N U E S C O
















Un hecho curioso envuelve el orígen de Itapúa, muchos historiadores afirman que Posadas fue Itapúa.
Estudiosos jesuitas han dejado en claro que la actividad misionera de Roque González de Santa Cruz dejó fundada la reducción de Encarnación o Anunciación de Itapúa en la costa sur del río Paraná, hoy perteneciente al territorio argentino.
Por ejemplo, el prestigioso Guillermo Furlong en su muy conocida obra “Misiones y sus pueblos de guaraníes” afirma:
“Donde hoy se halla Posadas, capital de la Provincia de Misiones, estuvo otrora la reducción de Nuestra Señora de la Encamación de Itapúa. Allí la fundó el Padre Roque González de Santa Cruz, el 25 de marzo de 1615…”.
Nicolás del Techo hace una referencia a la desaparecida “laguna” San José cuando afirma que Roque González “ la víspera de la Encarnación llegó á Itapúa, lugar que dista por igual sesenta leguas de la desembocadura del Paraguay y de los confines del Guairá; su puerto es una laguna que desagua en el río...”.
La distancia deslizada por Nicolás del Techo, cuando escribiera su obra en la última década del S. XIX, analizada aunque más no sea precariamente, es compatible con la de los puntos geográficos mencionados, teniendo en cuenta que 1 legua es igual a 5,555 km, 60 leguas implicarían una distancia de 333,3 km, similar a la existente entre Posadas y la desembocadura de río Paraguay en el río Paraná, cercana a los 330 km.
También el sacerdote jesuita Leo Kohler, en 1978, escribió con claridad que la reducción de Encarnación o Itapúa fundada por el Padre Roque González el 25 de marzo de 1615, fue erigida originalmente en la costa, hoy Argentina; “en la margen sur del río Paraná, en las inmediaciones del sitio donde se encuentra actualmente la ciudad de Posadas, capital de la provincia de Misiones.
La más antigua referencia a la elección de este lugar para asiento de una reducción jesuítica es la licencia extendida al Padre Roque por su hermano Francisco González de Santa Cruz, Teniente Gobernador de la Ciudad de Asunción, para la fundación de ‘tres o cuatro reducciones en las partes y lugares que mejor le pareciera, y en particular, en-
frente del Itapúa de la otra banda del Paraná’...”.
El hermano del P. Roque, Francisco González, escribía esto en Asunción, de modo tal que queda claro que “la otra banda del Paraná” es la costa sur.
El niño que acompañaba a Roque como ayudante y monagui-
Cuando de Ávila daba este testimonio, Itapúa ya estaba en la costa norte, es el asentamiento que dio lugar a la ciudad que ahora conocemos simplemente como Encarnación, cabecera del departamento paraguayo de “Itapúa”.
Una enorme roca instalada en cercanías de donde estuvo ubi-
Fragmento de mapa en que entre 1609 y 1638 se observa a la reducción de “Itapúa” en la margen sur del río Paraná. Esta cartografía es reproducida por P. Pablo Hernández en su obra “La Organización Social de las Doctrinas Guaraníes de la Compañía de Jesús”
deja claro la banda del río en la que en primer lugar fundara Roque González la reducción de Itapúa cuando dice: “… no tan acomodado ni bueno para los indios que se iban juntando se pasó el pueblo de ésta parte donde hoy está...”.
cado el puerto de lanchas de la ciudad de Posadas indica el punto geográfico donde el hoy primer santo paraguayo, Roque González de Santa Cruz, fundó la Reducción durante su trayecto hacia las Misiones que estaban más arriba por el río Paraná.
llo, Miguel de Ávila, afirmaba en un testimonio certificado que diera en Asunción, en 1652, un comentario que indirectamente En un alto en el camino, el religioso encontró un lugar ideal como punto de descanso dadas algunas características geográficas importantes, como un gran lago que se desprendía del curso del río y que años más tarde se conoció como Laguna San José, que ofrecía un sitio tranquilo para atracar las embarcaciones.
Una gran roca que emergía del agua se convertía en un importante punto de referencia y daría al lugar el nombre de “Ytapúa (punta de piedra, en idioma guaraní)”. Una enorme roca rescatada del río e instalada como un monumento natural en la ribera del río, en el año 1970, en ocasión de la celebración del centenario de la ciudad de Posadas.
Después de la guerra de 1870 la reconstrucción nacional se basó esencialmente en un régimen de privatización de la propiedad de la tierra y en el fomento de la inmigración extranjera. Itapúa fue uno de los primeros departamentos en que se puso en práctica esta política. Desde fines del siglo XIX y principios del siglo XX, las colonias de inmigrantes de origen europeo, especialmente alemanes, eslavos y ucra-
nianos, y más tarde también japoneses, desarrollaron en este departamento la agricultura mediante el cultivo de arroz, tung, soja, trigo y algodón, implantando prácticas agrícolas muy adelantadas. Villa Encarnación se convirtió en departamento en 1906, con la primera Ley de División Territorial de la República. Recién en 1945 recibió el nombre Itapúa, estableciéndose a Encarnación como capital. Obtuvo sus actuales límites en 1973 por el Decreto Ley Nº 426, bajo el mando del Presidente Higinio Morínigo, quien tras la realización de la distribución geográfica del Paraguay decretó la creación del Departamento de Itapúa. A partir de ese momento se propone que esta fecha sea socializada en las escuelas, colegios y universidades, y sea conmemorada la identidad del noble y pujante departamento.
Los Guaraníes ocupaban la cuenca Paraguay-Paraná desde hace miles de años, mucho antes de la llegada de los conquistadores españoles. Sus antecesores, los protoguaraní son amazónides como los Arawack, los caribes, y los jíbaros según Branislava Susnik.
De allí se dispersaron al sur, al este y al oeste de América del Sur hacia el año 500 A.C. Se afirma que examinando las evidencias etnográficas, lingüísticas y arqueológicas puede reconstruirse el itinerario de esta expansión.
Los Mbyá Guaraní fueron los primeros habitantes del territorio de lo que es hoy el Departamento de ltapúa. Eran los señores de los grandes ríos desde el lguazú al gran río Paraná. Eximios canoeros (Ygá) custodiaban con el mayor celo su territorialidad. Eran excluyentes, no simpatizaban con los extranjeros a los cuales combatían hasta con ferocidad.
Es esta la razón de las dificultades para la evangelización de los habitantes de estas regiones. Explorar estas tierras hostiles entonces era una temeridad. Puede apreciarse el valor y la audacia del Padre Roque González de Santa cruz para aventurarse a evangelizar en los territorios ocupados por los Mbyá Guaraní.
Eran grandes caminadores. Recorrían el territorio de su dominio hasta los últimos rincones. Abrían senderos cultivados con pastos tahá tahá que recorrían con frecuencia para comunicar-
se con otras parcialidades de la etnia Mbyá Guaraní.
La relación era constante, amistosa y solidaria. Vivían en pequeños grupos de cuatro a cinco familias con un jefe al frente. Compartían el tapyi y el fuego hogareño, comían cuando tenían hambre sin protocolo alguno. Descansaban en una silleta llamada apyká. Para reposar se tendían en el suelo sobre paja o se mecían en la hamaca o kyha. Los jóvenes que se casaban vivían al principio en la casa familiar, luego construían la suya para albergar a la nueva familia.
Está ubicado en la región sur de la región oriental del país, limitando al norte con Caazapá y Alto Paraná, al sur y este con el río Paraná que lo separa de Argentina, y al oeste con Misiones.
Con 616.565 habitantes en 2020 es el tercer departamento más poblado —por detrás de Central y Alto Paraná—, con 16.525 km², el sexto más extenso —por detrás de Boquerón, Alto Paraguay, Presidente Hayes, San Pedro y Concepción— y con 36,8 habitante por km², el sexto más densamente poblado, por detrás de Central, Cordillera, Alto Paraná, Guairá y Caaguazú.
siendo así el departamento con mayor cantidad
Dos arcadas de las Reducciones Jesuíticas, enmarcan en la parte superior del mismo, las que en su conjunto llevan a nuestro Departamento, a ser conocido en el mundo entero turísticamente, ya que las mismas fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Al fondo de ambas arcadas, se pueden destinguir lo que también es parte de los recursos turísticos del Departamento y considerados como una de las grandes reservas ecológicas del país, los Saltos del Tembey y el Cerro San Rafael, iluminados por el sol, fuente de vida y energía que hace germinar el surco de nuestra tierra, sembrado con la semilla del trabajo de su pueblo,
eminentemente agrícola y bordeado por el caudaloso Río Paraná, vía de comunicación y gran recurso de conexión comercial.
Al pie del mismo, la evocaciòn del Crisol de Razas, representados en los colores: negro y amarillo, a Alemania; blanco y rojo, al Japón; y una gran gama de colores, verde, azul y otros, representando a las demás colectividades, rusa, ucraniana y otros; las que con su fuerza y tesón, contribuyeron para el engrandecimiento del Departamento de Itapúa.
Se corona el Escudo, con un lazo, en el que se lee ITAPÚA y remata en otro lazo, en el que se lee PARAGUAY.
La bandera del distrito es una creación del joven Ricardo Sebastián Domínguez Rettori. Tres colores representan al Departamento de Itapúa: el verde de la Esperanza, el blanco de la Paz y el rojo del Trabajo laborioso característico de los pobladores de esta rica tierra.
La Franja VERDE: es el color que representa a nuestra riqueza agrícola en sus distintos rubros, la soja, la yerba mate, el trigo, el arroz, etc., nuestros montes y selvas; los que en su conjunto dieron como calificativo de Granero del País a Itapúa.
La Franja BLANCA: en el medio, franja con mayor proporción que las de color verde y
rojo.
Representa la Paz, el espíritu pacífico y compasivo de sus habitantes.
La Franja ROJA: en igual dimensiones que la franja verde, representa nuestra tierra roja, como producto de la fuerza y la pujanza de nuestra gente, la que en amalgama de razas y culturas, trabajo y tesón construyen día a día la grandeza de nuestro Departamento.
Tanto la Bandera y el Escudo oficiales del Departamento de Itapúa han sido aprobados por disposición de la Junta Departamental según Ordenanza Nº 10/94.
No podés dejar de visitar estos lugares maravillosos. La primera parada es la ciudad capital, Encarnación, que ofrece una amplia gastronomía, extensas costaneras donde es costumbre llevar las silletas, ocupar los bancos y tomar un rico tereré (o mate) u otras bebidas de preferencia a orillas del río Paraná, ya sea en grupos familiares o de amigos.
Actividades, de la índole que prefieras, jugar al vóley de playa, recorrer en bicicletas, alquilar y correr en karting, pasear en kayak, ver obras culturales que ofrecen en el lugar, sambar en los corsos, broncearse en una de las tres playas y conocer la movida nocturna.
Siguiendo el recorrido, tomando rumbo por la ruta nacional número 6, hacemos otra parada, esta vez en el distrito de Nueva Alborada, ubicado a unos 30 kilómetros de Encarnación.
Este lugar es ideal para quienes buscan desconectarse de la caótica vida urbana y hacer eco aventura, escalando el cerro Indio Dormido, donde se puede conocer la gruta y pasadizos entre piedras que utilizaban los Jesuitas.
La ciudad cuenta también con el complejo ecológico Museo del Árbol, Museo de Madera, tirolesas, el Columpio del Fin del Mundo, el Parque Ecológico El Jesuita, abierto al público para
El paraiso de las frutillas. acampar, subir al tereré gigante, la mano gigante, entre otros atractivos. Continuando con este espíritu aventurero, nos adentramos en las Colonias Unidas (Hohenau, Obligado y Bella Vista), habitada por descendientes de diferentes nacionalidades y culturas.
Además de estar situada a orillas del río Paraná y por ende contar con playas aptas para darse un buen chapuzón, la ciudad es protagonista de la ruta del Ka’a Rape, en la que ofrecen una gastronomía elaborada a base de la yerba mate.
El paseo se basa en demostrar el proceso del “oro verde” en las diferentes empresas yerbateras.
También se destaca Yatytay. Esta bella ciudad se encuentra a unos 50 km de la ruta 6, caracterizada por sus paisajes coloniales, turismo de camping y el paradisíaco Salto Tembey.
Capitán Meza, por su parte, está ubicado a unos 80 km de Encarnación, cuenta con una agradable naturaleza que empuja a conocer los exuberantes saltos: Amambay, Nimann y Mineral’í, y mucho más.
Itapúa tiene mucho que ofrecer, lugares con encanto natural y únicos que no se encuentran en nungún otro lugar.
Te espera un recorrido imperdible.
La Ciudad nació como una Reducción Jesuítica a orillas del Río Paraná, llamándose oficialmente Nuestra Señora de la Encarnación de Itapúa. Fue el 25 de marzo de 1615 cuando Roque González de Santa Cruz, un sacerdote jesuita, decidió fundar la misión y nombrarla, según la tradición bíblica, en conmemoración al día de la encarnación de la Virgen María. Esta misión cumplía un doble propósito: la evangelización de los guaraníes de la zona y su protección contra el sistema esclavista de encomiendas, muy difundido en la época, que causaba estragos en las poblaciones nativas.
Inicialmente, estuvo asentada en lo que luego sería la Villa Baja, para luego trasladarse a la zona donde hoy se encuentra la Plaza de Armas. Luego de la expulsión de los jesuitas en 1767, la población disminuyó significativamente. Esta situación comenzó a revertirse con la llegada de los primeros inmigrantes europeos entre 1840 y 1850, quienes se afincaron en la zona y se dedicaron a echar nuevas raíces. Las fértiles tierras de la zona propiciaron el crecimiento
y desarrollo de la población, de modo que la otrora misión se convirtió en pueblo, para luego pasar a la categoría de villa.
En el año 1843 la iglesia principal, construida por los guaraníes bajo la dirección de los jesuitas, fue demolida por decreto del entonces cónsul Carlos Antonio López. Los materiales se reutilizaron para erigir nuevas construcciones, como la catedral de Encarnación y el Cuartel de la Independencia hoy Colegio Inmaculada Concepción.
El 7 de octubre de 1848, un decreto desterró a los guaraníes de su propia ciudad. Con sus enseres a cuestas fueron enviados a Tupá Ray, la actual Carmen del Paraná, bajo la vigilancia de guardias. Hacinados y en deplorables condiciones sanitarias, muchos guaraníes murieron por diversas enfermedades.
La Guerra de la Triple Alianza también hirió a la ciudad, provocando éxodos masivos para escapar de la violencia, además de que una gran cantidad de sus habitantes pereció en las batallas ocurridas en el departamento de Ñeembucú.
El largo abandono acontecido
luego de la expulsión de los jesuitas más los despojos causados por la guerra habían dejado sus marcas en la villa, que vio renacer sus oportunidades con la llegada de la primera vía de ferrocarril, en el año 1911, y también con una nueva oleada de inmigrantes europeos y asiáticos que terminó por configurar a la ciudad y al departamento completo como la sociedad pluricultural y diversa que es hoy. La villa Encarnación resurgía, fuerte y decidida, frente al río Paraná.
En 1926, un fuerte ciclón golpeó a la ciudad en horas de la tarde, ocasionando alrededor de 400 muertes y causando cuan-
tiosos daños a la infraestructura de Encarnación: edificios, calles y muelles quedaron destruidos. La ciudad volvió a levantarse poco a poco, demostrando una vez más que las adversidades no habrían de mermar los ánimos del pueblo encarnaceno.
El comercio con la vecina ciudad de Posadas siempre fue un puntal económico, realizándose los cruces del río principalmente en botes y lanchas, hasta la inauguración del puente San Roque González de Santa Cruz en 1990. Esta construcción disparó el crecimiento de ambas ciudades, cuyo intercambio comercial perdura hasta hoy.
Encarnación, una historia de encuentros y desencuentros.
No fue sino en los últimos quince años que la población itapuense se ha abocado con creciente interés hacia el turismo, diversificando de ese modo su productividad hacia un sector ajeno a los tradicionales rubros de la agricultura y ganadería, esto ha hecho posible el progreso de muchas ciudades del departamento, las cuales, producto de importantes inversiones por parte de instituciones gubernamentales y privadas, se han llegado a convertir en referencias icónicas del sector turístico de la zona, un digno ejemplo de ello es la hermosa e imponente ciudad de Encarnación, que, si bien no es muy extensa ni una ciudad precisamente grande, tiene un encanto especial, y ofrece a todo aquel que la visita un ambiente acogedor. La Perla del Sur, que brilla a orillas del Paraná recibe a visitantes de diferentes puntos del país, como también a los hermanos extranjeros, quienes, seducidos por la calidez de su gente, la belleza de sus playas, su curiosa gastronomía y un paisaje de ensueño, disfrutan su tiempo de ocio por estos lares.
La transición hacia una transformación radical experimentada por este municipio sureño a finales de la década del 2000, donde la modernidad y la opulencia recreaban una nueva apariencia para la ciudad estuvo plagada de sacrificios, no ha sido todo “color de rosas”, los encarnacenos tuvieron que renunciar a gran parte de su patrimonio histórico, si bien este antes y después, resultó en un proceso envidiable de cambios a nivel estructural y de patrones de ocupación, las secuelas han resultado devastadoras a nivel social. La construcción de la Represa de Yacyretá trajo progreso a la zona y originó fuentes de trabajo, pero arrasó con la Villa Baja, popularmente conocida como zona baja, la cual quedó bajo agua tras la inundación de esa parte de la ciudad, como también las zo-
nas de Mboi Cae, Santa Rosa, Barril Paso, Bernardino Caballero, y Carlos Antonio López, lo cual obligó a la reubicación forzosa de las familias que allí habitaban para ese entonces, éstas sufrieron un proceso penoso de desarraigo, que implicaba renunciar sin más a su lugar de apego de la infancia sin posibilidad de elegir, destruyéndose de ese modo el lazo de los núcleos familiares forjados a través del tiempo entre vecinos, causando tal daño que ningúna compensación económica podría paliar.
Es a día de hoy que figuran en el padrón inmobiliario muchas de las viviendas y edificios que actualmente yacen en las profundidades del río Paraná, a ochenta y tres metros sobre el nivel del mar; el municipio aún no ha realizado la actualización catastral, apareciendo como morosos por falta de pago de impuestos, los que se hallan registrados como propietarios de dichos inmuebles.
Como ciudad fronteriza presenta la particularidad de una actividad comercial de ida y vuelta, existiendo épocas en que se percibe gran afluencia de compatriotas argentinos por zonas del circuito comercial al punto de que no cabe un alfiler, y otros períodos en que los paraguayos son quienes atraviesan el río Paraná, enfilándose sobre el puente San Roque González de Santa Cruz, situación que obedece a factores como el poder adquisitivo dado en función a los precios de los productos y/o el valor de la moneda, de uno y otro país. Las temporadas y circunstancias determinan lo caótico o pacífico del paso de una orilla a la otra, llegando a veces a formarse una caravana interminable de vehículos apostados en una de las orillas de las avenidas habilitadas para el efecto en las localidades de paso, suceso que, desde cualquier punto de vista resulta deshumanizante, es vergonzoso que en la época en que vivimos,
de supuesta civilización y respeto de los derechos de las personas esto se dé. Ni la infraestructura de la aduana paraguaya, ni la de la Agentina están equipadas para ofrecer servicios de baño, ni de primeros auxilios
de compartir con personas de ascendencia multicultural, con apellidos europeos y rasgos marcadamente orientales o nativos, además de contar con una oferta gastronómica amplísima donde elegir, pudiendo
que podrían requerir los ciudadanos durante la espera y más aún cuando las elevadas temperaturas veraniegas y las largas exposiciones solares pudieran ocasionar malestares de salud.
Otro punto destacable es la flexibilidad que ofrecen los comerciantes de la ciudad encarnacena, no vista en ningún otro lugar, y es la de aceptar las monedas de todos los países del mercosur incluido dólares, cuestión no correspondida con reciprocidad, pues el guaraní no recibe la misma aceptación en los países vecinos. Más allá de las vicisitudes, Encarnación ofrece infinitas posibilidades para recrearse, sea que la visita surja por razones laborales o de esparcimiento, aquí encontrarás albergues, posadas económicas, hoteles para todos los niveles, e incluso los amantes de las actividades lúdicas cuentan con la opción de visitar un casino que ofrece, además, peñas musicales y karaoke.
Esta ciudad además, te permite disfrutar de la experiencia
empezar el día, por ejemplo, con un desayuno criollo, seguir con un almuerzo árabe y concluirlo con cena japonesa; hay para todos los gustos.
La municipalidad de Encarnación propone para el próximo 30 de septiembre, y el 1 y 2 de octubre, un evento sin igual, en estos días se llevará a cabo la Primera Fiesta Nacional “Encuentro de Culturas” a realizarse en el espacio “Paseo de los Aromas” y “Rincón de Nuestros Poetas” en inmediaciones de la Avenida Costanera República del Paraguay, a partir de las 19:00 horas, un evento imperdible donde asistirán grupos pertenecientes a las colectividades ucranianas, japonesas, taiwanesa, brasileña, española, francesa, belga, alemana y venezolana, incluidas las tan relegadas comunidades nativas, y deleitaran con delicias típicas y actos culturales, a los asistentes. Si aún no conoces la cosmopolita Encarnación estas invitadísimo, y si ya has estado redescúbrela, te va sorprender, nunca será como la visita anterior.
Hacia el año 2017, la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (DINAPI) otorgó a la ciudad de coronel Bogado el título oficial de “Capital Nacional de la Chipa”, logro que fue celebrado luego de una larga disputa por la certificación con la ciudad de Eusebio Ayala, también conocida como Barrero Grande.
Los bogadenses también obtuvieron el registro oficial del Festival Nacional de la Chipa, que se celebra cada 29 de diciembre, con el objetivo de fomentar el turismo interno, incentivar a realizar actividades artísticas, culturales, así como a la producción y comercialización.
Este distrito anteriormente era conocido como “Ka`i Puente” (del guaraní: Puente del Mono).
Fue fundada en 1913 y de ahí
llevó el nombre del héroe de la gesta de la independencia de américa, el Coronel José Félix Bogado, y se lo conoce comúnmente como Coronel Bogado.
La principal actividad en la ciudad es la elaboración de la chipa, y por ello se la considera la capital nacional de la chipa tanto en Paraguay como internacionalmente.
También se trabaja en la producción agrícola, donde producen algodón, mandioca, yerba mate, soja, maíz y otros.
La fabricación de embutidos caseros es también otra de las actividades de sus pobladores.
La “Estación Cultural” es el epicentro de la cultura de la ciudad, constituido donde anteriormente operaba la estación de ferrocarril de esta ciudad en la próspera época de los rieles, vagones y locomotoras, hasta abril del año 1998.
Uno de sus eventos más importantes es la “Fiesta Nacional del Inmigrante” porque en esta ciudad se encuentran muchas colectividades de inmigrantes europeos y de otras partes de sudamérica, donde se conjugan las tradiciones de sus ancestros tanto en gastronomía como dan-
zas típicas y la música. Dicha celebración suele durar un fin de semana y reciben a miles de visitantes.
La “Plazoleta de los Eslavos” rememora a los primeros inmigrantes eslavos que llegaron al departamento de Itapúa, en las primeras décadas del siglo XX, provenientes de Bielorrusia, Bulgaria, Checoslovaquia, Polonia, Rusia y Ucrania.
Algunos de sus descendientes viajaron para conocer Europa, pero muchos no conocen a sus
parientes. En Paraguay, los elencos de baile ya cuentan con muchos niños que no descienden de eslavos.
A unos 3 km del centro se halla un circuito de unos 7000 metros, ideal para la práctica de ciclismo, en cuyo trayecto encontramos arroyos y una frondosa naturaleza.
Muchos historiadores sostie-
Variedad de chipas que trascienden a la imaginaciónLa Plazoleta de los Eslavos se encuentra en la curva de 90º sobre la Ruta Nº 1, es un monumento dedicado a los inmigrantes de la cultura eslava que pueblan estas tierras.
nen que el origen del chipá es el mbujape, un pan que elaboraban los indígenas guaraníes rallando mandioca cruda que se cocinaba envuelto en hojas de güembé (maíz), laachira o banana y jaguarundí (una planta medicinal con gusto a anís) sobre tanimbu (ceniza); al calentarse, el almidón de la mandioca se vuelve pegajoso, esa consistencia se denomina chipa en quechua, que significa también apelmazado.
Con el intercambio cultural producido entre europeos e indígenas sudamericanos a partir de las expediciones realizadas por el Río de de la Plata en el siglo XVI, y las misiones franciscanas y jesuíticas que se instalaron en el corazón de la Cuenca del Plata (hoy Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), se incorporaron productos de origen animal como la leche, el queso y los huevos, terminando de dar forma a este exponente del mestizaje cultural hispano guaraní.
Uno de los primeros registros de ello surge de la bitácora de viaje de Ulrico Schmidl, un escriba alemán, quien acompañara a Pedro de Mendoza y Juan de Ayolas en las referidas expediciones.
Su cocción también ha ido evolucionando, realizándose en cuencos de barro de distintas formas y medidas, siendo la más tradicional la realizada en tatakua (horno a leña), herencia de los abuelos, pero si no se cuenta con este horno en la casa, también se lo cocina en horno eléctrico.
El chipa está valorado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como una herencia compartida entre las naciones hermanas de Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil.
Entre las recetas más aceptadas se destaca la chipa almidón, argolla, con queso, con relleno de carne (chipa so’o), con relleno de jamón y queso, y la mestiza que cuenta con almidón y harina de maíz.
En cuanto a sus ingredientes, la versión tradicional es la que lleva: almidón de mandioca, queso Paraguay, grasa de cerdo, anís y en algunos casos, también un poco harina de maíz.
Una carácterística del distrito es que sus chiperías se ubican al margen de la ruta Nacional Número 1, lo cual las convierte en una tentación imposible de pasar por alto para los viajeros.
Este museo privado está ubicado en pleno centro de Coronel Bogado. Aquí se puede apreciar una increíble colección de objetos, trofeos, armas y hasta incluso el cráneo de un soldado boliviano, recuerdos de lo que fue la Guerra del Chaco y de los 800 excombatientes que fueron desde esta ciudad a defender a la patria. Don Mario Villar, su propietario desde muy joven, apasionado por la historia, comenzó a recolectar objetos que
hoy representan un incalculable tesoro para la comunidad.
Fotografías de sitios como los silos, el viejo cine Bencivenga, las casas más antiguas, algunas ya desaparecidas forman parte de su colección que está abierta a todo público. Visitarla permite entender cómo se movía la sociedad bogadense, su economía.
Este local era propiedad de José Bencivenga Almada, inmigrante alemán - este señor fue el pionero del cine-teatro en el departamento de Itapúa, donde las familias acudian al cine, abonando diez guaranies la entrada, era la época de los heladitos de agua.
Actualmente es propiedad de la familia Carajallo, y se halla en proceso de refacción, en tanto, la comunidad Bogadense pugna porque sea considerado patrimonio histórico.
Por la Ruta 8 se encuentra la Reserva Natural Chopí Sayjú, que lleva ese nombre con el fin de proteger a esta especie amenazada de extinción. Esta reserva tiene una extensión de 788 hectáreas ofrece la posibilidad de acampar en medio de añosos árboles, es un lugar ideal para el avistaje de aves, disfrutar de la naturaleza con cuatro senderos Kamba’y, Kurupa`y, 4 Cedros y Guajayvi.
La propiedad pertenece a la Entidad Binacional Yacyreta y tiene como fin mitigar los impactos ambientales ocasionados por el llenado del embalse a cota 78, el acceso es gratuito, la atención es de 7 a 17:00 horas.
Los interesados en visitar pueden contactarse al 0984241672 con Luis Ferreira.
Las imponentes dunas fueron declaradas como patrimonio natural de la comunidad de San Cosme y San Damián, a través de la Resolución N° 5/2018, atendiendo el alto riesgo de desaparición de este recurso, considerado como uno de los destinos turísticos más solicitados del país.
Como si un pedazo del Sahara se hubiera instalado en mitad de la abundancia del Paraná, se erigen las Dunas de San Cosme y Damián, a 340 km de la capital.
Este enclave es de origen natural solo en un 50%, porque aunque el ser humano nunca tuvo la intención (ni la imaginación) para construir algo así, el lugar tal y como lo conocemos, se formó tras la subida del río que produjo la creación de la represa de Yacyretá. Lo que antes fueran dunas en lo alto de un cerro, hoy es uno de esos rincones hermosos que no pasa desapercibido, por su belleza y porque las aguas
que continúan subiendo, amenazan con hacerlo desaparecer para siempre.
Para cruzar hasta el islote de unos 300 m2 de arenas finísimas hay embarcaciones que ofrecen servicio todos los días desde las 8 de la mañana. Los 15 km que separan las dunas del puerto de la Marina de San Cosme se recorren en 30 a 45 minutos de paseo en lancha por el lago Yacyretá. El costo mínimo por persona ronda los G. 60.000. Para acampar se abona un plus de G. 200.000 por grupo. El regreso se hace al día siguiente a las 8 de la mañana y los campistas deberán llevarse consigo todo lo que trajeron (incluido los desechos).
Es importante tener en cuenta que en este lugar no hay construcciones ni infraestructura alguna, por lo que se debe llevar todo lo necesario para estar al aire libre, incluyendo abundante agua potable, alimentos, protector solar, asientos, repelente
para mosquitos, bolsas de basura, sacos de dormir y carpas en caso de pernoctar en el lugar.
La ciudad fue bautizada en 1632 por los Jesuitas en honor a los milagros cumplidos por los dos santos mellizos Cosme y Da-
mián nacidos en el siglo III d.C, esta pequeña Misión Jesuítica Guaraní tuvo que moverse de lugar en cuatro ocasiones hasta instalarse definitivamente en Itapúa en 1718. Fue muy conocida, incluso en Europa, gracias a la labor en astronomía realizada por el padre santafesino Buenaventura Suárez, quien constru-
yó, con ayuda de los indígenas, un telescopio, un cuadrante astronómico y un reloj de sol de precisión que hasta hoy (300 años después) sigue marcando la hora exacta, éste esta formado por un robusto cuerpo de piedra y su “aguja” de metal originales, así como dos pilares de piedra de una sola pieza situados casi al final del corredor del “colegio” y las vigas que llevan encima, con “récord” en longitud, de una sola pieza también, con 15 m de largo cada una, son tesoros a admirar, pero el asunto de las letrinas ha ganado la partida esta vez.
Usando estos rudimentarios instrumentos llegaron a predecir grandes acontecimientos astronómicos.
La reducción de San Cosme y San Damián se estableció en homenaje a dos hermanos mellizos, que fueron médicos y boticarios, martirizados varios siglos atrás, en Sicilia, Italia, y cuenta con varios atractivos para los excursionistas. Históricamente fue el principal observatorio astronómico de la época colonial
en Sudamérica. La Secretaría de Turismo habilitó hace algunos años el Centro de Interpretación Astronómica como parte de un proyecto de puesta en valor de las reducciones jesuíticas. El centro lleva el nombre del misionero jesuita Buenaventura Suárez, fundador del segundo centro astronómico del continente en estas reducciones, en el siglo XVIII.
La entrada principal al complejo es precisamente una de las casas que se mantiene según su construcción original. El centro astronómico es el más moderno en su tipo en el país, dispone de una sala de observación astronómica con techo deslizante, con un telescopio apto para las contemplaciones.
En la iglesia, a pocas cuadras del observatorio, y utilizada por la comunidad para la celebración del culto católico, hay imágenes de madera policromada y varias tallas, también sillones, candelabros, pila de agua bautismal y el reloj de sol, hecho de piedra, que aún hoy marca la hora.
El Centro de Interpretación Astronómico que hoy lleva el nombre de Buenaventura Suárez, y fue inaugurado en 2012, en homenaje al astrónomo padre jesuita se volvió un atractivo turístico.
Las visitas guiadas al planetario son realizadas por Rolando Baez, un guía local, que presta sus servicios a G. 5.000 para los lugareños, G. 15.000 para turistas paraguayos y G. 25.000 para extranjeros. Más información al (073) 275 315
La Misión Jesuítica de San Cosme y Damián, a diferencia de otras reducciones, tiene la particularidad de estar viva.
Es decir, la comunidad continuó usando la iglesia y el recinto para los ritos religiosos y sociales: misas, bodas, sacramentos, y otras ceremonias.
Un establecimiento rural, un acuario turístico y caba ñas alpinas se suman a los atractivos de San Cosme y San Damián.
Una de ellas se trata de la Posada Turística Ña Nani, la cual se ubica en Villa Permanente a solo unas cuadras de las misiones jesuíticas. Dispone de tres habitaciones, y cuenta con una capacidad total para 10 personas. Su costo por persona es de G. 90.000 (desayuno incluido). Reservas al (0961) 362-596.
Otra es la Posada Turística Lomas Valentinas, situada en el km 6 de la ciudad, que dispone de dos cabañas tipo alpinas, con todas las comodidades, en un área verde, y un polideportivo con cancha de fútbol sintético. El costo de alojamiento, más desayuno incluido, es de G. 90.000, para más información contactar al (0961) 362-596.
El establecimiento Rural Agroecológico Montesur, el primero de su tipo en la ciudad, un espacio de relajamiento con vistas al río Paraná que posee tres cabañas completamente equipadas con lugar para 20 personas y área de camping, y un restaurante.
También cuenta con un acuario turístico, un sitio que exhibe varias especies originarias de los ríos Paraná y Paraguay; pacú o dorado, entre otras, y un pequeño bosque nativo donde crecen más de 200 orquídeas y bromelias, y posee lagunas temáticas.
El distrito de Carmen del Paraná fue fundado el 24 de abril de 1843 por decreto de Don Carlos Antonio López y Mariano Roque Alonso..
Gran parte de la población de Carmen del Paraná, fueron inmigrantes extranjeros, checos y ucranianos llegados a la zona de Itapúa después de la Primera Guerra Mundial.
Entre los años 1920 y 1930, se establecieron en la zona inmigrantes rusos, polacos, checos, ucranianos y eslovacos.
La ciudad de Carmen de Paraná se fundó el 24 de abril de 1843, durante el gobierno de Carlos Antonio López, y la misma cuenta con lugares que ofrecen una buena experiencia para los visitantes.
Se halla ubicada en el departamento de Itapúa, a 35 kilómetros de Encarnación y con una costa sobre el río Paraná,
Carmen del Paraná es una ciudad muy pequeña y cuenta con poco más de 8.600 habitantes distribuidos en 300 kilómetros cuadrados, rodeados de paisajes verdes, playas y de lugares históricos, lo que hace que la zona tenga atractivos turísticos.
La ciudad cambió radicalmente de aspecto debido a las grandes obras de infraestructura encaradas en el sitio luego de la suba del embalse de la represa de Yacyretá.
La Avenida Costanera Cuna de la Independencia equipada con 3 playas para la temporada estival, el Complejo Habitacional Yacyretá, la red de agua pota-
ble y alcantarillado sanitario, el Parque Municipal Batalla de Tacuary y muchas otras obras modificaron la infraestructura de la localidad hacia el costado del turismo.
Además de dicha modernidad edilicia, la historia perdura a través del rico patrimonio del lugar. Como es la iglesia local, construida en 1857, en cuyo interior actualmente se pueden ver algunas imágenes sacras de procedencia jesuítica, que los indios habían traído desde la reducción de Itapúa (actual ciudad de Encarnación): Niño Salvador del Mundo, Tupã ra’y (Niño de la Victoria) y una Virgen arrodillada.
El 16 de julio es día de la santa patrona, la Virgen del Carmen, y eso es motivo de celebración.
Frente a la iglesia católica y la plaza Tacuary, llena de árboles de pinos y cipreses, se exhiben camineros limpios y aspecto festivo. Hay orden y pulcritud por donde se mire, acorde con la celebración, los lugareños unen fuerzas para rendir un digno homenaje a la santa patrona.
Los festejos arrancan con una misa de acción de gracias, por la mañana, y corrida de toros, por la tarde. Al día siguiente, la Virgen del Carmen sale en procesión a recorrer las ordenadas calles de la ciudad, al son de la banda de músicos. Tras las celebraciones religiosas se realizan espectáculos de acrobacia sobre bicicletas, feria de comidas típicas y torín, hasta entrada la noche.
Es “la capital del arroz”, pero en su territorio ya muy poco o casi nada de este producto se cultiva tras la inundación por obras del embalse de Yacyretá. Sin embargo, el territorio alberga aún a tres
grandes industrias arroceras.
Mientras, el turismo asoma fuertemente La mayor parte de su población está relacionada directa e indirectamente con el cultivo del arroz y su procesamiento industrial. Roberto Zub, presidente de la Asociación de Arroceros de Itapúa, recuerda que esta localidad era productora de arroz desde 1940 y en los años posteriores se dio su desarrollo masivo, permitiendo la instalación de molinos y secaderos. Pero las obras del embalse de la Entidad Binacional Yacyreta (EBY) hicieron que perdiera el 35 % de su territorio por inundación, justamente aquellas tierras destinadas al cultivo.
“Hoy los principales productores migraron a Misiones, Caazapá, Paraguarí; son carmeños que se vieron obligados a buscar nuevas áreas para el cultivo del arroz, pero siguen residiendo en Carmen del Paraná, y de aquí llevan la mano de obra para trabajar”. Sin embargo, este municipio quedó como “la capital del arroz” en honor al pasado que tuvo y también al presente industrial.
Poco más de una década atrás se instalaron tres industrias importantes –Arrosur, Agrozafra y El país–, consideradas las principales a nivel nacional, ya que absorben alrededor de la mitad de la producción de arroz.
Los datos que se manejan son que las mismas emplean aproximadamente a 500 personas en
forma permanente. Anteriormente también existían varias industrias trabajando en el sector de chacinado, pero en los últimos años esta actividad se fue perdiendo y ahora solo quedan unas pocas.
Siempre fue una ciudad tranquila, de gente laboriosa, pero actualmente aparece como una ciudad costera y, por ende, veraniega, lo que implica un nuevo estilo de vida para sus pobladores.
Existe un déficit en hotelería y gastronomía; cuenta con tres posadas turísticas
Más de 200 pescadores viven en la localidad. Muchos de ellos ya no pueden subsistir solo con este rubro, porque las corrientes de agua y los vientos son muy fuertes tras la inundación. Necesitan embarcaciones más seguras, según el presidente de la asociación de pesqueros, Esquivel Gómez.
Carmen del Paraná es un lugar atípico, alejado de todo, con una calma incomparable, en medio de la nada esta ciudad tiene una hermosa costanera de 8 km y en parte de ella una playa que recuerda mucho a las de Miami por sus arenas blancas, la vista desde allí es increíble.
Uno de los principales atractivos turísticos que tiene Carmen del Paraná son sus playas, las tres principales son Pirayú, Ybycuí y Tacuary muy visitadas por los turistas.
Atardeceres increibles, de ensueño, a orillas del río en la ciudad de Carmen del Paraná.
Tacuary es la playa más populosa de la ciudad durante el verano, con sus hermosas arenas limpias y la belleza del río Paraná le dan un toque especial y único.
En las noches recibe la fuerza de la brisa fresca con tintes casi marinos, puesto que no cuenta con ninguna ciudad en el lado argentino que pueda servir como atenuador.
Próxima a la Ruta Nacional PY01 “Mariscal Francisco Solano López”, antes de alcanzar el centro urbano, se hallaba la vieja estación de tren. El edificio de ladrillo a la vista, cinco amplios salones y pisos de piedras quedó en desuso con la desaparición del ferrocarril. Muchos años esta vieja estación sirvió de sede al cuartel de Bomberos Voluntarios de Paraguay, hasta el inicio de las obras de la Avenida Costanera en el año 2010, cuando el histórico edificio fue desmantelado y vuelto a reconstruir aproximadamente 500 metros más arriba del lugar original.
Hoy se emplaza la réplica exacta de la antigua estación, convertida en sede de la Secretaría de Turismo de Carmen del Paraná (Setucar) y el Museo Carmen del Paraná, una exposición que recorre la historia de este edificio y el paso del ferrocarril por la ciudad, la historia de los inmigrantes y los vestigios de la ciudad antes de la subida del embalse de Yacyretá.
Actualmente es un museo al aire libre donde apreciar los vestigios de la historia ferroviaria de los carmeños, compuesta por la caldera de la locomotora, algunos vagones y el puente sobre el Arroyo Tacuary.
Durante décadas fue el acceso principal a la ciudad en épocas donde el transporte ferroviario estaba en su mayor apogeo. Era la última estación antes de llegar a Pacu Cuá, la de Encarnación y de ahí conectarse con el servicio ferroviario de Argentina.
Días y Horarios de atención: Lunes a Domingos 08:00 hs. a 17:00 hs. Para reservas y consultas contactar al: +595 986 480108 – 0762 260 415.
La otrora colonia Apere’a, Fram, celebra 66 años de distritación. Este municipio, denominado La Capital del Trigo, está habitado por un crisol de razas que se llegó en gran número desde el viejo continente y junto con los lugareños forjaron así uno de los municipios más prósperos del Paraguay.
Producto de esa pujanza, Fram se ha convertido en el polo de desarrollo y epicentro de grandes industrias de impacto nacional e internacional, generando fuente de trabajo de miles de habitantes.
Esta pujante y laboriosa comunidad fue fundada el 28 de agosto de 1956 por don Mateo Sánchez Díaz y Pedro Cristophensen, este último, inmigrante de origen noruego, quien bautizó a esta colonia con el nombre de Fram, que significa “adelante” en el idioma noruego. La denominación hace homenaje al primer barco explorador de bandera
noruega que llegó al Ártico, en el año 1893.
En 1928 crea la empresa Loteadora Fram, y en 1935 inician la venta de las tierras a inmigrantes europeos y comienzan a llegar las primeras familias. En el año 1889, Cristophersen, residente en la Argentina, compró un polígono de unas 70.000 hectáreas con el único objetivo de explotar la rica madera que entonces abundaba en la zona.
El administrador de la colonizadora era Mateo Sánchez, que era toda una personalidad en la nueva comunidad y un actor muy importante en la conformación del nuevo distrito.
Inicialmente la colonia dependía del distrito de Carmen del Paraná y era conocida como “Apereá Fram” por la existencia de gran cantidad de estos pequeños roedores en esa zona.
Fram está situada sobre la ruta Graneros del Sur, a 50 kilómetros de Encarnación y a unos 18 kilómetros de la ruta PY01. Posee una población aproximada de 11.000 habitantes, quienes residen en una superficie de 320 km²; limita con los municipios de Carmen del Paraná, La Paz,
La colonia fram está constituida por un conjunto de personas que comparten rasgos culturales, idioma, religión, festividades, expresiones artísticas como música, vestimenta y nexos históricos.
Son muy destacados sus campos de girasoles, una de las atracciones naturales más llamativa. Parece una obviedad, pero el girasol lleva ese nombre porque, literalmente, gira en torno al astro rey. “La cabeza de la flor pega la vuelta según la dirección en la que nace el Sol. Por eso, en días nublados se las ve a todas disparejas, porque buscan al
sol y no lo encuentran. Es impresionante, no hay explicación humana para lo que hace la naturaleza”.
En época de primavera, en este municipio se pueden observar los campos de girasoles al costado de la Ruta Graneros del sur. “El 2019 fue un gran año para el cultivo de girasoles.
Mucha gente que pasa por allí se deja llevar por la belleza y hace una parada para apreciar los campos de un amarillo floreciente, aprovechan para sacarse fotos o llevar alguna flor para decorar su hogar, los agricultores manifiestan que no tienen problema en que las personas tomen fotografías de sus campos.
Sus principales rubros económicos son la ganadería, que incluye vacuno y porcino, la agroindustria, y la agricultura, en diversas escalas, es uno de los territorios más productivos de la región.
Es también una gran industrializadora del arroz, pese a que en el distrito no existen cultivos de este cereal. Otros rubros que se cultivan son la soja y el maíz
La industria cárnica ocupa un importante papel dentro de la economía a través del frigorífico Upisa, que exporta carnes y derivados al mercado de Europa del Este a través de Rusia, y genera fuente de ocupación directa en la industria y para productores de cerdos, pequeños y grandes, de todo el departamento de Itapúa.
Existe además, una procesadota de trigo desde 1967, los hermanos Constantino y Nicolás Trociuk decidieron instalar un pequeño molino de trigo en Fram -conocida desde entonces
como la Capital del Trigo-, por la potencialidad de la tierra para su cultivo.
Entre 1995 y 2012 la firma creció considerablemente y se expandió incursionando en nuevas industrias y servicios tales como el establecimiento arrocero y sojero. El Desafío -uno de los más grandes y tecnificados de la región-, la planta procesadora de alimentos balanceados para mascotas, transporte, vivero forestal, la creación de Puerto Trociuk SA, la construcción de la planta procesadora de jugos cítricos y la planta formuladora de fertilizantes.
Esta industria en particular ha contribuido con el desarrollo de la ciudad, con la construcción de un colegio y con importantes aportes al hospital distrital de la zona y su sistema de seguro social.
La colonia Fram avanza a fuerza trabajo y de industrias, que llevan productos de calidad al territorio nacional como también al mercado internacional.
Los colonos, que creían haber comprado tierras cultivables, al llegar al Paraná, se encontraron con kilómetros de selva y árboles que tardaban semanas en cortar y quemar. Esta historia la comparten muchos de los que llegaron a Fram, los cuales trabajaron arduamente y hoy se volvió en un iudad con mucho potencial, la localidad de Fram, en Itapúa te ofrece una paradisíaca opción de alojamiento y diversión con la posada turística Las Palmeras. El complejo turístico está ubicado en el Barrio San Ramón, ubicado entre las calles Venezuela y Paraguarí en la zona céntrica de Fram, el cual es elegido por sus visitantes por la paz y el olor a campo del que se puede disfrutar, además de una gran piscina y de una hectárea de espacio verde.
Ofrece habitaciones con aire acondicionado, frigobar y heladera, cocina integrada, baño privado, piscina, zona de camping con sanitarios, cancha de fútbol sintético y voley, quinchos con
baños, estacionamiento controlado, desayuno, menú de almuerzo y cena.
Para reservas contactar al tel: +595 985 882 229.
En la zona centrica también se halla la recién renovada plaza de los Héroes del Chaco que cuenta con el paseo de las luces ubicada sobre la calle “Paraguay”.
Una hermosa iglesia ortodoxa, un ícono de la ciudad completa el paisaje de esta ciudad progresista.
La iglesia ortodoxa ucraniana Basílica Epifanía de Nuestro Señor Jesucristo fue declarada de “interés cultural y turístico” de la ciudad mediante resolución municipal 108/2022.
El imponente edificio en estilo moscovita y con cúpulas cebolladas para la expresión de la fe, alberga un rico patrimonio de arte bizantino en su interior, y se halla ubicada sobre la calle Cristophensen/Constantino Trociuk, Fram 6980.
Paraje fantástico y misterioso. Con esta característica Nueva Alborada, declarada como capital nacional del turismo de naturaleza y miel, llama a los turistas. Las encantadoras serranías y reservas naturales, ofrecen distintos paisajes desde donde el verde follaje hace una combinación perfecta con el río Paraná.
En esta localidad el viajero también podrá deleitarse con el dulce elaborado por las abejas. Está situada en el Departamento de Itapúa, a 30 kilómetros de Encarnación.
El complejo ecológico Museo
del Árbol y el turismo fluvial en el centro, y Amanecer, son opciones que se presentan en esta ciudad.
Hasta el distrito se puede llegar
por la ruta 6 “Juan León Mallorquín y realizar un desvío en la ciudad de Capitán Miranda, en el camino vecinal conocido como Calle D.
CUEVAS. El sector denominado pie derecho forma parte del cerro Indio Dormido. Está situado a 9,3 kilómetros del centro de la ciudad. En el lugar existen cerca de 8 curiosas cuevas además de piedras gigantes con figuras de indio, barco, tortuga, elefante, oveja y hasta el mapa del Paraguay.
En este lugar uno puede ascender a la cima y tener una vista del exhuberante paisaje circundante, puesto que Nueva Alborada es uno de los pocos distritos de Itapúa que cuenta con hermosas laderas y serranías.
Además podés conocer los pasadizos y grutas del cerro, que según los lugareños en algún momento del pasado fueron utilizados por jesuitas. El circuito no posee mucha dificultad en su recorrido pero se debe tener en cuenta que se trata del ascenso a un cerro y es importante llevar atuendo acorde.
Es posible realizar rappel en sus
altas paredes rectas del pasadizo principal, o en su desfiladero, pero para cualquier visita u otra actividad de ecoaventura se debe contactar con los guías del lugar. Además de dos miradores, desde donde se aprecia la frontera con Argentina. El precio de la entrada, con guía incluido, es de G. 20 mil, los interesados pueden llamar al (0981) 886 310.
Se trata del vientre del peculiar cerro. La principal novedad en el sitio es el túnel de 50 metros bajo tierra, según los moradores era utilizado por los jesuitas.
Se puede hacer ecoaventura, identificar plantas nativas, visitar la Escalera de los sueños y capturar una hermosa foto en la Mano Mística de los Jesuitas o mano de los deseos.
La mano mística yace en la cima del cerro “Indio dormido” y está rodeada de exuberantes paisajes a las costas del río Paraná, para llegar ahí hay que subir por una escalera que tiene mensajes motivadores. Dicen que la mano cumple los sueños de quienes suben hasta ella.
Los indígenas subían hasta un lugar muy alto para pedir sus deseos y agradecer por ellos. Es una mano izquierda que representa al corazón, está ubicada en la cúspide del cerro, y una vez que se llega ahí es un mirador increíble.
También ofrece senderismo, rapel y escalada a un precio de G. 30.000 . Paseo en canoa a G. 20.000 y un columpio al borde del precipicio a G. 10.000.
Posee cuatro miradores desde donde se observa la zona de San Ignacio Mini y Santa Ana del lado Argentino, además de la Isla Toro en el Paraná. El precio
de la entrada es de G. 25.000. Contacto: (0985) 955 892.
El complejo, posee una tirolesa con más de 170 metros de extensión a un precio de G. 30.000 y el columpio “Fin del Mundo” a G. 20.000, desde cuya altura se observan las aguas del río Paraná. En una galería de madera se podrá apreciar el árbol de los deseos y el tronco de los lamentos.
La reserva permite realizar un recorrido por senderos temáticos donde los distintos árboles nativos están identificados cada uno con su nombre. El precio de la entrada es de G. 10 mil. Contacto: 0985 780 921.
Este centro turístico, en la compañía Puerto Cantera, ofrece instalaciones modernas con vista al Río Paraná, en medio de la naturaleza litoral de Nueva Alborada, invitándote a descansar y pasar momentos únicos en los hermosos paisajes que ofrece la zona.
En el establecimiento, el turista encontrará información sobre circuitos, y podrá aprovechar la zona de camping, el quincho, el comedor que ofrecerá delicias típicas de la zona y algunas basadas en miel de abeja, podrá comprar artículos de merchandising sobre la ciudad, pasear por las aguas del río mediante canotaje, participar de eventos y conocer a los guías que podrán llevarte a los sitios de interés turístico.
Cuenta con oferta gastronómica los fines de semana, paseos en canoa, visitas al árbol del amor y el abuelo.
El lugar ofrece un majestuoso circuito turístico por la zona. Para reservas, consultar al +59598 702 648.
Por resolución número 169, la Gobernación de Itapúa declaró a la localidad de Nueva Alborada como la Capital de la Miel de Abeja y busca ahora colocar esta designación a nivel nacional.
La producción de miel de abeja en esta zona nuclea a numerosas familias, este producto se encuentra en franco crecimiento, pero debe sortear muchos problemas.
La falta de espacio para la colocación de los colmenares, además de la polución y el avance de la industria agrícola mecanizada que van arrazando las zonas de bosque, entorno que las abejas requieren para producir la sabrosa miel natural implican serias dificultades.
Desde los años 50, Nueva Alborada comenzó a registrar la producción de miel de abeja, impulsando la creación de la Asociación de Productores
La familia Michel cuenta con una planta apícola “Flor Dorada” que aguarda a los visitantes para un recorrido por el colmenar, conocer el proceso de recolección y la cosecha.
Para todos aquellos que esten interesados se dictan cursos teórico-prácticos de producción apícola, que incluye iniciación en ubicación de las colmenas, trasiego, legislación apícola y cosecha, siguiendo con genética, que apunta a la selección de material vivo y reproducción de reinas con características; sanidad, que incluye identificación de vectores, y control orgánico de la varroa, y el sistema de producción intensiva.
Para adquirir los productos de Flor Dorada o realizar consultas se puede contactar a través del correo electrónico: miel.flordorada@gmail.com o al celular: +59598 771383
En el Departamento de Itapúa se encuentra un majestuoso testimonio de la tecnología constructiva en piedra, implementada en el periodo de renovación urbano arquitectónica de las misiones (1690 - 1768). Se trata de la Misión Jesuítica Guaraní de la Santísima Trinidad del Paraná, fundada en 1706 y declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1993, una de las construcciones más importantes de los 30 Pueblos Jesuíticos de la región en donde estuvieron asentados Paraguay, Argentina, Uruguay y Brasil.
La santísima Trinidad del Paraná forma parte de las ocho Misiones fundadas por los religiosos de la Compañía de Jesús entre los años 1609 y 1768 en territorio paraguayo, llegando a tener en el año 1728 una población de 3000 indígenas gua-
raníes. El arquitecto de la iglesia principal fue el jesuita Juan Bautista Prímoli, quien también se encargó del diseño de toda la Reducción.
La Reducción de la Santísima Trinidad del Paraná presenta una majestuosidad y grandeza que simboliza el culmen del barroco, y está caracterizada por el reemplazo de los horcones y armazones de madera por el uso de sillares de piedra, y lo más destacado es la increíble riqueza y variedad de sus restos ornamentales esculpidos en piedra.
La construcción está decorada profusamente con símbolos y signos que, si el visitante lo observa con detenimiento, el tiempo de un día, se hace breve, para contemplarlos en su total magnitud. El fabuloso templo tiene como aspecto diferenciador y es que en su nave central se hallan sepultados los Corregidores Guaraníes, al estilo de la alta nobleza europea.
Si el visitante se para frente al gran templo, debe imaginarse que cuando el mismo se halla-
ba en funcionamiento tenía tres veces más de altura que en la actualidad. Dos piezas de gran preciosismo y virtuosismo sin igual son la pila bautismal y el púlpito, atribuidas al gran arquitecto Prímoli.
Al final de la nave central y al principio del templo, se encuentra la cripta donde eran sepultados los jesuitas. Llaman la atención las pequeñas dimensiones de cada espacio asignado. A la derecha de la nave central aún yace en el piso una estructura de ladrillos de difícil identificación, que corresponde a un gran fragmento de la cúpula que se había derrumbado.
La grandiosidad de la Plaza Mayor también es indicio de su significación como centro de demostración de poder, donde se celebraban los desfiles de ejército, las grandes procesiones, las representaciones teatrales y musicales.
En cuanto a las artes musicales, se dice que Trinidad llegó a ser un punto de referencia en el tema coral.
Esta misión parece esforzarse por destacar su contenido simbólico a través de los elementos arquitectónicos. Cada lugar está cargado de símbolos, y ofrece al visitante la posibilidad de transportarse siglos atrás, a través del recorrido cultural “Luces, Sonidos e Imágenes” que se realiza en horario nocturno.
Actualmente se cuenta con sistema braile, lengua de señas y estacionamiento de 2 plazas reservadas para personas con discapacidad, de 5,00 x 2,50 m. cada una y zona de transferencia compartida de 5,00 m. de longitud y 1,50 m. de ancho. Asimismo una boletería a doble altura que permita la aproximación de una persona en silla de ruedas. Pasarelas accesibles, correspondientes al acceso a la plaza central, a la Iglesia principal y al museo lítico de la misión de Trinidad, para el recorrido de personas con discapacidad y con las cuales se logra además la protección del piso original existente en un sector de la iglesia, como así también servicios higiénicos adecuados para su uso.
El relevamiento de datos del periodo 2011-2012 constató carencias dentro de la comunidad, en ese entonces no contaban con caminos y las familias quedaban anegadas en época de lluvias.
Desde la incorporación de las familias de la Comunidad Guavirami del pueblo Mbya Guaraní al Programa Tekoporã y el apoyo de instituciones del Estado para su desarrollo, se ha constituido en una comunidad modelo.
La comunidad Mby’a Guaraní ubicada en el distrito de Trinidad, a unos 30 km de Encarnación, habita unas 50 hectáreas de bosque dentro de una reserva natural, espacio dentro del cual se ofrece un recorrido turístico que invita a conocer y compartir la rica cultura de la comunidad.
Podrá disfrutar del primer coro Mby’a Guaraní del Paraguay con
sus canciones ancestrales cuyas letras expresan sentimientos profundos de concienciación hacia la conservación de la naturaleza, el agua y sus raíces espirituales; también artesanías realizadas con madera o piedra, donde se hallan desde figuras de animales hasta instrumentos musicales y actividades de senderismo en cuyo trayecto se puede conocer cómo viven actualmente, y como explican sobre sus costumbres y la exhuberante naturaleza que ñ les rodea.
Durante este recorrido entre frondosos árboles y túneles naturales milenarios, los guías, autóctonos de la comunidad, van explicando sobre los tipos de trampas que utilizan para cazar animales, con qué elementos fabrican sus arcos y flechas, respondiendo atentamente a todas las consultas de los visitantes.
Su interesante cultura se caracteriza por un sistema de liderazgo político heredado por parte del padre, siendo el portavoz ante la sociedad, al ser el representante local, nacional e internacional, pues dentro de la comunidad, el liderazgo es ejercido por el líder espiritual, que es considerado el patriarca.
Además, la anciana madre del líder político ejerce una fuerte autoridad.
Esta comunidad está conformada por 180 personas, quienes se encuentran participando en forma constante de capacitaciones en técnicas de guiados, cultura turística, primeros auxilios y el mejoramiento de productos artesanales.
Las familias se han establecido en el distrito de Trinidad desde hace 17 años y en los últimos cuatro años han experimentado un cambio radical.
La provisión de la infraestructura necesaria sirvió de impulso para el desarrollo de las 38 familias que allí conviven, compuesta por 115 adultos y 45 niños y niñas de diferentes edades.
Desde el 2013, la Secretaría de Acción Social, inició un proceso de inclusión de familias indígenas al Programa Tekoporã, que entrega transferencias monetarias condicionadas y cuenta con el acompañamiento de guías familiares.
La secretaria apoya a las comunidades con numerosas inversiones destinadas al diseño de senderos interpretativos, desarrollo de senderismo y arborismo, acompañamiento técnico a artesanos indigenas para la mejora de la calidad de sus productos, de sus canales de comercialización, distribución y adiestramiento para el manejo de sus ventas.
La comunidad indígena Pindó de San Cosme y San Damián, departamento de Itapúa, esta compuesta por unos cien nativos de Mbyá guaraní, expone su artesanía tallada en madera curupika`y, cedro peterevy y hojas de pindó, confeccionando cedazos de takuarembo, ñandypa y tiras de guembe. Las muestras talladas con piezas de madera recrean figuras de diversos animales y otros objetos, expuestos en el local de exposición de artesanos de la localidad.
La aldea de la comunidad Pindó esta ubicada a 18 km desde San Cosme y Damián, es el lugar ideal para conocer y experimentar las tradiciones, la cultura, y la forma de vivir de los pueblos originarios guaraníes en Paraguay.
Llegando a la comunidad mby’a guaraní, la primera parada es el taller donde se confeccionan artesanías realizadas con madera o piedra, donde se hallan desde figuras de animales hasta instrumentos musicales a partir de Gs. 30.000. A la derecha del acceso
principal está un moderno salón con todas las comodidades donde niños y adolescentes cuentan con una colonia de vacaciones y con una ludoteca, recientemente inaugurada. En este sitio, además, dos profesionales en educación ayudan de lunes a viernes a reforzar sus estudios a los alumnos de la comunidad.
Esta comunidad de jóvenes familias, liderada por Pánfilo Cabral, muestra a través de un recorrido por un sendero de 300 metros a través de un camino que lleva al corazón del bosque, su arte, su amplio conocimiento de la medicina natural y las ingeniosas trampas de madera y ramas usadas para cazar animales de todo tipo, destinadas al consumo de los habitantes de la comunidad.
También su amor y aprecio por las semillas nativas, fuentes de toda vida, de maíz multicolor y de yerba mate nativa silvestre.
Conozca junto a estas familias la historia de lucha y resistencia del pueblo guaraní y compre las originales artesanías y detalles en madera y los tejidos y adornos elaborados por ellos mismos expuestos para la venta. La elaboración y degustación de comidas típicas de la comunidad, los juegos tradicionales y la actuación del coro de la comunidad Pindó.
Se cruza por nacientes de agua hasta llegar a la cantera San Luís, un sitio histórico, ya que, de allí se extraía la materia prima para la construcción de la misión de Jesús de Tavarangüe, ubicada un poco más al norte, a unos cinco kilómetros del lugar.
La cordialidad de los anfitriones está presente en todo momento.
del recorrido, son amigables.
Actualmente está impulsando un proyecto para la instalación de una radio comunitaria en el asentamiento, con el propósito de “hacer escuchar la voz” de los pueblos indígenas.
Para visita y reserva se puede contactar al 0985 753 997.
Ciudad centenaria, fundada por inmigrantes, Bella Vista Sur, la Capital Nacional de la Yerba Mate, fue fundada como colonización privada por dos visionarios alemanes, atraídos por sus compatriotas ya instalados en la entonces colonia Hohenau.
Ellos son Josef Bohn y su yerno, Erdmann Fischer, en el año 1918. Se la conoce también como Bella Vista Sur para no confundirla con Bella Vista Norte ubicada en el norte del país.
Fue elevada a la categoría de distrito en el año 1959, siendo el 11 de octubre su fiesta de fundación. Este año cumple 104 años de historia, donde destaca el esfuerzo de sus habitantes, que a puño la convirtieron en una zona de progreso y desarrollo continuo.
En Bella Vista funcionan 5 grandes industrias yerbateras. . Josef Bohn y Erdmann Fischer habían emigrado de Europa al sur de Brasil, Río Grande do Sul, donde existía una colonia de inmigrantes alemanes.
Alentados por la búsqueda de nuevos horizontes y atraídos por sus compatriotas que en 1900 se instalaron en la colonia Hohenau, se propusieron fundar una nueva colonia en esta zona del país, en mayo de 1917 concretaron la compra de una fracción de 2.000 metros de ancho y 17.300 metros de largo, a orillas del río Paraná. El contrato fue concretado en Buenos Aires, Argentina, donde residía el terrateniente Pastor Servando Obligado, que a fines del 1800 había adquirido miles de kilómetros cuadrados de tierras para explotar la madera nativa. Un año después, en julio del año 1918, en el pequeño buque de vapor “Bell”, llegaron los primeros diez colonos que darían nacimiento a un poblado sobre la margen derecha del Paraná. Llegaron una lluviosa y fría noche de invierno y se instalaron en medio de la selva sin imaginar que cien años después ese pequeño enclave se convertiría en una ciudad moderna y atractiva.
Dos años después, de la mano del colono Francisco Reckziegel, se inició al cultivo y procesamiento de la yerba mate, rubro que marcaría el derrotero económico de la colonia y que lo llevaría a convertirse, justicieramente, en la “Capital Nacional de la Yerba Mate” en el Paraguay.
En el 1992, por decreto del Poder Ejecutivo, Bella Vista Sur fue declarada Capital de la Yerba Mate, en mérito a que en esta ciudad comenzó el cultivo de la planta nativa de la región, con fines comerciales. También considerando que en 1920 comenzó la industrialización con la instalación de la primera “barbacuá” (secadero).
En la actualidad las más importantes empresas yerbateras están instaladas en este distrito, aunque este rubro agroindustrial está extendido en toda la zona noreste del departamento de Itapúa.
Las Colonias Unidas del departamento de Itapúa esconden numerosos atractivos turísticos que
se pueden disfrutar en cualquier época del año.
Para descubrirlas y visitarlas, existe Mate Róga, la oficina de turismo ubicada en la rotonda de la Ruta PY06, en la entrada de la ciudad de Bella Vista, al lado de la Municipalidad.
En Mate Róga brindan información sobre los puntos turísticos de Hohenau, Obligado y Bella Vista, dando el mayor énfasis a las yerbateras. Las grandes y reconocidas yerbateras, ambas de Bella Vista, son dos: Yerba Mate Selecta y Yerba Mate Pajarito.
Yerba Mate Selecta cuenta con el primer Mate Bar del país abierto desde noviembre del 2020 y con los recorridos de mañana y tarde.
El recorrido yerbatero de mañana muestra todo el proceso de producción de la yerba, y el de la tarde, deleita con la reserva natural.
Yerba Mate Pajarito, por su parte, cuenta con el hermoso museo Raatz, antiguamente casa de los fundadores, y ofrece un recorrido por la industria, el vivero y los yerbales.
El distrito de Bella Vista cuenta con muchas opciones de ocio y turismo, como zonas de pesca, y lugares especialmente habilitados para la realización de Camping.
También posee playas sobre el río Paraná, así como lugares habilitados para deportes acuáticos.
Cuentan con un parque acuático instalado hace pocos años en la playa del Club de Pesca, para personas de todas las edades, “menores, jóvenes y adultos”, inclusive para personas con discapacidad, al incorporar la inclusividad en la oferta turística de Itapúa”.
Algunos de los sitios clásicos
En mate róga se puede disfrutar de un recorrido cultural e histórico y una mezcla de productos turísticos regionales, se puede apreciar varios paneles dando así una vista preliminar, general de todo lo existente en la ciudad de Bella Vista, se puede observar y admirar el proceso nativo de Yerba Mate, maqueta de todo el proceso industrial actual de la Yerba Mate entre otros. También el visitante puede llevar recuerdos de Bella Vista, de Paraguay y todo lo necesario para el Tereré y el Mate. Contamos con folletería (tripticos, dipticos, informaciones turísti-
El grupo Selecta habilitó un mate bar que contempla un recorrido turístico, inaugurado el 16 de octubre de 2020, el cual se estableció en una casona construida en el pasado, y que hoy forma parte de una apuesta moderna incorporada como atractivo turístico en el distrito de Bella Vista.
Los visitantes pueden apreciar la historia de la empresa y su crecimiento, para convertirse en la actualidad en uno de los más importantes a nivel nacional e internacional. Incluso se prevé que cada persona pueda probar una gran variedad de productos elaborados teniendo a la yerba
El museo es sobre la historia familiar Raatz-Ulbrich y la yerba mate. Recrea y exhibe artículos utilizados por Lauro Raatz desde los primeros años de Pajarito.
El visitante puede recorrer las instalaciones de la fábrica donde podrá:
- Apreciar a través de un material audiovisual la historia de la empresa más el proceso de producción de la yerba mate.
- Recorrer el vivero donde se realiza la siembra y empiezan a crecer los plantines de la yerba mate.
-Degustar los productos que ofrece la empresa como: mate
para probar comida internacional es el restaurante “Papillón”, ubicado en la ciudad de Bella Vista, en el km 50 de la ruta VI, donde la especialidad es la gastronomía alemana.
Bella Vista cuenta con un museo de la historia de la colonización que alberga objetos y todo tipo de artículos, herramientas y ma-
cas, sobre la zona y el Paraguay). Croquis de cómo acceder a las industrias Yerbateras y otros a atractivos lugares. Luego hay visitas opcionales según el interés del turista.
Dirección: Ruta 6ta Km 48, Marginal Este entre Av. Marcial Samaniego y Capitán Meza, Bella Vista.
Telefono: +595985644803, +595767240724
E-mail: materogacentrodeinfo@ gmail.com Web: https://www.facebookcom/materogabellavistasur/
mate como uno de los principales ingredientes.
Los turistas, podrán formar parte de un circuito integrado por los procesos de la elaboración y cosecha de la yerba mate, donde apreciar como el cultivo de la Yerba Mate se inicia en almácigos a partir de las semillas frescas, hasta que la planta mide unos 7 cm. y se traslada a un vivero, el recorrido ofrece la posibilidad de contacto con la naturaleza a través de una reserva natural que aún cuenta con animales silvestres. Además, otros sitios emblemáticos.
cocido tostado, mate cocido tradicional nal mate o tereré, y observar el proceso de envasado de la yerba mate y el mate cocido.
El lugar abre de lunes a lunes con horarios especiales. De lunes a viernes la apertura, por la mañana, es a las 8:30 y por tarde es a las 14:30. Los fines de semana la apertura es a las 9:00 en el horario matinal y por la tarde desde las 15:00.
Los fines de semana, como la planta industrial está cerrada, la rutina cambia por una visita a los yerbales”.
quinaria de los primeros inmigrantes.
En el mes de diciembre se realiza el evento “Navidad” en Bella Vista, en el que se presentan bailes, cantos navideños, folklóricos, gastronomía nacional y de otros países, que permiten disfrutar de los encantos de las diversas culturas.
Redescubriendo Itapúa, Septiembre 2022
Pirapó proviene del guaraní y significa “pez que salta”, antaño en el arroyo Pirapó había muchos peces y la gente podía tomarlos con las manos, de ahi la construcción del nombre del distrito, “pira” que significa “pescado” y “po” que viene de mano, señalando lo que hacian los antiguos pobladores, y era “pescar con las manos” .
Pirapó, ubicada a 80 km de Encarnación, es una hermosa y tranquila ciudad compuesta por una colectividad japonesa muy hospitalaria. En la misma se puede disfrutar de restaurantes tradicionales con comida oriental, parques de eco aventura, y de la fiesta nacional de las orquideas celebrada en agosto, que aglutina las más variadas especies de esta planta.
En el año 2018 a través de una resolución de la Cámara de Diputados se declaró como capital nacional de las orquídeas al distrito de Pirapó; este lugar se constituyó en un importante polo de referencia turística por diversas actividades desarrolladas en los distintos ámbitos, con lo que la floricultura, en general, y el cultivo de orquídeas en sus diversas variedades ha trascendido a nivel departamental y nacional, en esta ciudad disponen inclusive de una Asociación de Orquidófilos.
Este distrito además viene trabajando de cerca con la Secretaría Nacional de turismo para fortalecer los circuitos, los eventos y la instalación de nuevas Posadas Turísticas.
El 2 de agosto de 1960, se fija como la fecha fundacional de la colonia, época en que llegaron los primeros inmigrantes a Pirapó, e inicia la colonización, 30 años después fue elevada a la categoria de distrito.
Colonizar estas tierras no constituyó tarea fácil, se presentaron dificultades, la infraestructura vial y servicios eran muy básicas, la zona estaba muy alejada, unos 80 kilometros de distancia de la ciudad principal, rutas que en períodos de lluvia eran clausuradas y al final resultaban aislados en selvas casi vírgenes, tal como ocurría con otras colonias. El quince por ciento de las mismas retornaron o reimigraron a Argentina, Brasil y Estados Unidos ya que no soportaron el clima,
las costumbres y otras enfermaron.
Su población esta compuesta por inmigrantes japoneses y alemanes, y sus descendientes, además de colonos que llegaron de otro punto del país.
Pirapó cuenta con una superficie de 86.000 hectáreas, los pobladores han hecho de la agricultura un rubro exitoso que les ha dado bienestar y posperidad, no poseen industrias, se dedican
El Yacaré reciclado de 12 metros de largo, ubicado en la entrada a la ciudad fue elaborado por jóvenes de la zona dando un toque más ecológico a su localidad.
netamente a la producción de soja, trigo, girasol, maíz, productos agrícolas. Inicialmente eran pequeñas parcelas alrededor de las casas, luego llegó la maquinización, la gente obtenía créditos mediante el apoyo constante del gobierno paraguayo”.
Pirapó cuenta con la única escuela de formación de técnicos superiores en mecanización agrícola, la institución lanza al mercado profesionales de mandos medios especializados en operación y mantenimiento de maquinaria, así como administración y manejo de empresas agrícolas.
Es una escuela que pedagógicamente depende del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), y administrativamente de la Gobernación de Itapúa. Los estudiantes tienen alojamiento, alimentación y enseñanza totalmente gratuitas.
El colegio tiene capacidad de albergar unos 80 estudiantes nuevos por año, anualmente se presentan hasta 200 postulantes, por lo cual se realiza una selec-
ción mediante exámenes de ingreso. Debido a la gran demanda, también se limita la edad; solamente se admiten jóvenes de hasta 22 años, refirió el director.
A tal punto son apreciados los egresados, que por lo general al concluir el periodo de prácticas son contratados por las empresas.
La malla curricular comprende ciencias de la comunicación, matemáticas, química y física aplicada, metalmecánica, mecánica agrícola, dibujo técnico, botánica, soldadura, preparación de suelo, sanidad vegetal, electricidad rural, electricidad automotriz, informática, administración rural, agricultura general, derecho agrario, topografía, redacción y oratoria.
Se complementa con agricultura de precisión, de conservación, climatología, manejo de maquinarias agrícolas, y emprendedurismo y marketing, para capacitarlos en el área de post cosecha y ventas, entre otras.
En la entrada de la ciudad, dando la bienvenida a los vistantes se halla la mascota de Pirapó, hecha de cubiertas recicladas. Es un homenaje al teju guasu pytã, tiene 8 años de vida, mide 12 metros de largo y 8 de ancho, su encanto obliga a hacer una parada para tomarse fotos.
A pasos del principal acceso, se halla la Plaza Aniversario, construida con una enorme piedra en honor a los fundadores.
Ingresando hacia el edificio municipal a orillas del Arroyo Pirapó, se encuentra el Parque Municipal, que cuenta con espacios de recreación para toda la familia con mesas, asientos y parrillas, ideal para pasar el día apreciando el maravilloso paisaje.
Siguiendo por el mismo camino, a unos escasos metros está el “Parque Ecológico Mymbá Reta” inaugurado en el 2008 con la presencia de su Alteza Imperial del Japón Princesa Takamado, en el acceso principal se puede apreciar un monumento y árboles de cerezo. El lugar es un espacio ideal para la meditación, yoga, el senderismo e ideal para la práctica de ciclismo.
Gastronomía. Este distrito cuenta con una variada oferta gastronómica, se puede disfrutar de platos orientales como también comida paraguaya en sus restaurantes.
El Cementerioferencia de otros campos santos del país, es un lugar donde se puede notar la gran integración de diferentes culturas. Es casi normal encontrar en la tumba de los difuntos familiares, todo tipo de comida y bebidas, en celebración del día que habría sido su cumpleaños. A parte de las flores, otra de las ofrendas comunes es el alcohol.
El lugar cuenta con un gran tinglado donde se realiza la despedida de los difuntos. A la izquierda descansan inmigrantes y descendientes, al lado de sus parientes, mientras que a la derecha están las de otras descendencias.
Otro de los puntos sugeridos es el local de Asociación Japonesa donde además de la oficina, cuentan con un salón de eventos, parque de canchas de Gate Ball, Park Golf, de Fútbol, de Base Ball, de Sumo; una casa para las personas de tercera edad llamada «Salón de Recreación JYUSHUN-KAI», una arboleda de la asociación y el nuevo Museo de la Historia los Inmigrantes un espacio bastante interesante donde se pueden conocer los objetos traídos por los japoneses, los implementos utilizados para trabajar la tierra, muchos de ellos fabricados por ellos mismos, lámparas, monedas, equipos de radio y tv, prendas de vestir, objetos en porcelana, las primeras impresoras, galerías de fotografías y mucho más, donde se ilustra lo que vivieron en los primeros años poblando la zona. El acceso es libre y gratuito.
de Pirapó a di-
Información de contacto: +5957682453
Dentro del complejo de la Asociación Japonesa de Pirapó se encuentra el Museo Histórico de los Inmigrantes.
El distrito de Capitán Meza actualmente presenta un gran desarrollo económico, las grandes plantaciones de soja, trigo, maíz, y otros granos, permitieron a los pobladores madernizarse, y mejorar su nivel de vida.
Toda la extensión del terreno se halla cubierta con montes vírgenes. y la fertilidad es incomparable con su tierra marrón obscura. Tras miles de años, se ha formado una capa gruesa de abono, que aunque al chacrero le costará mucho dominar el monte, será provechoso para el que lo cultive.
La Colonia está situada a unos 60 a 80 metros sobre el nivel del Río Paraná, extendiéndose a continuación en forma plana, y es cruzada por varios arroyos, nacientes y arroyuelos, son las fracciones que no poseen agua.
La ciudad de Capitán Meza es conocida como “La Madre de Distritos”, debido a sus múltiples desmembramientos en los años posteriores para crear otros distritos nuevos en Itapúa. También se conoce como “la ciudad del puente colgante”, por un histórico puente colgante con un diseño único en Paraguay, construido para atravesar el Arroyo Yaguarazapa en su desembocadura con el Paraná.
Friedrich Mayntzhusen nació en Hamburgo en 1873, era científico, antropólogo, explorador, aventurero. Se radicó a los 32 años en Paraguay en la zona del Arroyo Yaguarazapa. Recibió una herencia y con ese dinero se dispuso a comprar tierras con el plan de colonizar en 1907, fundando la llamada en aquel entonces Colonia Mayntzhusen.
Los Aché eran una raza de indígenas que poblaban zonas del Bosque Atlántico del Paraná en Alto Paraná y zonas del nordeste de Itapúa. Fueron perseguidos hasta su exterminio durante las primeras épocas de desmonte de dicho bosque cuando surgía el negocio próspero de la madera en Paraguay así como de la yerba mate.
Federico (Friedrich) decidió estudiar, conocer y proteger a los Guayakíes y su cultura. En 1948 lanzó un libro con el resultado de sus estudios, que es una obra minuciosa y completa sobre este pueblo cazador y recolector. El 23 de junio del año 1955 fue elevado a categoría de distrito, llevando el nombre de uno de los comandantes más importantes que tuvo la marina paraguaya durante la Guerra de la Triple Alianza, el gran Capitán Pedro Ignacio Meza.
Cada año se realiza el Festival del Puente Colgante en homenaje a dicho lugar y atractivo de la ciudad, sin embargo se debe realizar una restauración al puente
para que vuelva a revivir con el esplendor que tuvo en sus épocas además para poder ofrecer un punto a visitar para los turistas.
Capitán Meza es uno de los pulmones verdes más importantes del departamento y del país, ostenta con orgullo, paraísos naturales y exhuberantes como los saltos: Amambay, Nymann y Mineral`í, además cuenta con la Reserva Privada de Tony Sauer que protege fauna y flora en su estado más natural.
Está ubicado a menos de 5 km de Capitán Meza Puerto. Se tra-
ta de un terreno de pocas hectáreas pero poblado de frondosos y altos árboles que se encuentra a la vera del Arroyo Yaguarazapá.
El predio permite pasar el día en familia bajo la abundante sombra y por qué no también haciendo uso de camping. Las aguas del Yaguarazapá donde se encuentra este salto son ideales para disfrutar en el verano porque no son rápidas y el nivel es medio sin zonas profundas.
Durante el otoño o invierno este lugar también invita a escaparse del ruido de la ciudad, disfrutando los sonidos de la naturaleza en un ambiente que en esas épocas del año se encuentra cubierta
Es un hermoso salto inmerso en un espacio natural de Capitán Meza, ubicado simplemente a 2 KM del Puerto de la ciudad. Este salto posee una altura aproximada de 3 metros, culminando en una gran piscina ideal para el regocijo durante las temporadas de verano.
El camino es fácil y accesible, cuya locación a escasos metros de las rutas que comunican las compañías de la ciudad la convierten en un destino ineludible para los días de verano, e inclu-
sive en invierno para disfrutar del sonido de la naturaleza en su máxima expresión.
Es el salto más grande, imponente y llamativo de los saltos que se encuentran en el distrito de Capitán Meza. Tiene una altura aproximada de 6 metros de abundante agua que se dispersa sobre las piedras, desembocando en una piscina fresca y natural. El arroyo culmina su cauce en el Río Paraná, frente a la colonia de Puerto Mineral en la argentina provincia de Misiones.
Metros más abajo, dos caídas
más le brindan un espectáculo maravilloso, aunque el acceso a los saltos más bajos requiere de mucha atención para el itinerario porque se hace a través del cauce, caminando sobre piedras resbaladizas.
Para llegar por el corto sendero uno pasa por un gran paredón de piedra, una especie de túnel de un frondoso árbol, para luego conjugarse con el espectáculo visual, olfativo y sonoro, donde el verde del moho y las hojas, el olor a tierra húmeda, el incesante golpeteo de la cascada junto con el trinar de aves logran brindar un momento maravilloso para el visitante.
El Bosque Atlántico (también denominado Mata Atlántica) es uno de los sistemas ecológicos de la Tierra más amenazados, pero también uno de sus más variados biológicamente.
Originariamente, se extendía desde el oriente de Paraguay, el noreste Argentino y a lo largo de la costa atlántica, desde el sur hasta el noreste de Brasil. De los casi 2.000.000 km² que abarcaba antes, como consecuencia de desmontes masivos; hoy sólo resta un 7 %, principalmente en forma de pequeñas islas boscosas dispersas.
Estos bosques conforman nichos ecológicos importantes para aves, mamíferos, reptiles, mariposas y plantas. Alrededor de 8.500 de estas especies ani-
males y vegetales son endémicas, es decir, son particulares de las condiciones ecológicas del Bosque Atlántico y solamente existen allí. Muchas de ellas hoy están amenazadas por la extinción.
El Bosque Atlántico se considera como uno de los 25 “Hotspots” más importantes del planeta.
El Bosque Atlántico se puede subdividir en varias regiones ecológicas a partir de sus propiedades geo-morfológicas y condiciones climáticas. La mayor de estas regiones está conformada por los bosques del suroeste del Brasil, el noreste argentino y el oriente paraguayo, las que se extienden por la cuenca hidrográfica de los ríos Paraná y Paraíba.
La reserva “San Rafael” se encuentra en el sureste de Paraguay y representa, con una superficie de aproximadamente 73.000 hectáreas (730 km²), uno de los últimos grandes fragmentos del Bosque Atlántico que todavía se conservan.
Este bosque es el ambiente natural de los mayores y más impresionantes mamíferos de Sudamérica: jaguar, puma, ocelote, tapir y carpincho, solamente para mencionar algunos. A estos se suman más de 300 especies de aves, así como también otras numerosas especies.
La reserva de San Rafael está ubicada en los Departamentos Itapúa y Caazapá en la Cordillera San Rafael, un levantamiento geográfico en el oriente paraguayo, con elevaciones de hasta 500 metros. Con una superficie de 73.000 hectáreas (730 km²), es el mayor fragmento intercomunicado del originario Bosque Atlántico del Alto Paraná en Paraguay. San Rafael es el ámbito natural de numerosas especies singulares de la flora y la fauna, pero también de las comunidades de los indios Mby´a, habitantes autóctonos de Paraguay que todavía viven de forma parcialmente tradicional. En el año 1992, el gobierno declaró oficialmente la región como zona de reserva, sin embargo, faltaban los medios financieros para comprar las tierras a los propietarios particulares y así conformar un parque nacional. Por eso y como antes, una parte de los propietarios está interesado en el aprovechamiento forestal de sus tierras, aunque esto esté prohibido oficialmente.
El Parque San Rafael es una de las reservas con biodiversidad más importantes de Sudamérica, donde se destaca la cordillera de San Rafael y se pueden encontrar más de 100 especies de aves endémicas, además de permitir a su cuerpo y alma, llenarse de naturaleza y paz.
El potencial turístico de San Rafael del Paraná es importante, y las bellezas naturales de la zona ofrece un marco adecuado para la sana expansión al aire libre, a orillas de rumorosos arroyos de lecho de piedra, algunos rápido, y el caudaloso Río Paraná en cuyo caudal numerosas especies de peces constituyen una atracción para los amantes de la pesca deportiva, deportes acuáticos y navegación.
En el año 1997, el área de San Rafael fue designada como la primer “Área de Importancia para la Conservación de las Aves” (o IBA, por sus siglas en inglés) del país, y la segunda de Sudamérica. Se ha registradas 432 especies de aves para el sitio. Destacan especies como: águila harpía, águila monera, loro vinoso, pájaro campana y 5 especies de tucanes. Se estima más de 61 especies de mamíferos. Se registran especies amenazadas asociadas a bosques como: pororoka, jaguareté, mborevi o tapir, gatos silvestres manchados y especies amenazadas asociadas a pastizales y humedales (asociados al río Tebycuary) como: ciervo de los pantanos y aguara guasu o lobo de crin. Otras especies comunes comprenden: venados, zorros y monos.
El salto San José está ubicado en la colonia Yanki Cue del distrito de San Rafael del Paraná. Se lo considera uno de los puntos turísticos del departamento de Itapúa por descubrir, cuenta con una caída de agua, de unos diez metros de altura.
El salto San José es una verdadera perla en cuanto a belleza natural. El espacio abierto es reducido, lo que hace que reine en todo el ambiente la poca luminosidad, por la espesa formación vegetal integrada por exuberantes árboles de distintas especies nativas. Algunos de los ejemplares son el laurel, yvyrapere, yvyrapytã y yvyraro. La postal se completa con la presencia de una variedad de aves y mariposas.
Fue proclamado en 1979 por la Organización Mundial del Turismo (OMT) para conmemorar el aniversario de la aprobación de sus Estatutos.
La declaración de este día tuvo lugar en Torremolinos (España). La fecha se considera apropiada porque coincide con el final de la temporada alta de vacaciones del Hemisferio Norte, y el comienzo en la mitad sur.
El turismo es un sector que ha ido en aumento en los últimos años. Cada vez más personas se aventuran a visitar lugares lejanos e integrarse con la gente del lugar, descubriendo nuevas culturas y nuevos paisajes.
Viajar se ha convertido en un placer al que aspiran millones de personas en todo el mundo: aventureros ávidos de nuevas metas, viajeros en busca de nuevas experiencias, fotógrafos y en general, cualquier persona de a pie.En 2022 el turismo y los viajes han superado las expectativas. El fin de las restricciones en muchos países y el aumento de la confianza de los consumidores son importantes factores para que el sector crezca a mayor ritmo que el esperado.
En mayo pasado la Asamblea General de la ONU celebró un debate especial sobre el Turismo, y es que el sector es considerado como un pilar fundamental del desarrollo y el crecimiento, y está en la agenda de todos los gobiernos y organizaciones inter-
nacionales.
Desde la OMT destacan que “Repensar el Turismo, uno de los principales sectores económicos no será fácil. La crisis ha inspirado y catalizado la creatividad.
La pandemia aceleró la transformación del trabajo, trayendo tantos desafios como enormes oportunidades para garantizar que aun más personas se beneficien del reinicio del turismo.
En el Departmaento de Itapúa el turismo es fundamental, por todo lo que significa para el contexto social, cultural, y económico, siendo historicamenteunode los puntos más altos del desarrollo de esta zona del país.
El día del Turismo que se celebra el 27 de Setiembre es de observancia mundial, tiene por objetivo fomentar la sensibilización respecto al valor social, cultural, político y económico del turismo y la contribución que el sector puede hacer frente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
A raíz de tan importante conmemoración, la Gobernación de Itapúa, la Secretaría Departamental de Turismo, y la SENATUR, programaron capacitaciones con el objetivo de lograr el empoderamiento de la comunidad regional, de tal manera a que cada uno de los ciudadanos itapuenses se constituya en anfitrión:
1- Proyecto “En Itapúa: ¡soy anfitrión!”
2- Campaña de promoción internacional.
3- “Paraguay solo para vos” de la SENATUR.
4- Firma de Convenios
5- Realización de recorridos de familiarización para alumnos del tercer año de los Bachilleratos Técnicos en Turismo de colegios del VII Departamento.
6- Press tour para periodistas itapuenses.
El Proyecto : “EN ITAPÚA: ¡SOY ANFITRIÓN!” es una capacitación gratuita que invita a ampliar los conocimientos sobre el Departamento de Itapúa con el fin de transformar a cada itapuense en un buen anfitrión.
Busca fortalecer al VII Departamento como destino turístico, mejorar la calidad de atención, logrando que visitantes y turistas se lleven una mejor experiencia, y que vuelvan.
• Fomentar y desarrollar la conciencia turística de la comunidad anfitriona.
• Sensibilizar a la población, al sector turístico local y la industria complementaria -directa e indirecta- sobre el potencial turístico del departamento.
• Propiciar el desarrollo de las comunidades a través del turismo.
• Promocionar destinos, sitios o atractivos de gran interés turístico del Departamento de Itapúa.
Impacto:
Se pretende beneficiar a un mínimo de 100 personas del Departamento de Itapúa, entre participantes, prestadores de servicios turísticos y comunidades beneficiadas por la llegada de visitantes que la actividad generará.
Actividades:
1. Una jornada de aproximadamente 12 horas reloj que contempla dos partes:
1.1. Una clase presencial de 4 horas,
1.2. Un viaje de familiarización a puntos de gran interés turístico del Departamento. El programa abarca la llegada a las colonias con una breve capacitación en uno de los hoteles, un almuerzo de confraternidad para luego dar lugar a un recorrido por el Parque Ecológico Alfredo Sitzmann, el Centro Histórico Edwin Krug en Hohenau, un recorrido viviendo la experiencia del Parque Manantial, salida a Bella Vista pasando por el Mate Róga donde se ofrece un break con sabores de la región, un recorrido por el primer Mate Bar del Paraguay ubicado en la empresa Selecta, una visita al Museo Los Fundadores, una visita a Alle Zusammen donde se puede probar la cerveza artesanal, visita a la empresa Pajarito y se culmina apreciando el paisaje del atardecer en el Club de Caza y pesca de la hermosa ciudad de Bella Vista.
El Río Tembey es un curso hídrico del sureste del Paraguay que se encuentra íntegramente en el departamento de Itapúa que recorre de noroeste a sudeste hasta desembocar en la margen izquierda del Río Paraná atravesando los distritos de Tomás Romero Pereira, Yatytay y San Rafael del Paraná.
Es uno de los cursos hídricos más largos dentro del departamento de Itapúa, con más de 110 kilómetros de extensión desde su comienzo cercano a la frontera departamental con Caazapá antes de alcanzar su desembocadura, en su recorrido se originan de manera natural los saltos del Tembey.
El Parque Ecológico Salto del Tembey es un paradisiaco atractivo natural de 22 hectáreas que se encuentra ubicado en el distrito sureño de Yatytay, en el departamento de Itapúa, a 50 kilómetros de la Ruta 6, que une las localidades de Encarnación (Itapúa) y Ciudad del Este (Alto Paraná).
Este extenso parque ecológico, es un sitio de exuberante naturaleza y aire puro, surcado por los cristalinos arroyos tributario del río Paraná, especial para los que quieren desconectarse del ruido y disfrutar de un descanso
El lugar es ideal para el turismo y el deporte, ya que dispone de espacios para quienes disfrutan del ciclismo o los paseos , además cuentan con canchas de vóley y fútbol.
El predio, habilitado de lunes a domingos desde las 7 horas, es ideal para acampar; cuenta con quincho, sillas, mesas, cantina con servicio de comida, parrillas, baños y duchas. El costo de la entrada para residentes del distrito es de 5.000 guaraníes, mientras que para los visitantes de otros lugares es de 10.000 guaraníes.
Dentro del predio también hay una posada turística, para la cual se debe realizar una reserva previa al (0985) 161194.
reparador. En el 1980, fue propuesto como parque nacional de 1.000 hectáreas. Aunque no se concretó dicha designación, más adelante se estableció un parque municipal. Cabe mencionar que actualmente no forma parte del SINASIP (Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del
Paraguay).
Las cascadas, que tienen unos cuatro metros de alto, son atractivas y se extienden a lo largo de unos 12 metros de ancho. Originariamente eran mucho más altas, pero con la formación del embalse de la represa de Yacyretá y el significativo aumento del nivel de las aguas del Paraná afectaron a estas maravillas naturales. Aun así los saltos mantienen su belleza y encanto, así como el entorno circundante, donde se puede apreciar una rica variedad de árboles nativos, orquídeas y aves.
El lugar está abierto al público en general todos los días de la semana, se accede al sitio por un camino en excelentes condiciones desde el centro urbano de Yatytay. El trayecto posee carteles indicadores y, en ocasiones, la Municipalidad dispone de guías que conducen y orientan a los visitantes.
Además, desde los últimos meses se implementó el servicio de una canoa que lleva a los turistas a un recorrido en el agua, anclando bajo las cascadas y brindando una sensación única y refrescante a los pasajeros.
En la zona de los saltos del Tembey los visitantes pueden acampar y cocinar al aire libre, ya sea
asado a la parrilla u algún otro menú. Posee alquiler de bicicletas, paseo en botes, canchas de volley, y canchas de fútbol.
En la actualidad se llevan a cabo proyectos para fortalecer la insfraestructura del lugar, se encuentra en pleno apogeo la construcción de una piscina para los veraneantes de modo a salvaguardar su integridad, otra obra importante que se lleva adelante es la de instalación de antenas y conexiones necesarias para ofrecer servicio de internet.
Ofrece recorridos a pie, perfectamente señalizado, lo cual permite conrctarse con la naturaleza más de cerca; el salto cuenta con un mirador desde donde se puede obtener una vista inigualable. Tomando el paseo que ofrece la escalinata, sólo sesenta y cinco escalones de descenso son los que separan a los turistas del salto Tembey.
Para los amantes del senderismo, se halla el recorrido del sendero teju, salto Tembey, con una longitud de aproximadamente de 2,45 kilómetros, y un desnivel de 51 metros, el cual se puede realizar de manera aficionada, otros recorridos como el de la Gruta India únicamente con consulta y acompañamiento de los guardaparques.
Un puente colgante construido por un poblador para salir del aislamiento se convirtió en un atractivo y nueva opción para el turismo de aventura en Yatytay, Itapúa. El Puente Kyha está hecho con cabos de acero y madera sobre uno de los brazos del río Tembey y es visitado por cientos de personas.
Cuando Don Nimio llegó hasta la Municipalidad de Yatytay a pedir ayuda para construir un puente colgante que les permita a sus dos hijos llegar a la escuela ubicada en el barrio San Ramón de este distrito, no imaginó la repercusión que tendría, al punto de convertirse en un atractivo turístico que recibe visitas todos los días.
La gente llega para ver, cruzar el puente y disfrutar de las aguas poco profundas del brazo del río Tembey que corren entre rocas y pequeñas cascadas.
Don Nimio, su esposa Mirta de la Luz Vera y sus dos hijos pequeños se instalaron hace un año y medio en la pequeña isla de cuatro hectáreas ubicada en el medio del Tembey, un río que desemboca en el Paraná.
Se caracteriza por su fondo ro-
coso y sus cristalinas aguas poco profundas.
“Vinimos a parar aquí porque no teníamos dónde ir a vivir después de perder nuestra vivienda porque el terreno donde estaba fue vendido a un particular”, comentó Nimio.
Anteriormente habitaban en una casa ubicada en un predio perteneciente a un familiar, quien vendió el inmueble y tuvieron que desalojarlo.
“Primero vine yo solo hace seis meses a hacer las tareas de limpieza. Vi la necesidad de un puente para poder llegar hasta el pueblo, entonces fui a la Municipalidad a pedir que me ayuden con la compra de los cabos de acero”, refirió el poblador.
La Municipalidad le compró los cabos para construir el puente, que tiene unos 30 metros de extensión, y con ayuda de los vecinos logró instalar los elementos amarrados a unos árboles. En forma artesanal, con machete y serrucho, elaboró e instaló cada tablilla de la pasarela.
Comenzaron a venir los vecinos a ver el puente y a pasar el día en el río, luego llegaron desde Asunción y Ciudad del Este.
“Ahora tenemos visitas todos los días y en especial los fines de semana”, dijo Nimio. El poblador montó una cantina atendida por su esposa, donde venden agua y golosinas a los visitantes.
La Isla Paraiso se encuentra a unos 4 kilometros del casco urbano de Yatytay, a él se accede a través de un camino vecinal de tierra que conecta el río con la ruta Proyecto 1.418 que cuenta con pavimento, tipo empedrado.
Esta historia tuvo amplio alcance, conmovió a un ciudadano de nacionalidad argentina, quien al ver que esta familia nisiquiera contaba con las necesidades básicas para vivir, decidió donarles una lampara solar pra producciòn de luz eléctrica.
El acceso tiene un costo de 5.000 guaraníes, y una vez en el lugar los visitantes pueden acceder a parrillas para poder preparar el almuerzo.
El puente colgante es de administración privada, pero también recibe apoyo y asesoramiento de la Municipalidad de Yatytay.
Quienes quieran visitar el distrito de Yatytay y disfrutar de un ambiente natural también pueden hospedarse en hoteles y hospedajes que se encuentran ubicados a kilómetros de las zonas turísticas, ya en la zona céntrica, como el Hotel San Javier (reservas al número de teléfono (0985 749 014) o el hospedaje “M y V” (0982 168 710); u hospedajes dentro del casco urbano de la ciudad.
La Isla Paraiso exudante de vegetación y aguas cristalinas.