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Gato Barbieri fue “un saxofonista explosivo, un artista revolucionario”

pop” argentino

Acaso una suerte de decepción catalizará la escritura de las 382 páginas del libro que nos ocupa. Me da detalle su autor, el historiador argentino Sergio Pujol: “Por pedido de un editor del diario Página 12 tuve la oportunidad de charlar con Gato vía telefónica. Fue una entrevista bastante difícil, él no estaba de ánimo para conversar. Ahí descubrí que era tartamudo o que estaba superando una tartamudez que arrastraba prácticamente desde su infancia. Estaba por irse a tocar al club Blue Note en New York y aún así tuvo la amabilidad de concederme unos minutos, pero fue un poco frustrante, la verdad. La plática fue publicada a doble página en el suplemento Radar de ese periódico argentino, pero no quedé muy conforme y muchos años después me di cuenta de que este proyecto (el libro) de alguna manera fue un intento de encontrar otras respuestas a aquel cuestionario que yo le vertí a Gato Barbieri allá por 1995”.

A días de que se recuerde –eso fue el dos de abril de 1996– un año más de la muerte del saxero que hizo de la película El último tango en París auditivamente inmortal, converso, yo también telefónicamente, con el escritor sobre el volumen publicado en Buenos Aires por Planeta en noviembre del 2022. El título es Gato Barbieri, un sonido para el tercer mundo. El autor, entre otros volúmenes, del libro Jazz al sur y de una aproximación biográfica al jazzero Óscar Alemán (la guitarra embrujada), el profesor de historia en la Universidad de la Plata, hacedor de radio igualmente, responde a la pregunta sobre la génesis de su más reciente aportación a la bibliografía del jazz latinoamericano anunciada en contratapa como “el derrotero de un músico pasional y al mismo tiempo enigmático (…) un saxofonista explosivo, un artista revolucionario, un ícono pop”.

“Lo que en todo caso me demoró mucho tiempo antes de decidirme a abordar el proyecto

Roger Waters anuncia acciones legales contra Múnich y Fráncfort

DPA

LONDRES fue una dificultad respecto a las fuentes, porque escribir una biografía de Gato Barbieri, posiblemente para un argentino que vive en Argentina, sea casi tan difícil como escribir un libro sobre Stan Getz o Sonny Rollins. Estamos hablando de un músico que vivió más tiempo fuera de su país que aquí y que grabó prácticamente toda su discografía con músicos extranjeros, europeos y estadunidenses. Cuando recién descubrí Chapter Two estaba iniciando mi carrera de historia en la Universidad Nacional de La Plata y a partir de él me zambullí en la obra de Gato, sobretodo cuando hice la investigación para Jazz al Sur. Ahí entrevisté a los principales jazzistas argentinos que estaban activos todavía, y muchos de ellos me hablaban de un Gato muy diferente al del disco Chapter Two y que era el mejor saxofonista que había por aquellos años en Argentina. En 1962 él decide con su mujer italo-argentina Michelle salir del país para no volver más que para tocar, visitar a sus padres, algunos amigos, pero no a radicar. Era una figura un poco fugitiva y para mí resultó muy atrayente como historiador, esta figura escurridiza como sugiere su sobrenombre.”

Jazz libre

Los ocho capítulos del libro con una discografía al final tratan sobre los momentos decisivos en los 83 años de vida, de vidas de Gato: su cambio de instrumento, el tocar con su hermano Rubén y crear una asociación de artistas independientes, la búsqueda de un sonido propio, inconfundible, el jazz libre en Europa, su rencuentro con Latinoamérica a partir de las charlas con el cineasta brasileño Glauber Rocha, su formar parte sin formar parte de eso que se conocerá como jazz latino y que justifica su presencia en aquel documental dirigido por Fernando Trueba, su desencuentro con Piazzolla, su encuentro con Cortázar meses antes del golpe de Estado chileno, la presencia de músicos como Enrico Rava, Carla Bley, Don Cherry, Dollar Brand, la creación de una banda sonora que junto con María Schneider y Marlon Brando es coprotagonista de una película del 72 censurada cuando no francamente prohibida por años en muchos países (Argentina, entre otros)… Prosigue sabrosamente la conversación con Sergio Pujol a larga distancia (y al mismo tiempo como si estuviéramos en la sala de estar) para ser oída en varios programas radiofónicos a ser transmitidos en Radio Educación próximamente. Hablamos de como Barbieri quizás es, suerte de mito cortazariano, la única figura latinoamericana que ha nutrido el universo de lo litera- rio y de lo popular (¿alguien recuerda al saxofonista de los Muppets y en quien se inspiró?)

“Hay varios factores: la muerte de Michelle a mediados de los noventa, que era su esposa, su gran amor, pero también más que eso en términos artísticos, fue su socia, su gran promotora, quien lo impulsó a irse de Argentina, fue quien la puso en contacto con Bernardo Bertolucci y el cine europeo en los años sesenta y fue también quien lo llevó a emprender un recorrido un poco más comercial ya en los setenta grabando para el sello de Herb Alpert. Él rehizo su vida sentimental, volvió a casarse, tuvo un hijo por primera vez a los sesenta años (Cristian), pero en fin, si bien siguió tocando por muchos lugares del mundo, le faltó esa gestión –me parece– definitiva que hacía Michelle para que siguiera estando en las primeros planos. Claro, obviamente había una decadencia física y también artística y sin embargo el último disco que grabó en estudio en New York con Carlos Franzetti al piano y Néstor Astarita a la batería suena muy bien con un repertorio con el que había echado a andar su carrera. Hay un tema de Piazzolla, uno de Coltrane, un par de standards Gato tenía y conservaba esa capacidad para sorprenderte aun cuando tú sabías que ya no estaba en su mejor momento de creatividad. En el fondo tenía un gran impulso vital. Él sin tocar, sin hacer música, no encontraba mucho sentido a la vida, depositaba toda su expectativa de vida en la creación musical.”

Hay un poema que escribió Marcela Campos en los ochenta con el título Gato y dedicado a Gato que así termina: “Has de insistir porque no puedes, porque no podrás nunca evitarte, huir, acomodarte en la sordera por necedad, insensatez, incontinencia, volverás a perderte ya más lejos al grito anterior que no te roza y que olvidas para qué recordar si es siempre el comienzo, si es siempre el penúltimo suspiro, el penúltimo eco que te guardas. Antes de volver a caer en el insomnio, antes de volver a despertar, limpiarás con la franela el saxofón mientras me intuyes y me hablas”.

El músico británico Roger Waters, cofundador de la banda Pink Floyd, anunció acciones legales contra las cancelaciones de sus conciertos en las ciudades alemanas de Múnich y Fráncfort, donde las autoridades locales lo acusan de antisemitismo.

“Mis abogados están tomando medidas para asegurar que mis conciertos en Múnich y Fráncfort en mayo de 2023 tengan lugar como se acordó contractualmente”, dijo el músico.

Waters defendió la necesidad de protegerse de “las acciones inconstitucionales de dos autoridades” y declaró no ser antisemita.

Está previsto que el ayuntamiento de Múnich vote el 22 de marzo a favor de la cancelación del concierto del británico en la ciudad. De la misma forma, también las autoridades de Fráncfort suspenderán el acto.

Los críticos acusan a Waters de apoyar la campaña BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones), que pide el boicot a Israel y sus bienes por su política con Palestina.

“Mis opiniones habituales se refieren exclusivamente a las políticas y acciones del gobierno israelí y no al pueblo de Israel”, explicó el músico. “El antisemitismo es aborrecible y racista, y lo condeno sin reservas igual que todas las formas de racismo”, agregó.

El músico denunció asimismo sentir coartada su libertad de expresión: “Por eso doy este paso para garantizar que la voluntad de unos pocos no me impida actuar en Fráncfort y Múnich”.

Falleció Lance Reddick, actor de The Wire

LOS ÁNGELES. Lance Reddick, actor de The Wire, murió ayer a los 60 años, informó su publicista. “Reddick falleció de repente esta mañana de causas naturales”, detalló. La estrella estadunidense se encontraba en medio de la promoción de John Wick 4, protagonizada por Keanu Reeves y prevista para estrenarse la próxima semana en Estados Unidos. En su más reciente post en Instagram, el jueves, se le ve en su casa con cuatro perros, en un guiño a la taquillera saga de acción que arranca con la muerte de un cachorrito. De acuerdo con los medios locales, Reddick fue encontrado sin vida en su casa en Los Ángeles. Su primer gran éxito en la pantalla chica fue en 2000, en la cuarta temporada de la serie dramática Oz, en la cual interpretó a un detective encubierto que termina en prisión.

En El Chopo

Adiós Beto Fink, un artista con pincel rocanrolero

Javier Hern Ndez Chelico

CON LA IMPRONTA, cual marca de Caín, que le dejó el rock para siempre, Alberto de Ocampo, “Pero todos –decía– me conocen como el Fink,” murió el pasado 13 de febrero; él se dio a conocer a principios de los años setenta al popularizar el logo de Three Souls in my Mind. Muchos pensábamos que Fink lo había diseñado, pero en una charla aclaró: “ese logo ya lo tenía Charlie (Hauptvogel, baterista del grupo) en su bombo, lo hizo un artista rotulista; yo lo empecé a sacar en botones, playeras y carteles. A mí sí, me tocó hacer el de El Tri” sus inicios en el rol se dieron desde la época de los cafés cantantes “Allí empecé a conocer a los músicos: a Bátiz, Los Esclavos, Los

Yaqui; así me metí al rock y me di cuenta que muchos grupos no tenían diseños y yo ya dibujaba y, pues, les empecé a hacer cosas. Así me colé. El primer logo que hice fue el de La Máquina del Sonido; después estuve con Armando Molina cuando él representaba a Peace&Love, Ritual, Three Souls y a Bandido; yo ya trabaja con esos cuatro grupos haciéndoles sus carteles. Noches y noches pasé con Bátiz, Simón, el Borrado, Lora, Factory”. Nos contaba Beto Fink quien tuvo longeva trayectoria, poco conocida, pero fructífera, un ejemplo es su paso por Disco Denver donde bautizaba/diseñaba los discos con paródicos nombres: Valedores juveniles, de Haragán; Obviamente, de Alejandro Lora. Y aunque Beto Fink grabó y cantó la rola Maribel, con la banda Bostik, lo suyo fue el diseño: los pósters –ahora de colección– del mítico, Tiberios de Acapulco, dan cuenta de ello. La plática está en https://youtu.be/Z2stLt3nVto

Homenaje a Juan Heladio; showcase teatral de Tus ojos, con Rafael Acosta

HOY EN EL foro Radio Chopo –Aldama y Mina, colonia Buenavista– habrá actividades muy chidas. Por orden de aparición a partir de las 12 horas estarán: CLÍO EXTREMA, UN encuentro por la historia de la música heavy metal con Amilcar Reyna Peña; el Libro Club Callejero Teometl presenta: Los hijos de la

Jazz

condena: un tributo literario a Iron Maiden, presentan: Arturo J. Flores, Marina Castillo, Omar Galicia y Carlos Carapia. A las 13:15 se dará una probadita, en el escenario del Tianguis del Chopo, de la comedia musical Tus Ojos, de Galván Rodríguez y dirigida por Enrique Vega, basada en la rocanrolera canción del mismo nombre compuesta por Rafael Acosta (habrá venta de boletos). Por su parte, Miguel Martín Felipe Valencia dará una charla/recital titulado Bob Dylan: 61 años como rapsoda. Y por ahí de las 14:30 iniciará, El Cine en el Chopo: Charla Homenaje a Juan Heladio Ríos Ortega. Participarán Pepe Návar, Iván

Roberto Verástegui - Nuevo disco, Inglaterra y Hong Kong

ANTONIO MALACARA

SIN VUELTA DE hoja, Roberto Verástegui es uno de los músicos más activos, importantes y propositivos de estos tiempos. Parte central de esa pléyade sincopada con que nos ha obsequiado Monterrey desde hace años, este joven pianista recién presentó un tercer álbum, Agua de Jamaica (Tru Toughts Records, 2022), al alimón con el saxofonista Sylvester Onyejiaka (quien prefiere firmar como Sly5thAve) (…)

EL DISCO YA lo han presentado en varios clubes de México, en Inglaterra y ahora están a punto de volar a Hong Kong para presentarlo el 23 de marzo en la exposición de arte Art Basel. En esta ocasión sólo Roberto y Sly5thAve, y no el cuarteto que lo venía haciendo con una muy afortunada recepción por parte de propios e impropios.

UNA PROPUESTA QUE enlaza jazz, rhythm & blues, hip hop y ecos latinoamericanos, como pueden ser una cumbia con solos de moog o una nueva versión de Poinciana en bolero y con efectos electrónicos. El gran nivel instrumental y conceptual de Verástegui es más que conocido y reconocido en este país, mientras que Sly muestra un mínimo de credenciales al haber tocado y gorado con gente del calibre de Prince, Taylor Swift y Stevie Wonder.

PLATICAMOS CON ROBERTO: “A Sylvester lo conocí estudiando los dos en North Texas, y desde entonces colaborábamos mucho en proyectos dentro y fuera de la escuela. Después vino a vivir un tiempo a México y durante la pandemia empezamos a trabajar en este disco de Agua de Jamaica

¿CUÁL ES LA oferta musical en este tercer disco?

TIENE QUE VER con el neosoul, tiene que ver con hip hop, con jazz, definitivamente; pero también con algún tipo de sabor latino, que no significa que estamos tocando salsa. Yo diría que compagina esas cuatro corrientes.

PERO TOMAMOS DE todos lados. Siento que cuando toco jazz moderno, por más que la estética sea moderna o haya ritmo de batería moderno o algo así, está muy presente gente como Erroll Garner o como Pat Walden; o como Keith Jarret, que es en otra época completamente diferente, pero son músicos a los que he estudiado y no puedo evitar que salgan en la manera en la que toco.

¿YA LO HAN presentado en gira?

SÍ. EN MÉXICO, en la semana que salió el disco tocamos en los clubs de jazz que ahorita están fuertes, el Zinco y el Jazzatlán. También, en noviembre pasado, fuimos al EFG London Jazz Festival y tocamos en el emblemático Ronnie Scott’s Jazz Club; después tuvimos una pequeña gira en Inglaterra presentando este proyecto.

¿CUÁL FUE LA respuesta en Inglaterra?

FUE GENIAL. SOBRE todo en Londres, en el Ronnie Scott’s; tuvimos dos sets llenos completamente, y en YouTube hay un video de alguien que subió fragmentos de nuestra tocada. Nos llevamos a un baterista mexicano buenísimo que se llama Andrés Márquez, que estudió en Berklee y es de mi generación; él creció en Monterrey conmigo. Y llevamos también a un bajista de Austin, Ryan Hagler, que es amigo mutuo de Sylvester y mío. Era la primera vez que tocábamos juntos, pero el cuarteto hizo un clic perfecto. La respuesta fue muy buena. Yo me sentí muy sorprendido, pero también muy agradecido y pleno.

Camarillo y Raúl Miranda quienes abordarán las diversas aportaciones de la cinematografía a los cinéfilos: los soportes (betamax, VHS, DVD, video láser disc, Blu-Ray), las nuevas narrativas, el rock el cine mexicano, la piratería, la censura y, sobre todo, se hará una remembranza sobre una de las pasiones del ilustrado doctor Juan Heladio, quien además fue confeso y férreo defensor de la identidad chopera. Nos vemos en el Vive Latino.

¿QUÉ SIGUE?

ME HABLÓ SYLVESTER a principios de este mes y me dijo que lo habían contactado para irnos a Hong Kong y nos vamos este domingo, para tocar este 23 de marzo en una exhibición de arte.

¿QUIÉNES VAN?

AQUÍ SÓLO VAMOS Sylvester y yo. Montamos un show más electrónico; sobre la misma música que venimos presentando, pero ya nosotros haciéndola de diyéis y soltando cosas de electrónicos y computadoras; y tocando en vivo piano, sintetizadores y sax tenor.

SALUD amalacara@prodigy.net.mx

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