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EU concede extradición del expresidente Alejandro Toledo a Perú

Concepción Badillo

Twitter:@Conce54

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Nikki Haley, voluble, ambiciosa y con pocas posibilidades

Nikki Haley, ex gobernadora de Carolina del Sur y ex embajadora ante las Naciones Unidas, anunció la semana pasada que busca ser la candidata presidencial del partido Republicano en las elecciones de 2024.

Es ella así, la primera, pero seguramente, no la última, que oficialmente se le voltea y compite con su antiguo jefe Donald Trump ya en plena campaña de reelección.

Se espera que le sigan el ex vicepresidente Mike Pence, así como el gobernador de Florida, Ron DeSantis y el ex secretario de estado Mike Pompeo y lo más seguro es que muchos más.

Lanzarse para presidente sin tener posibilidades ni el dinero, vende libros autobiográficos y puede traer una carrera como comentarista de televisión .

En el caso de Haley los analistas sospechan que lo que busca es quedar como candidata a vicepresidenta por quien a final de cuentas resulte ser el nominado republicano.

El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha concedido la extradición del expresidente peruano Alejandro Toledo (2001-2006), solicitado por la Justicia del país andino por delitos de corrupción, informó este martes la Fiscalía de Perú.

“La Fiscalía de la Nación, como autoridad central en materia de extradiciones, informa que se ha tomado conocimiento que el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América concedió la extradición de Alejandro Toledo Manrique, por los delitos de colusión y lavado de activos”, detalló la Fiscalía en Twitter.

El Ministerio Público agregó que la Oficina de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones de la Fiscalía de la Nación “viene realizando las coordina- ciones con las autoridades nacionales y extranjeras para la próxima ejecución de su extradición”.

Al respecto, el exprocurador anticorrupción Ivan Meini declaró en la emisora RPP que la entrega de Toledo a Perú “debería ser inminente, porque ya no hay más recursos que interponer y el procedimiento de extradición ya terminó, se agotó”.

“Lo que debería suceder en las próximas horas o días es que los gobiernos se pongan de acuerdo en la forma cómo articular el regreso de Toledo a Perú”, acotó.

Consideró, además, que “es probable” que la Fiscalía peruana pida que el exmandatario sea enviado a prisión preventiva mientras es procesado y que cumpla su arresto en el penal construido en una base policial de Lima donde también están presos los exgobernantes Alberto Fujimori (1990-2000) y Pedro Castillo (2021-2022).

MILLONES DE ODEBRECHT

Toledo es acusado en su país de recibir decenas de millones de dólares en sobornos de la empresa brasileña Odebrecht a cambio de favorecerla en sus negocios en Perú, cuando aún era presidente.

En concreto, el exmandatario ha sido investigado por la presunta comisión de los delitos de lavado de activos, colusión y tráfico de influencias, con relación a contratos concedidos a Odebrecht para la construcción de la Ruta Interoceánica entre Brasil y Perú.

El exmandatario fue detenido en 2019 en California, donde ha residido durante los últimos años, y estuvo 8 meses en prisión por riesgo de fuga, aunque pudo salir de la cárcel y pasar al arresto domiciliario en marzo de 2020, con el estallido de la pandemia de la covid-19.

En septiembre pasado, la Justicia de Estados Unidos dio luz verde a su extradición a Perú, al haber hallado pruebas suficientes que justifican esta medida, aunque la decisión final quedó en manos del secretario de Estado de EU, Antony Blinken.

En el capítulo peruano del caso Odebrecht, el mayor escándalo de corrupción de Latinoamérica, también estuvieron implicados los expresidentes Alan García (2006-2011), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), así como la tres veces candidata presidencial Keiko Fujimori.

Actualmente, de acuerdo a una reciente encuesta, Haley cuenta solo con 3 por ciento de popularidad entre los votantes de su partido, mientras Trump tiene 47 por ciento y DeSantis 31. Pocos le dan posibilidades de triunfo. De hecho diarios como The New York Times han dicho que no tiene ninguna, pero justo así decían de Trump cuando ganó.

Hija de padres que emigraron de India, se graduó como contadora en la Universidad Clemson, está casada y tiene dos hijos. Su primer cargo fue diputada local.

La razón principal de que pocos apuestan a que será la nominada conservadora a pesar de su carisma y de que nunca ha perdido una elección, es porque se le considera una política ambiciosa, voluble y sin palabra, que tiende a inclinarse para donde más le conviene.

El mejor ejemplo es su posición ante Trump. Cuando gobernadora se le oponía, después la nombró su representante en la ONU y ella se convirtió en su admiradora. Cuando los disturbios del Capitolio en enero de 2021, fue una fuerte crítica del ex presidente, pero cuando se dio cuenta que el partido Republicano lo seguía apoyando también mejor lo elogió.

Luego aseguró que jamás se lanzaría de candidata si Trump buscaba la reelección, pero ahora dice que lo hace porque Washington necesita un cambio generacional.

Así, en su primer discurso como precandidata, Haley de 51 años, quizás pensando en Trump, su más fuerte contrincante, que tiene 76 y en el presidente Joe Biden de 80, que se espera busque reelegirse, propuso que se someta a un examen mental a todos los políticos de más de 75 años para comprobar que están capacitados para ocupar un puesto público.

En esa categoría están más de 30 integrantes de la Cámara de Representantes y 16 senadores, entre ellos el poderoso líder de su partido Mitch McConnell, quien está por cumplir 81.

“Es ella quien debería examinarse su propio estado mental” dice la senadora demócrata por Hawaii, Mazie Hirono, quien tiene 75. “Cuántas veces ha dicho que está en contra de Trump solo para después ir a besarle el anillo”.

Loreta Castro

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