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Fran Ruiz - Páginas
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Los republicanos, favoritos en las primeras elecciones en EU tras el asalto al Capitolio
La inflación y la baja popularidad del presidente amenazan el control demócrata de las dos cámaras del Congreso y animará a Trump a presentarse como candidato presidencial para las presidenciales de 2024
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EFE
Elecciones de medio término
Fran Ruiz
fransink76@gmail.com
La visión diametralmente opuesta sobre bajo qué leyes debe ser gobernado Estados Unidos se enfrenta este marte al veredicto de las urnas para renovar la Cámara de los Representantes y un tercio del Senado, así como 35 gobernadores, entre ellos los dos principales graneros de voto demócrata, California y Nueva York; y los dos principales republicanos, Texas y Florida.
Se trata, además, de las primeras elecciones a nivel nacional (las midterm o elecciones a mitad de mandato presidencial) que se celebran después del traumático asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando hordas de seguidores del entonces presidente Donald Trump trataron de impedir de forma violenta que el Congreso ratificara el triunfo del demócrata Joe Biden, con el resultado de cinco muertos, decenas de heridos y un gravísimo golpe a la democracia de la primera potencia.
Por tanto, las elecciones legislativas de este martes son consideradas un plebiscito sobre el modelo de país que defienden Trump y los republicanos, donde se impone el conservadurismo antiabortista, armado y xenófobo; o el de Biden y los demócratas, defensores de los derechos civiles y leyes progresistas.
LA INFLACIÓN TAMBIÉN VOTA
Las elecciones son, asimismo, un termómetro sobre el gobierno del presidente Biden, quien, en esto dos años, no logrado un nivel de aprobación mínimamente aceptable y está siendo golpeado duramente por una inflación desbocada, como se veía en cuatro décadas, y que está
golpeando duramente al bolsillo de los estadounidenses.
Esta crisis inflacionaria y la amenaza de una recesión a la vuelta de la esquina beneficia directamente a los candidatos republicanos, que podrían tomar el control de las dos cámaras del Congreso.
En estas elecciones se renuevan los 435 escaños de la Cámara de Representantes, cuyos diputados son elegidos cada dos años, y 35 de los 100 escaños del Senado, donde cada senador es elegido para un mandato de seis años. Además, en las urnas se escogerán a los gobernadores de 36 de los 50 estados. Actualmente, el partido de Biden tiene una exigua mayoría en la Cámara baja (222 congresistas son demócratas y 213 son republicanos) y está empatado con los republicanos a 50 senadores en la Cámara alta, aunque conserva la mayoría por el voto de calidad de la vicepresidenta Kamala Harris.
A pocos días para los comicios, las encuestas pronostican una batalla muy reñida, con una intención de voto tremendamente ajustada entre ambos partidos y un 10% de indecisos. Tomando como referencia las proyecciones de tres portales estadounidenses especializados en sondeos e información política —FiveThirtyEight, Politico y Cook Political Report— los republicanos tienen casi asegurada la mayoría en la Cámara de Representantes y serias opciones de hacerse también con el control del Senado.
CINCO ESTADOS CLAVE
Los estados de Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania, Wisconsin y Ohio son clave porque, al no estar controlados por la mayoría de ninguno de los partidos, estarán en disputa hasta el final, definiendo los escaños del Congreso con unos resultados muy ajustados.
De hecho, lo ajustado del voto en los estados pendulares podría llevar a que no se conozcan los resultados definitivos hasta dentro de varios días, como avisó este lunes la Casa Blanca.
“Puede que no sepamos quiénes son los ganadores de las elecciones durante algunos días. Toma tiempo contar todas las paletas de una manera ordenada”, afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en su rueda de prensa diaria.
En Estados Unidos, no existe una autoridad electoral central y las secretarías de estado de cada uno de los 50 estados del país son responsables del conteo de votos.
Como ese proceso suele llevar mucho tiempo, los grandes medios de comunicación de EU, como la agencia de noticias Associated Press (AP), son los que se encargan de declarar qué candidato ha ganado una contienda, algo que hacen especialistas analizando los datos que les llegan del terreno.
El resultado de muchas batallas electorales suele conocerse el mismo día de la votación; pero, otras veces, la carrera está tan ajustada que se tarda días o incluso semanas.
Por ejemplo, en las elecciones presidenciales de 2020, los grandes medios de EU tardaron cuatro días en declarar que Biden había ganado a Trump, una victoria que el republicano sigue sin reconocer e insiste en la teoría conspirativa del fraude, como defienden sin cuestionar sus millones de seguidores, de igual manera que la mayoría sigue defendiendo el asalto al Capitolio por parte de “patriotas”.
Dueño de Twitter
Musk pide el voto para los republicanos
Elon Musk, el nuevo dueño de Twitter, que cuenta con 115 millones de seguidores, muchos en círculos de extrema derecha, entró directamente en la campaña electoral estadounidense con un mensaje dirigido a los “votantes independientes”.
“El poder compartido frena los peores excesos de ambos partidos, por lo que recomiendo votar por un Congreso Republicano, dado que la Presidencia es demócrata”, señaló.
Pedir abiertamente el voto para un partido es un movimiento muy poco habitual para una persona al frente de una de las grandes redes sociales, que por su fuerte influencia en el debate público normalmente prefieren mantenerse al margen.
Aunque Musk ha dicho siempre que no se identifica plenamente con ningún partido y que en el pasado ha votado demócrata, este año ya había adelantado públicamente que pensaba apoyar a los republicanos y su compra de Twitter fue muy celebrada por el expresidente Donald Trump, quien fue vetado por los anteriores dueños de la red social.
La turbulenta primera semana de Musk al frente de Twitter se cerró además con un aparentemente caótico recorte de la mitad de la plantilla, pues tras despedir el pasado viernes a unos 3,700 empleados, desde entonces la empresa se ha puesto en contacto con algunos para pedirles que regresen a sus puestos.
RÉCORD HISTÓRICO DE GASTO DE CAMPAÑA
Un dato revelador de la importancia de estas elecciones —en las que están en juego la propia democracia estadounidense, según alertaron en un mitin conjunto Biden y el expresidente Barack Obama— es el récord histórico de donaciones en campaña.
Los diferentes candidatos han gastado un total de 16,700 millones de dólares en publicidad y mítines, según los cálculos de la organización Open Secrets, batiendo así el récord de 2014, cuando se recaudaron cerca de 14 mil millones.
De nuevo las malas noticias son para los demócratas, puesto que los republicanos recibieron muchas más donaciones, especialmente de los millonarios, que saben que, con ellos en el poder, no van a perder sus privilegios.
Quitarle el turbante a los clérigos, última manera de protestar en Irán

Joven es grabado mientras quita el turbante a un clérigo en una calle de Teherán.
Los jóvenes iraníes han improvisado diversas formas de protestar en Irán, desde mujeres que se cortan el cabello largo o caminan sin velo, desafiando al régimen de terror impuesto por los ayatolás. En los últimos días se ha impuesto una nuevo método: quitarle el turbante a los clérigos.
El modus operandi ya es viral en las redes sociales: un joven, chico o chica, se acerca por detrás a un clérigo y con la mano le da un golpe al turbante con el que se cubre la cabeza hasta que cae al suelo, muchas veces entre las risas de los presentes.
Y por supuesto se graba en vídeo para después compartirlo en Twitter, Instagram o Telegram, campos de batalla tan importantes como las calles del país.
Irán vive protestas desde la muerte el 16 de septiembre de la joven Mahsa Amini tras ser detenida tres días antes por la Policía de la Moral por llevar mal puesto el velo islámico, unas movilizaciones en las que se pide el fin de la República Islámica.
Las protestas están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres al grito de “¡Mujer, vida, libertad!” que lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica y algo impensable hasta hace poco tiempo.
También era impensable que los jóvenes les quitasen los turbantes a los religiosos, una forma de protestar que muestra el rechazo a los clérigos de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.
“Violan mis derechos”, afirma un clérigo en un video compartido en Twitter después de que le tirasen el turbante.
“¿Qué yo violo tus derechos? Tú eres el que lo hace”, le responde una joven en el video.
JAMENEI, IMPASIBLE
El mensaje, sin embargo, no parece llegar a las altas esferas iraníes, que continúan señalando a Estados Unidos como el culpable de las protestas y parecen cerradas en banda a la posibilidad de que el descontento de la población sea real.
Esa es la postura que defienden una y otra vez el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, la máxima autoridad del país, y el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ambos clérigos.
De momento nadie ha tocado sus turbantes, aunque Raisí se enfrentó recientemente a los gritos de “piérdete” de un grupo de chicas en una universidad de Teherán.
Las protestas están siendo reprimidas fuertemente por las fuerzas de seguridad y según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo, al menos 108 personas han muerto y unas 12,000 han sido detenidas.