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DORA VILLANUEVA
by La Jornada
DE ENMEDIO
DEPORTES CIENCIAS CULTURA ESPECTÁCULOS
Viena, París, Nueva York, Londres, Berlín y Künzelsau celebrarán el cumpleaños 85 del pintor alemán Georg Baselitz, el 23 de enero, con siete exposiciones. Las obras que reúnen abordan la desnudez del artista y de su mujer; en algunos casos “llegan a tener 4 metros de ancho y resultan impactantes por su fragilidad y monumentalidad”, señaló Andreas Zimmermann, uno de los curadores de las exhibiciones. En los años 70, el neoexpresionista empezó a crear varios de sus trabajos al revés, a fin de alejarse de la abstracción pura. En la imagen, Displaced Persons (2020), incluida en una de las muestras que se montarán en la capital austriaca. Foto cortesía Gagosian © Georg Baselitz 2023, Photo Jochen Littkemann, Berlin
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CIENCIAS

En los pasados 12 mil años se dio forma al estilo de vida actual de los humanos
El mundo moderno empezó con la agricultura // Aunque trajo muchas cosas buenas, también llevó al aumento de los confl ictos, la violencia y las infecciones, revela estudio
EUROPA PRESS MADRID
Aunque los seres humanos llevan millones de años evolucionando, los pasados 12 mil han sido de los más dinámicos e impactantes para la forma en que vivimos hoy día.
Así lo explica Clark Spencer Larsen, profesor de antropología de la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos, en un artículo especial publicado en Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias de ese país.
En un comunicado, el investigador apuntó que el mundo moderno empezó con la llegada de la agricultura. Junto con los cultivos alimentarios, los humanos también plantaron las semillas de muchos de los problemas más acuciantes de la sociedad moderna.
“Aunque los cambios provocados por la agricultura nos trajeron muchas cosas buenas, también condujeron al aumento de los conflictos y la violencia, a un incremento de las enfermedades infecciosas, a una reducción de la actividad física, a una dieta más limitada y a una mayor competencia por los recursos”, añadió.
Larsen es organizador y editor del artículo especial y autor de la introducción a la sección, titulada “Los últimos 12 mil años de comportamiento, adaptación, población y evolución dieron forma a lo que somos hoy”, que incluye ocho textos basados en su mayor parte en la bioarqueología, es decir, el estudio de los restos humanos y lo que pueden decir a los científicos sobre los cambios en la dieta, el comportamiento y el estilo de vida a lo largo de alrededor de los pasados 10 milenios. Larsen es coautor de dos de ellos.
Un mensaje que conecta todos los artículos es que los principales problemas sociales actuales tienen raíces antiguas. “No hemos llegado a donde estamos por casualidad. Los problemas actuales, como las guerras, las desigualdades, las enfermedades y la mala alimentación, son consecuencia de los cambios que se produjeron cuando se inició la agricultura”, sostuvo.
El paso de la búsqueda de alimentos a la agricultura llevó a los humanos, que habían llevado una vida principalmente transitoria, a crear asentamientos y vivir una existencia mucho más sedentaria. “Eso ha tenido profundas implicaciones en prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas en aquel entonces, ahora y en el futuro”, indicó.
El cultivo de alimentos permitió que la población mundial pasara de unos 10 millones de personas en la última época del Pleistoceno a más de 8 mil millones en la actualidad.
Pero tuvo un costo, ya que la variada dieta de los recolectores fue
▲ Investigadores excavan en Çatalhöyük, una de las primeras grandes comunidades agrícolas del orbe. Foto Scott Haddow
sustituida por una dieta mucho más limitada de plantas y animales domesticados, que a menudo tenían una calidad nutricional reducida.
Ahora, gran parte de la población mundial depende de tres alimentos: arroz, trigo y maíz, sobre todo en zonas con acceso limitado a fuentes animales de proteínas, recordó Larsen.
Otro cambio importante en la dieta de los humanos fue la incorporación de los lácteos. En uno de los artículos de la sección especial, los investigadores examinaron cálculos dentales hallados en restos mortales para demostrar que los primeros indicios de consumo de leche datan de hace unos 5 mil años en el norte de Europa.
“Se trata de una prueba de que los humanos se adaptaron genéticamente para consumir queso y leche, y ocurrió de forma muy reciente en la evolución humana. Demuestra cómo los humanos nos estamos adaptando biológicamente a nuestro nuevo estilo de vida.”
A medida que la gente empezaba a crear comunidades agrícolas, también se producían cambios sociales. Larsen es coautor de un artículo en el que se analizaron los isótopos de estroncio y oxígeno del esmalte dental de las primeras comunidades agrícolas de hace más de 7 mil años para ayudar a determinar la procedencia de los residentes. Los resultados mostraron que Çatalhöyük, en la Turquía actual, era la única de las comunidades estudiadas en la que aparentemente vivían personas no autóctonas.
Captan amplia sección del plano galáctico de la Vía Láctea con el mayor detalle hasta ahora
EUROPA PRESS MADRID
Observaciones combinadas de los telescopios Askap y Parkes, en Australia, han permitido estudiar con el mayor detalle hasta la fecha de una amplia sección del plano galáctico de la Vía Láctea.
Como parte del estudio Pegasus, un grupo de radioastrónomos dirigido por el Instituto Nacional de Astrofísica de Italia utilizó a Parkes para “fotografiar” una gran porción del disco de nuestra galaxia, de unos 6-7 grados o 12-14 lunas llenas. Esta imagen se combinó con otra producida con Askap para el proyecto EMU dirigido por la Universidad Macquarie de Australia, obteniéndose una imagen de una calidad asombrosa.
La imagen muestra una región con emisión extendida asociada al gas hidrógeno que llena el espacio entre las estrellas, cuerpos celestes moribundos, llamados remanentes de supernova, y burbujas calientes de gas hidrógeno ionizado relacionadas con el nacimiento de astros. Las estrellas no son visibles, ya que la luz contiene una emisión de radio mínima. Esta vista de nuestra galaxia muestra detalles del nacimiento y la muerte de estrellas sólo visibles para los radiotelescopios.
Los datos ayudarán a cartografiar las fuerzas magnéticas dentro de nuestra Vía Láctea y permitirán estudiar la historia de las fuerzas magnéticas en el universo.
Pegasus pretende utilizar Parkes para cartografiar todo el cielo austral en 700-1440 megahercios con unas 2 mil 100 horas de observación. El proyecto acaba de completar los análisis pilotos y pretende abarcar todo el cielo austral en los próximos dos años.
Estrellas, polvo y nubes de gas
Los sondeos como Pegasus observan todo el cielo, incluido el plano galáctico, donde reside el sistema solar: contiene numerosas estrellas, polvo y nubes de gas, así como una cantidad significativa de materia oscura. Estudiar el ecuador de la Vía Láctea ha sido siempre un objetivo esencial para los radioastrónomos. Sin embargo, la emisión difusa de la galaxia dificulta la obtención de imágenes libres de artefactos.
La calidad de la imagen de esta primera observación es soberbia. Andrew Hopkins, director del proyecto EMU, de la Universidad Macquarie, en un comunicado explicó: “Los resultados finales serán una visión sin precedente de casi toda la Vía Láctea, unas cien veces mayor que esta imagen inicial, pero alcanzando el mismo nivel de detalle y sensibilidad”.
