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DORA VILLANUEVA Y ROBERTO GONZÁLEZ

Falleció la periodista Marta Rojas; acompañó a Fidel Castro desde el asalto al cuartel Moncada

PRENSA LATINA Y AP LA HABANA

La destacada periodista cubana Marta Rojas falleció el domingo pasado a los 93 años, a consecuencia de un infarto, informaron ayer lunes amigos suyos y medios de prensa de la isla.

Heroína del trabajo, escritora hasta el último aliento, su obra trascendental es memoria de la nación, escribió el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en su cuenta de Twitter al lamentar la muerte de la icónica mujer testigo de la revolución de su país y una narradora excepcional, sobre todo de lo acontecido en el asalto al cuartel Moncada en 1953, censurados por la tiranía de Fulgencio Batista (1952-1959).

Marta Rojas nació en Santiago de Cuba en 1928. Al triunfo de la revolución, el primero de enero de 1959, trabajaba en la revista Bohemia y poco tiempo después se integró al equipo de periodistas del diario Revolución; al crearse en 1965 el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, se unió a ellos.

En ese rotativo fue jefa de información, de redacción y de la página de cultura. Luego dio cobertura a los viajes del presidente Fidel Castro, tanto fuera de Cuba como en el interior del país. Fue la primera corresponsal de guerra cubana y latinoamericana en la guerra deVietnam.

Recién egresada de periodismo, la joven Rojas fue sorprendida por el asalto armado al cuartel Moncada, liderado por Castro contra el dictador Fulgencio Batista el 26 de julio de 1953, cobertura que plasmó en Bohemia. Pocas semanas después, los sobrevivientes del fallido ataque, incluyendo el barbado líder, fueron llevados a juicio. Castro, abogado de profesión, realizó su autodefensa y Rojas logró entrar a la sala y tomar detallada nota de su alegato que luego se conoció como La Historia me absolverá, una suerte de libro de cabecera para muchos de sus seguidores y movimientos de izquierda en América Latina en las décadas de los 60 y 70.

Los reportajes y crónicas de Rojas no fueron publicados en su momento –una de sus ediciones salió a la luz con prólogo de Alejo Carpentier–, pero sirvieron de base para muchos estudios de aquella época y con ello se ganó la amistad de Fidel Castro, convirtiéndola en su colaboradora y una de las periodistas más famosas de la Revolución.

Escribió obras de ficción, algunas con tintes históricos como Santa lujuria (1998) o El harén de Oviedo (2003). También publicó Inglesa por un año (2006). La revista Cubadebate lamentó la noticia de su deceso y compartió con sus lectores una entrevista realizada el año pasado a Rojas, premio nacional de Periodismo José Martí 1997 y ganadora del Premio Alejo Carpentier de novela.

En esa charla, Marta contó que casi por intuición se unió a los periodistas que se dirigieron al cuartel Moncada “a averiguar de dónde provenían los tiros. A la espera de una conferencia, pasó por su casa a avisar que demoraría todo el día. Ya había amanecido y les dijo a sus padres: ‘Voy con Panchito, para lo de los tiros’. –Pero esta muchachita está loca; no, ven para acá, le contestó el padre. –Déjala, que ella estudió para eso, sentenció la madre.

▲ En enero de 2004, la escritora cubana Marta Rojas charló con La Jornada en torno al libro Cicatrices en la memoria. Terrorismo y desestabilización en Cuba (Océano), proyecto que reúne 18 relatos cortos (entre ellos uno suyo) que dan cuenta de agresiones cometidas por el gobierno estadunidense contra la isla desde el triunfo de la revolución cubana. Foto María Luisa Severiano

“Pero en la rueda de prensa, Rojas, que aprobó el examen para estudiar periodismo señalando en un mapa con los ojos cerrados a Kalimantan del Norte (Indonesia), no estaba aún graduada. Tuvo que valerse del favor de un conocido director del Colegio de Periodistas para preguntar. Al dar un recorrido, un fotógrafo había visto a dos personas detenidas, pero el coronel aseguraba que todos los rebeldes habían muerto. ‘¿Quiénes son esas dos personas a las que les están tomando su declaración?’, preguntó”.

Cubadebate narra que Rojas vio a Fidel “en medias, en un cuarto de una casa en el Vedado, luego de salir del presidio Modelo. ‘Yo te voy a ver con barba blanca’, le aseguró la periodista aquel día. Fidel acababa de pasar 22 meses en la cárcel y en unas semanas se exiliaría en México. De esa historia, aún era complicado ver un final distinto, pero quien se convertiría en la cronista del asalto al cuartel Moncada ya lo veía”. La entrevista completa se puede leer en: http://www.cubadebate.cu/especiales/2020/07/25/ marta-tienes-el-libro-ahi-fidel-estaentrando-en-santiago-video/

Oswaldo Hernández gana el Premio de Literatura Ciudad y Naturaleza José Emilio Pacheco

Su obra Una ciudad para el fi n del mundo lo hizo merecedor del galardón

JUAN CARLOS G. PARTIDA CORRESPONSAL GUADALAJARA, JAL.

El escritor, traductor, editor y profesor universitario Oswaldo Hernández Trujillo (Estado de México, 1981) obtuvo el sexto Premio de Literatura Ciudad y Naturaleza José Emilio Pacheco por su obra Una ciudad para el fin del mundo, que firmó con el seudónimo Lemarc, anunció la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

El jurado integrado por Cecilia Eudave, Antonio Ortuño y Bernardo Esquinca determinó concederle el galardón dotado de 10 mil dólares y que le será entregado el 4 de diciembre próximo en el marco de la 35 edición de la FIL que se realizará del 27 de noviembre al 5 de diciembre.

El ganador estudió letras clásicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde también cursó la maestría en lingüística aplicada. Trabajó en el Diccionario del Español de México de El Colegio de México, y como editor en el Museo Nacional de Arte y el Museo del Palacio de Bellas Artes.

Ha escrito poesía, crónica y crítica para revistas como Tierra Adentro, Kilómetro Cero y el Periódico de Poesía de la UNAM. Es autor del volumen de cuentos Ustedes no existen, con el que obtuvo el Premio de Literatura Laura Méndez de Cuenca (2019).

En Una ciudad para el fin del mundo, el autor “hace una reflexión contemporánea y pertinente respecto de la urbe y el papel de la naturaleza en ella”, indica el acta firmada por los jurados que decidieron galardonar a Hernández Trujillo de forma unánime.

El fallo también destaca “la calidad narrativa de su prosa, que resulta en un volumen bien conjuntado” así como “la singularidad de su visión en la que el entorno natural acompaña las acciones y las emociones de los personajes”.

El premio incluye la publicación del libro ganador como parte de un reconocimiento que fue creado en memoria de José Emilio Pacheco, como un espacio para incentivar la creación literaria y la apreciación estética de la naturaleza.

El premio Ciudad y Naturaleza es convocado por la Universidad de Guadalajara por conducto de su Museo de Ciencias Ambientales, en colaboración con la FIL Guadalajara.

En esta edición, dedicada al cuento, se recibieron 101 trabajos de Alemania, Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Guatemala, México y Perú.

En su primera convocatoria el galardón estuvo dedicado a la poesía y les fue conferido ex aequo a los mexicanos León Plascencia Ñol y Jorge Gutiérrez Reyna.

La segunda tuvo al cuento como protagonista y lo obtuvo la argentina Brenda Becette por su obra La parte profunda.

El venezolano Santiago Acosta, con su poemario El próximo desierto, fue ganador de la tercera edición.

En 2019, Claudia Cabrera Espinosa recibió este reconocimiento por su libro Posibilidad de los mundos y Marco Antonio Rodríguez Murillo obtuvo el galardón en 2020 por su poemario Tal vez el crecimiento de un jardín sea la única forma en que los muertos pueden hablarnos.

El escritor Oswaldo Hernández Trujillo recibirá el Premio de Literatura Ciudad y Naturaleza José Emilio Pacheco el próximo 4 de diciembre en la FIL. Foto cortesía de la Universidad de Guadalalara

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