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El hombre detrás de la película El Exorcista del Papa
from 26-05-2023JAL
En semanas recientes en los cines de México estuvo exhibida la película estelarizada por Russell Crowe: El exorcista del Papa, título que por sí mismo llama la atención.
El tema no es nuevo para Hollywood; películas con estas temáticas abundan desde la cinta clásica de 1973, del director William Friedkin, intitulada El exorcista, basada en el libro homónimo de William Peter Blatty, el cual sería todo un bestseller con más 13 millones de copias vendidas tan sólo en Estados Unidos.
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En círculos católicos de habla hispana es muy afamado el exorcista español, también escritor experto en demonología y angelología, José Antonio Fortea; quien en mayo del 2015, en la Catedral de San Luis Potosí, contando con el auspicio del arzobispo emérito de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, le realizó a México un magno exorcismo. Los exorcismos están en nuestro imaginario religioso de esta postmodernidad, ya sea por el esoterismo de masas, con todas las licencias que películas de ficciones como Constantine, se toma en su afán de entretener o en la realidad con sacerdotes como Gabriel Amorth que a lo largo de 30 años realizó alrededor de 70 mil exorcismos según refiere la Agencia Católica de Noticias.
Es Amorth a quien personifica Crowe en la película que narra sobre la posesión demoniaca a un niño en Italia, a quien Amorth atendió desentrañando, en su realización, lo que podíamos calificar como una intriga vaticana que se remonta a los orígenes de la Santa Inquisición. ¿Pero quién fue este combatiente de las fuerzas demoniacas? Nuestro personaje real tuvo el honor de ser, por muchos años, el exorcista oficial del Vaticano, tarea que quedó testificada en numerosos libros, entrevistas y documentos en los que se da fe de su lucha contra el maligno.
Amorth nació en 1925 en la ciudad de Módena, Italia. Desde muy joven vivió un sinfín de aventuras; apenas tenía 18 años cuando se unió a los partisanos que combatían la ocupación alemana de su natal Italia, durante la Segunda Guerra Mundial. Con el derrocamiento del régimen fascista de Benito Mussolini, el afamado político italiano y demócrata cristiano, Giulio Andreotti, lo invitó a unirse a su movimiento político; pero él prefirió seguir el camino del sacerdocio.
Ingresó a la Sociedad de San Pablo en 1947 y finalmente se ordenó sacerdote en 1951. Asumió el oficio por el que fue conocido, el de exorcista, en junio 1986 bajo la guía del padre Candido Amantini un reconocido especialista en tratar y expulsar demonios; sus primeros exorcismos los realizó en la diócesis a la que quedó asignado, a la de Roma.

Hombre austero y sencillo se domicilió en una humilde habitación en el tercer piso de una casa de acogida de sacerdotes situada al sur de Roma. En su cuarto destacaban imágenes de Jesús, la Virgen María y una fotografía de Candido Amantini su maestro en el oficio de expulsar demonios.
En testimonios que ofreció en muchas de las entrevistas que le realizaron reporteros, a lo largo de su vida, confesó haber presenciado en sus encuentros y luchas contras los demonios hechos sobrenaturales, por ejemplo que los poseídos arrojaran clavos o cadenas por la boca o que levitaran.
Amorth en su momento lanzó la advertencia que todos somos susceptibles de ser atacados por el demonio incluidos los exorcistas. Como lo declaró, la propia Madre Teresa tuvo que se exorcizada en los últimos años de su vida y junto con ella también otros santos que han sufrido del embate de Lucifer; quien, a su parecer, ha conservado su angelical inteligencia y sabe obrar a través de las personas; por ejemplo, suele ocurrir que alguien del trabajo sienta envidia de usted y le lance una maldición o le haga un trabajo, como corrientemente se dice, y usted termine enfermo. Hay que considerar, señaló Amorth, que en su oficio el 90 por ciento de los casos que trató se debieron a maldiciones.
En vida escribió varias obras sobre exorcismos como: Narraciones de un exorcista; Más fuertes que el mal: El demonio, reconocerlo, vencerlo y evitarlo y El último exorcista: mi batalla contra satanás


En 1990, Amorth fundó la Asociación Internacional de Exorcistas, en la cual fungió como presidente honorario con reconocimiento de la Iglesia Católica. A lo largo de su trayectoria realizó miles de exorcismos algunos le demandaron pocos minutos, otros meses y algunos incluso años. Hombre polémico quien posiblemente no se desarraigó del todo de sus convicciones de juventud llegó a declarar que personajes como Josef Stalin y el propio Adolf Hitler estuvieron poseídos por el Diablo; obvio que estas afirmaciones suscitaron polémica pues no faltó quien lo acusara de justificar de esa manera las acciones de estos dictadores.

Igual previno contra la literatura de ficción, en especial de Harry Potter; advirtió que las obras de J. K. Rowling invitan a la niñez y juventud a creer en la magia negra y la hechicería: “En Harry Potter, el Diablo actúa de forma astuta y encubierta, bajo la apariencia de poderes extraordinarios, hechizos mágicos y maldiciones”, afirmó.
También contra las prácticas y modas New Age arremetió el exorcista italiano, coincidiendo con el Cardenal Ratzinger, señaló que el yoga junto con la meditación y otras prácticas orientales podían degenerar en un culto al cuerpo que degradaba la oración cristiana.
En el 2016, a los 91 años, feneció Amorth por una afección pulmonar. Para recordar su trayectoria como exorcista y su vida en general, el periodista Domenico Agasso escribió la biografía: El padre Amorth continúa, obra ya traducida al español que puede ser conseguida en librerías católicas y en Amazon.