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Putin renuncia al desarme nuclear y apuesta por la guerra “hasta el final”
from LCDH220223
a Ucrania
Fran Ruiz
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información
El presidente ruso, Vladímir Putin, congeló este martes el cumplimiento por parte de su país del último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y Estados Unidos, Nuevo START o START III, y dejó claro que su apuesta es únicamente ganar la guerra cuando se acerca el primer aniversario de la invasión de Ucrania por asegura que “la derrota rusa en el campo de batalla es imposible”.
“Me veo obligado a anunciar hoy que Rusia suspende su participación en el Tratado sobre Armamento Estratégico Ofensivo”, dijo Putin en su mensaje sobre el Estado de la Federación ante ambas cámaras del Parlamento.
Durante una hora y 45 minutos de discurso no hizo ni una sola mención a un posible diálogo, defendió “el derecho de Rusia a ser fuerte” y acusó a Occidente de ser el único responsable de la tensión geopolítica en el mundo, incluida Ucrania.
“NO ABANDONA, SUSPENDE”
Putin, que presumió de disponer de armamento hipersónico sin parangón en el mundo, matizó que “Rusia no abandona, sino que sólo suspende” el cumplimiento del tratado suscrito en 2010, prorrogado en 2021 por el líder ruso y el presidente de EU, Joe Biden, y que expira en 2026.
Entre otras cosas, el START III reduce en un 30% el número de cabezas nucleares, hasta 1,550 por país.
Avisó que “si EU realiza ensayos nucleares con nuevo tipo de armamento estratégico, Rusia efectuará también pruebas” de esa clase, aunque añadió: “Por supuesto, no seremos los primeros en hacerlo”.
Eso sí, señaló que una eventual vuelta de Rusia al START III estaría condicionada a la inclusión de toda la OTAN en el acuerdo de desarme ya que, recordó, Francia y Reino Unido también cuentan con arsenales estratégicos.
EU suspendió el diálogo sobre control de armas tras el inicio hace casi un año de la “operación militar especial” y el último intento de reanudarlo en noviembre pasado fue pospuesto indefinidamente por Moscú.
Por su parte, el Kremlin informó en agosto a Washington de su decisión de prohibir las inspecciones estadounidenses in situ de su arsenal nuclear, al alegar dificultades para hacer lo propio en EU debido a las sanciones occidentales.
MÁS ARMAS A UCRANIA, MÁS GUERRA
Sin mencionar la visita por sorpresa del lunes a Kiev del presidente de EU, Joe Biden, donde anunció otro paquete de 500 millones de ayuda militar al Ejército ucraniano, Putin denunció que la OTAN quiere convertir un conflicto local en una “confrontación global”, pero advirtió que la derrota de Rusia en el campo de batalla “es imposible”.
“Una cosa debe quedarles clara a todos: cuanto mayor sea el alcance del armamento suministrado a Ucrania, más nos veremos obligados a alejar la amenaza de nuestras fronteras”, afirmó.
CAMPAÑA BÉLICA SIN FINAL A LA VISTA
Putin no aludió a la marcha de la campaña militar, en la que el Ejército ruso no toma una ciudad ucraniana importante desde julio de 2022, aunque dio a entender que la cosa va para largo.
“Para garantizar la seguridad de nuestro país, para eliminar la amenaza que representa el régimen neonazi que surgió en Ucrania después del golpe de 2014, se decidió realizar una operación militar especial. Paso a paso, cuidadosa y consistentemente, lograremos las tareas que afrontamos”, dijo Putin en su discurso sobre el estado de la nación ante ambas cámaras del Parlamento.
Reacciones
El secretario de Estado de EEEUU, Antony Blinken, calificó de “profundamente desafortunado, preocupante y muy irresponsable” el anuncio ruso de que suspende el cumplimiento del último tratado de desarme nuclear vigente entre Rusia y EU, el Nuevo START o START III.
“Estaremos muy atentos a lo que haga Rusia. Nos aseguraremos de que nos situamos de forma adecuada para la seguridad de nuestro propio país y la de nuestros aliados”, declaró a la prensa el jefe de la diplomacia estadounidense durante su visita a Atenas.
Por su parte, el Secretario General de la ONU, António Guterres, insistió en que “debe hacerse todo lo posible por una inmediata vuelta al diálogo nuclear”.
Guterres no criticó directamente a Rusia, pero consideró que “un mundo sin control de armas nucleares es mucho más peligroso y puede tener consecuencias potencialmente catastróficas”.
Insistió en que fue Occidente quien “desencadenó la guerra” y que Rusia hizo “todo lo posible, realmente todo lo posi- ble para resolver este problema por medios pacíficos” (sin detallar qué hizo y obviando que lleva una década entregado armas a los separatistas prorrusos del este de Ucrania). En consecuencia, agregó, no le quedó más remedio que recurrir a la fuerza “para detenerla”.
Al respecto, adelantó que los rusos que combaten en Ucrania tendrán vacaciones de “al menos” dos semanas cada seis meses y propuso crear una fondo estatal para ayudar a los veteranos y a las familias de los caídos en Ucrania, cuyo número el Kremlin se niega a desvelar, pero que fuentes de la inteligencia estadounidense estima en superior a 40 mil muertos en un año de guerra.
“NADIE QUIERE DESTRUIR A RUSIA”
El guante lo recogió inmediatamente el presidente estadounidense, Joe Biden, respondió a la acusación de Putin de que Occidente quiere destruir Rusia.
“Esta noche, me dirijo una vez más al pueblo de Rusia: Estados Unidos y las naciones de Europa no buscan controlar o destruir Rusia. Occidente no planea atacar a Rusia como ha dicho Putin hoy”, afirmó Biden en un discurso ante cientos de personas en el antiguo castillo real de la capital polaca.
En el mismo sentido, el secretario general de la OTAN, el noruego Jan Stoltenberg replicó que “nadie está atacando a Rusia”, al que tachó de “agresor” y aseguró que no hay “señales” de que Putin se esté preparando para la paz, sino “para más guerra”.