivia, propiedad de Celulosa Arauco y Constitución (Celco), había emitido los residuos contaminantes. De esta forma, CONAMA demanda a Celco por los daños ambientales ocasionados y se inicia el juicio en su contra. Así mismo, el Tribunal ordena un nuevo Estudio de Impacto Ambiental y la paralización de las faenas.

Sin embargo, en mayo de 2005, CONAMA autoriza la reapertura de la planta, solicitando nuevo ducto al mar, que es anunciado por el Presidente Lagos en visita a Valdivia, en junio del mismo año. En este mismo momento, Celco anuncia un cierre voluntario y temporal, y en menos de un mes, CONANA nuevamente autorizaba su reapertura, tras aplicar una sanción. Luego en 2008, CONAMA aprueba el funcionamiento del 100% de su capacidad a Celco, hasta que finalmente en julio de 2013, a nueve años de iniciado el conflicto socioambiental, el Juzgado Civil de Valdivia declara a Celco culpable de daño ambiental, en un juicio iniciado por el Consejo de Defensa del Estado. La empresa fue condenada a tomar medidas para la conservación del humedal. A partir del cese del vertido de sustancias contaminantes, la población de cisnes comenzó a recuperarse y en 2018 ya superaba la cantidad de aves anterior a 2004.

Finalmente mediante el cruce de los diagramas lineales y espaciales, se elaboró una visualización gráfica, que superpone la información cronológica de manera intencionada, con el despliegue en el espacio del conflicto. Así, se relacionaron los hechos acaecidos durante el conflicto socioambiental considerando lo que sucedió en el ecosistema del humedal, las manifestaciones del activismo ciudadano, y las acciones del Estado y el sector privado, para comprender que existieron tres fuerzas en tensión durante el conflicto y cómo estas se relacionaron en codependencia unas de otras. Esto demuestra la relevancia que el activismo ciudadano tiene en situaciones de conflicto, no solo como fuerza opositora, sino que también como una fuente de información sumamente relevante para la toma de decisiones, que es necesario comprender e interpretar para sintonizar correctamente con su mensaje 38

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La cronología del Activismo ciudadano está marcada desde un comienzo en 1995, por el movimiento ciudadano que surgió en Mehuín, en rechazo al ducto de la Celco propuesto para las costas del sector, que nunca logró concretarse gracias a la movilización de esta comunidad, que sigue activa hasta el día de hoy. Luego, años más tarde, una vez que comenzó a operar la planta de celulosa en 2004, se hicieron evidentes sus externalidades negativas, lo que movilizó a las personas en contra de la planta de celulosa, en defensa del Santuario de la Naturaleza y el cisne de cuello negro.

En la reconstrucción temporo-espacial se pueden diferenciar hitos que se manifestaban en el paisaje, que detonaron las principales acciones del activismo ciudadano. Los olores molestos que se percibieron a lo largo del territorio, la caída de cisnes muertos en las calles y los patios de las personas y la mancha que visiblemente avanzaba por el cauce el río Callecalle en la ciudad de Valdivia, sin duda tuvieron un efecto catalizador para el movimiento. De esta forma, se evidencia que existe una correlación entre lo que sucede en el humedal y el activismo ciudadano. En esta relación se construye la nueva definición del paisaje, en una simbiosis, donde lo que le sucede a uno, tiene un efecto en el otro. En este caso, lo que sucedía en el ecosistema del humedal, movilizaba a las personas. Primero los ruidos y malos olores, un efecto sensorial que modifica la percepción del entorno que tenían las personas. Esto movilizó alrededor de un centenar de personas. Luego se comienzan a ver cisnes muertos, esto tiene un efecto emocional, moviliza a miles de personas, y aparece la muerte como motor. Y finalmente, las manchas en el río, un efecto visual y de contacto directo, algo que no se puede controlar, moviliza al peak de manifestantes en este contexto, llegando a haber unas 3.000 personas movilizadas.

Por otro lado, en la orgánica temporal de los hechos, se puede ver que las principales acciones políticas y empresariales que ocurrieron durante el conflicto están precedidas por las manifestaciones. A diferencia de lo que ocurría con el activismo ciudadano, las decisiones, omisiones u acciones tanto de Arauco, como del Estado, parecieran haber enfrentado la situación de manera parcelada y reactiva, sin anticiparse a los problemas. Se puede ver en la visualización gráfica del conflicto, una serie de remediaciones o soluciones pequeñas al problema; las secuencia de múltiples sanciones, solicitudes de informes y cierres provisorios y reaperturas de la planta por parte de CONAMA hacia Arauco, ocurren en el transcurso de un año y no influyen o remedian el estado ecológico en que se encontraba el humedal.

Se puede ver que el activismo ciudadano estuvo presente en todo el territorio circundante del Santuario, sin embargo, es en los centros urbanos donde adquiere mayor visibilidad y donde se logran los grandes colectivos que van a redefinir la experiencia de los humedales en la zona.

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Capítulo 3_Aplicación de la metodología propuesta:

Visualización gráfica de la dimensión performativa del activismo ciudadano.

3.1 Visualización gráfica del espacio

Corresponde a un estudio de los lugares físicos de la ciudad, donde ocurrieron los distintos actos de manifestación ciudadana en defensa del humedal del río Cruces, así como también a la reconstrucción de las principales rutas y recorridos que caracterizaron el movimiento ciudadano.

En primer lugar, para una comprensión general del activismo en la ciudad, se trabajó con los registros existentes del movimiento ciudadano, compuestos por el registro audiovisual documental “Ciudad de Papel”, en conjunto con la prensa local de la época. Mediante una reconstrucción de los recorridos y lugares donde sucedieron las manifestaciones más representativas y masivas del movimiento ciudadano, se identificaron las rutas de los siguientes eventos: (0) Marcha de los niñas y niños por los Cisnes, (1) Primera marcha ciudadana (3) Segunda marcha ciudadana (4) Tercera marcha ciudadana (5) Cuarta marcha ciudadana.

Para cada uno de estos eventos se realizó una cartografía, sobreponiendo en el plano de la ciudad de Valdivia, el trazado de cada una de las movilizaciones, junto con capturas fotográficas obtenidas del documental “Ciudad de Papel” y extractos de prensa que describen los eventos.

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El recorrido de las marchas representadas en las cartografías se caracteriza por una ruta definida en torno al eje Picarte, respetándose este trazado en todas las marchas vinculadas a los humedales, y actualmente también a otras movilizaciones sociales que ocurren en la ciudad8.

Desde el registro obtenido del documental “Ciudad de Papel” y la prensa local de la época, se identifica la avenida Picarte como la columna vertebral desde donde se desprendían las conexiones con los distintos hitos relevantes para el movimiento ciudadano. Lugares como la Plaza de la República, el Terminal de buses, la Costanera Arturo Prat, el Mercado Fluvial, el Helipuerto, los Puentes y la plaza Simón Bolívar, entre otros, funcionaron como enclaves, con características y roles particulares dentro del recorrido de las movilizaciones.

8 La mayoría de las movilizaciones, manifestaciones y activismo ciudadano en Valdivia como las marchas del 8M, del estallido Social, medioambientales y otras se llevan a cabo en la Plaza de la República. Cuando la convocatoria es mayor y la manifestación se convoca como marcha, el recorrido se desplaza por el eje Picarte hacia la Plaza de la República.

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Posteriormente, se buscó visualizar el espacio de los actos performativos desde la memoria y recuerdos de los manifestantes, asignando jerarquías y significados al espacio, sin necesariamente replicarlo de una manera objetiva, sino que desde la descripción que hacen los manifestantes. Para el levantamiento de los testimonios y experiencias, se llevaron a cabo cuestionarios de tipo analíticos, con respuestas abiertas. Esto le otorgó mayor libertad a los y las encuestadas y posibilitó respuestas más profundas. El objetivo del cuestionario fue recabar los testimonios y experiencias que tuvieron los manifestantes hace 15 años cuando participaron de las acciones ciudadanas. Se buscó ampliar la diversidad y aleatoriedad de la muestra, más allá de los líderes o actores protagonistas del movimiento ciudadano, con el fin de recoger los testimonios de aquellas personas que se sintieron convocadas y que fueron construyendo su experiencia en torno al conflicto desde las movilizaciones en las que participaron. Estos cuestionarios fueron realizadas mediante la herramienta Google Sheets, siendo aplicada de manera online en dos períodos de tiempo. La primera en 2019 y la segunda en 2020. Se difundió por distintos medios digitales y se logró obtener el testimonio de 20 personas. Principalmente se buscó diversidad en el rango etario de las y los encuestados, logrando una muestra que va de los 7 a los 53 años de edad en el 2005.

Extractos de cuestionario realizado a personas que participaron de las manifestaciones ciudadanas, más imágenes intervenidas del documental “Ciudad de Papel”.

Fuente: elaboración propia.

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Con los resultados obtenidos, se reinterpretaron las cartografías de las rutas de las marchas representadas en el apartado 3.1 del presente capítulo, contrastando la información pesquisada, con la memoria y experiencia de quienes participaron de las manifestaciones. Para esto se hizo un reordenamiento de los espacios de la ciudad en donde ocurrieron las principales movilizaciones del movimiento ciudadano y se relevaron los lugares e hitos que configuraron las rutas de las marchas ciudadanas de acuerdo a una jerarquía definida por los resultados que arrojaron las encuestas. Se hizo un registro de los lugares en que las personas recordaban haber estado al comienzo, durante y al término de las manifestaciones. La tabla 04 muestra los lugares y la cantidad de veces que son mencionados por los encuestados. Cada una de las columnas corresponde a un lugar, mientras que los números representan al encuestado que lo menciona. Se puede observar que los lugares donde la gente recuerda haber estado, coinciden con los espacios catastrados en las rutas definidas mediante el registro de las fuentes oficiales. Sin embargo, no necesariamente coinciden los espacios con mayor intensidad de uso y función estructurantes de los recorridos, con aquellos que las personas recuerdan y registran en su memoria como los espacios más relevantes de las manifestaciones.

Tabla 04

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En este sentido, la Costanera Arturo Prat ocupa un espacio principal en la memoria y el recuerdo de los y las ciudadanas que participaron de las marchas, le siguen la Plaza de la República, la Avenida Picarte, el terminal de Buses y el Centro de Valdivia. Es relevante destacar también las menciones a lugares como el Helipuerto y el Puente Pedro de Valdivia, que en estricto rigor se ubican en la Costanera Arturo Prat y la relevan aún más como el espacio memorable del activismo ciudadano.

Para representar visualmente esta nueva comprensión del espacio que se obtuvo de los testimonios, se realizó una secuencia fotográfica en base a la tabla 04. En esta se recoge la memoria de sus participantes y se visualiza la forma en que se desarrollaron los hechos desde sus recuerdos. Para esto se ordenó la ruta de las movilizaciones en el sentido inverso del recorrido, desde su lugar de término hasta donde comenzaban, en el Coliseo. Esto con el fin de dar a la Costanera Arturo Prat un rol protagónico para el activismo ciudadano por el humedal del río Cruces, de acuerdo a la evidencia entregada por los encuestados. Luego se ordenan de manera lineal imágenes de las manifestaciones ocurridas en los lugares descritos, representando cada una de estas, una mención en las encuestas.

De esta manera se construye una forma alternativa de expresión de la ruta de las marchas que da cuenta de la forma en que el activismo ciudadano es recordado por sus participantes. En esta representación, la marcha deja de ser un trazado lineal en el espacio y se transforma en un conjunto de lugares, que funcionan como una red de experiencias en la coreografía espacial del activismo ciudadano por el paisaje.

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Secuencia fotográfica de movilizaciones en base a imágenes del documental “Ciudad de Papel” Elaboración propia.

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Luego se tradujo en el plano de la ciudad de Valdivia esta información, con el fin de visualizar una nueva cartografía que represente espacio y memoria superpuestos. El plano creado muestra por una parte los lugares que forman parte de la coreografía espacial de las manifestaciones, junto con la información de la tabla 04. De esta manera es posible entender relaciones y vínculos que permitan comprender aspectos del espacio que trascienden en la memoria de quienes los experimentan. Así, se puede ver cómo el espacio de la Costanera se explaya a lo largo de gran parte de la ciudad, y si bien, no tiene el rol estructurante de la Avenida Picarte, se vincula directamente con el río Callecalle. Esto permite hacer una reflexión acerca del rol que jugó este hito natural urbano en la representación del Santuario de la Naturaleza. Sin duda la experiencia de manifestarse en presencia del paisaje, en conjunto con el paisaje, tiene otro efecto en los registros que permanecen en el cuerpo y la memoria.

En el registro de la ruta oficial que tenían las marchas del movimiento, se pudo constatar que el trazado oficial que iba desde el Terminal de Buses, hasta la Plaza de la República por la avenida Picarte, no existía un vínculo intencionado con el paisaje de los humedales, sino que estas se insertan en la trama de la ciudad, ocupando esta avenida simplemente por su condición conectora y amplitud espacial. Sin embargo, la reconstrucción de estas rutas desde la memoria de los manifestantes, permitió constatar que efectivamente el espacio de la Costanera como lugar de protesta, permaneció con mayor intensidad en el registro mental de las personas, que lugares como la Avenida Picarte o la Plaza de la República. Más aún, se podría decir que la Costanera tuvo un rol fundamental que es específico y propio del activismo por la defensa del Santuario, ya que hoy en día, se puede evidenciar que el espacio establecido para estas acciones, es sin lugar a dudas la Plaza de la República y la Avenida Picarte.

La presencia del río entonces, como representante del Santuario en la ciudad, activa otro tipo de registros en la memoria, uno que permanece con más fuerza y que logra resignificar la comprensión del paisaje.

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3.2 Visualización de los cuerpos El análisis del cuerpo y sus movimientos en el espacio se trabajaron mediante el uso de imágenes del documental “Ciudad de Papel” y las acciones corporales descritas por los encuestados. Graficando espacialmente estas acciones, se visualizaron las experiencias, evidenciando en base a la teoría de la corpografía urbana descrita por P. Berstein (2008), donde cada cuerpo funciona como un dispositivo de registro, y a lo que plantea Tali Hatuka (2018) respecto a la capacidad que tiene el cuerpo de transformar distancias y usos del espacio preestablecidos, registrando el acto performativo de diversas formas. El lugar físico no es lo importante, sino la memoria que existe en relación a este. Como una manifestación puede suceder en cualquier lugar, no requiere un diseño en particular, sino una coreografía espacial, que ofrezca una nueva lectura del espacio y la distancia social existente.

Como primer acercamiento a este análisis se realizó una representación gráfica de las secuencias espaciales de las marchas descritas por los encuestados y se logró componer en una imagen que muestra la coreografía espacial del recorrido individual que cada uno recuerda. Para esto se trabajó con una fotografía aérea de la ciudad y se construyó un plano para cada encuestado. Así se obtuvieron 20 planos con 20 lecturas distintas del espacio, con el fin de describir tantas versiones de una misma manifestación como cuerpos participan de ésta.

De esta manera, se evidencia que en un evento de activismo ciudadano ninguna experiencia espacial es igual a otra, por lo que no es posible hablar de una sola ruta o de un solo recorrido para referirse a este. Así manera se podría decir que el activismo ciudadano opera como un sistema o proceso social, que se construye a partir de la integración de cada una de esas experiencias, por lo que trasciende a un momento o un espacio. Se trata más bien de un continuo, que crea vínculos mediante la empatía y la identidad compartida. Un continuum como lo describe Hatuka, entendiendo la participación en una acción colectiva como un proceso social, que crea lazos organizacionales y vínculos afectivos entre sus participantes, lo que facilita la creación de identidades y solidaridades compartidas.

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Sin embargo, muchas veces no somos conscientes del cuerpo y sus acciones como formas de registro de nuestras experiencias. Mediante las distintas encuestas y testimonios recogidos de quienes participaron del activismo ciudadano por el humedal, se evidencia una escasa referencia a las acciones corporales durante en los eventos. Únicamente seis de las veinte personas

encuestadas

hicieron

referencia a acciones del cuerpo en sus respuestas, lo que corresponde a un 30% del total. Caminar fue la acción más recurrente,

mencionada

por

cuatro

encuestados, luego saltar, hablar, cantar y gritar y en tercer lugar se menciona la acción de marchar.

Se podría decir que existe una falta de consciencia de la relevancia y de posicionamiento que las acciones del cuerpo tienen en la construcción de identidades, imaginarios y memorias. Por lo tanto esta investigación, entre otras cosas, busca también poner en valor el cuerpo, para validarlo como objeto de estudio y como un parte fundamental de la conformación de nuestra cultura, nuestra sociedad y nuestro paisaje en este caso Posteriormente, se compararon las distancias recorridas en metros lineales, con las menciones de los lugares en los cuestionarios. A partir de esta comparación se pudo constatar que existe una correlación entre los metros lineales de desplazamientos, con el registro que persiste en la memoria de los participantes. Esto habla de una relación entre la capacidad que tiene el cuerpo de significar un espacio, en la medida en que se recorre. Las marchas en este sentido, tienen un valor no solamente como una forma de trasladarse masivamente de un lugar a otro, sino que también como una forma de activar mecanismos para registrar experiencias con el movimiento del cuerpo. Mientras más largas sean las distancias que se recorren caminando durante una marcha, mayor es el registro que tiene la persona de ese espacio, y el recuerdo que construye de esa experiencia en su memoria.

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Posteriormente, para analizar las acciones corporales y dilucidar cómo operó durante las manifestaciones su función comunicativa, se analizaron los tres lugares donde se llevaron a cabo los actos performativos del activismo y los movimientos de los cuerpos en cada uno de estos: Costanera Arturo Prat, Plaza de la República y Avenida Picarte. El análisis de la performatividad de los cuerpos en esta investigación se basa en las teorías propuestas por J.L Austin y J. Butler, y se refieren al carácter “realizativo” que tiene la expresión corporal en un acto comunicativo y define que el lenguaje necesariamente tiene una conexión obligatoria con la acción. Así, se trabajó en base a la representación de “escenas” mediante una fotointerpretación de imágenes obtenidas del documental “Ciudad de Papel”, y un traspaso planimétrico de estas escenas para comprender el uso del espacio y las relaciones entre los cuerpos.

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Escena Costanera 01 En la fotografía se ve una imagen de la primera marcha que se hizo en la Costanera.

Se aprecian un grupo de personas en el frente con letreros y banderas. Caminando, avanzan por la calle liderando la ruta de la marcha. En un segundo plano se ve también un colectivo de personas, detrás de la pancarta principal que llevan algunos de los manifestantes. Esta pancarta dice: “Paren la Celulosa Ahora” y se utilizó en varias instancias

del

activismo

ciudadano.

Representa una de las principales demandas del movimiento.

Los cuerpos activos en esta escena se podrían dividir en dos grupos, los que van delante de la pancarta principal y los que van detrás de esta. En este sentido, se observan experiencias

distintas

de

quienes

se

manifiestan, unos que lideran y dirigen este acto performativo y otros que adhieren y acompañan el movimiento. La coreografía espacial de esta escena entonces se estructura por la presencia de un elemento diferenciador, que es la pancarta de grandes dimensiones en torno a la cual se organizan los cuerpos. Se observan también cuerpos pasivos en la escena, aquellos que observan desde los espacios privados lo que está sucediendo en la Costanera. Estos cuerpos pasivos forman parte de la performance, ya que están experimentando con sus cuerpos el acto de la manifestación.

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En este caso, la movilización utiliza la calzada, transformando su uso establecido y modificando

las

reglas

y

distancias

cotidianas, performando un nuevo uso del espacio

como

lugar

de

expresión

y

participación colectiva. Se utiliza también el paseo peatonal que acompaña al río y la vereda que colinda con las edificaciones.

Cuerpos que de a poco van incorporándose al

movimiento,

tanto

física

como

ideológicamente. Aquellos que caminan en el centro, participan más activamente con sus cuerpos de los cantos, gritos, aplausos y expresiones performáticas, mientras que aquellos que caminan por las veredas, evidencian expresiones corporales menos efusivas. En este sentido, la experiencia y la emoción

experimentada

pueden

identificarse de acuerdo a el espacio físico que ocupa cada uno de los cuerpos durante una movilización.

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Escena Costanera 02 Esta escena representa las instancias de manifestaciones

estáticas,

vale

decir,

detenidas en un espacio para expresarse colectivamente

mediante

expresiones

corporales como aplausos, cantos y gritos.

En esta escena destaca una coreografía espacial definida por la multitud de personas sentadas en la calle.

En este caso, la acción performática es tan multitudinaria, que abarca la totalidad del espacio, donde todos los cuerpos se identifican como activos. Existen distintas formas de expresión corporal, aquellos que están sentados, que de alguna manera definen un centro de gravedad hacia donde se dirigen las pancartas y las miradas de los y las participantes, y aquellos que están de pie, que van cerrando el círculo en torno al cual se reúnen las personas. Aquellos cuerpos sentados, se organizan en sub grupos concéntricos, que componen el grupo mayor de personas, mientras que aquellos de pie, se paran uno al lado de otro, dirigiendo sus miradas a un punto. La mancha de personas reunidas en la calle se dispersa hacia sus bordes. Nuevamente se repite la intensidad en la acción corporal, de acuerdo a la posición que ocupa el cuerpo en la coreografía espacial del evento.

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Aquellos que se encuentran en el centro aplauden rítmica y constantemente a modo de manifestación, este ritmo se va disipando hacia afuera y ya quienes se encuentran en los bordes o la periferia del grupo, tienen una actitud corporal más pasiva.

Espacialmente este lugar reúne ciertas características

que

contribuyen

a

los

objetivos performativos de la acción. Por una parte la presencia del río, como principal representante del paisaje y de la demanda ciudadana que convoca la manifestación, luego la presencia del puente, que funciona como un palco, desde donde se puede observar la protesta y finalmente, el talud de pasto que contiene la calle y permite que esta tome un rol de escenario. El uso de la calle nuevamente transformado, el acto performativo prestablecidas.

63

modificando

distancias

Escena Costanera 03 La escena muestra una gran multitud de gente reunida frente al río en la Costanera Arturo Prat. Vemos en este caso una coreografía

espacial

definida

por

la

presencia de un cuerpo que se dirige a la multitud. Esta presencia define un centro de atención, hacia el cual se enfoca la atención de los manifestantes. En este caso los cuerpos se encuentran en una situación activa como parte de la acción performática, y no solo están escuchando el mensaje de una de sus voceras, si no que también se apropian del espacio de tal forma que nuevamente se transforma el uso cotidiano del espacio.

La calle adquiere un rol estructurante, ya que define los límites para la audiencia. El talud con césped permite que muchas personas puedan sentarse y participar de esta acción y al mismo tiempo visibilizarse como parte de esta. En este espacio de reflexión sucede el efecto inverso que en la escena anterior. Aquellos que están de pie, son cuerpos que trasmiten un mayor ímpetu o

presencia,

mientras

que

aquellos

sentados, de alguna manera reducen su nivel de presencia individual y pasan a formar parte de un grupo que, si bien es activo como parte de la acción performática, tienen un rol mas pasivo en esta. Se puede ver entonces que aquellos de pie sostienen pancartas, o tienen una actitud erguida y potente.

64

Escena Costanera 04 Esta escena corresponde a una de las velatones por los cisnes que se realizó al borde del río Valdivia, en la Costanera. En este

caso

la

acción

performática

se

caracterizó por ser una instancia solemne, de una multitud de gente reunida, pero sin mayor interacción entre ellos. Cada una de las personas caminando en silencio se dirigía hacia el borde del río para dejar ahí su vela encendida. El gesto de agacharse en este caso registra el respeto y el afecto por la figura del cisne de cuello negro, y los posiciona

como

la

víctima

más

representativa del desastre. Cada uno de los cuerpos en un acto individual, experimenta la solemnidad de encender una vela, agacharse y conectar con la tristeza de la pérdida de un ser por el cual se siente un afecto.

El espacio al borde de la Costanera se transforma en un espacio sagrado, la luz de las velas arde y aparece la Costanera como un

velatorio

al

aire

libre.

Un

acto

profundamente performativo por todos los símbolos presentes. La cercanía al río es el elemento espacial más relevante en esta acción.

65

Plaza de la República 01 La plaza de la república es el lugar donde la gran mayoría de las manifestaciones públicas ocurren en Valdivia. En esta escena vemos retratada la acción de los y las estudiantes reaccionando frente a la contaminación

del

Santuario

de

la

Naturaleza. En esta escena los cuerpos se mueven de manera ordenada y disciplinada.

Una primera línea de jóvenes estudiantes con sus tambores haciendo música y dirigiendo al resto de los cuerpos que los siguen. Más atrás en una segunda línea están los niños más pequeños, sosteniendo las pancartas con mensajes en defensa y apoyo a los cisnes. Existe una tercera forma performativa de los cuerpos, en aquellas personas

que

se

mantienen

como

espectadores de lo que sucede, siempre en el límite que define la solera que separa la calle de la vereda. A pesar de estar situados en el sector de la Plaza de la República, los cuerpos activos de la movilización avanzan marchando por la calzada, distorsionando el uso cotidiano de ese espacio, para captar la

atención

manifestación

y

como

expresión colectiva.

66

hacer una

eficiente

la

forma

de

67

Plaza de la República 02 Esta manifestación retrata otro tipo de protesta en la plaza de la República, menos masiva, en la que un grupo de personas se reúne frente a la Gobernación Regional a expresarse en contra de la contaminación del río Cruces. Vemos cuerpos en distintas posturas y acciones. Por un lado, están aquellos cuerpos que ocupan el papel protagónico de la acción performática, que son los que sostienen una pancarta de gran tamaño cuyo mensaje no se alcanza a leer.

Este grupo de cuerpos son los más activos en la manifestación, unos levantando con fuerza la pancarta, otros de pie delante de esta cantando, saltando y aplaudiendo.

Hay otro grupo de personas reunidas en torno a una segunda pancarta, donde también se produce una agrupación de personas

activas

participando

de

la

manifestación. Y luego hay grupos de dos a tres personas que rodean las pancartas, pero con un poco más de distancia. Estos cuerpos

también

participan

de

la

manifestación con aplausos. Todos estos cuerpos activos, se ubican en el espacio de la calzada y nuevamente se produce una diferenciación en la actitud corporal y en el involucramiento con la protesta, entre quienes se paran o se ubican en los límites de la vereda y aquellos que se toman las calles.

68

Quienes se ubican en el límite de la vereda son al mismo tiempo espectadores de la acción y participantes de esta. Por su cercanía, la detención de sus cuerpos y la forma en que se ubican de pie, con gestos como

aplausos,

conversaciones

y

dirección de sus miradas, no se trata de personas que simplemente están de paso, si no que son cuerpos que forman parte, de manera

más

pasiva,

de

la

acción

performática.

Por último, están también en la escena los cuerpos que observan tomando distancia, estos

como

observadores

de

la

manifestación, también forman parte de esta por el hecho de experimentarla, sin embargo, su corta permanencia, la falta de expresiones corporales como aplaudir y gritar, los hacen cuerpos pasivos de la protesta.

69

Plaza de la República 03 En este caso la escena muestra un cuerpo manifestándose, acostado en la calle, en el sector de la plaza de la República,

frente

Provincial.

La

a

la

acción

Gobernación corporal

de

acostarse en el suelo, moviendo una bandera

blanca

transmite

muy

literalmente la sensación de derrota o el concepto de muerte que muchas vece se utilizó en este movimiento ciudadano. El cuerpo en posición horizontal, indefenso, entregado a lo que pueda suceder con él en esas condiciones, tal como lo estaban los cisnes, indefensos y sin posibilidad de defenderse sucediendo. transgrede

frente

a

lo

que

estaba

Esta acción nuevamente las

normas

establecidas,

poniendo en riesgo incluso su propia vida al acostarse en la calle, donde fácilmente pudo hacer sido atropellado por un vehículo.

En esta escena existen cuerpos pasivos también, que forman parte de la performatividad de la acción, sin embargo el involucramiento de estos cuerpos es más distante, solo algunos ralentizan su caminar para observar la protesta, pero no hay una detención u otras acciones corporales que los hagan cuerpos activos de la protesta. En este sentido, se puede concluir que a mayor cantidad de cuerpos activos en una manifestación, mayor es la cantidad de cuerpos pasivos que se involucran como espectadores.

70

71

Avenida Ramón Picarte Las marchas por la Avenida Picarte sin duda fueron las más masivas del activismo ciudadano. En este caso los

miles

de

cuerpos

caminando

libremente por el eje estructurante de la vialidad

urbana

representan

minuto 27:36 Ciudad de Papel, parte I.

una

de de

la

ciudad,

las

acciones

performativas más emblemáticas del movimiento. Los cuerpos caminan por la

calle,

aplaudiendo,

cantando,

conversando, saludándose unos con otros. En esta escena los cuerpos permanecen activos de una manera más

homogénea,

no

se

logran

diferenciar jerarquías o intensidades de involucramiento en la acción.

Avenida Picarte 01

72

El colectivo de cuerpos logra constituirse en un sistema integrado de personas, que sienten y luchan por un objetivo colectivo. Todos caminan en la misma dirección, se llevan pancartas distribuidas a lo largo de la multitud, y una gran pancarta es la que va dirigiendo el sentido y el ritmo de la marcha: “Salvemos el Santuario”.

Los cuerpos pasivos por otro lado son muy pocos en relación con la cantidad de personas marchando. Estos se ubican en las veredas y simplemente se detienen a observar a la multitud, no se observan cuerpos que sigan caminando sin detenerse por un momento y hacerse parte mediante su experiencia de esta expresión colectiva.

Otros cuerpos fuera de la marcha caminan en dirección a esta, para sumarse y seguir caminando dentro de este enjambre humano, hacia la Plaza de la República.

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10m

73

El análisis de la performatividad de los cuerpos en el espacio, permite observar que efectivamente existe un rol transgresor en sus posiciones y movimientos. En este sentido la función modificadora de distancias establecidas que propone Hatuka, está presente en cada una de las escenas revisadas. Una de las principales y más evidentes sería el uso y la apropiación del espacio de la calle para los actos performativos. En todas las escenas se puede ver que los cuerpos activos utilizan la calle e interrumpen las dinámicas cotidianas de la ciudad. Por otro lado, es posible evidenciar que la distancia entre los cuerpos se acorta en la medida que las acciones se hacen más masivas, esto implica necesariamente un vínculo y una intimidad mayor entre los manifestantes. A diferencia de lo que pasa con las manifestaciones menos masivas en la que los cuerpos se mantienen más alejados entre ellos.

Un segundo análisis que se puede hacer tiene que ver con la relación y dinámica que se da entre cuerpos activos y cuerpos pasivos. Existe claramente una reestructuración espacial que define, mediante la ubicación del cuerpo, si la participación en la manifestación se define como activa o pasiva. En la mayoría de los casos, vemos que los cuerpos pasivos reproduce un límite o frontera en la solera que separa la calzada de la vereda. Este mínimo gesto construido, es capaz de definir qué rol voy a tener en una manifestación o acto performativo; sin restarme de ser parte de éste. Más aún se puede relacionar la ubicación de cada cuerpo en el espacio de la acción con el grado de pasividad o actividad que se tiene en este. Por ejemplo, un cuerpo se define como muy activo cuando su actividad corporal va más allá del estar parado, en este sentido, se puede observar que los cuerpos que tienen más movimientos y gestos corporales son aquellos que están más activos y en general definen un centro de gravedad del acto performativo. En torno a estos cuerpos comienza a desenvolverse el resto de la manifestación.

Por último se puede observar también que existen distintos tipos de acciones corporales para los distintos lugares analizados. En la Costanera las personas se sientan, caminan, se arrodillan, y la mayoría de los cuerpos que se observan en las escenas se definen como cuerpos activos. Mientras que en la Plaza de la República existe una diversidad de posiciones corporales, sin embargo, hay un límite más claro entre los cuerpos pasivos y los activos, por lo que el rol escénico se acentúa en este espacio. En la avenida Picarte los cuerpos se encuentran de pie o marchando y las distancias corporales son muy cortas.

74

3.3 Visualización de las narrativas.

“The unsettled conventions of historical narration have led to the contemporary perception of memory as a function of social power, a social expression of contextual settings.” (Hatuka,T., 2018) Las narrativas presentes en el activismo ciudadano representan los discursos que dan forma a la demanda o a lo que se quiere expresar mediante la manifestación. Estas narrativas muchas veces se componen de múltiples elementos presentes en estas acciones y no necesariamente se definen de manera premeditada, o antes de que se lleve a cabo la protesta. Muy por el contrario, lo que se plantea acá, es que para comprender e interpretar las narrativas de un movimiento ciudadano con mayor precisión, es necesario entender lo que sucede en las múltiples protestas, marchas y acciones, no desde sus concepciones premeditadas, si no que desde la observación de lo que sucede en estas.

Para esto se analizaron los conceptos utilizados por las y los manifestantes en dos modalidades: la primera, en una sistematización espacial de los conceptos utilizados por los encuestados en sus respuestas, haciendo memoria de lo ocurrido hace 15 años atrás durante las manifestaciones; y la segunda en una recopilación y ordenamiento de los carteles, lienzos, pancartas, letreros, afiches y todo tipo de recursos escritos utilizados durante las manifestaciones, registrados en el documental “Ciudad de Papel”.

75

3.3.1 Espacialización de narrativas La espacialización de las narrativas presentes en el activismo ciudadano se trabajó a partir de los relatos obtenidos en los cuestionarios y consistió en ubicar en el espacio los principales conceptos o ideas fuerza que se abordaron en el activismo ciudadano, con el fin de ofrecer una forma alternativa de leer los relatos y testimonios de las personas que marcharon en defensa del Santuario y visualizar los espacios de la ciudad que albergan la memoria del movimiento. De esta forma, se generó un registro actual del evento, que permanece en los cuerpos de las personas movilizadas quince años atrás.

Para esto se ubicaron en el espacio los conceptos que los encuestados iban describiendo en relación con los lugares donde recordaban haber estado. A cada uno de ellos se le pidió que describiera el recuerdo de la experiencia que tuvieron en tres momentos distintos de la marcha en que habían participado: inicio, desarrollo y término del recorrido (ver Tabla 05). Luego, tomando como base el estudio realizado en el apartado 3.2 del presente capítulo, en el que se representó cada uno de los recorridos que recordaban los encuestados, se generó un cruce de información temporal, espacial y experiencial para elaborar una representación de la memoria situada en el espacio. Con un plano base de la ciudad, que reconoce cada uno de los espacios del activismo, se generó un cruce de información temporal, espacial y experiencial para elaborar una representación de la memoria situada en el espacio que por un lado entrega luces de los espacios donde se iniciaban, desarrollaban y terminaban las manifestaciones, y por otro, permite una interpretación de las reflexiones en torno cada uno de estos momentos.

Esto permitió visualizar del dinamismo de los registros y ver cómo los discursos en los actos performativos se van entrelazando, transformando, y tomando forma en la medida en que el cuerpo se mueve en el tiempo y el espacio, entendiendo así cómo va evolucionando la percepción de las personas a través de la experiencia en la protesta.

x

76

Tabla 05 77

78

79

Imagen: Espacialización de relatos:

INICIO

nervios emoción cantidad personas participando alegría

recuerdos difusos mucha gente hablando sorpresa gente convocada conocidos Pepe Araya megáfono significativo enojado primer acto político colectivo

cantando gente participado saltando sol mucha estar dentro colectivo nunca actividad emoción

reuniones ciudadanas decisión activismo trabajo ciudadano expectativas iniciativa lucha convicción idea muchos posible comprometidos encuentros significativo defensa espontáneamente indefensos. integrantes organiza animales actividad discursos método esperanza bueno dinámica Celco rechazo manifestar intervenciones siento iniciativa deseos

ciudad Valdivia democracia

niños delegaciones profesoras colegio carteles gente ciudad reunir preocupación tanta gente preocupada motivante inquietud carerrajismo ofendido sentía abuso conducir

80

Imagen: Espacialización de relatos:

DURANTE

marchando adultos gran caminaban gritaban junto niños juntos espacios satisfacción chica amigo encuentro hija causas comunes fotos costanera participando gente ver esperaba sorpresa grabaron entrevistas documental escuchadas conversaciones curiosidad marchas entusiasmo sentido medioambiental político proyecto compartido energética gente mucha encuentros alegria siento recuerdo

profundo recuerdo pena evento dolor Chile éramos alentador necesario siento muchos recuerdo saltar disponer concreto ganasluchar entusiasmo compartida prensa conocer mamá tiempo ordenar participantes nivel santiaguina mundo emocionantepequeña mucha periódico trabajo encuentro grupos feliz masivo pacíficamente nacional causa ciudadano asombrado alegría gente caminando sentí enérgica experticiastalentos visibilidad recorridos comprometió trabajo lienzos profesional participado muestras esperanza significativo culturales espíritu muy bien cooperación organizado madurado discutido ejecutado diversas formas lucha poder económico estado esperanza decisiónconvicción impotencia

81

Imagen: Espacialización de relatos:

TÉRMINO

tarea satisfacción cumplida moderada esperanza posible éxito temaambiental relativo muevemucha gente Valdivia contento orgulloso participado triste no logramos cambios radicalmente pincelada farándula nos fundimos asqueados cinismo políticos universidades vendidos poder económico justicia lenta blanda contra monstruos destruyen nuestro hábitat

cisnes por los acción apoyo conforme social dirigente bien movimiento representación hablar palabras acto dar conducir cambios movilizar poder escepticismo evento potencia ambigua sensación recuerdo experiencia comunidad sensación esperanza pena destrucción

satisfacción perspectiva siento manifestándose final seguir movilización conecta proyectos ciudadano red ciudadanos encuentro culturales gracias posibles

no

me

acuerdo

82

3.3.2 Análisis de cartelería El análisis de la cartelería utilizada en el activismo ciudadano en defensa del Santuario se basó en el trabajo de graduación de Magíster en Investigación Antropológica realizado por Miriam Martin (2015) en su investigación titulada “Análisis de cartelería feminista en el movimiento 15-m”, en el que propone una forma para clasificar los carteles en base a su contenido, como identificativos, pedagógicos y de desafección política y social. Para efectos de esta investigación se trabajó con estas categorías para sistematizar y analizar la cartelería del movimiento y se definió cada una de estas categorías de la siguiente manera: -

Identificativos: que recogen lemas y contenidos que definen la labor desarrollada por APC y los movimientos sociales que componen el activismo ciudadano y los rasgos básicos con los que se identifican sus miembros.

(Demanda ciudadana contra la

celulosa – cierre planta). Son mensajes con demandas y acciones concretas -

Pedagógicos: para dar a conocer los contenidos básicos sobre el conflicto socioambiental y para explicar a la comunidad conceptos asociados a la necesidad de proteger el medioambiente.

-

De desafección política y social: carteles que representan aquello con lo que se está en contra, en este caso la industria de celulosa Celco, la empresa Arauco, los poderes del estado y el sistema neoliberal en diversas formas.

El registro de carteles, lienzos, pancartas y todo tipo de material grafico utilizado durante

las acciones performativas, se obtuvo como capturas de pantallas del documental “Ciudad de Papel”. Posteriormente se hizo un montaje de estas para clasificarlas de acuerdo con los criterios anteriormente descritos. Una vez hecho esto se transcribió la información que contenían para analizar los textos, conceptos e ideas fuerzas en su conjunto.

83

Carteles identificativos Fuente: elaboración propia en base a imágenes obtenidas del documental “Ciudad de Papel”

84

PAREN LA CELULOSA AHORA !!!

YO ♥ (CISNE) SALVEMOS EL PROYECTO DE ECOTURISMO CERREMOS CELCO NO ES TAN TARDE DEFENDAMOS VALDIVIA CIUDAD HUMEDAL www.acciónporloscisnes.org NUEVA REGIÓN SIN CONTAMINACIÓN SAN JOSÉ MARIQUINA DIC 2004 MANIFESTACIÓN POR LA VIDA Q.E.P.D. LOS NIÑOS VALDIVIANOS DICEN NO A LA CONTAMINACIÓN QUEREMOS UNA CIUDAD LIMPIA NO A LA CONTAMINACIÓN DE VALDIVIA (VALDIVIA NO SE VENDE) COORDINADORA DE COMUNIDADES MAPUCHES LAFKENCHES FUERA CELULOSA POR LA DEFENSA DE NUESTRA TIERRA Y NUESTRO MAR NO MAS DESTRUCCIÓN A SALVAR LA VIDA GRUPO ECOLÓGICO DE NIEBLA NIEBLA DICE: NO A LA CELULOSA CIERRE PREVENTIVO POR INCUMPLIMIENTOS EN LA DEFENSA DE LA VIDA CIERRE DEFINITIVO A CELCO CIERRE DEFINITIVO CELCO STOP NO + MUERTE + VIDA WWW . ACCIÓNPORLOSCISNES . ORG GANAMOS SANTUARIO SALVEMOS AL SANTUARIO PAREN LA CELULOSA RIO CRUCES

Transcripción de carteles identificativos Fuente: elaboración propia.

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En una interpretación de las palabras utilizadas en los mensajes definidos como identitarios, vemos que el concepto con mayor presencia es el de cerrar, parar, detener el funcionamiento de la planta de Celulosa Celco. Esta es la mayor demanda y lucha que identifica del movimiento ciudadano. Lograr que la planta deje de funcionar.

Luego aparece con fuerza el concepto de vida, como algo que se debe salvar y defender.

En letreros y pancartas, y por ende, en la narrativa de las manifestaciones, la VIDA se posiciona como el leit motiv detrás de todo el movimiento. La vida como algo que se debe defender y salvar de la amenaza definida por el término: contaminación. Ambos conceptos representan el principal argumento del movimiento ciudadano, la vida amenazada por la contaminación. En este caso la vida, representa el paisaje, todo lo que involucra el Santuario de la Naturaleza como sistema, desde sus componentes ecológicos, culturales y sociales. VIDA = PAISAJE. La contaminación por otro lado, como término general alude en lo concreto a la descarga de desechos tóxicos al río Cruces por parte de la celulosa, sin embargo, mediante su uso en lienzos y pancartas trasciende esta definición, homologándose con conceptos asociados a la muerte, la destrucción y otros símbolos como el xxxx q.e.p.d, crucifijos y féretros que acompañan las manifestaciones. CONTAMINACIÓN = MUERTE Por otro lado, mediante el uso reiterativo de las palabras Valdivia, ciudad, valdivianos, se define una identidad del movimiento fuertemente arraigado en el espacio urbano y sus ciudadanos, y al grupo Acción por los Cisnes como el principal movimiento ciudadano detrás del activismo.

Junto con esto, aparecen representados también otros grupos o minorías, como la Coordinadora de Comunidades Mapuches Lafkenches, el Grupo ecológico de Niebla, la ciudad de San José de la Mariquina e incluso los niños, como grupos representantes de una voz.

Otro elemento que aparece en los carteles identitarios es el uso de múltiples conceptos/acepciones/palabras para definir aquello que se busca defender. En este sentido las palabras más utilizadas son sin duda Santuario y Cisne, lo cual posiciona ambos elementos como los principales estandartes o símbolos del movimiento social. Por un lado, la condición de sagrado que entrega el uso de la palabra Santuario para referirse al paisaje, y por otro el Cisne de cuello negro, como la víctima más emblemática y visible desde la perspectiva humana del desastre, ya que fueron estos los que cayeron muertos en las calles de la ciudad.

86

Sin embargo, se puede hablar de una defensa del paisaje, en el sentido que desde la narrativa del activismo aparecen otros conceptos vinculados con el entorno natural, como tierra, mar, humedal y río. De esta manera comienza a tomar forma una narrativa que alude a un sistema natural interconectado y no solo a un río o santuario en particular que no está vinculado con todo lo demás que lo rodea.

Este aspecto es especialmente relevante ya que, desde su narrativa identitaria, el activismo ciudadano en defensa del humedal del río Cruces visibiliza que para los manifestantes existe tanto el espacio urbano como el espacio natural son una sola cosa que deben coexistir de manera equilibrada y no uno al servicio del otro. El mensaje “Queremos una ciudad limpia” grafica muy bien esta idea, ya que se percibe que la contaminación del Santuario de la naturaleza es también la contaminación de la ciudad.

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Carteles pedagógicos Fuente: elaboración propia en base a imágenes obtenidas del documental “Ciudad de Papel”

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PROTEJAMOS A NUESTROS CISNES NO MATEN A LOS CISNES NO MATEMOS AL CISNE DE CUELLO NEGRO NO NOS MATEN LA NATURALEZA ES VIDA VIVA LA VIDA MUERTE LA VIDA VALE MAS QUE EL DINERO DIOS SANTUARIO Q.E.P.D. SALVENNOS HOY O MORIREMOS MAÑANA LIMPIEMOS EL RÍO Y RESPETEMOS SU DERECHO A VIVIR NO DESTRUYAMOS LA FLORA Y LA FAUNA ES LA HERENCIA DE NUESTROS HIJOS AMIGOS AYUDEN A SALVAR LOS CISNES BASTA DE MEDIOCRIDAD ¿HEREDEROS DE UN FUTURO INCIERTO? SOS EL SANTUARIO SE NOS MUERE LA CELULOSA LO MATA VALDIVIA NO ES VALDIVIA SIN SUS CISNES LA SALUD POR LA VIDA CONTAMINAR POLUCIÓN ES IR AL HOSPITAL MUERTE EN EL BARRO CALLE CALLE YA NO SE BAÑA LA LUNA ESTÁ CONTAMINADO POR CELULOSA ¡NO + CISNES MUERTOS! CRIMEN AMBIENTAL NO + ENGAÑO! SOS CISNES ESTAMOS MURIENDO HUMEDAL SOS SOS (CISNE) NO RECIBA DINERO DE CELCO ESTÁ CONTAMINADO

Transcripción de carteles pedagógicos Fuente: elaboración propia.

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Los carteles pedagógicos revelan que el concepto de la muerte aparece con fuerza en las acciones ciudadanas y el mensaje que se busca transmitir colectivamente. Así, mediante las pancartas se transmite un mensaje que da al conflicto del río Cruces una condición de extrema gravedad, lo transforma en un asunto de vida o muerte. Mediante el uso reiterativo de la palabra muerte en todas sus conjugaciones, tanto en pasado, en presente y en futuro, así como también en primera, segunda, y tercera persona, la palabra se utiliza de manera tan transversal que logra permear en todos los ámbitos del conflicto.

Principalmente el concepto de la muerte se utiliza asociado al Cisne de cuello negro, como la principal víctima de la contaminación del Santuario. Desde esta perspectiva, los carteles pedagógicos transmiten información relevante para entender las consecuencias de lo que está sucediendo, por lo que, como primer antecedente aprehendido, tenemos que la contaminación del Santuario está ocasionando la muerte del cisne de Cuello negro.

Complementariamente, el concepto de la muerte se utiliza también para dar a entender que la contaminación del Santuario no solo amenaza a los cisnes, si no que también a los seres humanos. Ejemplo de esto son carteles con frases como “Contaminar polución es ir al hospital muerte”, o “sálvennos hoy o moriremos mañana”.

De esta forma, los carteles pedagógicos sirven para informar y alertar a las personas de lo que puede suceder y de qué forma esta situación les puede afectar directamente. De esta manera, se instala la idea de que la contaminación producida por el funcionamiento de la planta de Celulosa tiene la capacidad de hacer morir tanto al ecosistema del Santuario, como a las personas que habitan en sus alrededores.

A este concepto de muerte predominante en los carteles pedagógicos, le acompaña un mensaje de urgencia, un insistente SOS, un grito de ayuda para salvar, proteger y respetar la vida en todas sus formas. Un mensaje que se lee cansado, decepcionado, representado en los “no más” y los “basta” que se repiten una y otra vez. La información que se difunde es que el Santuario necesita ser “rescatado”, y así la invitación a proteger, limpiar y a no destruir se asocia al concepto general de paisaje que este engloba, ya que se lee como un llamado a la protección del ecosistema completo. Para esto se utilizan distintos términos que evocan el paisaje asociado al Santuario. Se habla de la naturaleza, el río, el humedal, la flora y la fauna, el ambiente, entre otros, y se menciona también a las personas como parte de este paisaje y no como observadores externos.

90

Otro concepto que se difunde con fuerza, en los carteles definidos como pedagógicos, son aquellos que hacen referencia al futuro, entendiendo la naturaleza como algo que trascenderá a nuestras vidas, como la herencia que dejaremos a los que vendrán. Carteles con mensajes como “No destruyamos la flora y la fauna es la herencia de nuestros hijos”, o “¿Herederos de un futuro incierto?” buscan educar y sensibilizar sobre el cuidado del medioambiente, creando consciencia desde los afectos y el vínculo de las personas con seres sus queridos, como los hijos, por ejemplo.

Y por último, otro tipo de información que se entrega a través de estos carteles, es la construcción de una fuerza antagónica, asociada al engaño y la mediocridad de las autoridades, como cómplices de un crimen. Se plantea mediante los mensajes, que el funcionamiento de la Celulosa constituye un delito y que existe por parte de la empresa, una valorización del dinero por sobre la vida. Así, uno de los lienzos más emblemáticos de las movilizaciones lleva por las calles de la ciudad el mensaje: “La vida vale más que el dinero”

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Carteles de desafección Fuente: elaboración propia en base a imágenes obtenidas del documental “Ciudad de Papel”

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¡¡EL CAPITALISMO NOS ESTÁ MATANDO!! NO SOMOS UNA MERCANCÍA NUEVA REGIÓN SIN CONTAMINACIÓN SIN CELCO SIN FREI QUIENES FUERON LOS QUE CONSTRUYERON LA CÁMARA DE LA MUERTE? “CELULOSA” CELCO pudre MATONES SON COMO RATONES El gobierno está por el poder económico no por la salud de las personas CELCO EXIGE CONAF CUMPLE DIOXINAS METALES PESADOS ARSÉNICO EMPRESAS IRRESPONSABLES + GOBIERNO CORRUPTO INMORAL CELCO + CONAMA = $ Sr. Weber: ¿Cuántos cisnes más? 00111 Celulosa Arauco = X Celco ASESINOS ANGELINI LLEVATE TU MIERDA DE CELULOSA Y DEVUELVEME EL SANTUARIO COREMA HIPOTECÓ LA SALUD DE NUESTROS HIJOS GOBIERNO INMORAL VERGÜENZA NACIONAL PARA ANGELLINI DOLARES PARA NUESTRAS FAMILIAS DIOXINAS Celulosa ARAUCO NO MATES VALDIVIA SOS CHILE DE CELULOSA ASQUEROSA EMERGE PUDRICIÓN Y CORRUPCIÓN C aigo H umillado I gnorante L eso E stúpido Lo mejor del sur LEYES AMBIENTALES FRACASOS NACIONALES DON CLETO LLÉVESE SU CELULOSA

Transcripción de carteles de desafección Fuente: elaboración propia.

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En el análisis de los carteles definidos como de “desafección” se logró identificar la imagen de las fuerzas antagónicas que se crearon a partir de los mensajes escritos para su uso en las manifestaciones de manera tanto individual como colectiva. De esta manera, se jerarquizaron y deshilvanaron los componentes de aquello que el activismo en su conjunto, definió que estaba en contra.

En primer lugar, las palabras celulosa y Celco, son mencionados en una amplia mayoría de los mensajes registrados, por lo que conceptualmente constituyen el principal “enemigo” que se creó en las narrativas del activismo ciudadano. Es lo concreto y lo visible, es la industria construida y emplazada en un territorio que ha sido significado por las personas como un lugar “sagrado”. La imagen que se construye de la celulosa Celco en los carteles de desafección, se vincula a conceptos como pudrición, contaminación, mierda y asquerosa, y más específica y técnicamente se nombran, dioxinas, arsénico y metales pesados para visibilizar los desechos tóxicos que estaban siendo vertidos en el Santuario. De esta manera, vuelve a aparecer con fuerza el concepto de la muerte en los carteles de desafección, pero esta vez se utiliza para adjudicar responsabilidades específicamente a la celulosa y a la figura de Anacleto Angelini, empresario, magnate y fundador del Grupo Angelini, controladores de la empresa de Celulosa Arauco. Se ven mensajes escritos directamente hacia su persona y otras veces se personifica a Celco, definiéndolos como asesinos o como un grupo de matones.

Se puede decir también que existe una apropiación territorial por parte del activismo ciudadano, y una enajenación de la empresa. Se representa a la celulosa y a Angelini como fuerzas externas al sistema local, compuesto por el paisaje en su conjunto, del cual Celco no forma parte.

Con frases cómo “Don Cleto llévese su celulosa” o “Angelini llévate tu mierda de celulosa y devuélveme el Santuario”, los manifestantes refuerzan la idea de que son parte del paisaje y que de alguna manera les ha sido arrebatado por un interés económico que es ajeno a ellos.

Luego se identificó un segundo grupo de carteles que aluden a conceptos más amplios que enmarcan el conflicto dentro de un problema mayor, asociado al sistema Capitalista, las empresas y en general a la hegemonía del poder económico. De esta manera se utilizan conceptos y símbolos asociados al dinero, contraponiéndolo a la vida y a la protección del Santuario, y como algo que está por sobre las personas y el medioambiente para la empresa. En estos carteles, se emplean términos mercantiles para referirse a la utilización o manipulación de la cual se sintieron víctimas las personas con frases como “Nos somos una mercancía” o “COREMA hipotecó nuestra salud”.

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Un tercer componente de este análisis es la figura del Estado como una institución que no estuvo a la altura del conflicto, y se alude a este en múltiples formas de representación. De manera más global se hace mención al “Gobierno” aludiendo a quienes están de turno al mando, y se mencionan algunos nombres en mensajes como “Nueva región sin contaminación sin Celco sin Frei”, quien siendo el Presidente de la República en 1999, puso la primera piedra para la construcción de la celulosa, y “Sr. Weber: ¿Cuántos cisnes más?”, aludiendo al director Nacional de CONAF durante el desarrollo del conflicto socioambiental. La mayor cantidad de menciones que representan al poder del Estado las tienen CONAF, CONAMA y COREMA, todas instituciones vinculadas con la protección del medioambiente, a quienes se les acusa de corrupción, de fracaso, irresponsables e incluso de inmorales por no cumplir con sus funciones y resguardar los intereses de los empresarios por sobre el bienestar de las personas. El bienestar fuertemente representado por el concepto de salud y las personas por los conceptos de familia e hijos.

En este sentido la narrativa de desafección persigue un objetivo de mayor alcance que solamente la visibilización de un conflicto de escala local y la recuperación del Santuario. Los mensajes en esta categoría hacen referencia a un problema existente a nivel nacional, utilizando términos que abordan una amplitud territorial como “Chile”, “Región” o “Sur”, por sobre términos de referencias locales. Incluso los términos que hacen referencia al Santuario, que se utilizan en los carteles de tipo identitario o pedagógicos, en esta categoría disminuyen drásticamente. En este sentido, el uso de palabras como cisne, humedal o santuario, no son representativas de la narrativa de desafección.

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Capítulo 4_ Discusión de resultados y conclusiones

Performatividad del paisaje.

La performatividad del paisaje en esta investigación corresponde de acuerdo a la definición que hace Judith Butler del concepto “performatividad”, a la función comunicativa que tuvieron las acciones del paisaje en su conjunto, en el período del conflicto socioambiental del humedal del río Cruces. En este sentido, el paisaje deja de ser un entorno que se observa o que está afuera, y se convierte en la unidad que representa la identidad de un territorio. En este caso entonces, el paisaje de los humedales corresponde a la relación vinculante que se estableció entre las personas y su entorno, mediante los actos performativos que tuvieron y tienen lugar hasta hoy en día en la ciudad de Valdivia.

De esta forma, la metodología explorada a lo largo del trabajo permitió comprender las múltiples formas en que el paisaje fue performado más allá de sí mismo, redefiniéndose así el significado que culturalmente se asigna a los humedales en Valdivia. Luego de realizada la reconstrucción temporo-espacial y el análisis de la dimensión performativa del caso de estudio, se llevó a cabo una interpretación de los resultados obtenidos, con el fin de comprender cuál fue la función comunicativa que tuvieron las acciones y eventos ocurridos en torno al paisaje de los humedales. Para esto se identificaron las distintas formas que se utilizaron para evocar este paisaje durante las manifestaciones, tanto en su dimensión espacial, corporal y narrativa. Luego se ordenó esta información de tal manera que permitió evidenciar dos tipos de performatividad: La primera comunicando la realidad de un paisaje enfermo y amenazado, que necesita ser rescatado; y la segunda como un paisaje integrado, que se hace parte de la identidad valdiviana entrelazando humedal con ciudad y cisne con personas, como un reflejo el uno del otro.

El siguiente diagrama relaciona los tipos de performatividad del paisaje que tuvo el activismo ciudadano por los humedales. Una vez comprendida la dimensión performativa de estos eventos se pudieron extraer aquellos elementos que contribuyeron en la construcción de dos formas de paisaje: el que se estaba defendiendo y el que se estaba demandando.

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El paisaje que se estaba defendiendo fue performado en primera instancia en la expresión de los síntomas o efectos laterales que estaba teniendo la contaminación del río Cruces por parte de Celco en la ciudad. Mediante la reconstrucción cronológica de los hechos ocurridos se pudo evidenciar la condición performativa que tuvo el Santuario en sí mismo, como un cuerpo o paisaje que tiene la capacidad de expresarse en el espacio de la ciudad, y así desencadenar el activismo en miles de personas que se sintieron afectadas por la situación, y por lo mismo, incentivadas a movilizarse. Dicho de otro modo, en cuanto se comienzan a percibir en la ciudad de Valdivia los malos olores provenientes de la celulosa, los cisnes comienzan a caer muertos en los patios y las casas, y las manchas en el río avanzan por la Costanera, es cuando comienzan a movilizarse masivamente las personas. Por esta razón, el paisaje puede ser comprendido como un cuerpo movilizado más, gracias a la expresión visible y tremendamente performativa, de un ecosistema enfermo en el espacio de la ciudad. En este sentido, se evidencia una dinámica que se repite en el período 2004-2006 del conflicto, y no son las decisiones políticas ni el actuar de las autoridades lo que activa los eventos mas masivos del movimiento ciudadano, si no que es la acción del paisaje enfermo, lo que moviliza a las personas.

Por otro lado, en el estudio de la dimensión performativa del activismo ciudadano, se puede evidenciar dos formas de performar el paisaje, que si bien es solo en su conjunto que se constituye la performatividad del paisaje de los humedales, se graficaron de tal forma que permitieron una interpretación y ordenamiento de las distintas formas y recursos que se utilizaron para evocarlo. De esta manera, la performatividad del paisaje tuvo esta doble condición, de evocar por un lado el objeto a defender como un paisaje alterado, y la demanda como un paisaje integrado. A continuación se describen para cada una de las dimensiones del activismo estudiado, las formas de evocación del paisaje graficadas en la imagen: -

Desde la dimensión espacial del activismo, se performó el paisaje a través una conexión física y visual de los y las manifestantes con el río Callecalle, en el uso de la Costanera como el espacio urbano más memorable del movimiento. Este vínculo del activismo con el río Callecalle, performa y evoca las manchas cafés en el agua que se podían observar desde la ciudad, y por otro lado consolida un sentido de encuentro comunitario en torno al paisaje del río, modificando en las manifestaciones las distancias y usos cotidianos del espacio.

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Desde la dimensión performativa de los cuerpos y la experiencia individual de cada manifestante se evidencia con fuerza el uso de la imagen del cisne de cuello negro como la forma predominante de evocar el paisaje de los humedales. Por un lado se performa con distintos recursos la muerte de los cisnes, y por otro, una personificación de este por parte de los manifestantes. En su mayoría son niños los que utilizan el recurso de transformarse en cisne durante las protestas. En menor cantidad, se evocan los malos olores que se percibieron en la ciudad, con el uso de mascarillas e inhaladores.

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Desde las narrativas analizadas en la cartelería del movimiento también se pueden evidenciar ambas formas de performar el paisaje. Se hace referencia al río como un cuerpo enfermo y contaminado, al cisne como un ser indefenso que está muriendo y a Celco como un ente contaminante y podrido. Por otro lado, se evidencia con fuerza el mensaje de que Valdivia es una ciudad-humedal, constituida por ríos, humedales, cisnes, y personas.

La nueva identidad valdiviana que se construyó a través del activismo ciudadano es

comprendida como el nuevo paisaje que se performa en la ciudad. Así, aún sin haber sido intervenida o transformada formalmente de manera tangible, la ciudad incorpora el sistema de humedales que la rodea, y sobre la cual se emplaza como parte de su imagen urbana, aún cuando estos han estado presentes en la ciudad desde sus orígenes. De esta manera, el humedal del río Cruces pasó de ser un entorno físico que estaba afuera o en los alrededores de la ciudad, a transformarse en un paisaje performado, que hoy integra parte del imaginario urbano de Valdivia.

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vi. Comentarios finales El trabajo realizado revela cómo operó en el activismo ciudadano por la defensa del río Cruces ocurrido entre los años 2004 y 2006, una dimensión performativa, que fue capaz de resignificar la comprensión colectiva del paisaje de Valdivia y sus humedales gracias a las múltiples experiencias que quedaron registradas en los y las manifestantes, y que hoy por hoy, construyen en su conjunto la definición colectiva del paisaje de los humedales que existe en la comunidad.

Sumado a esto, la metodología de visualización gráfica utilizada permitió comprender las distintas formas en que el paisaje de los humedales se expresó y se creó a través de los cuerpos movilizados en los eventos. Se logró constatar que el nuevo paisaje creado fue el resultado de una sumatoria de subjetividades y que más que cerrar su definición hacia una comprensión única, se abre a nuevas y múltiples posibilidades.

Por otro lado, la incidencia que el activismo puede tener como herramienta de participación ciudadana es algo intrínseco a este, debido a la capacidad que tiene de transformar los imaginarios colectivos, más allá de decisiones políticas, diseños o planificaciones que provengan desde arriba.

De esta manera se puede concluir que un método de representación gráfica del activismo ciudadano puede servir como una herramienta de análisis e interpretación de las acciones colectivas en el espacio y así comprender las temáticas y mensajes que subyacen en estas formas de expresión.

En este sentido, un método para la interpretación y lectura del activismo puede contribuir en la construcción de paisajes, ciudades y sociedades empáticas y conectadas con las demandas reales de sus habitantes.

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