La Jornada, 11/23/2013

Page 16

SÁBADO 23 DE NOVIEMBRE DE 2013

16

Explosivo crecimiento en préstamos otorgados a maestros en una década

Dependencias actúan como cobradoras de firmas que dan créditos de nómina ■

La retención salarial está al margen de las leyes federales del trabajo y de servicio público

ROBERTO GONZÁLEZ AMADOR

El negocio comenzó a florecer durante el gobierno del ex presidente Vicente Fox. Eran los tiempos en que la entonces líder del magisterio, Elba Esther Gordillo Morales, ahora presa, tenía abierta la puerta de Los Pinos. De inicio de la década pasada datan los primeros contratos entre la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y empresas financieras no reguladas por la autoridad que han endeudado a los profesores con préstamos garantizados por la nómina a un punto tal que el gobierno federal intervino el jueves con un programa para restructurar esa cartera de crédito, valorada oficialmente en 5 mil millones de pesos. Surgido al amparo de la falta de regulación y las influencias políticas, el negocio de otorgar préstamos garantizados con la nómina de trabajadores del sector público creció hasta convertirse en un factor de inestabilidad para las finanzas de cientos de miles de empleados públicos, principalmente del magisterio, que destinan hasta dos tercios de su ingreso a pagar las deudas, proporción que supera toda recomendación sobre el buen manejo de las economías personales. La industria de préstamos de nómina, en la que participan desde grandes corporativos hasta empresas que guardan relación con dirigentes del magisterio, opera en una delgada línea de legalidad. Los contratos firmados por las compañías otorgantes de préstamos y la dirigencia del sindicato magisterial abren la puerta para que el patrón de los profesores, el gobierno federal, actúe como retenedor de los abonos quincenales por el crédito y los entregue al acreedor, práctica que se aparta de las disposiciones de la Ley Federal del Trabajo y la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado. Un contrato en poder de La Jornada, firmado el 24 de agosto de 2004 entre Gordillo Morales y Sergio Chedraui Eguía, representante legal del Grupo Chedraui, que opera una compañía de préstamos garantizados por la nómina llamada Consupago, estipula que “el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación se obliga a gestionar ante las dependencias la entrega a Consupago de las claves de descuento en nómina correspondientes

Maestros presentaron examen para buscar ocupar una de las plazas puestas a concurso ■ Foto Jesús Villaseca

a los agremiados”. La legislación laboral para los trabajadores del sector privado y los que están al servicio del Estado señala que los descuentos por nómina sólo podrán ser hechos en un monto que no supere 30 por ciento del salario y sólo en caso de deudas contraídas por el trabajador con el Estado por anticipo de salarios, pagos hechos en exceso, cobro de cuotas sindicales, aportaciones a cooperativas o cajas de ahorro; créditos con organismos públicos de

vivienda, pensiones alimenticias ordenadas por un juez o préstamos de los fondos de vivienda. La Asociación Mexicana de Empresas de Nómina, que reúne a 16 sociedades financieras de objeto múltiple (Sofomes), varias de las cuales dan préstamos a trabajadores del sector público, argumenta que los cobros son legales, dada la existencia de un contrato mercantil en el que el trabajador autoriza a su empleador, el gobierno federal en el caso de los profesores, a hacer el descuento.

Este viernes, la AMDEN dijo en un comunicado que respaldaba el programa anunciado por el gobierno el jueves. “Sólo estamos a la espera de conocer los detalles”, dijo en un comunicado Gustavo Martín del Campo, presidente de ese organismo. Las empresas afiliadas a la AMDEN son: Condinero, Consupago, Crédito Real, Crediamigo, Credifiel, Crédito Maestro, Más Nómina, Exitus Nómina, Financiera Fortaleza, Credifácil, entre otras.

Los gobiernos estatales se beneficiarán con los recursos, señalan

Plan federal, una burla: disidentes LAURA POY SOLANO

Maestros disidentes calificaron de “burla y maniobra política” el anuncio del gobierno federal para crear un programa de ayuda crediticia para los docentes por 5 mil millones de pesos, pues aseguraron que son los gobiernos estatales los que se beneficiarán con esos recursos. Luego que el presidente Enrique Peña Nieto anunció un fondo para garantizar mejores tasas de interés en los préstamos que solicitan los educadores a empresas particulares, y que ahora pagarán a la banca de desarrollo, señalaron que las admi-

nistraciones locales “nos descuentan, pero no pagan los adeudos”. Arizbeth Toledo, maestra de secundaria de Minatitlán, Veracruz, señaló que desde hace un año está en el buró de crédito porque la Secretaría de Educación del estado no deposita las mensualidades de su automóvil, pese a que cada mes le descuentan 4 mil 500 pesos. Ahora se nos dice que ya no seremos deudores de Famsa o de Crediland, sino de una dependencia pública, pero “no se menciona que los salarios para los maestros son bajos, y que por emergencia o gasto extra debemos pedir prestado”.

Leticia Maldonado, del Movimiento Magisterial Popular de Veracruz, denunció que con un sueldo base de 3 mil 500 pesos “cómo pretenden que no debamos hasta 90 por ciento del salario, porque hay maestros a quienes la quincena les llega de 168 pesos, después de los descuentos”. Martha García, profesora de primaria del Distrito Federal, dijo que los préstamos que solicitan “se incrementan de forma considerable, porque las autoridades educativas locales no pagan en tiempo y forma, y quienes pagamos los intereses somos nosotros”.

Llega a duplicar interés de la tarjeta más cara: Hacienda ROBERTO GONZÁLEZ AMADOR

Para los profesores que acudieron con una empresa no regulada a tramitar un préstamo de nómina, la tasa de interés llega a duplicar la que paga el usuario de la tarjeta de crédito más cara del mercado. “Con una agravante”, explica a La Jornada Alejandro Díaz de León, titular de la unidad de crédito público de la Secretaría de Hacienda. “No hay crédito con menos riesgo que el otorgado a los miembros del magisterio”, dado que a lo largo de su vida laboral prácticamente no cambian de empleo. El programa anunciado este jueves para que maestros restructuren sus créditos, expuso, va a reducir a 18 por ciento la tasa de interés que pagan los usuarios de créditos de nómina, que actualmente llega a ser de hasta 80 por ciento. Pero hay una condición: si gestionan la restructura, no podrán contratar nuevos préstamos hasta en tanto no terminen de pagar. Díaz de Léon es uno de los funcionarios que estuvo involucrado en el diseño del programa, que será instrumentado por el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi).

Bansefi operará el programa –¿Cómo va a operar el programa? –El trabajador de la educación se va a acercar a alguna de las ventanillas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, donde se integrará un expediente para Bansefi. Esta institución va a liquidar la deuda del maestro. No va a comprar cartera a las empresas que otorgaron los créditos. Va a prepagar el adeudo que tenía el maestro que solicite la restructura. Una vez concretada la restructura, el Bansefi se convierte en el acreedor del maestro, quien deberá el mismo monto, pero con una tasa de interés más baja y un plazo más amplio de pago. Esa situación reducirá el monto del abono quincenal que paga el deudor “de manera muy importante”, explicó. Una ventaja del mecanismo es que tiene una estructura de costos muy baja, añadió. Una de las razones porque la tasa de interés será baja respecto del nivel actual es que la fuente de pago –el sueldo de los profesores– es estable y de muy bajo riesgo, añadió. “Las tasas de interés que se cobran ahora a los maestros por los créditos garantizados con su nómina no reflejan ni las condiciones de pago, ni el bajo riesgo” de prestarles, dijo.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.