7 minute read

Existen al menos 17 tipos de cáncer asociados con la obesidad, indica estudio

Next Article
Luis de Tavira

Luis de Tavira

En México, la población no conoce la correlación de la obesidad como factor de riesgo para desarrollar cáncer: Claudio Fiorentini. Según encuesta, entre 7 y 8 de cada 10 personas adultas tienen problemas de exceso de peso

Informe

Advertisement

Antimio Cruz antimioadrian@gmail.com

Un meta estudio realizado en Israel, en el cual fueron analizados expedientes de 2.3 millones de pacientes, desde la adolescencia hasta la edad adulta; concluyó que existen al menos 17 tipos diferentes de cáncer que tienen mayor riesgo de aparecer cuando las personas tienen obesi- dad, ya que están asociados con procesos inflamatorios persistentes, niveles altos de insulina, factores de crecimiento celular y cambios en la presencia de hormonas sexuales. Anteriormente, hasta el año 2014, se conocía internacionalmente el vínculo entre la obesidad y 13 tipos de cáncer.

Los hallazgos fueron expuestos, para los lectores de Crónica por el doctor Claudio Fiorentini, especialista en obesidad del laboratorio farmacéutico Danés Novo Nordisk, quien se apoyó en datos difundidos en 2020 en la revista médica Lancet Diabetes & Endocrinology; en los

El estudio en Israel mostró que el riesgo de desarrollar cáncer es 26 por ciento mayor cuando las personas tienen un índice de masa corporal elevado

La disminución de peso puede llevar a una disminución de la inflamación de bajo grado, con la que viven los pacientes y reducir el riesgo de desarrollar cáncer que se muestran las conclusiones de un estudio realizado por 13 investigadores del Departamento de Medicina Militar de Israel y de la Universidad de Tel Aviv, encabezados por el doctor Ariel Furer.

En México, el 60 por ciento de los casos de cáncer son detectados en etapas tardías, lo que complica el abordaje y tratamiento de un gran número de pacientes y reduce la posibilidad de eliminarlo. El cáncer es la tercera causa de muerte en este país y es responsable del 14 por ciento de las defunciones totales. A nivel mundial es la segunda causa de mortalidad, con un total de 10 millones de fallecimientos al año

Este sábado 4 de febrero se conmemoró el Día Mundial Contra el Cá ncer, que busca concientizar respecto a la importancia de este padecimiento y sus formas de prevenirlo. Se estima que entre el 30 y 50 por ciento de los casos de cáncer son prevenibles. Por esto es necesario promover acciones que sumen al mejor entendimiento de la enfermedad, sus causas y erradiquen los mitos alrededor de él.

Los datos son de alta importancia porque en México 7 de cada 10 adultos tiene sobrepeso u obesidad y la atención pública se ha concentrado en los problemas que el exceso de peso provoca en el corazón y sistema endócrino, pero existe poca alerta sobre el impacto de obesidad en el cáncer. Entre el grupo de 17 cánceres asociados a la aparición de tumores y células cancerosas están cánceres como el adenocarcinoma de esófago, cáncer de mama en mujeres en postmenopausia, colon, recto, útero, riñones e hígado, entre otros.

FALTA EDUCACIÓN

En Estados Unidos, el Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) afirma que los tipos de cáncer que están asociados a la obesidad suman el 40 por ciento de todos los casos de cáncer que se detectan en ese país. El conjunto total de nuevos casos de cáncer que se detectan en Estados Unidos cada año son 684 mil; de los cuales 470 mil afectan a las mujeres y el resto a los hombres.

“En México, la población general no conoce adecuadamente la correlación de la obesidad como factor de riesgo para la aparición de cáncer. Es más conocida, por sentido común, la relación que la obesidad tiene con enfermedades cardiometabólicas como diabetes, infartos, hipertensión e hígado grado. Pero aun así, todavía no suele considerarse en México a la obesidad como una enfermedad crónica. Cada vez vamos mejorando en el trabajo del día a día para que esto suceda, pero no estamos donde quisiéramos estar porque las cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición nos sigue informando que entre 7 y 8 de cada 10 personas adultas tiene problemas de exceso de peso”, explicó Claudio Fiorentini.

CONOCIMIENTO ACUMULADO

El estudio que amplió a 17 el número de cánceres asociados a obesidad fue una revisión de expedientes médicos de 2.3 millones de personas, donde había datos desde 40 años antes, comenzando cuando los integrantes del grupo estudiado eran adolescentes. Esto se pudo hacer en Israel porque es uno de los países pioneros en la adopción y uso de expedientes médicos electrónicos.

“Ellos tienen unas bases de datos muy bien estructuradas y muy robustas. Esto permitió hacer un seguimiento de cómo evolucionó la salud de pacientes desde 1967 hasta 2010 en los casos de 2.3 millones de participantes a lo largo del tiempo. El resultado es sorprendente porque pudimos ver que el riesgo ajustado de desarrollar cáncer con un índice de masa corporal elevado es de alrededor de 26 por ciento; es decir, 26 por ciento mayor riesgo de desarrollar cáncer, en comparación con las personas que tienen un índice de masa corporal más sano. No estamos hablando de un peso normal, sino de un peso más sano”, agregó el especialista.

Los datos nuevos son relevantes porque actualizan evidencia que fue analizada y organizada entre 2019 y 2020.

Vínculo

Creció la lista de cánceres asociados a obesidad

Según los datos más actualizados, publicados en 2020 por Lancet Diabetes & Endocrinology, la obesidad debe ser considerada factor de riesgo para desarrollar los siguientes tipos de cáncer: 1) adenocarcinoma de esófago, 2) cáncer de mama en mujeres en postmenopausia, 3) cáncer de colon y recto, 4) útero, 5) vesícula biliar, 6) parte alta del estómago, 7) riñones, 8) hígado, 9) ovarios, 10) páncreas, 11) tiroides, 12) meningioma, que es un tipo de cáncer el cerebro, 13) mieloma múltiple, 14) linfoma de hodgkin y de no hodgkin, 15) cáncer oral, 16) ligero aumento de riesgo de cáncer en sistema nervioso central y 17) leucemia.

Puente Fisiol Gico

El hecho de que la obesidad opere como factor de riesgo para desarrollar cánceres tiene que ver con procesos que se alteran, a nivel celular y molecular, en el cuerpo de las personas con exceso de peso y sobre los que se puede actuar, de manera terapéutica, con abordajes diferentes para cada persona.

Cada vez hay más estudios que hablan del impacto del estrés oxidativo; de la inflamación de bajo grado; de cambios en hormonas sexuales –tanto en las vías como en la señalización—, fisiología de las adipocinas y factores de crecimiento. La hiperinsulemia también es algo muy estudiado que ha permitido conocer que la insulina estimula factores de crecimiento dentro del cuerpo.

“Lo primero que se debe hacer es diagnosticar adecuadamente la obesidad y no basta con decir que al paciente se le vio en el consultorio con exceso de peso. Un diagnóstico verdadero implica ayudar al paciente, darle consejería, tocar el tema del peso y motivarlos a que busquen un peso más saludable. Se sabía que una pérdida del peso corporal de entre un 5 y 10 por ciento aporta un beneficio importante a nivel cardiometabólico y de calidad de vida, pero ahora tenemos más información de que hay algunos parámetros de peso que reducen otras enfermedades que antes no se observaban con tanta atención como el riesgo de cáncer que señalan los estudios que hemos señalado.

La disminución de peso que nos pueda llevar a una disminución de la inflamación de bajo grado, con la que viven los pacientes, sería parte de la terapia para poder hacer estos cambios en la reducción de riesgos. Preferentemente los pacientes tendrían que reducir grasa abdominal para reducir la inflamación”, dice el Doctor Fiorentini .

Los modelos vigentes subestiman sistemáticamente la sensibilidad con que reacciona la disponibilidad global de agua a determinados parámetros climáticos cambiantes.

Un análisis en la Universidad

Tencológica de Viena (TU Wien) de los datos medidos en más de 9 mil 500 cuencas hidrológicas de todo el mundo demuestra que el cambio climático puede provocar crisis hídricas locales en mayor medida de lo previsto. Los resultados se publican ahora en la revista Nature Water.

“En la comunidad climatológica se conocen muy bien los efectos del cambio climático en la atmósfera. Sin embargo, sus consecuencias locales sobre los ríos y la disponibilidad de agua entran dentro del campo de la hidrología”, explica en un comunicado el profesor Günter Blöschl, del Instituto de Ingeniería Hidráulica y Gestión de Recursos Hídricos de la Universidad Técnica de Viena.

A nivel local, a menudo es posible explicar muy bien cómo se relaciona la disponibilidad de agua con parámetros externos como la precipitación o la temperatura; esto se estudia en muchas estaciones de medición de todo el mundo, en particular en el laboratorio de hidrología de Blöschl en Petzenkirchen, donde se han instalado numerosos sensores en una superficie de 60 hectáreas.

Pero no se pueden extraer conclusiones globales a partir de estas observaciones individuales: “La forma en que el balance hídrico depende de parámetros externos varía de un lugar a otro; la vegetación local también desempeña un papel muy importante”, afirma Günter Blöschl. Es difícil desarrollar un modelo fí- sico sencillo que permita calcular con precisión estas interrelaciones en todos los lugares del mundo.

Por ello, Günter Blöschl ha colaborado con colegas de China, Australia, Estados Unidos y Arabia Saudí para crear y analizar una gran base de datos de observaciones de caudales de todo el mundo. Se han incluido más de 9 mil 500 cuencas hidrográficas, con series cronológicas que abarcan varias décadas en el pasado.

“No basamos nuestro análisis en modelos físicos, sino en mediciones reales”, subraya Günter Blöschl. “Observamos cuánto cambió en el pasado la cantidad de agua disponible cuando cambiaron las condiciones externas. De este modo podemos averiguar hasta qué punto los cambios en los parámetros climáticos están relacionados con un cambio en la disponibilidad local de agua. Y esto nos permite hacer predicciones para un clima futuro más cálido”.

Y resultó que la conexión entre las precipitaciones y la cantidad de agua en los ríos es mucho más sensible de lo que se pensaba, y por tanto mucho más sensible de lo que se supone en los modelos utilizados actualmente para predecir el cambio climático.

Por tanto, los modelos de previsión de los efectos del cambio climático en el abastecimiento de agua deben revisarse a fondo. “Hasta ahora, las mediciones de la escorrentía no solían incluirse en absoluto en los modelos, como los que actualmente presenta el IPCC”, afirma Günter Blöschl. “Con la serie de mediciones ahora disponibles, ahora debería ser posible ajustar los modelos de predicción física en consecuencia” .

This article is from: