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“López Tarso es López Tarso, póngase lo que se ponga encima”
from LCDH140323
Especial
Ulises Castañeda
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Twitter: @UlisesCasal
Es bien sabido que, aunque Ignacio López Tarso dejó una huella importante en el cine y la televisión, lo que más le apasionaba era el teatro. Hacia finales del 2021, a propósito del estreno de la puesta en escena Una vida en el teatro en que la leyenda regresaba a los escenarios junto a su hijo Juan Ignacio Aranda, López Tarso compartió con Crónica Escenario una entrevista promocional.
Si bien aquella charla sirvió para hablar de su regreso al teatro tras la pandemia, la charla a este medio fue por casi una hora y tras su muerte este fin de semana, es meritorio dar a la luz algunas de las memorias más importantes que nos compartió, así como su pasión por la actuación.
Uno de los espacios más simbólicos para un actor es el camerino y ese ha sido el sitio ideal al que trasladó al autor de este texto López Tarso, pues la puesta en escena Una vida en el teatro, se desarrolla en ese sitio. La charla se dio vía remota. Pero la pantalla no fue impedimento para admirar la lucidez que a sus 96 años tenía entonces. En su expresión se notaba la emoción que le daba el hablar sobre el coraje de ser actor y por momentos cerraba los ojos para trasladarse a uno de sus decenas de camerinos:
“A determinada hora llega el actor a este lugar, se quita la ropa que trae de la calle y se pone la ropa del personaje y ahí empieza la transformación, por- que la transformación no es lo más importante, el ponerse la ropa y los aditamentos de cara, peluca, pelos postizos o algo en el rostro, eso no lo es, lo que sí es importante es reconstruirlo por dentro, ¿qué piensa ese personaje? ¿Qué siente? La soledad es importante para el actor hasta el momento que se da la tercera llamada y se abre el telón”, dijo.
López Tarso nos habló de ese proceso de transformación pero hubo un momento en que en su memoria se dibujó uno de los recuerdos más duros que le tocó vivir, fue el momento en que se despidió de su madre Ignacia López Herrera: “A mí me pasó un día que después de visitar a mi madre en el sanatorio y de que mi madre se me murió en los brazos, de ahí me fui al Teatro Xola donde estaba representando Edipo Rey en la época del seguro social. Ese tipo de cosas hay que solucionar en el camerino, ¿cómo le hace un actor como yo llegué ese día, con la emoción terrible de haber visto que mi madre se había muerto en mis brazos hace media hora?”, expresó emotivo.
“De ahí del sanatorio me fui directamente al teatro a ponerme la túnica griega y la máscara del Rey Edipo. Es difícil. Hay momentos que no se olvidan y momentos en que se tuvo que poner la mayor capacidad de transformación. La mayor capacidad de concentración en tu trabajo y olvidar el resto y estar en Edipo con la máscara puesta para salir a escena y ser otro que no sentía dolor”, enfatizó.
“LOS GRIEGOS SON NUESTROS MAESTROS” Tras ese recuerdo López Tarso volvió a evocar su historia. Nos llevó al momento en que se convirtió en actor y compartió la manera en que vivió diferentes face- tas en los escenarios. La primera de ellas dando vida a los grandes personajes del teatro griego:
“Considero que empecé mi carrera como actor el día que entré a la carrera de teatro en Bellas Artes, en 1948. Recuerdo bien. Recuerdo todos mis cambios, como pasé del teatro griego que es lo más antiguo que puede representarse en la actualidad en teatro. Los griegos son nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros maestros, los inspiradores, los reyes de siempre, los creadores de nuestra cultura, de nuestra manera de pensar respecto al arte, los que nos enseñaron a eso, a transformarte de un ser humano a un ser ideal, a un ser diferente dentro de la historia de la obra”, comentó.
“Los actores somos contadores de historias. Llegas al teatro y te preparas y entras al escenario a contar una historia al público, de modo que hay que tener esa capacidad de transformación. Olvidar que eres tú sin olvidarlo. Saber que eres alguien más pero sigues siendo tú, no puedes borrarte. López Tarso es López Tarso, póngase lo que se ponga encima. Eso nadie lo puede negar”, continuó.
EL TEATRO CLÁSICO ESPAÑOL
En un momento de su reflexión el actor opinó que es necesario no dejar en el olvido a las obras clásicas dejándolo como uno de los consejos más importantes para los actores jóvenes: “Yo siempre le aconsejo a los actores más jóvenes que empiecen por ahí, por lo más difícil, porque eso ya no se hace y hay que volver a hacerlo y si no lo haces cuando eres estudiante cuando vas a enterarte de lo que significa la obra de Lope de Vega, de Calderón, de Vélez de Guevara, de Fernando de Rojas, todos esos grandes autores, verdaderas maravillas. Todas esas obras las hice dirigido por Álvaro Custodio, un gran director español que vino a México a causa de la guerra civil en los tiempos de Lázaro Cárdenas como muchos intelectuales que vinieron a refugiarse en México y que nos dieron un empujón en la cultura y en la sabiduría”, expresó.
“Era gente que sabía mucho como León Felipe, el gran poeta León Felipe. Yo hice después la versión para Macbeth, de Shakespeare, por León Felipe. Fue maravilloso. Y con él vino Álvaro Custodio, él fue mi director y quien me enseñó a casi traducir lo que es el verso clásico, para decirlo en un escenario con todo el sentido de la verdad que te exige el teatro moderno. Sin cambiar nada, simplemente tratar de que el verso de entonces, que es casi incomprensible para quien no está acostumbrado a hacer esa traducción, que es un trabajo muy interesante de hacer”, dijo.
De la mano con sus recuerdos comenzaron a brotar los nombres de figuras que le ayudaron a pulir su talento en los escenarios, en esta etapa “eso se lo debo a ese gran director que es Álvaro Custodio y a Isabel, su mujer. Con ellos hice La Celestina, con doña Amparo Villegas, que era una actriz española. Con ellos hice La Celestina y luego Las mocedades del Cid, Reinar después de morir y La discreta enamorada, y muchas otras. Todas experiencias maravillosas. Fue una época extraordinaria en mi vida de actor”, destacó.
TEATRO MODERNO Y LOS AUTORES MEXICANOS
Viajar con él a su memoria fue una experiencia casi intimidante. Su recordar era preciso, su expresividad era efusiva. Al llegar al momento de hablar de su experiencia representando la obra de William Shakespeare, hubo momentos en que a través de la pantalla movía sus brazos gesticulando alguna escena o momento de la obra:
“Así pasé a lo más moderno como Shakespeare y Moliere. Traducir a Shakespeare, fue un reto y lo hizo León Felipe, gracias a él hice Macbeth, la historia de un general que es una bestia. Recuerdo que para entonces yo era flaco, así como estoy ahorita, y yo tenía que ser un gladiador, porque Macbeth es un general que maneja el mandoble, que es esa espada pesadísima que se maneja a dos manos (dijo emulando el movimiento con sus manos). Había que traducir también las actitudes y la forma de pensar de la gente de otro tiempo, muy bello trabajo”, comentó. Desde luego también hubo momento de recordar a los autores nacionales: “Interpreté en mis buenas épocas a todos los mejores dramaturgos mexicanos desde Rodolfo Usigli hasta Vicente Leñero y Emilio Carballido, Sergio Magaña y Hugo Argüelles, en fin todos los grandes autores mexicanos grandes, que hice en diferentes épocas. El Moctezuma II fue con el que estrené el Teatro Reforma, que creo que ya ni funciona como teatro”.
Momento en que le entregaron el Ariel de Oro a su carrera en el 2014.
EL CINE LO LLEVÓ A CONOCER EL MUNDO

Si bien es cierto que el actor muestra su fascinación por el teatro en todo momento, al hablar del cine parece haber sentimientos encontrados. Hay una serie de memorias que le hacen sentirse agradecido por su experiencia en la pantalla grande pero hay otras que parecen ser momentos amargos. La reacción es espontánea tan solo de escuchar la frase “Época de Oro del Cine Mexicano”:
“Yo ya no vi nada del oro. Cuando yo llegué al cine ya se lo habían acabado. No dejaron nada. Pero me tocó la suerte de hacer muy buenas películas como La cucaracha o La estrella vacía, y otras que hice con María (Félix) y otros actores, como hacer Macario en 1959, y en 1960 ya estaba la película compitiendo por ser la mejor película extranjera por primera vez en Hollywood”, destacó.
Una de las cosas más difíciles de concebir en López Tarso es la forma en que lo afectó la etapa oscura del cine mexicano de los años 60 y 70: “Mi vida en el cine, en el teatro y la televisión ha sido muy bonita. Me han ofrecido muy buenas cosas. He hecho de lo mejor que podía, de lo que yo quería y me ha tocado la suerte de poder hacerlo. He tenido premios, quizás los que no quisiera. Tuve la mala suerte de que la mayor parte de mis buenas películas fueran en una época en que no había el Premio Ariel, porque estuvo cancelado durante 15 o 18 años en la historia del cine mexicano, y en ese tiempo donde no hubo Arieles produje las mejores cosas de mi cine y no pude tener más Arieles”, expresó.
“Tengo un Ariel por una película que se llama La rosa blanca, que es un cuento de Traven sobre la expropiación petrolera y dirigida por (Roberto) Gavaldón. Fue premiada en varias partes y en México no tuvo premios porque no había Arieles. Pero tengo el Ariel de Oro por trayectoria y por esta película”, continuó.
“Ha sido una carrera, no absolutamente feliz pero buena. Me ha gustado, he hecho muchas cosas muy buenas. He tenido muchos premios, he sido invitado a muchos países con películas bajo el brazo y he visitado toda la República con el teatro”, añadió.
Para cuando ocurrió esta entrevista los teatros ya estaban abiertos. Ignacio López Tarso estaba agradecido con eso y se encontraba deseoso de volver a estar en un escenario: “Yo no salí para nada en más de dos años, de modo que sí fue largo, penoso y pesado. Había momentos de desesperación, pero pude soportarlos, pude calmarme, nunca tuve un problema de mal humor visible, yo lo sentía por dentro pero al exterior traté de comportarme lo mejor posible y creo que lo logré. Ahora espérenme en el teatro que ese es mi sitio”, concluyó.




DEL DRIVE AL PUTT...
Esteban Galván
Twitter @estebangj
El Club de Golf Tequisquiapan luce espectacular
DRIVE AL CENTRO DEL FAIRWAY… Espectacular. Así está el retador y hermoso campo del Club Tequisquiapan, ubicado en Querétaro. Tuve la oportunidad de visitarlo el pasado fin de semana, debido a que se jugó la quinta etapa del Ranking Profesional de Golf presentado por Golffitt.
El campo desde que tengo memoria, cerca de 20 años, siempre está presentable, siempre luce verde, siempre está listo para recibir cualquier torneo, pero me sorprendió gratamente que justo ahora, El Club de Golf Tequisquiapan luce espectacular. Los greens en gran estado, rápidos, recibían bien y fue un reto que se encontrar la caída.
Los fairway en perfecto estado y bien marcado el rough, pesado, no tan largo, un verdadero reto este campo que tiene un diseño divertido y retador. Fue increíble poder jugarlo, tenía unos cinco años que no regresaba y me sorprendí mucho. Sin duda vale la pena regresar…
MADERA 5 SÓLIDA… Del Ranking Profesional de Golf presentado por Golffitt, no me cansaré de decir que es un gran proyecto que, desde su inicio, hace cuatro temporadas, ha crecido constantemente, no sólo en calidad de juego, sino, en clubes que les abren sus puertas y además en patrocinadores.
Repasemos, amigo lector, cómo nació este Ranking, fue gracias a Billy Carreto, profesional del Club de Golf La Loma, de San Luis Potosí, con la intención de reconocer y dignificar a los profesionales de club, los que tienen el futuro del golf de nuestro país en sus manos, porque son los que todos los días enseñan a los infantiles y juveniles y nos ayudan a los amateurs, mujeres y hombres, en resumen, los que nos ayudan a seguir en este el más bello deporte jamás creado, llamado golf…
FIERRO 8 AL GREEN… El apoyo de los clubes y el respaldo de los profesionales ha sido fundamental para el éxito del Ranking Profesional presentado por Golffitt, existe gracias a los clubes que abren las puertas, incluso hay algunos que ayudan con la bolsa en los torneos, lo que es parte fundamental del Ranking. El hecho que el Club Tequisquiapan, uno de los más exclusivos y hermosos de nuestro país les abra sus puertas es un gran respaldo.
El Ranking Profesional de Golf no es una gira ni es un Tour, es un serial de torneos de un día para todos los profesionales e instructores de club, lo que se busca es proyección para ellos y van por buen camino, la respuesta ha sido increíble, en el Valle de México, el Bajío y el norte del país…
APPROACH DE 12 YARDAS… Hay que resaltar que el RPG ha ganado también que los ojos de los amateurs vean en él una oportunidad perfecta para probarse y saber si cuentan con el nivel y la mentalidad para incursionar en el profesionalismo, por lo que seguramente habrá varios en el field. Carreto logró una alianza con la PGAM y con la Federación Mexicana de Golf y eso también lo consolida y se vienen más proyectos con la intención de crecer juntos, apoyar a los responsables del golf amateur y los que apoyan e impulsan, con el máximo rector del golf de México. Estoy seguro que lo mejor está por venir y seguramente seguirá creciendo. No podemos olvidar que este Ranking es para apoyar a los pros que NO pueden ausentarse durante días o semanas, lo que les impide jugar Tours o Giras internacionales, pero cuentan con el golf para demostrar su calidad. Desde mi punto de vista, son los profesionales más importantes de nuestro país. Los que tienen el futuro del golf en sus manos…
PUTT CORTO… En el golf internacional, no puedo decir nada nuevo con relación a Scottie Scheffler, dio una demostración de buen golf, de frialdad. Dio un golpe de autoridad y demostró que es el primer campeón defensor del Masters, en varios años, que, desde mi ángulo, tiene posibilidades reales de defender. Scottie llegará a Augusta, con el Players en su bolsa y con su mejor golf. Por lo pronto, practique mucho, disfrute el juego y continúe… del Drive al Putt.