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Isaac Torres Cruz - Página
from 16-06-2022
Revista que publicó plagio de director del CIDE, retira su artículo
Aunque la revista no ha hecho una retractación ofi cial, bajó de su archivo el artículo donde José Romero plagió al Nobel de Economía Amartya Sen
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Cisma institucional
Isaac Torres Cruz
isaac.torrescu@gmail.com
El director del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Romero Tellaeche, “ya es un plagiador reconocido”, luego de que la revista “El Trimestre Económico”, del Fondo de Cultura Económica, eliminó de su archivo histórico el artículo “La herencia del experimento neoliberal”, en el cual plagió citas del Nobel de Economía Amartya Sen. No obstante, la revista aún no ha hecho pública la retractación del artículo.
La decisión de la revista tiene su antecedente en los señalamientos y documentación realizada por investigadores del mismo CIDE, donde expusieron, a través de una carta dirigida a la revista y a los plagiados, que José Romero tradujo párrafos sin entrecomillar ni dar crédito a los artículos “Is Nationalism a Boon or a Curse?”, de Amartya Sen, publicado en “Economic and Political Weekly”, de 2008, así como a “Origins of Ethnic Nationalism in Germany and Repercussions in India”, de Michael Dusche, en la misma revista y publicado en 2010.
El retiro del artículo fue dado a conocer por Brian Landa, internacionalista del CIDE, quien en su cuenta de Twitter escribió:
“Con la novedad de que, oficialmente, Romero Tellaeche ya es un plagiador reconocido. El Trimestre Económico eliminó de su archivo el artículo en el que, de manera burda y descarada, el espurio plagió al Nobel de Economía, Amartya Sen”.
El investigador además de incluir la liga del archivo de “El Trimestre Económica” https://t.co/256yjlIlh2, publica dos imágenes, una en la que aparecía “La herencia del experimento neoliberal” en el índice de artículos, y una más de la lista actual, en la que ya no aparece.
VAYA “TRIMESTRE”
Este segundo “trimestre” del año ha sido complicado para la dirección del CIDE, que ha sido exhibida en su ilegalidad y falta de legitimidad, coronadas por los diversos plagios dados a conocer en las últimas semanas.
La carta enviada recientemente y firmada por casi una centena de académicos del CIDE al comité editorial de la revista, exponía a detalle los párrafos plagiados y sin cita del artículo “La herencia del experimento neoliberal”, firmado por José Antonio Romero, y publicado en el volumen 97, número 345, de 2020, de “El Trimestre Económico”.
“Hacemos notar que el plagio de este último texto ocupa más de cinco páginas del artículo en cuestión publicado en ‘El Trimestre Económico’. Ambos autores han sido copiados en esta comunicación”.
La carta recuerda que José Romero Tellaeche, “se ha integrado recientemente al Centro de Investigación y Docencia Económicas, por lo que el plagio detectado nos preocupa profundamente como comunidad académica” y agregan que institucionalmente el plagio en la institución se considera como una falta grave.
“Por esa razón, nos es de sumo interés conocer su opinión respecto a las coincidencias señaladas, a fin de tomar las consideraciones institucionales pertinentes. Asimismo, si ‘El Trimestre Económico’ coincidiera en que el artículo constituye un plagio, solicitamos atentamente que éste se remueva de su publicación”.
No faltaron reacciones en la red. Lorena Ruano, académica que se despidió del CIDE hace unas semanas, escribió en Twitter: “Es increíble el nivel de indignidad de este sujeto. Y del de su jefa [Elena Álvarez-Buylla], que lo mantiene ahí a cualquier costo”.
Por su parte la cuenta estudiantil del CIDE, @plumaverdeORG, escribió:
“Vergüenza y frustración tener un director plagiador y violento. Además, hoy se acaba el semestre y seguimos esperando a que Conacyt presente la documentación que acredita la legalidad del nombramiento de Romero, de lo contrario podría incurrir en usurpación de funciones”.
“No existe forma de exigir a tu claustro docente, a tus alumnos, a tus postulantes, etc., que actúen bajo estrictos criterios académicos, cuando la comunidad en la que te insertas te reconoce y apunta como lo que eres: UN PLAGIADOR. No existe, no hay forma…”, escribió por su parte Pedro Rosas, académico de Flacso.
“‘El Trimestre Económico’, en efecto, debería explicar las razones de la retracción al artículo de Romero. Pero bueno, el reconocimiento queda: Romero plagió burdamente a Amartya Sen” .
TV UNAM
José Romero en el programa de John Ackerman en TV UNAM.
Ugo Pipitone “Desconocen lo que signifi ca universidad”
Hace unos días, Ugo Pipitone se despidió del CIDE tras 35 años en la institución, entre los motivos se encontró el cisma por el que atraviesa su dirección y la carencia de legitimidad.
A las nuevas autoridades del CIDE, encabezadas por José Romero, se les escapa el significado antiguo de la palabra universidad “y yo evitaré explicárselo: una tarea fatigosa e inútil”, dijo en una carta.
En la misiva, dirigida principalmente a académicos y ex directores del CIDE, añadió que “el CIDE neoliberal” es una descarada invención pergeñada para justificar un golpe de mano contra una institución plural, crítica y, por consiguiente, incómoda a los ojos del poder en turno.
“El régimen actual teme a los intelectuales, y acusarlos de neoliberalismo cumple la misma función que hace siglos cumplía la acusación a algunas mujeres de entretener relaciones con el demonio. Falsedad previa a la hoguera”.
“Con la novedad de que, ofi cialmente, Romero Tellaeche ya es un plagiador reconocido”: Brian Landa
Con ciencia básica descubren nuevas especies de reptiles
El 2022 es el Año de las Ciencias Básicas para el Desarrollo Sostenible. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) quiere que se difunda el hecho de que las ciencias básicas tienen una inigualable contribución para la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Considera que aportan los medios esenciales para afrontar los retos más apremiantes de la humanidad.
Para ayudarnos a comprender mejor esta visión, el doctor Uri García, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, platicó con Ciencia UNAM sobre la importancia de la ciencia básica en su campo de investigación, la biología evolutiva
“En nuestro laboratorio trabajamos precisamente cuestiones de ciencia básica. Estudiamos la evolución, principalmente de anfibios y reptiles. Tratamos de reconstruir las relaciones evolutivas entre las especies, es decir cómo están relacionadas, por ejemplo, cual especie es más cercana a cuál otra, o cuando se originaron si hace 5, 10 o 20 millones de años, o apenas unos miles de años”.
Otra parte de su labor consiste en descubrir nuevas especies en su trabajo de campo y analizar si existen especies confundidas que pudieran estar mal clasificadas o mal identificadas.
“Hace poco tiempo descubrimos dos lagartijas nuevas en la Sierra de Zongolica, en el estado de Veracruz, una en 2010 y otra este año. Ambas eran especies totalmente desconocidas, nadie sabía de su existencia y eso implicaba que no se sabía su ecología, ni cuál era su función en el ambiente. También estaba subes-
Ciencia UNAM/Diseño Bárbara Castrejón
Este conocimiento conduce a identificar nuevas especies.

timada la región, sabíamos que era una zona con una gran biodiversidad, pero ahora sabemos que es mucho más de lo que pensábamos”, relata.
El especialista concluye que “el conocer por conocer es genial, pero si somos honestos sabemos que vivimos en un mundo globalizado en el que también es muy importante la utilidad. Buscamos conocer por conocer, pero también queremos que ese conocimiento sea aplicable, aunque no lo hagamos nosotros”, concluye . (Naix’ieli Castillo, colaboración especial de Ciencia UNAM-DGDC)
El Princesa de Asturias es para los impulsores de la inteligencia artificial
Geoff rey Hinton, Yann LeCun, Yoshua Bengio y Demis Hassabis desarrollaron redes neuronales que buscan imitar al cerebro
EFE
Oviedo
La contribución de la inteligencia artificial (IA) a muchos de los avances y retos tecnológicos y científicos alcanzados en los últimos años se encuentra detrás del reconocimiento que el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica concedieron a cuatro de sus grandes impulsores: Geoffrey Hinton, Yann LeCun, Yoshua Bengio y Demis Hassabis.
Vinculados a las mayores empresas tecnológicas o a la universidad, estos cuatro investigadores consiguieron desarrollar en los últimos años las redes neuronales, herramientas basadas en complejos modelos matemáticos que pretenden reproducir el funcionamiento del cerebro humano en una computadora y que se aplican en robótica, sistemas de seguridad de vehículos, asistentes de voz o traducción de idiomas.
Hinton (británico), LeCun (franco-estadounidense) y Bengio (canadiense) son considerados los padres de una técnica esencial de la inteligencia artificial, el ‘deep learning’ o aprendizaje profundo, el cual se basa en el uso de redes neuronales para el reconocimiento de voz, la visión por ordenador y el procesamiento del lenguaje natural.
Estas redes neronales pretenden imitar el funcionamiento del cerebro humano mediante el uso de algoritmos que convierten el proceso biológico del aprendizaje en secuencias matemáticas con el objetivo puesto en que la máquina aprenda de su propia experiencia.
Hinton inventó los “algoritmos de retropropagación” y entre sus logros destaca la creación, en 2012, de una red artificial compuesta por 650.000 neuronas y entrenada con 1,2 millones de imágenes, que registró tan solo un 26 por ciento de errores en el reconocimiento de objetos y redujo a la mitad el porcentaje de sistemas anteriores.
En la misma línea, Yann LeCun hizo importantes aportaciones al desarrollo de esos algoritmos de retropropagación, y consiguió crear en 1989 un sistema de reconocimiento de caracteres escritos en cheques bancarios que abrió la vía a otras tecnologías de compresión de imágenes que utilizan cientos de sitios web y millones de usuarios para acceder a documentos escaneados en internet.
Bengio realizó importantes contribuciones clave en modelos probabilísticos de secuencias, que se utilizan para el reconocimiento de voz y de escritura y en aprendizaje no supervisado, y en la actualidad centra su labor en el estudio de algoritmos más eficientes en representaciones de datos, extrayendo reconocimiento de patrones y también permitiendo el entendimiento de relaciones más complejas y conceptos de alto nivel.
Por su parte, Hassabis (británico) es el máximo directivo y cofundador de DeepMind, una de las mayores compañías de investigación en inteligencia artificial del mundo, con la que creó un modelo de red neuronal que combina las capacidades de una red neuronal artificial con la potencia algorítmica de un ordenador programable.
En 2021 el equipo de DeepMind logró predecir, con un grado muy elevado de exactitud, la estructura de más de 350.000 proteínas humanas, el 44 % de todas las conocidas, unos datos que fueron puestos a disposición de todos los laboratorios del mundo a través de una base de datos.
Estos cuatro expertos integraban la candidatura propuesta por el presidente de la Asociación para el Desarrollo de la IA de la Universidad Cornell de Estados Unidos, que hoy se impuso a las otras 46 que optaban a este galardón, el séptimo de los ocho que anualmente concede la Fundación Princesa de Asturias.
El impacto extraordinario “actual y futuro” que la IA tiene en el progreso de la sociedad fue uno de los puntos destacados en el acta del jurado, que ha puesto de relieve las aportaciones de estos científicos para el desarrollo del aprendizaje profundo.
Sus trabajos suponen un “gran avance” en técnicas tan diversas como el reconocimiento de voz, el procesamiento del lenguaje natural, la percepción de objetos, la traducción automática, la optimización de estrategias, el análisis de la estructura de las proteínas o el diagnóstico médico, según el fallo de un jurado que estuvo presidido por el científico español Pedro Echenique.
Este y el resto de premios Princesa de Asturias, dotados con 50.000 euros (unos 52.071 dólares) y una escultura del artista español Joan Miró, serán entregados el próximo octubre en una ceremonia que tradicionalmente presiden los reyes en el Teatro Campoamor de Oviedo (norte de España) con la asistencia de todos los galardonados .

Los cuatro galardonados Geoffrey Hinton, Yann LeCun, Yoshua Bengio y Demis Hassabis.
VOCES DE LA UAM
Universidad y Derechos Humanos
Manuel Canto Chac* academia@cronica.com.mx

Cualquier día es útil para recordar la urgencia de vincular a la Universidad con la defensa y promoción de los Derechos Humanos. En todos los meses existen días destinados a algún contenido específico, a manera de ejemplo, dos fechas que no son de las más conmemoradas, el pasado 21 de mayo fue el día mundial de la diversidad cultural para el diálogo y el desarrollo, instaurado para la protección de la diversidad cultural como medio de alcanzar la prosperidad, el desarrollo sostenible y la coexistencia pacífica mundial; el próximo 23 de junio es el día de la administración pública, designado para resaltar su contribución al desarrollo, ambos son tan poco recordados como urgente la puesta en práctica de lo conmemorado. Desafortunadamente la multiplicación de las fechas no corre al parejo con la vigencia de su contenido. Ahora como nunca se tiene mayor conocimiento de los derechos y nunca como ahora es evidente su violación. ¿Para que han servido entonces estos derechos universales? Por un lado, para tener claridad de que el actual “pacto” civilizatorio descansa sobre un sistema de desigualdades, sean entre países, culturas, sectores sociales, géneros, grupos de edad, etc. Y por otro, han servido para conformar valores mundiales reivindicables frente al proceso globalizador que avasalla estados y sistemas jurídicos nacionales. Pero ¿cómo podemos pasar del deber ser a la existencia real? Son básicamente tres instrumentos que desde la sociedad se han desarrollado para la vigencia de los derechos humanos.
El primero es el litigio estratégico consiste, grosso modo, en seleccionar casos emblemáticos para litigarlos en las instancias internacionales con el fin que sus sentencias se conviertan en precedentes para los sistemas jurídicos nacionales. Fue impulsado inicialmente por organizaciones de la sociedad civil. Por la propia naturaleza de estas acciones, los espacios universitarios que se sumaron —mayoritaria pero no exclusivamente— fueron los de las ciencias jurídicas. A través de la creación de dispensarios o clínicas diversas universidades de América Latina, Canadá Europa y Estados Unidos, se han dado a la tarea de tomar casos de personas o grupos específicos para acompañar su litigio internacional, a ello debe agregarse la aparición de especializaciones y posgrados en derechos humanos.
Una segunda línea es la elaboración de Informes Alternativos, como los diferentes instrumentos de derechos humanos prevén la presentación de informes periódicos de los Estados Parte, también establecen la posibilidad de que no sean presentados sólo por los gobiernos, sino que la sociedad pueda hacer lo propio por medio de los informes alternativos con el fin de contar con evidencias que sirvan de base a los Comités Especializados de la ONU para formular sus recomendaciones al Estado Parte. La utilización de esta herramienta, con impulso inicial también de la sociedad civil, propició que se fueran sumando instancias universitarias al acopio y sistematización de la evidencia de las situaciones denunciadas, especialmente con relación a los derechos económicos, sociales y culturales, y también en la generación de metodologías replicables para la elaboración de estos informes.
La tercera línea estratégica es la influencia sobre los gobiernos nacionales para que las políticas públicas estén orientadas por los derechos humanos, desde los valores hasta la evaluación, ha dado lugar a la generación de planes y programas de derechos humanos con los cuales se pretende que las diversas agencias de gobierno asuman compromisos de cumplimiento verificable. Las universidades han participado en diversos aspectos, en la CDMX su constitución fue más allá porque prevé que participen en el Consejo Directivo del Sistema de Derechos Humanos, mismo que puede ser un instrumento innovador.
Las tres estrategias tienen fuertes restricciones. No siempre las victorias jurídicas del litigio estratégico se constituyen en precedentes válidos para las instancias jurisdiccionales, ni menos para la transformación de las políticas públicas. Los informes alternativos han corrido mejor suerte para que sus planteamientos se reflejen en las recomendaciones de los Comités Especializados que la que estas recomendaciones han tenido para que sean cumplidas por los Estados Parte, particularmente las que se hacen a los gobiernos autoritarios - conservadores o populistas- quienes parecen unir esfuerzos para privar de recursos materiales a los instrumentos de derechos humanos. Las iniciativas sociales de políticas públicas para la garantía de los derechos suelen quedarse en referencias literarias de los documentos introductorios a los programas gubernamentales, pero sin consecuencias —e incluso hasta en contradicción— con el diseño o la evaluación de las estrategias de atención a los problemas, cuando los gobiernos asumen programas de derechos humanos, estos suelen concretizarse más en la difusión de derechos que en las estrategias y acciones de las agencias públicas.
Entonces ¿qué puede hacer la Universidad frente a esta situación? No hay que olvidar que estas restricciones son de toda la sociedad no solo de la universidad y que ésta ya tiene en marcha acciones, pero cuyo fortalecimiento y ampliación es por demás urgente, ejemplifico: 1.- Dar respaldo institucional a las prácticas de sus profesores —que suelen ser a título individual— para la defensa y promoción de los derechos humanos, este respaldo aumentaría la posibilidad de contar con el apoyo de colegas de las diversas disciplinas, es necesario crear programas universitarios para este fin, y que éstos no sean solo para la muy necesaria defensa interna de los derechos de sus comunidades. 2.- Ampliar los vínculos sociales de la Universidad, es y será muy importante la relación con grupos especializados de la sociedad civil, pero también hay que dirigirse a las organizaciones sociales y público amplio, que son los que pueden impulsar transformaciones sociopolíticas de mayor calado. 3.- Canalizar recursos, principalmente los autogenerados, para ampliar estas tareas, sabemos que los gobiernos suelen no ver la causa de los derechos humanos con simpatía, el respaldo en la comunidad universitaria y en la sociedad serán el mejor antídoto para superar estas antipatías.
La UAM se propone próximamente debatir sobre su factibilidad y sobre los desafíos que plantean a gobiernos, a universidades y a toda la sociedad de nuestro país y de nuestra Ciudad .



